LIAM:
Cuando me desperté, Annalise estaba a mi lado en la cama con ambos ojos cerrados y la respiración suave y relajada. Se había quedado dormida después de haber hecho el amor.
Eres lo más importante que me ha pasado en la vida.
Apreté los dientes con fuerza y me levanté de la cama al escuchar el sonido de su voz en mi cabeza. Tenía que ser un error, ella no podía decir eso, no a mi.
Salí de mi habitación para dirigirme a la cocina, necesitaba estar lejos de ella, necesitaba aclarar mi cabeza.
Desde que Danna llegó a mi vida la cambió totalmete, ella me brinda una felicidad que nadie me da y con ella puedo ser yo mismo sin ser juzgado .
Y por esa y muchas razones tengo que decirle la verdad, no quiero que sufra y creo que por eso fue que no le hable con sinceridad para no herirla pero llego el momento de ser sincero conmigo mismo... y con Danna.
DANNA:
Al despertarme pude ver que el Liam no estaba en la cama ¿se había ido?, me levanté y me coloqué la camiseta de Liam que estaba en piso.
Me dirigi al baño a hacer mis necesidades, me lave la cara y me cepille los dientes. El sonido de mi celular hizo que saliera del baño a ver quien podía ser.
Era un mensaje de Lisa
[« Hoy vamos a comprar los vestidos para el baile... ¿Te anotas? Puede ir con Liam. »]
Sin duda alguna iba a ir, per sabía que Liam no iba a querer ir, lo tenía que converser para que me acompañara a comprar un vestido para el baile y así el también aprovecharía y compraría el traje que llevaría al baile.
[ « Nos vemos en el mismo centro comercial de siempre en una hora »].
Ya faltaba poco para el baile de graduación, era un día muy importante para todos y no solo porque escogían a el rey y la reyna; si no que ers nuestro último año en la escuela era algo muy especial e importante para todos aquellos que estan por finalizar esa etapa en sus vidas.
Decidí ir a la cocina a ver que podía preparar de desayuno, mi estómago ya comenzaba a pedirme comida. Cuando llegué a la cocina me llevó la gran sorpresa Liam esta en la casa, y yo pensando que había salido. Estaba pasado frente a la cocina sin notar mi presencía.
- Buenos días, ¿como amaneciste? - dije acercandome a donde estaba el, y lo abrace por detras.
Pueden llamarme loca pero fue muy extraño cuando Liam ni me hablo, ni se movio al verme nada sencillamente estaba de espalda viendo hacia la nada. Me llamó mucho la atención y tomé la decisión de pararme frente a él a ver si así notaba mi presencia
Me pare frente a él, y no hizo nada ni me miro, ni me hablo nada no hizo nada, parecía un muerto.
- Liam ¿Que tienes? - me acerqué más para ver que tenía - ¿Te sientes mal? - le pase una mano por su frente para ver si tenía fiebre, pero no, estaba a temperatura normal.
- Danna ... necesito decirte algo - dijo quintando mi mano de su frente.
Me comencé a preocupa, en el tiempo que llevo conociendo a Liam no lo había visto hablar tan serio como ahora.
- Si dime ¿Que paso? ¿Que tienes?
- Con respecto a lo que dijiste ayer en la noche sobre que "Soy lo más importante que te ha pasado en la vida" ¿Era cierto?.
La pregunta de Liam me resulto un poco rara y no habló por hacer el enfasis en las comillas. No me esperaba tal pregunta, y no era porque no la sabía responder, sino que nunca pense que Liam se estuviera comportando como lo estaba haciendo por unas simples palabras las cuales eran muy ciertas.
- Cada palabra que te dije ayer eran ciertas, no me equivoque en ninguna Liam. Eres muy importante para mi.
- Pero es que Danna yo no puedo permi...
- No importa si no sientes lo mismo, no te voy a obligar a sentir algo que no quieres - dije acercandome a él - Pero mis sentimientos hacía ti son puros y bonitos y no tengo miedo a demostrarlos. - lo abracé como si mi vida dependiera de eso.
El me correspondió el abrazó al instante. Mis sentimientos hacía Liam era lo más puro y bellos que por primera vez en mi vida sentía por alguien, y en vez asustarme, lo único que quieria hacer era gritarlo a los cuatros vientos.
- Lisa y yo quedamos en que hoy vamos a comprar los vestidos para el baile de graduación
- Que bueno, ¿Y a que hora quedaron para verse?.
- En una hora, pero adivina que
- ¿Qué?
- Tu me vas a acompañar
- ¿Estas loca? Yo no tengo nada que buscar en un centro comercial
- Claro que si, el traje que te vas a poner para ir al baile.
- ¿Cual baile? Yo no voy a ningun baile.
- Claro que vas a ir, vamos a ir los dos.
- No.
- Por favor.
- No.
- ¿Por que no quieres ir?
- Nunca me han gustado los baile
- Pero esta vez si te va a gustar
- ¿Como estas tan segura de que si me va a gustar?.
- Porque vas a ir conmigo, y la vas a pasar genial.
Sonrió por mi respuesta.
- Anda vamos, por favor
Hubó un silencio entre los dos, y fue Liam quien de encargo de romperlo.
- Esta bien, vamos a ir al dicho baile de graduación.
Salté de emoción como una niña pequeña, había convencido a Liam de ir al baile conmigo.
*********💖💖💖********
Después de tres largas horas de compras intensivas, en la que Lisa me había hecho recorrer toda las tiendas de ropas del centro comercial, por fin ya habíamos terminado de hacer las compras. El vestido que compré para el baile, era muy lindo y sencillo a la vez, con unos hermosos zapatos y accesorios.
Me dirigí donde se encontraba Liam, sentandl en su motocicleta con una cara de pocos amigos.
- Hasta mañana - se despidió Lisa a lo lejos dejándonos solos.
Liam no había dicho nada en todo el día, y me empecé a preocupar cuando se subio a su motocicleta sin siquiera mirarme.
- ¿Por que estas tan serio? - quise saber.
Sin borrar la mueca que tenía, su mirada se clavó en mi, después sacudió la cabeza, como si no quiera hablar de ello. Arranco sin decir nada tampoco y me di cuenta que desta yendo extremadamente lento. Y cuando decía extremadamente lento, me refería a una comparación con su costumbre de conducir como un lunático. De hecho, en un semáforo en ambas se detuvo y me miró a través del espejo.
- ¿Te importa que nos paremos un momento en mi casa?.
- No, claro que no - murmuró extrañado.
Arrancó tan bruscamente como de costumbre, haciendo que tuviera que pegarme más a su espalda. Iba tan rápido que en cinco minutos estuvimos afuera de mi casa.
Me sentía extraña estar frente a mi casa otra vez, la última vez que estuve aquí las cosas no resultaron para nada facil.
Mi visita no era de cortecia ni nada de eso, yo solo quería invitar a mis padres a mi graduación y les vine a traer las invitaciones. Aunque nuestra relación de padres e hija estuviera mal, yo quería que estuvieran ahi.
Me dirigi a la puerta de mi casa, con pasos firme aunque por dentro me estaba muriendo del miedo. Tomé el timbre y pude ver con los dedos de mi mano estaban temblando.
¿Por que estoy tan nerviosa? Solo le iba a entregar las invitaciones y luego me iria y ya. ¿Que tan difícil podía ser.
Luego de unos segundo de espera, la puerta se abrió mostrando a Marta, la ama de casa. Su cara al verme fue de emoción y sorpresa.
- Señorita Danna, que alegría verla por aqui otra vez - susurró dandome un abrazo
- Gracias Marta - le correspondí el abrazo muy cariñosamente.
La señora Marta trabaja con mi familia desde que tengo memoria, ella era la que me cuidaba cuando era pequeña. Marta desde hace mucho tiempo dejó de ser ama de llaves y se convirtió en un miembro más de esta familia.
- ¿Quiere pasar?.
- No Marta, vengo de paso, ¿Se encuentran mis padres o mi abuela?.
- No señorita, salieron hace poco. - pude notar su tono de voz de tristaza.
No era de esperarse, mis padres nunca estaban en casa. Les dejaría las invitaciones con Marta y ella que se las entregue.
- Solo venía a entregarles estas invitaciones, son para mi graduación.- dije sacando las invitaciones de mi bolso y entregandoselas a Marta en la mano
- Yo se las hago llegar mi niña. - sujetando las invitaciones en su mano.
- También hay una para ti, así que te espero - le devolví la sonrisa - Ya me tengo que ir, pero fue un gusto volverte a ver Marta.
- Lo mismo dijo mi niña - me dió un abrazo de despedida, el cual estaba lleno de mucho cariño.
Regresé a donde Liam, me subí a la motocicleta y nos dirigimos a la casa. En pocos minutos estabamos entrando al departamento.
- ¿Me vas a contar porque estas tan serio? - inquirí.
Pero me ignoró completamente, se quedó de espaldas a mí pasandosé la mano por el cabello. Vi como agarrraba su móvil de la mesita de la sala y se lo metía en el bolsillo.
¿Que demonio le pasaba?.
- Me estás empezando a preocupar, Liam...
Se detuvo tan de prontó delante de la puerta de la entrada que me pregunté si había vuelto a dejar algo, pero no se movió.
- Danna tengo algo que me esta matando y no se como pue...
- ¿Que es eso que quieres decirme?
Hubó un silenció incomodo.
- Yo no se por donde empezar, es muy difícil decirte esto - su mirada se centro en la mía - Yo... no..no estoy seguro de ir al baile.
¿Enserio? Eso era lo que lo tenia así, no lo puedo creer.
- Liam, esta bien si no quieres ir. No te voy a obligar a ir a un lugar donde no quiera estas.
Casí ni lo había pensado cuando mis piernas avanzaron y mis manos buscaron sus mejillas. Me puse de puntillas y sentí sus labios apretados en una durs linea debajo de los míos. Fue un beso suave y delicado.
Cuando nos separamos la cara de Liam era todo una confusión, en el poco tiempo que había compartido con el había comenzado a darme cuenta de como adivinar lo que pensaba, y en ese momento paso de la confusión total a una sonrisa que casí consiguió derretirme.
Sus brazos me abrazarón por la cintura y esa sonrisa se amplió al ver que no me apartaba.
- Así que la fresita ha perdido la vergüenza para besar a un chico.
- No cualquier chico, a mi novio.
Sonrió.
- Eso suena tan lindo.
Cubrió mi campo visual de nuevo cuando se inclinó sobre mi besándome de nuevo. Sus labios seguían siendo suaves, pase mis manos por sus hombros y escuché que murmuraba algo, incitándome a seguir con mi exploración. Mis manos estaban frias y su cuerpo tan ardiente que se estremecía cada vez que las movía por su cuerpo. No pude evitar sonreir.
Nos separamos por falta de oxigeno, nos quedamos un rato en silencio hasta que sentí como una de sus manos rodeaba la mía y entrelazaba nuestros dedos. Lo miré, intentando capturar su mirada, pero estaba mirando nuestras manos como si temiera que algo malo saliera de eso. Le di un ligero apretón y apoyé mi cabeza en su hombro desnudo. El suspiró, apoyando su cabeza en la mía.
- ¿Puedo preguntarte algo? - quiso saber.
Asentí con la cabeza.
- ¿Que veías en Austin? - preguntó.
De todas las preguntas que estaba preparada para responder, esa, además de ser la más difícil, era la menos que esperaba. Me quedé unos segundos sosteniendo su mirada, dubitativa.
- Yo... - salió de mi boca - Siempre.. me pareció el chico perfecto, popular, bonito... no lo sé.
Mi respuesta hizó que torciera el gesto.
- No te tomaba como alguien que se fijara en esas cosas.
- Es que ahora me van más los tatuados de miradas intimidantes que nunca se que piensan y tiene una ligera inclinación por superar los límites de velocidad establecidos con una motocicleta grande y ruidosa.
El se rió y me miró.
- ¿Mi mirada te intimida?.
- Venga ya, no puede haber sido la primera persona que te lo ha dicho - reí.
- Como mi mirads intimida nunca nadie se había atrevido.
Se acomodo su camiseta y agarró las llaves, produciendo un suave tintineo.
- Vamos, subamos a mi motociclets grande y ruidosa.