Seducir a un extraño

By danielacgalvis

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Jazmín es una joven que recién ha ingresado a un prestigioso Buffet de abogados en Colombia, inexperta en el... More

Sinopsis
Personajes
Prologo
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Epilogo

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By danielacgalvis

finding hope - i love you

Había tratado de recuperar mis horas de sueño desde el día en que Silvia fue a casa a revelarnos su situación pero era casi imposible, no sabía con exactitud cómo estaba atravesando sus días o si quiera me había comunicado con ella.

- ¿Porque tan pensativa? - la voz suave de Vicent me hace salir de mis pensamientos.

- Es Silvia, estoy preocupada por ella.

- Jas.. - me hace verle a los ojos mientras mis lágrimas bajan-. No llores.

- No dejo de sentirme mal por ella, está ahora sola y con un bebé, tengo miedo de que Javier les haga algo.

- Le pediré a Carl que investigue una vez más la ubicación de tu hermana, tú no te preocupes.

- Gracias - digo mientras me abrazo a él-. Creí que hoy tendrías junta con tu padre.

- La cancele.Tengo que mostrarte algo primero.

- ¿A mí? ¿De qué se trata? - enarco una ceja mientras él me hace pegar más a su pecho.

- Ya lo verás - une sus labios a los míos en un dulce beso mientras me remuevo entre las sábanas al sentir sus dedos introducirse en mi intimidad.

- Vicent.. - muerdo mi labio inferior-. Si sigues así...

- ¿Qué vas a hacerme? - me reta con aquellos zafiros chispeantes.

- Voy a subirme encima de ti y no voy a dejar que salgas de la cama - sonrío y me siento a horcajadas de él.

- Tienes el control ahora - esboza una sonrisa mientras aprieta mis nalgas.

Empiezo a moverme lentamente a traves de su duro miembro, arriba y abajo mientras beso cada parte de su pecho marcado por el ejercicio. Mi intimidad se aprieta en cuanto lo siento más desesperado por hundirse dentro de mí, pero soy yo ahora la que toma el control y quiero someterlo al placer que es el hacerlo de manera lenta.

- Jazmín, te las estas cobrando.

- ¿Disfrutas? - vuelvo a moverme y atrapo sus manos a ambos lados cuando intenta buscar mis senos y tocarlos.

- Me estas torturando al no dejarme sentir tu cuerpo - se remueve de mis manos y se libera-. Me encanta pasar mis manos por tu piel, saborearte, olerte, disfrutar de todo lo que eres - levanta sus caderas y lo siento más profundo.

- Posees más fuerza que yo eso es trampa - digo en un jadeo.

- Sé que disfrutas de otra manera - vuelve a levantar sus caderas y me toma del cuello acercándome hasta sus labios, los besa, los muerde y vuelve a hacer un movimiento más fuerte.

Arqueo mi espalda y me contraigo al sentir los espasmos crearse en mi interior.

- Dime Jazmín - susurra en medio de nuestras respiraciones -. ¿Cómo te gusta?

Me voy a volver loca, si le digo que me encanta que sea fuerte. Me muero porque me adore de otra manera más excitante.

- Me gusta cuando eres rudo - digo entre risas y él me devuelve una sonrisa.

- Me encanta tu sinceridad - me voltea a modo en que mi cuerpo delgado queda debajo del suyo enorme y fuerte, los brazos que siempre me mantienen protegida.

Las manos de Vicent recorren mi espalda y me hacen levantar una de mis piernas mientras la apoya en su hombro. Sus ojos destilan un brillo en especial, uno que me revela lo que pretende hacer con su acción.

- Relájate un poco – me ordena mientras su mano viaja desde el quiebre de mis senos hasta mi vientre y se detienen allí para con su boca darme un beso profundo, sus labios siguen su recorrido hasta que se detienen en mis vagina, su lengua me brinda deliciosas sensaciones alrededores de mi clítoris, mientras mis manos se aferran a sus cabellos. Se siente como pisar los verdes prados del mismo Edén, como volar en medio de las nubes, como el extasis haciendo efecto en tu cerebro.

Me remuevo aferrándome a las sabanas mientras levanto mis caderas para que pueda seguir saboreándome con su lengua, me siento húmeda, a punto de correrme en su boca, el fuego se apoderado de mi cuerpo, el deseo de mis manos que se dedican a tocarlo, la excitación de mi piel que se deja en evidencia con cada vello que se me eriza.

De repente sus labios han abandonado mi feminidad para posarse en mi boca, me besa con intensidad y compruebo de sus labios aquel sabor agridulce, aquello que logra en mi cada vez que me ama en la forma en que lo hace, su cuerpo se pega más al mío, su pene roza mi entrada y lo siento entonces hundirse de un solo movimiento.

- ¡Ah! – gimo de manera fuerte, al sentirlo una, dos, tres veces entrar y volver a salir sin piedad de mi interior. Mis uñas se han aferrado a su espalda rasguñándola y aunque puedo darme cuenta el color rojizo que ha adquirido producto de mis uñas marcadas sobre su piel, no se ha quejado de ello, por el contrario parecen ser la gasolina que enciende la chispa para seguir hundiéndose.

- Eres celestial Jazmín - susurra en cada beso-. Como si fueras de otro mundo, totalmente alucinante. Siempre quiero más de ti ¿Qué me haces mi niña?

- Amarte – respondo en medio de ello y una sonrisa se escapa de sus labios a la vez en que levanta mis manos para enlazarlas a las suyas.

***

No sé de qué se trate todo esto, pero hace unos minutos cuando subimos al auto junto a Carl, Vicent tenía esa expresión en su rostro de que había planeado todo con anterioridad. Es aquella cara de "siempre me salgo con la mía".

- ¿A dónde vamos?

- Falta poco – dice y dirijo mi vista a nuestro alrededor nos hemos alejado un poco de la ciudad y ahora solo veo arboles de un lado a otro.

El auto pasa cerca de un enorme espacio cubierto por la naturaleza en la que se levanta una tarima, solo están colocando algunas luces y sonido, me doy cuenta de que se trata de un festival de música que se organiza cada cierto año en las afueras y la gente asiste a este tipo de eventos por casi tres días consecutivos.

- ¿Vas a decirme o mejor me espero a envejecer?

Suelta una risa y el auto se detiene en un establo.

- Es aquí – ambos bajamos enseguida y Carl sonríe al ver que mi vista se centra en un punto ene especifico.

- ¿Es una broma? – digo cuando veo a aquel caballo.

- Dije que convencería a Manuel – alardea orgulloso.

- ¿Es Maximus?

Asiente con su cabeza.

- Lo trajeron ayer ¿quieres verlo fuera del corral?

- ¿No es arisco?

- Le ha costado llegar y adaptarse, pero es fácil de domar.

- ¿Ya has montado antes?

- Sí, mi madre era jinete – dice mientras avanza entre el verde césped.

No puedo creer que haya hecho tal cosa, no creo que incluso que convenciera a Manuel de comprarlo.

- Manuel me lo dio con una condición.

- ¿Cual? – enarco una ceja mientras logro detenerme enfrente de la reja del establo.

- Que te lo diera a ti y que la próxima vez fuéramos con nuestro hijo.

- ¿En serio te ha dicho eso?

- Ceo que el anciano ha enloquecido – se ríe de ello.

- ¡Vicent! – le arrimo un codazo.

- Es broma, Manuel es agradable, le dije que solo se lo obsequiaría a ti.

- ¿Es mío?

- Es lo que he dicho.

- Estas loco.

- Y tú estás loca por mí.

- No te sientas tan afortunado – me burlo sacándole la lengua.

- No puedes decir mentiras – me toma de la cintura y me hace cosquillas.

- ¡Bájame! – digo cuando me hace subir encima de Maximus al cual han ensillado.

- Cabalguemos juntos.

- ¿Y si me caigo?

- No vas a caerte, para eso estoy yo – sube a haciéndose de tras mío y sosteniéndome-. Sujeta fuerte la correa.

- No estoy segura de hacerlo

- Confía en mí, sujétala.

- Está bien – la tomo con sus manos unidas a las mías-. ¿Ahora?

- Le das la señal.

- ¿Y cuál es la señal?

- Esta – Maximus relincha al Vicent jalar de la correa y empieza a caminar de manera despacio alrededor del establo-. ¿Puedo ir más rápido? – susurra cerca de mi cuello-. Como te gusta.

- Estas provocándome – me carcajeo y el hace lo mismo.

Maximus nos lleva hasta una zona un poco alejada del establo y decidimos bajarnos allí, nunca había hecho algo así en mi vida, siempre me había sentado detrás de un computador a escribir informes para otras personas, encerrada en una vida que yo misma cree lejos de las cosas que podían hacerme feliz, incluso soporte humillaciones, críticas y palabras que me herían porque creía que no me afectarían, descubrir que mi vida se había vuelto vacía y monótona. Hasta que aquella noche las cosas cambiaron, descubrí una parte de mi escondida en lo más remoto de mi ser y de mi alma, y por primera vez me sentí como el ave que abandona su nido, que se lanza al abismo para probar sus alas.

Y se sintió de la mejor manera.

- Que equivocada estaba – susurro mientras estoy envuelta en sus brazos.

- ¿De qué hablas?

- De lo que creía mejor para mi vida, no era vida aquello.

- ¿Qué es para ti ahora la vida?

- Esto – señalo el lugar que nos rodea-. El no tener que preocuparme por lo que los demás piensen o crean, el no detenerme a pensar en que estoy haciendo mal las cosas, el hacer lo que mi corazón dice. Eso es vida.

- ¿Qué te hizo ver la vida de esa manera?

Me quedo pensativa pero no lo suficiente para darle una respuesta.

- Tú – respondo.

- ¿Yo?

- Tú llegaste y me hiciste ver una mujer que no creía que existía, me sentí por primera vez como si estuviera viviendo el mejor día de mi vida. Los mejores días de mi vida.

- Tú llegaste a evolucionar la mía, y se supone que soy el anciano aquí.

Suelto una risa.

- ¿A quién llamas anciano? – enarco una ceja.

- Hay hombres más jóvenes ahí afuera.

- Pero ninguno es Vicent Lasserre.

- Y ninguna es Jazmín.

Junto mis labios a los suyos mientras escuchamos música de fondo.

- ¿Es oasis lo que se escucha?

- Parece que están disfrutando mucho ese festival.

- ¿Quieres ir?

- ¿Que?

- Vamos – me dedica una sonrisa.

- No tenemos entradas.

- Carl las consigue.

- ¿Carl descansa?

Vicent suelta una risa.

- Él las puede conseguir. Iremos y nos mezclaremos entre los demás como dos adolescentes.

- Hmm... nunca hice esto en mi adolescencia.

- Yo menos – se ríe.

No sé cómo aquel hombre siempre hacia tan bien su trabajo, o quizás Vicent solo tenía ese poder de lograr lo que se proponía, porque ahora estabamos camino a ese festival como si fuéramos dos adolescentes de quince.

- Que disfruten de su noche – nos dice Carl una vez el auto nos deja en ale entrada y la música retumba de un lado a otro.

- Tómate el día que viene – le dice Vicent y el esboza una sonrisa.

- Gracias señor Lasserre.

- Agradécele a Jas.. dice que te exploto laboralmente.

- No he dicho eso.

Ambos se ríen. Apuesto a que son cómplices en esto.

- Voy a disfrutar mi fin de semana – el auto se aleja y jalo a Vicent hasta donde las demás personas se encuentran reunidas.

- Eres un mentiroso.

- Y tú una niña.

- Deja de decirme niña – ruedo los ojos.

- Deja de torcer los ojos como una – me planta un beso en los labios.

La música nos envuelve a nuestro alrededor. Solo se escucha música dance para bailar, así que tomo sus manos en la mies y me muevo al ritmo de las canciones de manera sensual.

- ¿Qué haces? todos los hombres te miran

- Mejor me quito la camisa.

- ¿Estas loca?

- Todas esas chicas están en top me siento como una nerd con esta camisa elegante de cuadros.

- De ninguna manera te vas a quitar la camisa – enarca una ceja y lo reto con la mirada.

- Ahí está me quito la camisa y tú la tuya, quedamos en iguales condiciones.

- No es lo mismo.

- ¿Porque?

- Estas en sostén.

- ¿Y qué? Voy a verme menos desnuda que aquellas – señalo a un grupo de chicas a mi izquierda que solo están en un diminuto bikini.

- No voy a... - ni siquiera lo dejo decir sus palabras cuando me deshago de mi camisa por encima de mi cabeza arrojándola a un lado. Mi sostén de un color azul eléctrico resalta con el color recién teñido de mis cabellos ahora rubios.

- Sigues tú – meto mis manos debajo de su blusa y él se deshace de la suya.

- Estas loca.

- Le haces caso a esta loca.

- Porque no quiero que te vean con otros ojos – me acerca hasta él y me envuelve en sus brazos.

- Pues no digo lo mismo de esas mujeres, desde que llegamos no te quitan la mirada – las señalo con mi quijada.

- No me interesan.

- Son bonitas, tienen curvas y su cabello es lindo también...

- Pero no son tú – dice mientras me sube a sus espaldas.

- Te amo Vicent Lasserre – susurro mientras bajo mi cabeza hasta él y le doy un suave beso.

- Y yo te quiero para siempre en mi vida Jazmín, pero no puedo darte lo que una mujer como tú espera de un hombre.

- ¿De qué hablas?

- Eres joven aún, algún día querrás lo que todos quieren en un momento determinado de su vida y yo no podré dártelo.

- Eso no es cierto.. Entonces ¿vas a renunciar a todo por eso?

- No soy el hombre de tu vida Jas.

- Eres el indicado.

** ¿Porque Vicent le habra dicho esto a Jas? ¿que creen ustedes?**

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