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Ya en Hogwarts, tuviste que ingresar al gran comedor junto a los alumnos de primer año, para que te pongan en tu correspondiente casa.
Te sentías indescriptiblemente alta al estar junto todos ellos.
Los pelos se te pusieron de punta del nerviosismo, en eso supiste que era tu turno.
-Jazmín Emily Parker- pronunció la profesora McGonagall.
Te sentaste y la profesora te colocó el misterioso sombrero seleccionador.
- Difícil, muy difícil, es verdaderamente difícil - me susurraba aquel antiguo sombrero-
Veo una mente brillante, para nada como las demás. Llegarás muy lejos niña, pero donde te pondré.. -pronunció el sombrero.
Te quedaste pensativa.
Si el sombrero te pone en Slytherin, deberás volver a ver al idiota de Malfoy todos los días, pero tus abuelos desean más que nada que quedes en esa casa.
En eso, pensaste en Harry, Hermione y Ron, que están en Gryffindor y cuanto te gustaría estar con ellos.
Creo que ya se lo que quiero.
- Por favor, no en Slytherin- le susurraste al sombrero.
- Con que no en Slytherin?- dice el sombrero asombrado- En Slytherin llegarás muy lejos niña, lo tienes en tu cabeza- hace una pequeña pausa y vuelve a hablar-
Pero encuentro una gran valentía y un corazón sumamente bondadoso, así que te pondré en...
¡GRYFFINDOR!
No lo podías creer, era como un sueño hecho realidad, la emoción era tanta que casi no cabía en todo tu cuerpo, era definitivamente la casa que querías.
Todos los alumnos de Gryffindor aplaudieron y notaste a Harry muy feliz.
***
Ya todos estaban comiendo.
Te sentaste al lado de un chico llamado Neville, el cual fue muy amable y te dio una cálida bienvenida.
En frente tuyo, se encontraba el famoso trío de oro.
Luego de un rato, notaste a lo lejos una mirada penetrante que no te dejaba seguir comiendo.
Provenía de la mesa de Slytherin.
(Claro que no es tan difícil adivinar de quien era)
Draco Malfoy, el chico que acababa de insultarme de una manera indescriptible, me miraba y se le escapó una sonrisa.
Era tan patético, luego de insultarme hace como si nada hubiera ocurrido! Se merecía totalmente aquel puñetazo.
Terminaste de comer el delicioso banquete de bienvenida y decidiste dirigirte a tu habitación, en el camino un misterioso alguien te tomó del brazo.
Lo miraste directo a los ojos y al instante supiste quien era.
-Qué quieres ahora, Malfoy?- digo furiosa llamándolo por su apellido- acaso quieres insultarme de nuevo?
- Jaz, de verdad me siento como un idiota, jamás quise insultarte- dijo con un tono que parecía sincero-
Solo que Potter me saco de quisio y no pude controlarme.
- Aunque realmente me dolió, te perdono por esta vez, pero con la condición de que no volverás a llamar a ninguna persona de esa manera, aunque sea no frente a mi.
- Esta bien, lo intentaré- dijo Malfoy y te sonrió.
- Buenas noches, Draco- le diste un beso en la mejilla y finalmente te fuiste a tu habitación.
Draco se quedo embobado sonriendo.
Mañana seguro será un gran día...
***
Espero que les haya gustado!
Subiré otra parte hoy también 🥰