❝A veces es mejor mantener la distancia para no arruinar las cosas que se encuentran a tu alrededor.❞
Hongjoong se encontraba corriendo por el pasillo de la escuela, estaba llegando tarde a clases y por ello decidió apurar su paso.
Mientras al llegar pudo notar que Song Mingi se encontraba ahí, de alguna forma el estaba allí, sentado en un pupitre. Aunque no estaba en el lugar en donde ambos solían sentarse. Había elegido sentarse en uno de los individuales.
Y decidió mantener las distancias, era mejor de ese modo. Él también tomó asiento en uno de los individuales. Apartado de su lado. Pero casi quedando a una leve distancia.
Las clases siempre pasaban en un abrir y cerrar de ojos, pero Hongjoong últimamente sentía que las clases se volvían eternas. No era lo mismo sentir el contacto de Song Mingi, su quisquillosa voz hablándole, sonriéndole con su hermosa sonrisa, haciéndole reír incontrolables veces. Parecía que todo se había tornado tan diferente. Y por cierta parte eso le dolía.
Su lápiz había caído de su mesa, el cual hizo un leve ruido cuando la pequeña madera chocó en el suelo. Y a pesar de que ambos se encontraban prácticamente sentados en distintos bancos, estaban juntos, pero ni siquiera se hablaban. Y Song Mingi recogió el lápiz, entregándoselo al pequeño rubio del mullet.
Un "gracias" había salido torpemente de la boca de Kim Hongjoong, sintiéndose por alguna razón aliviado. Una pequeña acción que había durado prácticamente segundos lo había vuelto de alguna manera feliz.
Sin embargo, no hubo respuesta alguna del alfa. Simplemente ignoró las palabras que habían salido de la boca del más pequeño. Como si nada hubiera pasado.
El timbre del receso había resonado por toda la escuela, dando a entender a todos los estudiantes que ya era la hora de salir. Y Hongjoong decidió quedarse junto con Choi San, que alguna forma comenzó a verlo con un buen amigo.
─¡Pequeño Minion!─Gritó Choi San, llamando la atención del rubio.─¿Vamos a caminar?
El nombrado asintió, y ambos salieron del salón para comenzar a caminar por alrededor de cada pasillo de la escuela.
Hongjoong saludaba a varios conocidos, tratando de fingir una sonrisa en su rostro, solo para demostrar que se encontraba bien. Pero realmente se encontraba tan confundido, la culpa era de ese alfa lo confundía demasiado.
Ambos continuaron caminando por los pasillos. En un momento ambos se detuvieron ya que Choi San había visto a unos amigos, por lo que decidió ir a saludarlos y hablar un poco con ellos. Por lo que el rubio quedó allí, solo, esperando que el otro omega fuera con él para continuar caminando junto a alguien. No le gustaba estar solo, no lo toleraba ni un poco. Sintiéndose con la compañía de otro se sentía mucho más seguro.
El omega siguió caminando esta vez solo, viendo a conocidos que pasaban a su lado, los saludaba y seguía su paseo por los pasillos de la escuela.
Con sus manos en los bolsillos y una leve sonrisa instalada en su rostro, daba cortos pasos, elevando su mano para saludar a personas que eran conocidas.
Sin embargo cuando vió a Song Mingi su sonrisa se desvaneció, allí estaba él, con aquella chica que lo acompañaba. Ambos por alguna razón se veían felices, sonriendo. Lo que le provocó algo de remordimiento al pequeño omega rubio. Sus puños se cerraron, apretando con fuerza de estos, provocando que sus nudillos se transformarán en un ligero blanco.
Se alejó de ahí, era lo único que se le vino en mente y lo más conveniente que pudo hacer.
Finalmente el receso había acabado, y todos entraron a su correspondiente salón. Solo quedaba una hora más de clase, y Hongjoong ya deseaba irse.
Todos entraron al salón y tomaron asiento nuevamente en sus correspondientes lugares, el profesor NamJoon llegó y la última clase del día había comenzado.
La última hora siempre pasaba mucho más rápido que las anteriores. El pequeño rubio, no veía la hora de irse.
Y el omega pelinegro nunca había llegado al salón, desapareció como una tenue niebla.
...
El timbre sonó, dando a entender a todos que ya era a hora de irse, todos guardaron sus pertenencias y acomodaron sus mochilas entre sus hombros. Se alistaron y esperaron a que sea el momento adecuado para retirarse. Hongjoong tardó en guardar todas sus cosas, ya que se encontraba bastante angustiado, por lo que su ánimo no era el mejor.
Finalmente la hora de escuela había terminado, el timbre resonó dando su última advertencia de retirada. Y la mayoría de los estudiantes salieron del salón para finalmente irse del establecimiento.
Pero Kim Hongjoong aún se encontraba guardando sus cosas en su mochila, y torpemente su lápiz cayó de nuevo. Se sentía como un completo inútil en ese momento.
─Que torpe soy.─Se dijo a si mismo.
Una mano conocida agarró su lápiz, esa mano era la de Song Mingi, que tenía su lápiz en su mano, otra vez.
Tomó la mano del omega y depósito aquel objeto.
─Gracias, Mi-Mingi.─Tartamudeo el omega.
Pero no hubo respuesta alguna del alfa.
El más alto ya se encontraba listo para irse de allí.
Eran los únicos que se encontraban en ese salón, ya no había quedado absolutamente nadie.
Eran ellos dos. Un alfa y un omega.
Song Mingi dió un paso para poder irse, pero lo detuvo la mano del omega que se aferró a su brazo, tirando de él. Kim Hongjoong estaba dispuesto a hablar, necesitaba comunicarse con Mingi como solían hacerlo. No le gustaba para nada la idea de estar distanciados, quería a su amigo que le sonreía. No quería nada más.
─¡Hablemos!─Gritó el pequeño, por lo que el alto se quedó prácticamente perplejo.
─No hay nada de que hablar Hongjoong.
─¿Acaso estás enojado conmigo? ¿Hice algo mal? Dímelo por favor, no me gusta que me ignores.
─No podrías entenderlo, eres muy torpe.
─¿Por qué? Solo quiero que volvamos a como era antes, quiero reírme junto a ti, despertarme y venir a la escuela con una sonrisa, todo era por ti.
Mingi gruñó por las palabras que le había trasmitido aquel omega, y tomó su cintura, empujando al menor contra la pared, para luego colocarse delante suyo, a pocos centímetros de que sus labios se tocarán. Sintiendo como la mirada del omega, sus ojos se movían asustados, y podía sentir el latido de su corazón que palpitaba sin control.
Colocó su pierna, en la entrepierna del menor, provocando que Kim gimiera por el leve toque que le había proporcionado el alfa. Sus feromonas se instalaron en su nariz, y eran tan fuertes que sentía un calor recorrer su pelvis. Era tan caliente como el infierno.
Con una mano se tapó la nariz, y con la otra trataba de empujar a Song Mingi que estaba adelante suyo, estaba tan acorralado.
─Te dije que no te podías acercar a mi, podría hacerte daño. Y yo no quiero eso.
Al terminar de decir esas palabras el alfa se alejó de él por si solo, acomodó su mochila entre sus hombros, y abrió la puerta del salón para irse de allí. Un nudo de pena se instaló en su garganta, pero para Song Mingi eso era lo mejor.
Dejó al menor asustado y confundido. Lágrimas se instalaron en sus ojos, que se desplazaban suavemente por sus mejillas.
La mano de Mingi en su cintura, ahora por alguna razón ardía.
Su leve toque había matado a Hongjoong y sus palabras fueron como dagas en su corazón.
─Pero, yo quiero que todo sea como antes. ─Habló el menor, para caer en el suelo y cubrir su rostro con sus manos, ocultando las lágrimas que caían.─Yo solo quiero a Mingi.
La puerta se abrió bruscamente, y una persona entró al salón con una respiración sumamente agitada.
El omega elevó su cabeza, para ver de quién se trataba. Ignorando el hecho de que las lágrimas aún se deslizaban por sus mejillas. Sin embargo, trató de secarlas cuando supo quien estaba adelante de él, mirándolo con una cara de pena.
─Oh, pequeño Hongjoong.
Esa persona era Choi San.
YUNHOREO ©
gracias por sus votos,
bubus !!
anticipen los próximos capítulos,
tengo varias cosas que agregar, así que, esperen que cosas mejores van a venir. 🏁🖇️