whitney houston - i have nothing s
Luces y voces que sólo logran que me confunda.
- ¡¿Cómo paso esto Carl?!- es la voz de Vicent cargada de furia y se escucha por todo el lugar.
- Ocurrió en sólo minutos señor - aclara Carl-. El médico ya viene para aquí, no la moví porque creo que es lo más conveniente.
- Joder, joder - suena frustrado. Siento sus manos cerca a las mías e involuntariamente las muevo enlanzándolas.
Me remuevo de mi postura, aún estoy un poco mojada y mi cabeza duele como si un martillo emitiera un enorme pitido dentro.
- Mi amor - susurra cuando abro mis ojos y se chocan con los suyos, azules preocupantes.
- Has que revisen al bebé - mis manos se aferran a su camisa-. Por favor - las lágrimas empañan mi rostro.
- Tranquila Jas - me abraza a él y sólo puedo fundirme en su pecho, perderme en su aroma y en los latidos de su corazón-. Te prometo que el va a estar bien - me da un beso en la frente y sólo me sujeto fuerte como si mi vida dependiera de estar a su lado.
- El médico ya llego señor - Carl no interrumpe a la vez que un hombre de contextura alta y cerca de los cuarenta aparece en la habitación.
- Buenos días señor Lasserre - le extiende su mano a Vicent y él sólo indica lo que debe hacer.
- Por favor revise a Jazmín, yo.. Tengo que solucionar algo que deje pendiente - sujeto su muñeca porque se lo que hará, buscara a esa mujer y ahora lo que mas quiero es que se quede junto a mi, porque estoy lo suficiente asustada, nerviosa y aterrada para creer lo peor.
- Vis por favor quédate – susurro mientras limpio mis lagrimas con mi muñeca. Él lanza un suspiro y finalmente se regresa a donde estaba.
- Esta bien Jas – me regala una sonrisa.
- Gracias.
El medico ha sacado todo sus implementos de la pequeña maleta y hace una revisión de cada cosa, un Vicent alterado y con los nervios de punta contempla todo. Sé que está asustado y sé que es probable que no quiera darme esa impresión cuando se supone el es quien debe darme calma.
- ¿Y bien? – enarca una ceja y camina de un lado a otro.
- Todo está bien en ella, solo ha sido el susto.
- ¿Qué hay del bebé?
- No hay dolor en cuanto la examine, tampoco sangrado o algo que nos indique una amenaza. Si desean pueden hacer la ecografía mañana.
- ¿Alguna recomendación que quiera darnos?
- Que siga consumiendo las vtaminas de la misma forma en lo que lo que ha venido haciendo señor Lasserre, solo ha sido un susto.
- Uno que casi le cuesta la vida a Jazmín y a nuestro hijo – aprieta sus labios y mira de reojo a Carl. Esta cabreado con él, pero no ha sido su culpa.
- Yo me retiro – el medico ingresa de nuevo todas las cosas a su maletín y extiende una tarjeta-. Si necesitan algo, no duden en llamarme.
- Gracias doctor Díaz – responde Vicent y el hombre sale de la habitación.
Solo me puedo sentir aliviada de haber escuchado que nada malo sucede, que ha sido producto de aquella situación.
- ¿Que estabas haciendo tu Carl? ¿Porque Jazmín estaba sola? – arremete con el como si fuera el culpable de todo.
- Basta, no ha sido culpa de el.
- Le di una orden.
- Carl estaba trayendo algo que le pedí cuando esa mujer apareció de la nada, no lo culpe de eso. Sé que estas furioso, pero Vis... - acorta mis palabras.
- ¿Furioso? – me mira mientras pasa sus manos por sus cabellos desordenándolos-. ¡Estoy colérico, y cabreado por todo lo que pasa enfrente de mis malditas narices sin hacer nada!
- Deja de gritar. No solucionaremos nada así.
- Vamos a mudarnos de aquí.
- Antes sentía lastima de esa mujer, ahora solo tengo miedo. Debiste verla, actúo como una desquiciada.
- ¿Porque te saliste? – gira su rostro hacia mí.
- Porque quería tomar aire y no estar encerrada aquí.
- Si no hubieras salido seguramente esto no hubiera sucedido.
- No me vengas a culpar a mí de esto, ¿crees que pondría el riesgo a mi bebé por solo pasear? ¿Cómo demonios iba a saber que esa mujer iba a estar allí? Te estas desquitando con el primero que ves a tu lado.
- Lo siento Jas, es solo que no es fácil recibir una llamada que me diga que estas mal.
Carl se acerca interrumpiéndonos de la nada mientras atiende una llamada.
- Es el administrador del hotel señor, ha dicho que tienen a la señora Antonella en la recepción.
- Dame eso – le quita el teléfono móvil y él toma la llamada-. Bajo en menos de cinco minutos, no la dejen ir – cuelga y le entrega el móvil a Carl.
- Vis..
- Tú te quedas Jazmin.
- La policía querrá mi declaración, y antes de que ella diga algo que sea una mentira prefiero decir lo que realmente paso.
Se detiene un momento a pensarlo.
- Te llevo cargada – dice y me levanta de allí hasta que llegamos al elevador.
Me quedo viéndolo y está haciendo ese ruido extraño con sus dientes que solo hace cuando esta lo suficiente enojado como para gritar.
- Te vas a morder la lengua si sigues así.
- Voy a volverme loco con todo esto – suspira.
- Trata de calmarte – el elevador nos deja finalmente en el primer piso y logro verla sentada en un lado del sillón junto a dos oficiales y el administrador del hotel.
- Quédate aquí – Vicent me deja en otra silla.
Se acerca hasta donde esta Antonella y la encara mientras se coloca enfrente de ella.
- ¿Que te sucede a ti? ¡¿Quieres venir a arruinar mi vida de nuevo?! ¡No te basto con ocho años!
- Déjame explicar..
- Estas loca, no vuelvas a acercarte a mi familia o juro que conocerás un Vicent que jamás viste.
- Señor Lasserre ¿le importaría si tomamos la declaración de su esposa?
- Claro que no, háganlo si con eso basta para enviar a esta desquiciada a una cárcel.
- Vicent no hagas esto, la prensa está afuera – dice ella mientras se levanta y lo toma de la mano-. Te amo.
- Arregla tu eso – suelta su mano con brusquedad y me voltea a ver-. Descubrí tu maldita mentira, querías un hijo ahora porque era la única manera de lograr tener dinero de nuevo.
- Estas enfermo, te enamoraste de una niña como ella. Te obsesionaste con una mujer que nunca será lo suficiente para ti.
- ¿Y tu acaso lo fuiste para mí? – escupe con frialdad-. ¿Acaso pensaste en ambos? Por supuesto que no, porque siempre te importo mas el trabajo, cuando quería darte una familia, cuando moría por tener lo que siempre quisimos. ¿Y sabes que es lo peor de todo? ¡Que fueron mentiras!
- Vicent, no sigas diciendo nada, no merece explicaciones – susurro.
- Si las merece, si merece saber todo lo que tengo aquí atravesado. Encontré en Jazmín una persona genuina, me sentí como nunca en mi vida me sentí, y logre junto a ella los mejores y más maravillosos meses de mi existencia. Y si te atreves a hacerle daño a ella o a nuestro hijo, te juro por la memoria de mi madre que me encargare de destruir todo lo que envuelve tu vida.
Creo que aquello que más daño le había causado a Vicent durante todo este tiempo había explotado en ese mismo instante en una bomba de tiempo. Al final de todo esa mujer fue conducida a una patrulla de la policía lejos de nosotros. Lejos de hacernos daño.
***
No sé con certeza cuanto tiempo estimo vicent en esta cena ni cuanto dinero coloco de por medio para anunciarle a todos que nos casaremos.
- Asi que gripe en África – Silvia da un sorbo a su agua y me guiña un ojo.
- No quería que ninguna otra persona a parte de mama se enterara.
- Sabía que estabas embarazada, Jas se te notaba – rueda los ojos.
- Cuando me dijeron que iba a ser mamá, todo en mi cambio, fue como si algo bonito me hiciera ver la vida de otra forma, Silvia es lo mejor que nos ha sucedido.
- Te lo mereces Jas – me da un abrazo y señala con su quijada al fonfo de la casa-. Tu hombre te esta esperando – giro mi vista hasta donde se encuentra, tiene un traje negro ajustado y una camisa blanca que hace juego con todo el resto de tonos de su vestimenta elegante y sin una arruga.
- Mi hombre me esta esperando – alardeo graciosa y me acerco hasta donde está, le extiendo mi mano y el la besa.
- Que linda se ve esta noche señora de Lasserre.
- Aun no nos casamos – le arrimo un codazo.
- Debes admitir que suena bonito – me junta mas a el-. y ese vestido color vino te hace ver más sexy – baja su mano por el adorno de encaje de mi escote.
- Vis, pueden vernos – suelto una risa.
- ¿Cómo esta nuestro renacuajo?
- Creo que esta calmado por hoy – sonrío al sentir sus manos en mi vientre. Hace dos días nos enteramos que era posible que el bebé fuera muy grande por eso los dolores.
- Sigue así y tu madre no se quejara de ir al baño cada dos minutos.
- Creo que alguien saldrá igual de grande a ti, y de posesivo.
- ¿Crees que me gane? – me rodea la cintura con sus brazos y me da un beso en la mejilla-. Te amo Jazmín – no puedo evitar sonreír cuando pasa sus manos por la sortija de compromiso-. Feliz cumpleaños – una enorme tela se abre de un lado revelando una sinfónica de varios músicos que tocan una balada.
- No tenías por qué hacerlo Vis.., mi cumpleaños fue hace más de una semana.
- Quería que lo celebráramos de igual forma .
Los dejamos llevar por el ritmo de la melodía y me siento la mujer mas feliz del mundo al solo danzar en su compañía. fueron solo dos meses pero se sintieron como cien años sin él
Las miradas de todos se quedan puestas detrás de nosotros. La imagen del señor Esteban junto a Leonardo son ahora las que se roban la atención.
- ¿Qué hace esta mujer aquí? – pregunta el señor Esteban con irritación y pasando la vista por mí-. Creí haber sido claro Vicent.
- Esta "mujer" es mi prometida.
Un furioso Esteban se acerca a susurrarle algo a su oído.
- Detén esta estupidez.
- Deja de verme como a un adolescente, no creas que voy a seguir tus reglas papá.
- No voy a hablar de esto contigo enfrente de toda esta gente – el señor Esteban avanza hasta donde queda su despacho y nos quedamos junto a Leonardo.
- Ya lo conoces – es lo único que se atreve a decir mientras se acomoda el traje.
Vicent toma mi mano y los tres entramos al despacho para encontrar al señor Esteban fumando en mientras mira la ventana.
- No voy a aplazar nada de mi boda con Jazmín. Tampoco esperes que regrese a Francia y tome control de las empresas de allí.
- Hablas como un idiota – escupe el humo de su cigarro-. ¿Vas a ahora a decirme que montaras una heladería en la que vendan solo helado de pistacho?
- Voy a decirte que me voy a quedar el tiempo que sea necesario junto a mi hijo.
Esteban gira su figura hacia nosotros, nos ha dejado de dar la espalda para centrar sus ojos sorprendidos en ambos. Leonardo se rasca la cabeza y sonríe.
- Debe ser una broma. ¿Cómo que hijo?
- Está embarazada papá – responde Leonardo-. Tendrás un nieto y yo un sobrino.
- Esa mujer no puede estar diciéndote la verdad, sabrá Dios, de quien se embarazo.
- No vuelvas a decir tal cosa – se aleja de mi furioso-. Voy a ser padre, él bebé es mío.
- Pero tú mismo dijiste que eras estéril, ¿cómo vas a venir a creer menuda mentira? – apaga el cigarro en un cenicero.
- Antonella mintió, se quiso aprovechar todo este tiempo de mí, lo descubrí en Francia.
- Si te casas con esa mujer Vicent, te quitare el apoyo en todas las empresas, incluyendo los bienes.
- Papá no me parece correcto lo que estás haciendo – opina Leonardo-. Vicent es el heredero principal.
- Tú te callas, que la cosa es con tu hermano. O te olvidas de esa mujer o te olvidas de las empresas.
- Quítame los bienes y las empresas, has lo que quieras. No me importa. Nada va a cambiar para mí.
- ¿Te estas escuchando? Has perdido el juicio ¿qué diría tu madre de todo esto?
- Diría que fuese feliz como ella no lo hizo contigo.
**Bueno, soy algo clásica y me encantan las baladas así que si me preguntasen en este instante que canción sonaría de fondo para esta pareja seria la que esta en multimedia, creo que encaja con no solo lo que siente Jas, también lo que se puede llegar a sentir por una persona cuando te hace ver el mundo de otra forma, como ella lo dice de una manera mas "bonita"**