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A penas Jungkook había cerrado la puerta de un golpe, se sintió mierda. Deberías haberlo seguido, pero también se supone que no te deberías haber enamorado de él a los dieciséis, deberías solo tenerle cariño como amigo, hermano si se quiere. Haber estado feliz con su boda como todos los demás y apoyarlo. Haberlo ayudado y no haberte follado a alguien que odiaba por rencor, se dijo a si mismo. Pero había tantos deberías que ya daba igual. Ahora solo quedaba disculparse decenas de veces por lo que hizo y esperar que en algún momento Jungkook lo perdone, que sean amigos nuevamente, no tan cercanos y pasar el resto de lo que dure el matrimonio sufriendo. O, por otro lado, tener la suerte de que nunca lo perdone, se aleje de él y poder olvidarlo con el tiempo, aunque dudaba que eso pueda llegar a pasar. No había podido dejar de amarlo de esa forma por años, no creía que sea capaz de lograrlo a este punto y de la nada, aún considerando el hecho de que no lo perdonara y fueran a separarse. Un amor tan profundo, caprichoso como el que sentía Taehyung por Jungkook no se iba de la noche a la mañana.
Cualquiera pensaría que en su lugar, el preferiría quedarse al lado de Jungkook, como amigo aunque sea, y sufrir, importándole más los sentimientos de Jungkook, su felicidad, que los de él mismo, pero no era así. Estaba cansado de verlo ser feliz con alguien más y tener que sufrir por ello. Por años lo único que había era quedarse a un lado, cuando Jungkook tenía novio o cuando le comentaba sobre personas ocasionales en su vida con las que salía o simplemente follaba. Quería dejar de tener esos sentimientos por Jungkook y poder querer, incluso, amar a otras personas.
Desvió la mirada del rostro de Yoona, ignorando la estupidez que había gritado y que Jungkook seguramente había escuchado, encogiéndose en su lugar en la cama.
-Tae? -le llamó la atención Yoona, mirándolo con el ceño fruncido.
Ya no estaban abrazados, Taehyung la había soltado casi con asco cuando escuchó a Jungkook hablar y luego solo se quedó allí, pensando, enojado consigo mismo, con la situación. No había sido mucho. Para Taehyung los últimos minutos había sido como una horrible cámara lenta.
-Vete -solo atino a decir Taehyung, su voz dura, su aspecto tenso.
Pudo divisar como Yoona rodó los ojos, irritada.
-No puedo creerlo, -había soltado ella, un ligero tinte de rabia y algo más en sus palabras. Una mueca despectiva en sus labios. - Sigues enamorado de él.
Taehyung se giró completamente hacía ella, su ceño fruncido. Yoona soltó una carcajada cruel, fría y fuerte.
-Por Dios, -exclamó particularmente burlona. Rodó los ojos antes de continuar. -siempre fuiste tan obvio. Ayer cuando me dijiste que sería la boda de Jungkook, me pareció extraño que no hayas dicho que era tu boda también. Pensé que yo iba a ser tu despedida de soltero, lo que no hubiera sido nada lindo para Jungkook, - soltó una risa divertida, interrumpe. -me sorprendí cuando me contaste mejor la historia después.
Se quedó en silencio, creyendo que todo este tiempo lo había ocultado bien. No fue así, al parecer, Yoona, con quien había salido solo por unos meses, lo había notado. Jungkook, quien lo había conocido desde la infancia, no.
Yoona soltó una carcajada.
-Eres patético -murmuro, despectiva, sonando casi con asco.
Y Taehyung solo pudo morderse el labio inferior mientras la miraba vestirse. Tenía razón, lo era.
Durante un par de horas, Taehyung intentó llamarlo pero no obtuvo respuesta, su celular estaba apagado y sus llamadas iban directo al buzón. Entonces, cuando lo pensó mejor, intentó llamar a Jimin. Lo atendió con un tono duro, cortante, indiferente, muy extraño a lo que era común en el, más amable y alegre. No quiere hablar contigo, deja de llamar, le había dicho y Taehyung entendió. Tenía todas las razones y derechos del mundo para rechazarlo. Tiró su teléfono contra la pared luego de cortar.
No bebió durante la noche, pensando en que si había una posibilidad de que Jungkook lo perdonara, sería yendo a la boda. Y ebrio no iría, estaba seguro, pasaría lo mismo que había pasado con la cena de ensayo. Porque no había sido intencional, solo se había quedado dormido, tan simple como suena. La noche anterior había salido a un bar tarde en la noche, se había reencontrado con Yoona después de tanto tiempo y había pasado el resto de la noche hablando con ella y follando. Cayeron dormidos cerca de las seis de la mañana, quedándose en cama casi todo el día, con excepción al mediodía que fue el horario en el que se levantaron para comer una pizza que pidieron por teléfono.
El plan original de Taehyung había sido pasarla bien la noche anterior, olvidarse del tema de la boda por tan solo unas horas, y al día siguiente asistir a la maldita cena de ensayo y pasársela fingiendo con sus amigos y los que consideraban casi familia. Como lo había hecho ya por un tiempo. Pero no fue así, el tiempo pasó sin que se diera cuenta y termino perdiendo la cena de ensayo.
Por la mañana siguiente, Taehyung se sintió peor de lo esperaba. Antes de lo que había ocurrido, Taehyung tenía la pequeñísima esperanza, muy pequeña, de que Jungkook se arrepentiría a último momento, no se casara y entonces, huiría con él. Lo veía más como un sueño irreal causado por haber tantas películas románticas pero que mas daba.
Antes de salir, preparó una pequeña petaca con su licor favorito por si las dudas, por si todo se ponía difícil de digerir. Le pesaba terriblemente en el bolsillo; no era un peso físico sino uno sentimental. No había tomado siquiera un trago y ya se sentía culpable. Sentía que iba a terminar por arruinar la boda de su mejor amigo (lo peor era que eso, por un lado lo hacía sentir mejor).
Entró tímidamente al salón donde debían de estar Jungkook con las damas y caballeros de honor preparándose. Estaba un poco fuera de lugar, en un salón tan lujoso como ese era; tenía puesto un pantalón deportivo, zapatillas viejas y una camiseta simple lisa. Las ojeras por poco no le ocupaban todo el espacio donde debían de estar sus mejillas y su piel estaba un poco más pálida de lo normal, lo que, era bastante de decir. Arrastraba por el suelo el traje negro que debía usar, en una bolsa transparente y amplia, la cual cubría todas las prendas dentro.
Aproximadamente cuatro pasos dentro de la habitación, Jungkook le dedico una mirada, fría, su mandíbula rígida. Taehyung solo pudo pensar en lo malditamente bien que se veía, el blanco resaltaba su blanquecina piel. Sabía que estaba maquillado, por lo que le había contado durante los preparativos, pero de igual forma el iluminador que hacía resaltar sus pómulos le dejaba sin respiración. Se le quedó mirando embobado por lo que parecieron horas, hasta que Jungkook levantó una de sus cejas, entonces, ya se sintió un completo raro. Esquivó su mirada, completamente avergonzado. Tragó saliva, encogiéndose en su lugar. Solo fue eso, una mirada fugaz (que duro un poco más por su estupidez), pero igualmente le dolió en el pecho haberlo fallado de tal forma que ahora Jungkook lo miraba así.
No tardó mucho en aparecer Nayeon en su campo visual; tenía maquillaje que se consideraría exagerado para una boda, una linda corona de flores artificiales de colores pasteles y un vestido rosa pastel. Todas sus hermanas irían con ese tono y ese mismo vestido. Lo sabía porque fue quien acompañó a Jungkook a elegir el tipo de tela que usarían y el color con la modista.
-Te ves como la mierda -fue la forma de saludar de Nayeon, tenía cierto tono de deprecio en su tono pero Taehyung sabía que no se lo tenía que tomar como algo personal. Ella era siempre así. -Ven conmigo, te maquillare un poco -murmuró antes de tomar su mano y guiarlo hacía una de las puertas del salón.
La habitación a la que lo llevó, era pequeña y hasta podría considerarla un pasillo, más larga que ancha. Tenía una mesada extensa, con espejos en frente y sillas por el otro lado. Encima de la mesada, Taehyung reconoció el maletín viejo de maquillaje de Nayeon, él mismo se lo había regalado para un cumpleaños. Sabía que el lugar se especializaba en bodas, teniendo hasta su propia capilla pasando el patio, pero nunca pensó que podía llegar a tener su propia y exclusiva sala de maquillaje. Ahora entendía porque Jungkook había ahorrado desde el primer empleo que tuvo para su boda, la quería extremadamente lujosa y en un lugar digno, al parecer.
Había un par de mujeres solamente en la habitación, ambas tías de Jungkook. Taehyung solo alcanzó a saludarlas antes de que Nayeon comenzara con su magia de bases y correctores. En lo que duró el maquillaje, Nayeon le hizo todo tipo de preguntas, desde por qué no había asistido a la cena de ensayo, a por qué se veía tan demacrado. El rizado solo le había contestado las preguntas suficientes para no verse grosero.
Cuando Nayeon terminó con él, rápidamente se cambió por el traje y los zapatos.
Después del la ligera capa de maquillaje con la que Nayeon lo ayudó a no verse tan mal y de haberse cambiado, ambos tuvieron que salir corriendo hacía la capilla, para poder acomodarse a tiempo en sus lugares. No pasó mucho tiempo hasta que los novios entraron, primero Jimin, quien lo miró con los ojos entrecerrados cuando se dio cuenta que estaba allí, y segundo, Jungkook, quien, dolorosamente no le dedicó ni siquiera una mala mirada o una mueca esta vez.
Ambos habían decidido vestir de blanco, Taehyung lo sabía por los preparativos pero verlo en persona era otra cosa. Le llegaba a doler el pecho la escena. Las miradas llenas de cariño, las sonrisas enormes, orgullosas y felices que se dedicaban. La forma en la que se acariciaban los dedos mientras se ponían los anillos uno al otro. Solo en sus acciones se podía ver el cariño, el amor que se tenían, pero además se podía ver un fantasma, un aura alrededor que te lo decía.
O quizás, Taehyung a este punto estaba viendo cosas. Porque estaba seguro que el sueño junto a los pequeños tragos de alcohol que había tomado un poco más temprano le podían llegar a dar ese efecto.
Fue lento, como una tortura. No creía en el matrimonio pero lo hubiera hecho por Jungkook, se hubiera casado. Se veía perfectamente en lugar de Jimin. No de blanco, quizás, ese color no le queda del todo bien. Pero si casándose con quien era su mejor amigo. Sonriendole tan amplio y enamorado como le hacía ahora Jimin, teniendo en sus ojos un brillo más intenso, uno que nadie más tendría. De Jungkook se había enamorado como nunca en su vida.
El resto de la ceremonia, Taehyung había intentado fingir; sonreír cuando lo miraban, quedarse mirando fijo a Taehyung con una enorme y orgullosa sonrisa en el rostro, reír de los chiste idiotas que hacía de vez en cuando el sacerdote para entretener. Pero no lo logró, solo pudo quedarse viendo todo con una mueca en los labios. Se sentía un poco como si no estuviera ahí, como si fuera una película que está viendo. Solo no se sentía bien, no podía evitarlo.
Apenas salieron de la capilla, para dirigirse al salón donde sería la fiesta, Nayeon y Tzuyu se le acercaron. Eso le hizo sonreír, por lo menos estaría acompañado.
-No sonreíste ni una vez, -le dijo Tzuyu, en un tono entre duro y preocupado. Se tensó visiblemente y ella lo miró con el ceño fruncido. -Nayeon me dijo que llegaste enfermo y que por eso tuvo que maquillarte.
Tzuyu tenía el mismo vestido y peinado que Nayeon, pero menos maquillaje. Tan solo un poco de base, rubor, mascara de pestañas y labial.
-Oh, -exclamó un poco sorprendido. Se relajó, soltando un suspiro sin pensar mucho en ello. - Si, lo estoy. Me siento un poco cansado.
Y no mentía. Apenas había dormido durante la noche, necesitaba lo más pronto posible un suspiro de toda la mierda que sentía.
Cuando entraron en el salón, Taehyung recibió con gusto el trago que ofrecían los mozos en la entrada, se lo bebió rápidamente, recibiendo un ceño fruncido de parte de Nayeon y Tzuyu. Le hizo sentir culpable, incómodo y un idiota, así que se alejó de ellas. Aunque conocía a la mayor parte de personas allí, incluido algunos familiares de Jimin, se sentía completamente fuera de lugar.
Se alejó constantemente de las personas y las evitó con su móvil o yendo a beber algo. Lo habían sentado con Lisa, Jennie y los chicos, Jin, Namjoon y Minjae. Los ignoraba, prestando le información de más a su teléfono o incluso, a su comida. Rozaba lo mal educado, pero Jennie, Lisa y Minjae lo sabían, así que lo entendían. Había hablado con su madre la noche anterior, no fue algo profundo, solo le preguntó si estaba bien y le aconsejó no ir, diciéndole que Jungkook lo entendería si le dijera la razón después. Solo le contestó el mensaje donde le pregunto si estaba bien, antes de ir a dormir
Por otro lado, Lisa y Minjae, por separado, habían intentado hablar con él sobre el tema y logró evitarlos hasta que los dos juntos se le acercaron en el bar. Lisa se cruzó de brazos, levantando una de sus cejas, Minjae solo lo miró.
-No deberías tomar tanto alcohol
-Debería tambien estar feliz por la boda de mi mejor amigo, -dijo en tono hostil, levantando una de sus cejas.- pero no lo estoy.
Una señora que se acercaba al bar, lo miró mal al escucharlo, con el ceño fruncido. Lisa lo reprendió con una expresión.
-Si sigues bebiendo te vas a arrepentir.
-Lisa, -casi gruño, soltando un suspiro. - ya estoy bastante mayor. Sé que mis acciones tienen consecuencias -Levantó una de sus cejas.- Ahora, si me disculpan, quiero estar solo.
Se levantó, sin hacer mucho ruido, y caminó hasta la otra punta del bar, sentandose en un taburete. No se tambaleaba pero tampoco caminaba del todo bien. Se notaba en sus pasos irregulares y torcidos que había tomado. Lisa solo lo suspiró y fue a sentarse. Minjae lo siguió.
-¿No crees que sería mejor irte? -le preguntó Minjae cuando se le acercó.- Puedo acompañarte.
-No puedo hacerle eso a mi mejor amigo, -soltó burlón, riéndose tan fuerte y cruel después que Minjae lo miró con los ojos grandes.
El salón se quedó en silencio, llamando la atención de todos y evitando que Minjae pudiera contestarle. Se apagaron las luces y uno de los reflectores se centró en Jimin y Jungkook, quienes todavía estaban sentados en la mesa del centro, mientras que el otro, se centró en el escenario. Se suponía que para esa hora la cena acabaría, Taehyung no había comido nada, evitando a su familia y amigos la mayor parte del tiempo en el bar. Pero a los demás invitados, les estaban sirviendo el postre.
-Ahora, queridos invitados, es el momento en que las personas especiales de los novios darán un pequeño discurso, -Se escuchó la voz del presentador, grave y fuerte.- comenzaremos con Yeonwoo, madre de Jimin.
Entonces la mujer se levantó, apenas siendo visible como una sombra para el resto, y caminó hasta el escenario. Y ya en el micrófono, dio un discurso sobre lo feliz que estaba por su hijo y su yerno. Contó la historia de como conoció a Jungkook, causando risas en todos y hasta en Taehyung, quien todavía recordaba con ternura la forma en la que Jungkook prácticamente temblaba de nervios y miedo.
Cuando la mujer terminó con su discurso, no hizo falta que el presentador llamara a Hyejin, ella inmediatamente que Yeonwoo bajó, subió al escenario. Leyó un poema sobre el amor, que hizo a Taehyung ponerlo de un peor humor, aun si eso era posible, y al terminar, dio un discurso, agradeciendo a Jimin y a su familia por todo. Contó como anécdota todas las veces que Jungkook habló sobre este día tan especial, su boda.
Lo nombraron para subir a decir unas palabras apenas Hyejin bajó del escenario. No debería haberlo sorprendido, después de todo, había escrito un discurso falso en parte hace días, pero lo hizo. Después de la discusión que había tenido con Jungkook no esperaba si quiera que lo quisiera en su boda.
Caminó hasta el escenario con tambaleos torpes, a punto de caerse cerca de unas tres veces. Los demas lo miraban con ceño fruncidos, algunos reian. Taehyung no se concentro en eso, no quería saber sobre la mirada decepcionante que seguro Jungkook le daba.
En cuanto la luz del reflector le dio directamente, fingió una sonrisa, con los labios cerrados y los ojos achinados. Soltó un suspiro, que no sabía, estaba reservando, y entonces, comenzó a hablar, lento y alargando las palabras.
-Todavía recuerdo el momento en que conocí a Jimin, -Levanto sus cejas, en una expresión irritada.- fue algo traumante y horrible para mi, especialmente para mi. Lo conocí de espadas, y generalmente, -Se interrumpió con una mueca. Divisó como Jimin tenía la mandibula tensa y Louis tragaba saliva, asustado.- puede ser algo que pase, -Se encogió de hombros.-ves a una persona por primera vez de espalda, se da vuelta y entonces, piensas hey que lindo tipo. Pero no, eso no fue lo que pensé, no porque no fuera lindo, sino porque estaba desnudo, follando a mi mejor amigo -soltó una risa,entre burlona y cinica.-A mi mejor amigo, del que estuve y estoy enamorado.
Hubo una pequeña conmocion, en donde los invitado murmuraban entre si. Taehyung solo pudo fijarse en Jungkook quien tenía una expresión de asombro y miedo al mismo tiempo.
Taehyung se aclaró la garganta fuerte, para llamar la atención nuevamente y cuando lo logró, continuó: -Lo peor del momento, fue que era mi cumpleaños y, -Hizo una pausa, en donde levantó una de sus cejas.- no cualquier cumpleaños, sino el día en donde había decidido que debía decirle a Jungkook hey imbécil te amo desde hace años, gracias por no darte cuenta. -Fingió una sonrisa.-Fue una fiesta grande, que él mismo organizó, invitó a sus amigos, a mis amigos y todos ellos, invitaron un par de personas más. Cuando tomé esta decisión, busqué a Jungkook por todos lados, en todas las habitaciones del que solía ser nuestro departamento cuando compartíamos. Fue algo duro encontrármelo en mi cama, follando con un tipo -soltó con otro tono, más duro y severo. Para ese punto, pudo ver como Jungkook tenía una expresión fija y de shock en el rostro, lagrimas corriendo por sus mejillas. -Solo me fui, claro, -se encogió de hombros.- al otro día recibí sus disculpas, su cuarto estaba ocupado cuando quiso ir allí. Le contesté no importa y ¿saben que voy a decir ahora? No importa -lo gritó pero en seguida, sonrió y volvió a su tono normal.- Aún lo amo pero no importa, se casó y felicidades.
Sonrió, de la forma más amplia que podía llegar a hacerlo en ese momento y bajó del escenario en seguida.
Los ojos le pesaban y su cuerpo estaba flojo, como si no fuera suyo. Estaba acostumbrado a tomar alcohol pero al parecer no a sentirse tan mal, bebiendo tanto.
Los invitados murmuraban entre ellos. Jimin le intentaba hablar a Jungkook pero él solo estaba mirando hacia el escenario ya vacío. El presentador, quien ya debía haber nombrado al siguiente a pasar, estaba callado. Taehyung se sonrió con orgullo y diversión al caminar de vuelta al lugar en la barra en que el que estaba sentado.
Quedó inconsciente antes de llegar.
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Annionghaseyo!
❝안녕하세요❞
Lo siento por la demora :c
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