Jungkook descendió montaña abajo con el delgado cuerpo de Taehyung en sus brazos a una velocidad constantemente acelerada.
Debían llegar rápidamente para dar con Mya y así poder explicar y solucionar lo que le estaba ocurriendo a Taehyung. Cuanto más tiempo pasaba, dejaba de sentir sus piernas, haciéndolo entrar en pánico rotundamente.
Necesitaba moverse, correr, escapar, tener la posibilidad de hacerlo por si mismo, pero tenía que conformarse en ir en los fuertes brazos de Jungkook.
Una vez Jungkook visualizó la edificación de su hogar, aumentó su velocidad alertando a las personas que se encontraban rodeando el lugar.
—¿Tae...?—escuchó la voz de JiSung a unos cuatro metros.
El rubio se acercó prácticamente volando hacia la figura acelerada que cargaba un menudo cuerpo.
—¿Qué...?—trató de preguntar, alarmándose un poco al ver la mueca de miedo en el rostro de Taehyung.
MinHo, que se encontraba con él, apareció dos segundos despues confundiéndose aún más ante tal situación.
—No hay tiempo para explicar—contestó Jungkook rápidamente siguiendo con su camino en busca de su abuela siendo seguido por los otros dos jóvenes.
No eran tontos, podían sentir el aroma de Taehyung, el cual desprendía miedo.
—J-Jungkook...—jadeó al sentir un gran pinchazo en su espalda que le hizo reprimir el aire.
El azabache frenó en seco paseando sus ojos frenéticamente por su rostro para percibir qué le ocurría.
—Aguanta por favor...—comenzó a correr más rápido llegando en menos de diez segundos a la gran puerta de su casa.
Tomo el pomo de ésta como pudo y la abrió atropelladamente pasando su vista por toda la sala en busca de Mya, encontrándose solo con Yoongi durmiendo en el sillón.
—¡Abuela!—se acercó hasta Yoongi pegándole en la cabeza despreocupadamente haciendo que gruñiera y se levantara de un susto.
—¡¿Qué haces imbe-, ¿Taehyung?
El azabache le ignoró y comenzó a subir escaleras arriba aún gritando por su abuela.
—¿Qué sucede?—bostezó observando a las dos figuras desorientadas paradas frente a él.
—No tenemos idea...
—¡Mya!—Jungkook volvió a bajar con el castaño aún en brazos y se dirigió otra vez hacia Yoongi empujándolo del sillón para recostar a Taehyung.
—Oye...—murmuró al sentir como su trasero impactaba con la alfombra.
El castaño había comenzado a temblar y a sudar, mientras su temperatura subía.
—¡Tae!—JiSung se acercó tomando su cabeza—¡¿Qué le sucede?!—se dirigió hacia Jungkook.
—¡No lo sé!—sacó su celular de su bolsillo, pues aparentemente no se encontraba nadie en su casa.
Comenzó a teclar atropelladamente el nombre de su padre cuando sintió la puerta del fondo siendo abierta.
—¡Hola!—Mya apareció alegremente por la cocina saludando.
—¡Abuela!—rápidamente se dirigió hacia ella y la tomó de los hombros—¡Taehyung!
—¿Qué sucede...?
—¡Ayúdalo por favor!—comenzó a hiperventilar.
—¡Jungkook!—gritó pero el mencionado no logro calmarse, por lo cual le proporcionó una leve cachetada, haciéndolo parar abruptamente todas sus acciones—...respira.
—Y-yo...—soltó los brazos de su abuela y se pasó las manos despreocupadamente por su cara.
Mya lo tomó del brazo para hacerlo a un lado y se dirigió hacia el sillón donde yacía el cuerpo del castaño que se sacudía por los temblores.
—Taehyung...—se agachó a su altura y el mencionado, con su mano libre—ya que una estaba siendo tomada por el rubio—apretó su brazo.
—M-Mya...—le costaba respirar.
—¡Es un episodio!—gritó.
—¿Qué...?—murmuró MinHo.
—¡Un episodio!, rápido Jungkook, ¡tráeme mi cadenita de plata!
El mencionado corrió escaleras arriba otra vez y entró rápidamente en el cuarto de su abuela tanteando la mesita de luz en busca de la cadenita haciendo que algunos libros y una lámpara cayeran. Una vez la tuvo en sus manos, volvió hacia abajo como tiro al blanco.
—¡Aquí!—se la entregó.
Mya la tomó y rápidamente levantó la remera del castaño apoyando la cadenita fuertemente contra su piel.
Se sacudió lo suficiente para asustar a todos y cerró los ojos a la par que su respiración se controló.
—Abuela...
—Tranquilo...—le habló a Taehyung, quien había caído en un profundo sueño—todo está bien—acarició su cabello.
—¿Un episodio dices?—Hiroki posó su mirada en el aún dormido castaño, quien se encontraba mucho más relajado que hace una hora.
—Sí...—suspiró—esto es muy extraño.
—Pero, ¿Cómo...?
—Espera—se levantó dirigiéndose hacia la puerta para luego abrirla y encontrarse con una cabeza azabache pegada a ella—¡Jungkook!
—¡¿Qué?!—se apoyó en la pared—buscaba el baño...
—En tu propia casa—se cruzó de brazos.
—Estoy preocupado abuela—hizo puntitas para ver hacia adentro por detrás del hombro de la anciana.
—Jungkook...no tienes que estarlo.
—Lo sé—respondió rápidamente—pero literalmente estoy preocupado, mi cuerpo se siente preocupado, no puedo controlarlo.—Mya frunció su ceño ladeando su cabeza.
—¿Acaso...?—murmuró.
—¿Cómo está?—pasó por su lado adentrándose en el salón.
—Jungkook—saludó su padre.
Se escucharon pasos dirigirse apuradamente hacia el lugar, todos voltearon hacia la puerta encontrándose con JiSung y MinHo que llegaban atropelladamente.
—¡¿Y?!—el rubio corrió hacia el cuerpo de su amigo—¡¿Por qué aún no despierta?!
—JiSung...—el pelinegro tomó su hombro—cálmate.
—Lo siento...
—Es normal dormir mucho luego de un episodio, el cuerpo pierde mucha energía.
—Abuela, ¿Qué demonios es un episodio?
Mya hizo una mueca y observó a su hijo quien solo se limitó a asentir. Se dirigió otra vez hacia la puerta y la cerró.
—Siéntense—pidió y cuando todos lo hicieron siguió hablando—verán, cuando le deseas el mal a alguien, existen algunos tipos de...maldiciones.
—¿Qué?—exclamó MinHo no entendiendo nada de lo que salía de la boca de Mya.
—Hace años, habían muchas rivalidades entre clanes, envidia, celos, odio—hizo una pausa dejando escapar un gran suspiro al recordar—por ende, la gente comenzó a tratar con hechiceras o hechiceros, creando una maldición muy conocida llamada episodio.
—Entonces...—Jungkook habló—¿Alguien odia a Taehyung?
—No lo sé.
—¿Y cómo funcionan?—habló ahora JiSung.
—La persona que desee actuar por el mal debe llevarle al hechicero algo que le pertenezca a la persona a la cual quiere herir...
Jungkook entonces recordó que el castaño no encontraba un pañuelo rojo que su madre le había obsequiado cuando era pequeño.
—Entonces, prácticamente el hechicero le da el poder a la persona que quiera efectuar el mal de controlar el sistema nervioso de la persona, sus sentidos, pensamientos, etcétera.
—¿Qué fue lo que pasó en el bosque?—el rubio se dirigió hacia Jungkook.
—Íbamos caminando cuando comenzó a sentirse mal y en el momento que toqué su brazo su cuerpo se congeló, y sintió frío...
—¿Cómo...?
—También sentí el frío.
—Jungkook...—susurró su abuela con clara confusión.
—¿Y la cadenita?
—¿Tu cadenita de plata mamá?—preguntó Hiroki que se había mantenido callado todo este tiempo para ver como su madre dejaba de pensar en lo que acababa de decir Jungkook y lo miraba asintiendo.—El toque de la plata con la piel purifica al cuerpo de todo tipo de magia oscura, supongo que la persona que le hizo esto a Taehyung sabía que estaba desprotegido.
—Tengo una cadena de plata que nunca usé—el azabache se levantó dirigiéndose hacia la puerta—iré por ella.
Una vez fuera, JiSung y MinHo comenzaron a hablarse a los susurros mientras Hiroki seguía observando la mirada desorientada de su madre.
—¿Mamá...?
—Tenía razón Hiroki, aquella noche, en el cumpleaños de Taehyung, tenía razón—tapó su boca.
—¿Qué quieres decir con eso?—preguntó pero no obtuvo respuesta—mamá.
—Aquí está—Jungkook volvió a entrar con una pequeña cadenita en su mano, portaba un dije de una pequeña rosa de plata.
Se la tendió a su abuela quien la tomó entre sus manos y la subió hasta su rostro para observarla.
—La cadenita que te regaló tu madre a los nueve...—sonrió—nunca te la quitabas.
—Sí, pero ya no la uso, y Taehyung la necesita más que yo—habló claro.
Mya suspiró y luego de volver a mirar hacia su hijo quien volvió a asentir con una pequeña sonrisa se dirigió hacia el castaño.
Abrió la cadenita y acercó sus manos hacia su cuello, pero en el momento que su piel y la piel de Taehyung chocaron, su vista se volvió blanca y sintió como todo su cuerpo se preparaba tal y como lo hacía hace diez años.
Una visión la cegó.
VIERON LA CANCIÓN DE SEOKJIN LA PUTA MADRE COMO LLORÉ PORQUE RECORDÉ A TODAS LAS MASCOTAS QUE PERDÍ):
Y CLÉ 2 la re pu
tendría que haber actualizado ayer lmao perdón
se viene lo potente gente agárrense bien los pantalones.
avísenme si ven algún error xfa
adioschi🤠🤟🏻
y,,,,,ya pasó mucho tiempo desde la ultima vez que le pasó algo a MinHo so,,,,,,,...