Sam smith - Say it first
Me muevo entre las sábanas y al abrir mis ojos sonrío al verlo, sus pestañas largas cubren sus ojos y su rostro luce varonil.
No quiero alardear del hombre que tengo a mi lado, pero Vicent es sumamente apuesto.
- Buenos días - susurro mientras él abre sus ojos.
- Buenos días - responde con una sonrisa mientras su mano despeina mis cabellos-. ¿Cómo te sientes mi niña?
Ruedo los ojos.
- No me digas niña.
- ¿Porque mi niña? - lo hace por molestarme.
- Porque suenas como a mi padre - me rio de ello.
- Sólo estoy feliz de que estés conmigo belle (Hermosa)
- ¿Vas algún día a enseñarme Francés? - me levanto de la cama fijando mi vista en él y pestañeo.
- ce serait un plaisir (Sería un placer) - esboza una sonrisa.
- No sé que demonios has dicho, pero supongo que significa un sí.
- Así es - respondió soltando una risa, Vicent se acercó después a la mesa de noche y tomó su móvil entre las manos, luego fruncio el ceño al ver algo reflejado en la pantalla.
- ¿Todo bien? - pregunté.
- Todo bien, debo salir por algunas cosas, le puedes decir a Carl que te lleve a un almacén de ropa, para que compres lo que necesites.
- No necesito ropa nueva, tengo mi propia ropa.
- No me incomoda que lo hagas.
- Pero a mi si me incomoda usar tu dinero, no es lo propio.
Lancé un suspiro al aire mientras lo veía salir de entre las sábanas desnudo directo a la ducha.
Mordi mi labio inferior al recordar como habíamos hecho el amor. Recordé como me hace sentir amada y única a su lado.
- ¿Vienes? - dijo cuando me vio con la mirada perdida.
- La pregunta es tentadora y la respuesta lo es mejor aún - dije con una media sonrisa mientras lo seguía al baño.
Una vez entramos dejó que el agua cayera primero encima de nuestros cuerpos secos, mi piel se estremecio de inmediato al igual que mis pezones se endurecieron. Tomó después del estante un jabón de baño y empezó a pasarlo suavemente por mi cuerpo, mientras sus manos me proporcionaban caricias a lo largo de mi piel.
Lo besé porque quería sentir de nuevo sus labios creando ese fuego en mi boca. Lo besé y sentí que volaba a otro planeta.
- No me puedo controlar contigo Jazmín - el jabón cayó al piso y él rápidamente me aprisiono contra los azulejos del baño.
- No te contengas entonces - pase mis manos suavemente por su pecho y él sonrío.
- Adoro que hagas eso, que seas dulce al tocarme - aquello me hizo ruborizar, sonaba tan bien de sus labios.
Vicent tomo mis brazos y los subió hasta que ambos quedaron atrapados por su muñeca encima de mí cabeza. Después sus labios se apoderaron de mis pezones, lamiendolos y chupandolos haciendo que se colocaran mas duros.
Levante mis caderas tratando de sentirlo, mi centro palpitaba y lo necesitaba sentir de nuevo. Su mano libre separó mis piernas y él se acomodo en mi entrada, sentía su miembro cercano a mi sexo y sentía las inmensas ganas de tocarlo, pero no podía hacerlo mis manos estaban atacascadas por su muñeca.
- Lo deseas tanto como yo.. - su pene jugaba justo en mi entrada sólo hizo un pequeño movimiento pero no lo introdujo de una vez.
La sensación me estaba matando, iba a explotar si no seguía hundiéndose.
- Es delicioso, pero.. te quiero completo - susurre presa del deseo.
- Quiero que lo pidas gritando - hundió un poco más y eche mi cabeza para atrás.
- ¡Joder.. - levante aún más mis caderas, no se estaba moviendo y el miembro de Vicent era muy grande, en ocasiones me sentía adolorida como ahora.
- Jazmín pidelo - me beso y sentí otro movimiento más lento aún.
- Muévete, hazlo.. - mordí fuerte su labio inferior al punto en que lo hice sangrar. Entonces senti que sus penetraciones cambiaron, salía y entraba de una forma fuerte, más acelerada, más excitante.
Dolía cuando llegaba al final,pero me encantaba. Sentía que le pertenecía de manera completa. Sus gruñidos y gemidos me hacían sentir que ambos éramos uno solo con el otro.
No quería dejar de besarlo, no quería dejar a mi hombre perfecto.
- Ahora sabes porque quería tenerte siempre así - lo sentí vaciarse por completo en mi interior mientras abandonaba mi cuerpo y mis manos caían en sus hombros, mi respiración estaba agitada producto del sexo intenso.
- ¿Porque? - susurre mientras él me tomaba con delicadeza.
- Eres la primera mujer con la que tengo dos orgasmos seguidos - apoyo su frente a la mía-. Eres la primera con la que siento que entrego más de mí, el hacer el amor contigo es como si fusionará mi alma.
- Y tu eres el primer hombre con el que he estado, con el que he disfrutado lo que una vez quise.
- Siempre seré él primero - esbozó una sorisa-. ¿Te ha dolido?
- No mucho.
- ¿Fui muy duro?
- Fue perfecto - me metí debajo de la ducha limpiandome, sus labios de unieron a mi cuello y succionaron el agua que caía por mi piel.
- Tus senos se ven grandes ahora - los atrapó con sus manos y sonreí.
- Hay senos más grandes que los míos.
- Me gustan los tuyos - sonrío y le salpique agua en su cara.
- No hemos usado condón durante todo este tiempo quiero que sepas que me estoy cuidando.
- Jazmín no puedo tener hijos - se alejó de allí.
- Vicent quería hacerlo de todos modos. Creo que deberías hacerte unos exámenes y así..
- ¿Para saber lo que ya se? - tomó la toalla del estante y me dejó atrás. Decidí seguirlo y lo detuve.
- Te equivocas, debes comprobar si tu esposa decía la verdad.
- Dejemos el tema - sabia que aquello era difícil de hablar, había estado ocho años al lado de la mujer que amaba era lógico que quisieran formar una familia, aquello lo atormentada y no sabía que hacer, menos que decir para que no se sintiera de la misma forma.
Vicent tomó uno de sus trajes del armario mientras yo me quedé en una esquina de la cama mirando hacia la ventana.
- Te llamo antes de regresar, Carl se queda contigo.
- De acuerdo - respondí y lo vi atravesar la puerta.
Después de aquello me cambie conlocandome un conjunto azul, tome mi bolso entre mis manos y me encamine a la sala, encontré a Carl parado a un lado de la puerta y él sonrío en cuanto me vio.
- Buenos días señorita Jazmín ¿A donde desea ir?
- Yo.. pensaba dar una vuelta por el hotel.
- ¿Desea ir a otro lugar en especial?
- Sé que Vicent te dijo que me llevarás a un centro comercial y comprará cosas, pero no soy buena con eso de las compras ¿No sé si me entiendes? Siempre compro lo primero que veo bonito.
- Siendo así no demoraremos nada y estaremos a tiempo antes de que él regrese, a menos de que quiera ir a las empresas.
- No quiero molestarle en sus oficinas,acepto ir al centro comercial.
- Entonces vamos - Carl me dio una sonrisa y bajamos por el elevador hasta llegar al auto. Carl era muy agradable, y me hacía reír mientras contaba anécdotas de la mansión de los Lasserre.
- ¿Hacías esto también con la esposa de Vicent? ¿Llevarla de compras?
- A la señora no le gustaba ir a los almacenes, ella tenía gente que hacía su propia ropa.
- Entiendo.
- ¿Quiere ver en ese almacén? - señaló Carl con la mirada uno que había cerca.
- Podemos intentarlo - me encoji de hombros entrando a aquel enorme almacén.
Había varios vestidos de colores que me dejaban sin palabra, pero lo que en definitiva se llevaba mi atención era el aterrador precio que tenían.
- ¿Todo bien? Puedo mandar a pedir otro color.
- ¿Estas loco? Con esto me compro más de un vestido en la tienda que voy siempre.
Carl soltó una risa.
- Entonces sólo compré uno y el resto lo compra en su almacén preferido.
- Mejor compro todos allá - bufe.
- El color favorito del señor Laserre es el amarillo - Carl tomó un hermoso vestido en ese color y yo solté una risa.
- No voy a comprarlo - arruge la frente.
- Estoy seguro que no pasa desapercibida si lo compra, y no es tan costoso.
- Esta bien, voy a probarmelo solamente - rodé los ojos y busque mi talla.
Enseguida estaba rumbo al probador, entre allí y me cambie de ropa conlocandome aquel vestido con unas golas al final.Lucia precioso pero no quería gastar en algo tan costoso.
Mi vista se dirigió en ese momento a un enorme afiche que había enfrente, era una mujer con cabellos negros, ojos azules claros y piel perfecta, sus labios eran carnosos y rosados. Era hermosísima.
Mire fijamente el nombre que estaba debajo de allí.
Antonella Martini.
Tragué en seco,¿acaso era ella la ex esposa de Vicent? Debía ser ella..
- Se le ve precioso - dijo la vendedora interrumpiendo mis pensamientos.
- De hecho me lo estaba sólo probando.
- ¿Quiere llevarlo? - me quedé observando una vez más la imagen de esa mujer, era elegante y distinguida.
- Me lo llevo y puesto - termine por decir.
Después de salir de allí y pagar el vestido fui directo a un almacén de zapatos y compre unos tacones de color nude, Carl había notado el cambio de reacción en mi rostro y ahora me estaba haciendo varias preguntas de ello.
- Ahora que está lista, ¿desea que la lleve a las empresas? Ha cambiado desde que salimos del centro comercial.
- No tenía idea de que la esposa de Vicent fuese modelo.
- La señora Antonella trabaja desde los dieciocho en ello, es el rostro de varias marcas registradas.
- Es muy hermosa. Con razón Vicent se enamoró de ella.
- Señorita Vega uno sólo se enamora una vez en la vida, y cuando hay amor las cosas no se terminan.
- Pensándolo bien, llevame al Buffet - respondí y Carl sonrío.
Llegamos a la empresa y sólo habían unas cuantas personas del personal administrativo, me senté a esperar a Vicent en una de las sillas afuera de su oficina y vi pasar de reojo a Leonardo quien me dedico una leve vista.
Ignore a ese hombre para el que había trabajado, era un ser despreciable ahora para mí.
Mire mi reloj unas cuantas veces pero aún nadie salía de aquella oficina. No quería seguir sentada ahí y que todos me vieran como un bicho raro.
- ¿Desea tomar algo señorita? - la chica nueva de recepción me pregunta.
- Agua estará bien.
- En un segundo la traigo - se alejó de allí y decidí relajarme mientras jugaba con un mechón de mi cabello-. Aquí tiene - la chica volvió de manera rápida y me extendió un vaso con agua mientra lo bebía con rapidez.
Sólo habrían quizás pasado unos segundos cuando senti la necesidad de ir al baño, me levanté de la silla en la que me encontraba y sentí todo darme vueltas.
No soporte más el mareo y termine cayendo desmayada al suelo.
Vicent
No sabía si traer conmigo a Jazmín había sido la mejor decisión, pero no podía dormir con la sensación de que ese idiota le hiciera daño.
Aunque ¿A quién quería engañar? La quería a mi lado, me gustaba despertar abrazado a esa niña, tan mujer.
Se que hay una enorme diferencia de edad entre ella y yo, pero cuando nos entregamos el uno al otro, todo cambia. Es como arcilla que se moldea a mi antojo en mis manos.
Es fuego que amenaza con calcinar mis mayores deseos. Y su cuerpo...
Mi debilidad son sus labios, sus pequeños labios, su forma de vivir libre.
Jazmín es un vendaval en mi vida, ¡que digo vendaval! Es un tornado.
No me había sentido de esta manera,desde.., desde nunca.
Me siento un hombre diferente con ella, me siento un hombre que ha dado con lo más exquisito.
De sólo pensar en sus manos alrededor de mi cuerpo.. Me provoca regresar al hotel y hacerle el amor.
- Vicent, espero no sea cierto lo de esa mujer - sentencia mi padre mientras yo dejo de fantasear.
- Si te lo estoy diciendo es para que ningún otro te venga con el chisme padre.
- Las empresas están en peligro y tú sólo piensas en una niña que te hace comportar como quinceañero.
- He estado casi toda mi vida detrás estas empresas, incluyendo mis ocho años de casado con Antonella y jamás proteste. Ahora que he dicidido darle un giro distinto a mi vida, vienes y la cuestionas padre.
Mi padre se sirve un trago de Whisky en su vaso y me sirve uno a mi también.
- ¿Qué ha hecho esa muchachita para que el mayor y más sensato de mis hijos pierda la razón? - mi padre da un sorbo a su bebida.
- Ser ella misma - tomo un sorbo de igual manera de mi vaso.
- ¿Qué había de diferente con Antonella?
- Ella y yo cambiamos, ya te lo dije quería un hijo.
- Tarde o temprano necesitarás un heredero.
Me burlé de aquello.
- Papá no puedo engendrar hijos.
- No seas idiota Vicent, en nuestra familia jamás a sucedido tal cosa.
- Estuve varias veces con ella sin protección, lo intentamos incluso en sus días más fértiles, nunca dio positivo.
- No te convenía tener un hijo con ella entonces - dijo con simpleza mi padre-. Vicent, eres la imagen de un hombre intachable, como padre, deseo verte feliz, así que consigue una buena mujer y ten una familia con ella.
- Voy a dar por terminado el tema por hoy.
En ese momento Carl nos interrumpió, me sorprendí al verlo allí. Se suponía lo había dejado al cuidado de Jazmín.
- ¿Porque entras de esa manera Carl? - preguntó mi padre.
- La señorita Vega se ha desmayado señor Vicent - aquello me hizo levantar de enseguida de mi silla y corriendo salí hasta la recepción.
- Jazmín.. - susurre al encontrarla en una silla recostada.
- Se desmayó camino al baño - dijo una de las chicas.
- Trae alcohol o algo que pueda hacerla despertar - los empleados de hicieron a un lado mientras yo la rodee con mi brazos apoyando su cabeza en mis piernas.
Definitivamente algo no está bien.
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