¿Destinados a estar juntos? (...

By blue_woods

1.6M 147K 138K

-¿No quieres meterte en problemas conmigo? Su madre en su segunda luna de miel y su hermano preocupado por t... More

¿Destinados a estar juntos?
Capítulo 1: Sentimientos frustrados.
Capítulo 2: Haría lo que fuera por ti
Capítulo 3: Adiós inmadurez... creo.
Capítulo 4: La utilidad de los tacones.
Capítulo 5: "... Me gusta ir un poco más allá de la línea"
Capítulo 6: Dudas.
Capítulo 7: B de cristal y B de deseo.
Capítulo 8: Iván Lynn
Capítulo 9: Debo cuidarme de ti.
Capítulo 10: Lazos irrompibles
Capítulo 11: Mentiras y códigos secretos
Capítulo 12: Paso en falso.
Capítulo 13: Resolviendo y cayendo.
Capítulo 14: Adiós, Joe.
Capítulo 15: Desconcierto.
Capítulo 17: Las cartas sobre la mesa.
Capítulo 18: Regresar al pasado.
Capítulo 19: Batalla final
Capítulo 20: Bala perdida.
Epílogo: Destinados A Estar Juntos
Capítulo extra
IMPORTANTE

Capítulo 16: Mentiras y reencuentros.

55.3K 5.8K 3.6K
By blue_woods

| Últimos capítulos |

JOE

No sé por dónde comenzar. Hay tantos lugares a donde ir, tantas personas a quienes interrogar, pero la duda siempre estará sobre Kraist. Sophie le robó los códigos, por ende tomo un poco de la delantera, por más inofensivo que eso sea para cualquier ser humano, para Cameron y su competitividad, es lo más letal del mundo. Pero tampoco puedo ir y obligarlo a qué me diga dónde está porque imposibilitara de alguna forma el encontrarla.

Por el momento, lo mejor será actuar con normalidad, aunque no sé cuánto tiempo aguantaré. El solo pensar en Sophie pasándola mal, hace que mi corazón se estruja. Pero no me rendiré, la encontraré y la sacaré de esto.

—Sigo insistiendo qué Sophie se fue, Joe —me dice Eithan con tono cansado.

—Skyler te lo dijo, ¿acaso no confías en tu novia? —le pregunto de mala gana. Eithan frunce el ceño y se queda en silencio unos segundos.

—Confío en Skyler —habla por fin con seriedad— Pero quizás no lo sabe porque Sophie y Emily no le avisaron nada a nadie.

—Intenta sacarle información a Cameron —es lo único que le digo antes de salir de allí. Sin duda alguna terminaría discutiendo con la única persona que confío en este momento y eso, no es un buen plan.

Mi rostro no puede demostrar ninguna emoción más que el enojo puro por eso cuando observo a algunas personas a mí alrededor mirarme con confusión intento calmarme un poco, pero me es imposible. Mientras camino inhalo y exhalo disimuladamente antes de entrar a la oficina donde Stella estaba trabajando. Aprieto mis manos formando puños y me relajo. Me adentro sin molestarme en tocar y su rostro es de sorpresa.

—Joe... —dice elevando la mirada hacía mí con confusión pero sonriendo nerviosa.

—¿Qué pasó, Stell? —le pregunto con tono dulce—Sólo vine a ver como estabas —digo cerrando la puerta con seguro.

—Que atento —cierra su laptop sin despegar sus ojos de mí— Estoy bien, ¿y tú?

Suelto una pequeña risa seca a medida que me acerco a su escritorio. Ella arquea una de sus cejas mientras me observa fijamente con cautela. Me encojo de hombros y me siento en la silla que tiene frente. Como es giratoria me permito dar unas vueltas lentas.

—Bien. Algo... confundido —admito deteniendo mi girar justo frente a ella, pero manteniendo el contacto visual— Me dejaste inconsciente.

—Temí que me robaras la información —se sincera con lentitud y precisión en sus palabras— Lo lamento.

—Soy Joe, tu ex novio, pero quién por años fue tu amigo... —respondo con normalidad, como si no sintiera enojo y dolor por dentro— Me conoces. Sabes que jamás te haría daño.

Stella se queda en silencio unos segundos y se encoje de hombros.

—Ya no somos los mismos, Joe. Cambiaste, yo también lo hice —admite bajando la mirada.

—Acabamos de encontrarnos, ¿cómo puedes estar seguro de que cambie? —pregunto, arqueando una de mis cejas.

—Se nota —responde— Joe, ya no eres el mismo. Tus intereses cambiaron. Perdiste lealtad a lo que un día nos acogió.

—¿El gobierno? —ella eleva su mentón un poco, pero no responde. Me quedo procesando sus palabras y no tienen ningún sentido— Mis intereses siguen siendo los mismos. No sabes lo que dices.

—Negarlo es el primer error —dice con dolor— El segundo es abstenerse.

Frunzo el ceño. Sé perfectamente lo que intenta insinuar y es justamente lo que está ocurriendo. Abstenerme a hacer lo que ellos quieren trae consigo consecuencias físicas y la prueba de ello fue que me dejará inconsciente horas atrás. Estoy seguro de que la lealtad de Stella hacía ellos fue a otro nivel y si tuviera que dispararme en este momento, lo haría. A pesar de eso, la idea que se me ocurre me hace sentir un poco de culpabilidad.

Doy dos pasos hacía ella. Stella se pone de pie, preparada para cualquier cosa que intente, pero estoy segura de que no para lo que tengo en mente. Una voz pequeña en mi cabeza me susurra que jugar con los sentimientos de alguien es digno de un idiota, pero a situaciones desesperadas...

La mirada dolida de Stella me observa fijamente, sin parpadear. Un poco inseguro coloco una de mis manos sobre su hombro y al ver que me permite hacerlo, hago lo mismo con la otra. Sus ojos azules ya no expresan la misma inocencia y ternura que cuando estábamos juntos. Parado frente a ella siento que estoy junto a alguien completamente diferente. Esto es lo que te hace este lugar y por esa razón todos nos recomiendan alejarnos. Pero a veces ya es tarde para retroceder.

—Yo... —comienzo a decir, pero niego con la cabeza dejando la oración en el aire— No. Olvídalo. No es el momento.

Me alejo de ella, dándole la espalda y esperando que no aproveche eso.

—Dilo, Joe —el interés se hace notar en su tono de voz.

Cierro los ojos con fuerza por unos segundos antes de continuar. Lamento hacerte esto, Stell. Me digo mentalmente esperando que eso le llegue alguna vez.

—Sophie —abro mis ojos y me abstengo de suspirar— Una parte de mí se alegra que se haya ido.

De solo pronunciar eso los sentimientos vuelven a mí. Imaginar a Sophie pasándola mal hacen que mi corazón se sienta temeroso de qué algo pueda pasarle. Sé que ella es independiente, genial y puede patear traseros por su cuenta, pero eso no quita el hecho de que prefiera estar en su lugar.

—¿Ah sí? —pregunta incrédula.

Volteo asintiendo con la cabeza. Hago una mueca.

—Ella... es muy consentida e insoportable. Derek prácticamente me imploro que fingiera sentir algo por ella —cuento la historia falsa de la manera más real posible. Ella entrecierra sus ojos— Sophie al no obtener lo que quiere hace un escándalo.

—¿Entonces actuabas? —pregunta con desconfianza. Asiento con la cabeza— Qué buen actor eres —dice con sarcasmo.

—Sí, era fingirlo bien o escucharla insultar a su padre por horas —entorno mis ojos. Stella parece no creerme aún— Pero no es momento de hablar de ello. Sólo me interesa saber quién secuestro a Derek y Olivia, luego de eso podré renunciar a ser el guardaespaldas de Sophie y volver a centrarme en esto.

Eso último llama su atención. La mirada de desconfianza que tenía sobre mi desaparece y ladea su cabeza acercándose unos pocos centímetros.

—¿En serio? —pregunta escaneándome detenidamente.

Asiento con la cabeza pareciendo seguro. Aprovecho para volver a mi posición anterior. Ahora parece disfrutar que mis manos estén sobre sus hombros y se acerca un poco más. Estamos tan cerca que puedo notar más su mirada, diferente a la de aquella Stella que era mi novia. Ni siquiera tocarla se siente igual. No me genera nada. Es triste pensar que una persona que querías y era buena persona, ya no lo es más.

—Me gustaría ayudarte —me dice con suavidad— A volver a tener una posición importante aquí. Mucho más importante. Sabes que podría hablar con Kraist y...

—¿Ahora eres amiga de Krais? —pregunto fingiendo sorpresa y diversión.

Se ríe.

—Bueno... hace unos meses me ayudó con algo y ahora sólo le estoy devolviendo el favor —se encoje de hombros. Elevo mis cejas— Podría hablar con él y ayudarte...

—Dile a Kraist que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiero —digo y por un segundo temo que se note el segundo sentido en la frase, pero Stella cree que es por el puesto y la verdadera razón que es encontrar a Soph, pasa desapercibida.

Stella asiente con la cabeza, mirándome con fascinación por las palabras pronunciadas. Me decepciona un poco que le alegre haberme escuchado hablar de esa forma de Sophie y también que crea que el gobierno es lo primero en mi vida, tal y como para ella lo es.

Nos alejamos en cuanto escuchamos que llaman a la puerta. Se sienta en su silla y yo me quedo parado junto a su escritorio. Tras exclamar el permiso, Kraist se adentra con una sonrisa que al verme se ensancha. Detrás de él, Eithan, sonriendo de la misma manera no tarda en contarme qué sucede con rapidez.

—¡Los encontraron! —exclama Eithan, emocionado.

De repente, se me corta la respiración y elevo mis cejas, sorprendido.

—¿Qué? —pregunto.

—Como escuchaste —habla Kraist— Sabemos su paradero. Hay personas esperando para ir por su rescate. Como lo presentíamos eran personas de corea. Todo por la información. Alguien les dio un falso dato de que ellos tenían el pendrive que buscan para completar su anterior robo.

—¿Hablas... en serio? —pregunto confundido.

Todo esto parece tan creíble. Después de todo, Derek es uno de los agentes más importantes y quién podría tener información del presidente, y del gobierno —cosa que sí—. Olivia estaba con él, fue un mal momento para hacerle compañía.

—Sí —asiente Cameron, contento de volver a ver a su prometida— Ustedes se quedarán aquí por el momento. Fue una especie de intercambio. Derek y Olivia a cambio del pendrive. Pero, eso no sucederá. Así que antes que perderlos a ustedes también, Dios no lo permita —dice con seriedad— Queremos asegurarnos de que sólo algunos vayan y los demás estarán encubiertos.

Eithan parece contento con esa decisión, pero a mí no me agrada nada. Si alguien va a salvarlos quiero estar presente y ayudar o me sentiré inútil por quedarme, y estar "a salvo". Aunque mi celular me interrumpe. Una llamada entrante. Un nombre que más de una vez me hizo soltar suspiros por lo bella que se veía siempre y maldiciones por las travesuras que hacía.

Sophie.

Todos colocan sus ojos en mí en ese momento. Mi rostro debe ser un poema porque me quedo petrificado, sólo observando la pantalla. Al pasar los segundos y ver que no respondo, ellos fruncen el ceño. Muevo la cabeza saliendo de mi trance y respondo la llamada.

—¿Hola? —digo confundido. Sin creer que todo esto esté pasando. Derek y Olivia bien... Sophie llamándome. No.

Joe.

Es su voz. La misma que puede sonar de dulce e inocente a amenazante e intimidante en un solo segundo. Aunque no suena feliz. No sólo el tono la delata, sino también la ausencia de su peculiar apodo para mí.

—¿Llegaste bien a Los Ángeles? —pregunto esperando que entienda la pregunta. Si responde sin mencionar su hogar, sé que ellos la tienen.

Llegué bien —responde y bajo la mirada— No sabes cómo está todo aquí. Hace mucho tiempo que no venía. Ni siquiera reconozco mi propia casa —dice riéndose secamente.

—Qué bien —respondo sonriendo falsamente y adoptando una alegría estúpida— Iré pronto.

Te espero, Joe —me contesta con la misma falsa alegría que yo.

Cuelgo y entorno mis ojos para que Stella crea mi mentira. Ella sonríe al verme hacer eso, anteriormente me observaba con una mirada asesina que rápidamente pude cambiar. Eithan se mantiene con el ceño fruncido por la confusión.

—Falta poco para llegar a ellos, Joe —me dice Kraist con emoción. Asiento con la cabeza, fingiendo sentir la misma emoción que él.

—Ojalá que sí —asiento— Con permiso.

Segundos después escucho lo mismo de Eithan quién rápidamente camina a mi lado, siguiendo mi veloz paso.

—Sophie me llamó —le digo seriamente con la mirada al frente.

—Y no creíste que esté bien —asiento con la cabeza. Él imita mi gesto— ¿Qué hacemos?

—No fue necesario amenazarte esta vez, ¿Qué te hizo cambiar de opinión? —pregunto arqueando una ceja.

—Kraist. Hay cosas que no concuerdan —dice— Miente.

—Bien —suspiro— Sólo sígueme.

SOPHIE

Le entrego mi celular a Dean entrecerrando mis ojos y fulminándolo con la mirada, deseando que mis ojos puedan desprender fuego, y quemarlo vivo. Él, muy indiferente a mi odio, lo toma y se lo guarda en el bolsillo del pantalón. Hablar con Joe hizo que mi corazón latiera con tanta fuerza y me puse nerviosa, tanto que no fui muy clara con las indirectas de que me tienen secuestrada. Espero que sí y que no se crea todo lo que Cameron le dice.

—Sabes... si me dejas ir en serio podría comprarte una vida —le digo a Dean llamando su atención, haciendo que nuevamente su mirada divertida desaparezca— Mamá tiene mucho dinero.

—Tengo que borrarte la memoria e instalar recuerdos nuevos en tu mente, por lo menos de este último tiempo —eso hace que mis ganas de molestarlo desaparezcan— Podría meterte en la cabecita que no seas tan insoportable.

—¿Cómo diablos harás eso? —pregunto un poco temerosa, alejando cualquier diversión de mi ser.

—¿Has oído hablar del MK Ultra? —pregunta recostándose en la pared.

—Algo, pero no soy experta —respondo acomodándome en el sofá.

Remoja sus labios antes de continuar.

—El MK Ultra fue un programa secreto e ilegal llevado a cabo por la CIA en la década del 50 y fue descontinuado en el 73, supuestamente porque se sigue utilizando en ocasiones especiales y en secreto. Se utilizó diversas metodologías para manipular el estado mental de ciertas personas, como la alteración de sus funciones cerebrales con la administración de drogas como y otros productos químicos, la , la , el aislamiento, diversas formas de tortura, y abusos verbales y sexuales —me dice mirándome fijamente. Al ver mi ceño fruncido entorna sus ojos— Traducido al español significa que utilizaremos esto en ti y te induciremos en una hipnosis donde no recuerdes nada de esto.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal al escuchar esas palabras. Van a borrarme la memoria las personas del gobierno. ¿Cómo diablos pude querer acompañar a Derek a esto?

—Ustedes están locos —digo preocupada, echando mi cabeza hacía atrás. ¿Cómo diablos saldré de esto?— No recordaré a nadie. Ni a mi familia, ni amigos, ni... bueno, lo que sea que Joe sea para mí... Y Lauren. Oh Dios, no puedo olvidar a Lauren, ¿Quién me ayudará en mis crisis?

—¿Lauren? —pregunta confundido.

—Mi psicóloga —digo de mala gana incorporándome y mirándolo con desprecio.

—Descríbela.

—¿Disculpa? —frunzo el ceño.

—Sólo dime como es —pide con fastidio.

—Aish —entorno mis ojos— Rubia, ojos verdes, alta y muy hermosa. Buena psicóloga. Lauren Hold, ¿La conoces?

En todas estas horas que conozco a Dean jamás lo vi con una expresión que no sea de diversión o fastidio, ahora es tan distinto. Hay una mezcla de sorpresa, emoción y tristeza en su semblante. Pareciera estar atravesando uno de esos horribles remolinos de emociones que tanto odio tener y fuera a llorar en un momento a otro. Arqueo una de mis cejas observando cómo se queda estático en su lugar pensando algo que desconozco. ¿Por qué se queda así?

—¿Dean? —pregunto confundida.

Parpadea unas veces para salir del trance en el que quedo y me observa neutro.

—Ven conmigo.

Es lo único que dice antes de salir caminando en dirección a las escaleras. Me quedo unos segundos sentada en el sofá pensando qué es mejor para mí, si seguirlo o quedarme allí, finalmente la curiosidad termina ganándome y me apresuro a ir detrás de él. Por suerte lo alcanzo, con unos metros de distancia, pero sé a dónde ira. Llegamos a la puerta de hace unas horas, aquella que tenía clave. La coloca sin que pueda verla y esta se abre subiendo hacía arriba, lentamente, cuando llega al límite y desaparece me quedo estática en mi lugar, observando la habitación en blanco que puedo ver.

—Entra —me dice con la mirada baja.

Camino por más que una pequeña voz en mi mente me diga que sólo debía quedarme allí o mejor dicho, abajo y escapar. Al instante, volteo encontrándome con una de las personas que más puede ayudarme en este momento. Y no, no es Lauren para ayudarme con la crisis psicológica que estoy teniendo.

—¡Olivia! —exclamo, fundiéndome en sus brazos. Ni siquiera le doy tiempo de decir una palabra o me fijo si está herida. A simple vista parece estar todo bien con ella y la forma en la que me estrecha en sus brazos lo demuestra— Diablos, ¿acaso ya me mataron y estoy en el cielo?

Olivia se ríe. Nunca me alegré tanto de verla.

—No, Soph —me dice con tranquilidad. Han pasado tantos días que ni siquiera recordaba su voz— En realidad soy yo. Tan fantástica como siempre.

—¿Cómo es que...? —pregunto pero las palabras quedan en el aire— ¿Por qué estás aquí? ¡Eithan vino a buscarte!

La pequeña sonrisa que aparece en sus labios también me hace sonreír.

—Sabía que Eithan haría eso y créeme, quiero asesinarlo —entorna sus ojos. La sonrisa en sus labios desaparece rápidamente— ¿Por qué estás aquí? —pregunta.

—Yo... —alargo bajando la mirada— Descubrí algunas cosas que no debía... de tu prometido.

—¿Qué él es el maldito que me encerró aquí? —pregunta arqueando una ceja. Asiento lentamente— Bueno, bienvenida al club de sus víctimas, supongo.

—La bienvenida se las tengo que dar yo —escuchamos a Dean decir— Soy el anfitrión suplente, después de todo.

¡Perdón por no actualizar! ¿Qué creen que pasará? ¿Por qué Derek no aparece por ningún lado? Sophie reveló algo importante a Dean y algo que posiblemente sea de mucha ayuda...

Continue Reading

You'll Also Like

472K 56.5K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
26.8M 1.2M 38
-Imbécil. -Insoportable. -Idiota. -Consentida. -¡Dejame en paz! -Admite que te encanta discutir conmigo. -Lo único que me encantaría relacionado c...
3.1K 100 26
Emily es una chica aparentemente perfecta, esa chica que es hermosa, sin problemas, con una vida llena de lujos, pero debajo de todo eso hay una chic...
403K 31.8K 43
PRIMER LIBRO DE LA SERIE #1 Ella es curiosa. Él guarda un secreto. Ella siente más que nadie en el mundo. Él adora los sentimientos y emociones. ...