RELATOS DE MUJERES

By Juliana_velazquez

33K 659 42

Personajes atipicos con sus ilusiones y despechos; con sus anhelos y fantasias; con sus amores y desamores, p... More

*BIENVENIDA*
*SEDUCCION EN TERCIOPELO*
*SEDUCCION EN TERCIOPELO* {PARTE 2}
*SEDUCCION EN TERCIOPELO* {PARTE 3}
*EL CONDE Y LA CAMPESINA*
*EL CONDE Y LA CAMPESINA* {PARTE 2}
*EL CONDE Y LA CAMPESINA* {PARTE 3}
*OBSESIVO AMOR*
*OBSESIVO AMOR* {PARTE 2}
*CUESTION DE PERSPECTIVA*
*CUESTION DE PERSPECTIVA* {PARTE 2}
*QUERIDO DIAGNOSTICO*
*LA ALDEA PERDIDA*
*LA ALDEA PERDIDA* {PARTE 2}
*LA ALDEA PERDIDA* {PARTE 3}
*SACRIFICIO*
*SACRIFICIO* {PARTE 2}
*SACRIFICIO* {PARTE 3}
*YO LANCE POR CUPIDO*
*YO LANCE POR CUPIDO* {PARTE 2}
*YO LANCE POR CUPIDO* {PARTE 3}

*OBSESIVO AMOR* {PARTE 3}

436 30 3
By Juliana_velazquez

Al parecer él lo fue entendiendo, pues después de esa discusión él no me volvió a buscar durante unos días, y en esos días pude tener la suerte de acercarme a mis antiguos compañeros. Primero me acerqué a mi amiga y ella me advirtió que si yo seguía con él no me hablaría más y entonces decidí dejarle en claro que ya no había nada, evitando mencionar que solo nos dimos tiempo. Pues yo no estaba segura si era verdad lo que decían de él.

—No estoy con él, pero necesito saber porque todos se alejaron de mí —dije y ella dispuesta a responder miró a cada lados evitando ser escuchada o con temor de encontrarse a Lander.

—Lander me amenazó, bueno nos amenazó a las mayorías, nos dijo que si nos acercábamos a ti nos mataría y que si te decíamos algo no dudaría en descargar su rabia con nosotros. A mi me dejó traumada, porque me tomó desprevenida en un callejón mientras iba a mi casa. Era de noche y recuerdo que me apuntó con un puñal en el cuello.

Cada cosa que ella decía me dejaba en shock, ¿por qué Lander hacía eso? ¿Cuáles eran sus razones? ¿De verdad era un psicópata?. Cada vez me quedaba más en dudas de que yo no estaba con un hombre normal.

—Debiste ir a la policía y acusarlo, debiste decirme a tiempo —respondí nerviosa y ella solo negaba.

—No podía, es que... es simplemente difícil porque me miraba con frialdad y se veía que no mentía al decir que me haría daño, porque si no lo has dudado, creo que él fue quién le dió el veneno a tu madre para que no te vayas lejos de él.

Justo en ese momento todo me quedó en blanco recordando lo sucedido con mi madre y cada pieza encajaba.

Desde que hablé con mi amiga veia las cosas con más claridad. Investigué con los demás chicos y dijeron lo mismo que ella, me advirtieron de que debía poner una orden de alejamiento contra él o tendría serios problemas.

El problema es que ningunos querían testificar en contra de él por temor y yo no tenía suficiente pruebas porque él nunca me lastimó tanto como a ellos. Sólo me causaba terror su mirada y algunas palabras.

Me sorprendí el hecho de tanto silencio, pensé que ya todo estaba resuelto, que Lander ya no me seguiría o acosaría, una semana en que no supe de él y ya mi vida había tomado libertad de sentirme libre de un problema que yo no conocía lo suficiente. Eso pensé hasta que me reuní con mis amigos en una fiesta en casa de John, un compañero de clases.

Yo me encontraba tomando un poco cerveza y de un momento a otro un chico llamado Willie me invitó a bailar, yo lo conocía aunque casi no hablaba con él por que no cruzábamos clases, sin embargo quise divertirme y bailé con él durante dos minutos hasta que siento que me empujan y todo ocurre tan rápido que veo John en el piso siendo golpeado por Lander.

«Joder» pensé en ese instante intentando apartar a la Lander de John porque si seguía dándole podría matarlo.

—¡Ya basta Lander! —grité con toda mi fuerza y clavé mis uñas en su hombro en un intento de alejarlo.

Luego varios chicos lograron separarlos y miré con todo el odio guardado a Lander.

—Eres un desgraciado, ¿Cómo haces esto? ¿Acaso él te hizo algo? —le escupo en su cara con mis reclamos y él solo hace un gesto desagradable.

—¡Te tocaba el culo! ¿Cómo es que lo permites? ¡Se supone que nos dábamos tiempo pero no era para faltarnos el respeto! —gritó en mi cara mientras los demás los sostenían.

—¿Es que no te das cuenta? Tú y yo no podemos seguir juntos, no hay y tampoco habrá nada, menos ahora que sé que clase de hombre eres. Ya sé la verdad de tus amenazas a mis amigos y de cómo estuviste haciendo todo para solo tenerme contigo. Agradece que no te he metido preso.

—No es cierto —susurró empezando a sollozar—. Tú y yo nos amamos y debemos estar juntos. No me digas esto amor —masculló intentando soltarse de los chicos y pedí que lo hicieran.

—Ya déjalo así, no podemos... ya no —susurré.

—Hablemos esto a solas, no escucho nada y quiero entenderlo —me pidió en tono suplicante y lo dudé por un momento.

Fue mi peor error.

Les pedí a todos que me dejaran a solas con él porque a pesar de todo los rumores yo creía que él nunca me lastimaría porque nunca le vi esa intención en todo lo que vivimos juntos.

Salimos hasta la acera de la calle y él cada vez más quería privacidad, pensé que no pasaba nada.

—No quiero hablar delante de esa gente, necesito que me explique porque decides esto, sabes bien lo mucho que te quiero y que no te haría nada malo.

—El problema es que sé que no es a mi a quién le haría algo, si no a los que me rodean Lander. Entiende que esto no está bien, actúa como un acosador, eres impulsivo y además te encanta controlar todo.

—No nena, no es así — dijo acercándose a mi y logrando que yo caminara hacia atrás—. Solo he sabido amarte y demostrarte que eres todo para mi. Te amo.

—Esto se ha convertido en algo muy tóxico y necesito que entiendas que no podemos seguir así, no sé, busca terapia e intenta hacer algo para cambiar tu temperamento, de lo contrario tu vida seguirá igual de arruinada —aclaré poniendo una mano en su pecho y alejándolo, sin embargo, eso fue la gota que derramó el vaso, pues él me tomó bruscamente de la mano y tiró de ella con fuerza llevándome muy dentro del callejón en donde estábamos.

—¡Déjame! —grité.

—Debes ver algo —me dijo calmado pero sin dejar de apretar mi muñeca.

—Me estás lastimando Lander —le dije pero seguía llevándome hasta donde la oscuridad se reflejaba y la luz se desaparecía.

—Sólo necesito que veas algo —repitió nuevamente deteniéndose y se giró para luego besarme sin dejarme asimilar nada de lo que ocurría. Sin embargo reaccioné negándole sus besos y empujándolo lejos de mi.

—¡Te dije que no quiero estar contigo entiende!

Me arregle la ropa y escupí el suelo, pero otro de mis tantos errores fue darle la espalda y caminar sin siquiera girar. Sólo sentí un fuerte golpe en mi cabeza y todo se oscureció.

Hago una pausa y tomo el papel kleenex de la mesa, y veo como el detective me mira curioso, como si empezara a tomarle sentido a todo lo que Confieso. Limpio mis lágrimas y sacudo mi nariz para luego proseguir con la declaración.

—Desperté dentro de lo que parecía ser una habitación bastante oscura, sin embargo, mientras mi vista se acostumbraba a la oscuridad, pude reflejar que si era un cuarto abandonado. Todo estaba desordenado, sillas rotas, una mesa de madera, no pude ver más porque me enfoque en cómo salir de allí, pero el problema era que tenía mis manos esposadas y mis pies también, se me hacía difícil caminar e incluso sentía un dolor en el cuerpo.

Y una puerta se abrió, de allí entró una figura oscura y alta, se acercaba a mi y temblé de miedo pensando en lo peor. Este sólo encendió su foco y apuntó mi cara, entonces recordé que la última persona que estuvo conmigo fue Lander.

—Lander no... Déjame —susurré.

—No te haré nada pequeña, sólo seremos felices.

Se aleja y una luz se enciende dejándome ver su rostro, él llevaba un abrigo negro con capucha y un jeans oscuro, sus ojos estaban totalmente rojos, como si estuviera drogado.

—Lander, déjame ir, prometo que no diré nada, sólo déjame ir —supliqué.

—Ay mi pequeña, cuanto soñé esto, pero ahora debo curar tu odio hacía mí.

Veo como saca una inyección de una envoltura y se gira sin permitir ver que es lo que está haciendo. Y lo comprendí cuando se acercó a mí, por más que grité que no lo hiciera y que no me lastimara, no lo detuvo, me inyectó algún tipo de droga, no sé nada de eso, sólo sé que todo daba vuelta en mi cabeza, me sentía como si estuviera en coma, escuchando todo alrededor sin poder moverme. Fue la peor sensación.

Horas transcurrieron cuando por fin pude ver todo como más claridad. Me ví vestida con una bata larga color blanco y bastante provocativa por el hecho de estar un poco transparente, luego me ví ante un espejo que había al frente de mi. Estaba en una habitación diferente, esta era más limpia y cuidada. Era color blanco con rojo vino y tenía una enorme cama detrás, y yo me encontraba sentada y atada a una silla. Delante de mí estaba la peinador con el espejo. Yo estaba maquillada y hasta perfumada.

Minutos después apareció Lander vestido con sólo un pantalón pijama color gris y en sus manos llevaba un vino con dos copas.. Supe lo que planeaba. Y temí bastante.

Lander me confió no soltarme y tuve que idear un plan mejor, debía ser más inteligente que él y yo lo conocía lo suficiente como para saber sus debilidades. Así que le prometí no escapar, yo debía hacerle creer que estaría con él, porque sabía que Lander no era normal, tenía algún problema mental.

—Sólo quiero estar contigo, quiero que brindemos y seamos una pareja felices —susurró ladeando una sonrisa.

—Suéltame y prometo que brindaré contigo, creo que podemos arreglar lo nuestro sin necesidad de lastimarnos, ¿quieres que regresemos verdad?

Él se agachó después de poner el vino en la mesa y me miró ilusionado. Se creyó lo que le decía.

—Si, a eso me refiero nena, no quiero llegar al extremo por eso quiero que entiendas que estamos hecho uno para el otro. Somos iguales.

—Si amor, lo sé, es que tenía miedo pero sé que me amas y que todo esto es por nosotros. Lo sé. Ahora sólo deseo que me sueltes y me dejes demostrarte cuanto te amo.

Él confió en mí y me soltó de las esposas que estaban entre mi muñeca y la silla, luego fue con los pies quitando la soga. Respire profundo pensando en cómo escaparía de él y de cómo le convencería que estaríamos juntos.

Pero mi mente falló porque él empezó a subir mi bata poco a poco y besando mi piel. Sentí asco y repugnancia por lo que me estaba haciendo. Pero en mi mente llegó tomar la botella y romperle el cráneo si fuese necesario, pero no quería que se muriera, quería que la policía me ayudara pero no que muriera, así que descarté la idea.

—Brindemos amor —dije rápidamente apartando su cuerpo de mí y tomando el vino. Él enseguida reaccionó y me quitó la botella para luego destaparla.

—Quedaste hermosa —dijo mientras servía el vino.

Me levanté a su altura y en la mesa de la peinadora busqué algo que me sirviera de utilidad en ese caso, pero no había nada, ni siquiera los supuestos maquillajes que usó en mi cara.

—Gracias —susurré.

Tuve que brindar con él y tomar el vino despacio para darme el chance de pensar en lo que haría. Primero miré la puerta con disimulo, estaba entre abierta y eso era buena oportunidad de salir. El problema es que no sabía dónde estaba y tampoco sabía si la puerta de afuera estaba cerrada o si quizás habían más personas allí. Debía arriesgarme aunque eso implicaba perder mi vida.

Lander me quitó la copa y la puso en la mesita, regresó a mi dispuesto a seguir con lo que estaba. Pero yo no quería entregarme a él. Lander me besaba y acariciaba mi cuerpo, yo en cambio quería echar a la basura mi plan y escapar. Mi cabeza no calculaba nada. Entonces opté por luchar. Lo primero que hice fue alejarme de él y caminar hasta la peinadora.

—Necesito más vino, está delicioso —dije tomando la botella.

—Y eso, dijiste una vez que no te gustaba —susurró detrás de mí poniéndome tensa.

—Ya ves, una se acostumbra.

—Te amo —susurró—. No quiero perderte nunca.

Besó mi cuello y sentí una gran lamentación de imaginar que yo lo mataría y de lo que debía enfrentar al salir. Estaba tan preparada para lastimarlo o quizás matarlo porque un golpe con esa botella no lo salvaría o quizás le dejaría un trauma.

Tomó mi mano de nuevo y la apartó de la botella para luego acariciar mi mentón y besarme, no niego que aún lo quería y que de alguna manera mi cuerpo reaccionaba a él pues aunque duramos poco, fueron muchos momentos lindos que compartimos. Mi mente decía que no y mi cuerpo que si.

Pero no quería tener un jodido síndromes de Estocolmo, no era yo y tampoco lo sería. Por más que fuese mi ex o alguien que fue importante en mi vida, no significaba que apoyaría un secuestro y menos su intento de obligarme a ser suya. Porque estaba segura que si me negaba él me violaría.

—Creo que es la droga que me inyectaste, pero no me siento bien —dije fingiendo cansancio y él frunció el ceño.

—No creo que eso ocurra, no fue tan fuerte.

Mi intento de convencerlo fue en vano porque aún seguía besando mi cuello y buscando mis labios. No quise acercarme a la cama, más bien llevé mi mano por detrás de la espalda mientras él me besaba. Tomé la botella pero cuando la levanté para lograr mi cometido él ya me había empujado logrado que la botella cayera al suelo y se rompiera en pedazos.

Recibí un fuerte Jalón de pelo hasta retorcerme de dolor, luego me tomó del mentón y al mirarlo temí de lo que veía, su rostro estaba rojo, las venas se marcaban en su frente, y hacía un gesto como si se esforzara entre mantenerme viva o matarme. Su mano viajó a mí cuello y luché por alejarlo, pero sólo logré que presionara con fuerzas dejándome con poco aire. Me sentía mareada y sin fuerzas ante su agresividad.

—¿Por qué me engañaste? ¿Querías ilusionarme para después matarme? ¿Querías dejarme de nuevo? —preguntó apretando más fuerte y sentía que pronto moriría por falta de aire.

—No... suel-ta-me —supliqué pero él no cedía y sólo recordé que mis ojos se cerraron.

Lágrimas recorren mi rostro mientras acumulo un montón de papeles en la mesa. El detective me mira con algo de pena y en sus ojos veo su intento de comprender mi situación. Sacudo mi nariz de nuevo y lo miro recordando lo demás.

—Cuando empecé a recobrar conciencia sentía un cuerpo encima de mí, me sentí expuesta y además amarrada. Abrí los ojos por completo y lo ví a él besando mi cuello y moviéndose sobre mi. Me estaba violando mientras estuve inconsciente. Su cuerpo... su cuerpo no dejaba de moverse. Sentía dolor físico y mental por lo que él me hacía.

» Sujetaba mis piernas y rasguñaba mi piel mientras aceleraba el proceso. Supliqué que parara, le grité que me dolía y no le importó, me maldijo y dijo que yo le daría un hijo. No se estaba protegiendo. Lo peor empezó cuando recibí su furia en mi cuerpo, me mordía mientras abusaba salvajemente de mi. El dolor que soporté no se comparaba a otro.

Fue malo, brusco, salvaje y un maldito desgraciado conmigo.

Después de usarme cuanta veces quiso, ya no tenía ganas de vivir. No sabía cuánto tiempo o días llevaba, pero todo era lento y sólo deseaba morirme. Abusó de mi cuerpo y de mi confianza, abusó completamente de mi.

Me castigó dándome latigazo, incluso me quemó con cigarrillo en varias partes de mi cuerpo, porque decía que esa marca era para que yo entendiera que solo era de él.

Y luego me comentó cómo mató a su primera víctima con tan solo cinco años, dijo que mató a su hermanito que seguía después de él porque este recibía toda la atención de su mamá. Que ellos no lo entendían, que sólo quería amor. Confesó que soportó estar encerrado en un psiquiátrico durante años hasta que pudo convencer a todos que estaba sano de su mente. Confesó que mató a una chica llamada Dennis porque ella lo rechazó y que nadie supo de ella, hasta dijo que la enterró detrás del patio de su antigua casa.

Me dijo tantas cosas que me dejó helada.

Y cuando ya di todo por perdido, después de que él me dejara destruida, tuve que hacer un último intento. Él debía morir o yo moría. Entonces preferí vivir para evitar más muertes.

Le pedí como cena los spaghetti que él tanto me preparaba. Le dije que lo extrañaba y que al menos me permitiera alimentarse porque después moriría. Y lo hizo, fue tan estúpido que me los llevó con un cuchillo y un tenedor.

Reí como una sádica ante el detective mientra le decía esto. Es que ya me causaba gracia lo estúpido que fue y de que no sabía que yo podía ser peor.

Cuando me puse a comer con tranquilidad, le demostré que no haría nada y él sólo se quedó sentado en una esquina mirándome. Luego su teléfono sonó y despegó la vista de mi para tomar la llamada. Y ahí fue en donde tomé el cuchillo y lo oculté a un lado de mi pierna izquierda.

Él discutía y no alcancé escuchar que decía, sólo quería liberarme. Así que empezó a dar vueltas de un lado a otro mientras discutía, yo aproveché que me dio la espalda y corrí hacía él clavando el cuchillo en su espalda. Fue tanta mi fuerza que logre que el cuchillo sin filo se adentrara unos cinco centímetros. Luego lo empujé y corrí de allí abriendo la puerta de la habitación. Me encontré con una sala solitaria y algo descuidada, sin embargo no dejé de correr. Cuando llegué a la puerta principal lo que tanto me temía se hizo realidad, no abría.

La puerta tenía seguro, era un tipo de seguro extraño y necesitaba llave. Recordé que él siempre guardaba una en el bolsillo. Así que corrí a tomar un cuchillo filoso y decidí ir tras la llave.

La adrenalina me cegaba, sude y temblé bastante porque temía de que él tuviese una arma y me apuntara. Así que logré entrar al cuarto y lo ví en la misma posición pero se veía calmado como si estuviese muerto.

Fui tonta. Demasiado. Me acerqué lentamente con el cuchillo y metí mi mano en su bolsillo ubicando la llave, pero no me dio chance de sacarla porque él reaccionó y me clavó el mismo cuchillo de mesa en mi brazo.

Yo por instinto me lancé hacia él con el cuchillo que aún tenía en la mano y me tomó de ambos brazos evitando que yo lo matara.

Quería hacerlo pero fue una lucha difícil.

Él aún guardaba fuerzas y logró tumbarme y lanzar el cuchillo. Le pateé la cara y corrí de él pero me tomó del pie y me hizo caer. Mi mano intentaba alcanzar el tenedor porque estaba más cerca, sin embargo él no me dejaba. Clavó el mismo cuchillo en mi pierna y me quejé de dolor.

Y debía hacerlo, estaba segura que lo mataría. Así que lo pateé con la otra pierna y alcancé el tenedor, él se lanzó hacía mi y fue ahí en donde me giré y le clavé el tenedor en la garganta. Lo saqué y volví a clavar en su cuello, hasta que brotó sangre por doquier. Luego de él caer tomé el cuchillo filoso y decidí acabar con su agonía, lo apuñalé por su estómago, pulmón y cerca del riñón. No sé si lo perforé. Tenía rabia y quería matarlo, quería que ya todo acabara.

—Te odio —dije llorando y de su boca brotaba sangre.

Saqué la llave y salí de ahí sin buscar a mi familia o amigos sólo llegué al hospital y una semana después usted me está viendo aquí, confesando como lo maté, porque según ustedes yo era la acosadora asesina. Espero que esto sea suficiente pruebas.

El detective dejó de grabar y miró hacía los lados, luego me susurró algo.

—Estoy contigo.

Sentí apoyo después de que todos mi compañeros confesaran su versión y finalmente se obtuvo pruebas de que yo decía la verdad. Encontraron el cuerpo de Denisse en donde Lander me dijo y se comprobó que yo era inocente, que lo maté en defensa propia.

La justicia estuvo de mi parte.

...

Un año después...

Me encuentro sentada en una cafetería y me dedico a mirar la revista sin embargo siento la mirada de alguien sobre mi. Esto me asusta de nuevo pero creo que estoy siendo paranoica porque desde lo sucedido no he querido salir con un chico.

La sensación desaparece cuando escucho una risa bastante linda, y levanto la vista encontrando un hombre de algunos veintiocho años, alto y fornido, estaba hablando con una chica. Realmente es hermoso y de verdad no había visto semejante hombre por aquí.

La chica lo besa y comprendo que son pareja.

Doy por olvidado el seguir mirándolo, pero no puedo despegar la vista de él. Me gusta, es tan extraño. Luego de tantos minutos nuestras mirada se cruzan y él sonríe algo sonrojado.

Al final le dejé mi número con un mesero que lo siguió hasta el baño.

Y ahora, después de un mes ese chico se ha convertido en mi objetivo. Quiero que sea mío, y ella no me permite lograrlo. Lo quiere para él. Quiere engatusarlo con su embarazo. Él me dice que se casará con ella por ese hijo, porque así lo dice su familia.

¿Y si no nace podemos ser felices? ¿Y si ella no existe podremos ser felices?

Hoy por primera vez comprendo la obsesión de Lander conmigo, es la misma obsesión que tengo con Víctor, sólo que yo, jugaré este juego mejor que él.

                                                                                   ....

Hola, soy Angelica, espero que les haya gustado este relato. Algunos lectores me conocen por haber escrito la trilogía en proceso de "enséñame a seducir" Y "Cuando todos duermen". Confieso que nunca había escrito algo tan perturbador como este relato, pero quería mostrarle una cara a la realidad de las relaciones obsesivas compulsivas. Si tienes alguna duda o pregunta, puedes acceder a mi perfil y escribirme al privado, o simplemente en un comentario, estaré observando.

De antemano agradezco que me lean. Besos xoxo


Continue Reading

You'll Also Like

146K 22.7K 38
•∘˚˙∘•˚˙∘•ꕥ 𝐍𝐔𝐍𝐂𝐀 𝐅𝐔𝐈 𝐓𝐔𝐘𝐎 ꕥ•∘˙˚•∘˙˚•∘ Park Jimin un joven que es obligado por su familia a contraer matrimonio con un hombre mayor que e...
18.5K 1.4K 47
𝙴𝚕 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚎𝚜 𝚝𝚞 𝚖𝚎𝚓𝚘𝚛 𝚊𝚕𝚒𝚊𝚍𝚘 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚝𝚊𝚖𝚋𝚒𝚎𝚗 𝚎𝚜 𝚝𝚞 𝚙𝚎𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚎𝚖𝚒𝚐𝚘...
43.3K 1.2K 6
Un joven soñador y solitario se encuentra con una mujer, Nastenka. Él nunca había hablado con mujeres y mucho menos se había enamorado pero hay algo...
52K 7.4K 44
Dos almas heridas y destinadas a amarse se volverán a encontrar, que lastimosamente en una vida anterior no lograron ser felices. El destino puede se...