Keishuk. Anonadado con la información adquirida, vio que tenia nulas esperanzas de eliminar a aquella mujer, como también lograr que se uniera a su bando, sin embargo, el interés que tenia sobre la mencionada incremento; y este buscaría una forma para tener entre sus manos a aquella insolente mujer para su Rey.
Ryuumiko
El sol había salido finalmente, y con ello mi despertar, tome mi arco junto al carcaj de flechas para dar una simple práctica de arquería. Logre salir de la habitación sin despertar a ninguna de las jóvenes que yacían aún dormidas, con gran éxito.
Llegue a una zona algo desolada donde podía prácticar perfectamente sin ninguna interrupción.
Sentia tanta calma en este lugar, sin embargo ultimamente sentía que algo me faltaba, algo de lo que siempre he carecido y que no tenia el lujo de tener.
Me puse en posición para dar inicio con la práctica de una vez por todas, ya que mi verdadero objetivo era despejar mi mente.
Tome una flecha y la puse entre mis dedos y la cuerda, tensandola hasta mi mejilla; busque un punto para disparar y lo halle.
Una diminuta hoja de color amarillo dorado caía de uno de los árboles desde la lejanía, cayendo suavemente y siendo llevada por el aire.
Al ya tener mi objetivo, dispare sin más.
Mi flecha fue directamente hacia la hoja con la fuerza de un relámpago y quedar incrustada a un árbol junto al objetivo.
Estaba por lanzar otra flecha, sin embargo el sonido de una rama romperse me alertó de que ya no estaba sola.
Mire el origen del sonido encontrándome con el enmascarado que miraba mi práctica en silencio junto a la pequeña Ao.
No sabia con certeza cuanto tiempo llevaba haí.
El día de hoy estoy muy distraída.
Ryuumiko._ Oh... Shin-ah~san _ dije con una sonrisa dejando mi posición y mirar al Seiryuu _ ¿S-se te ofrece algo? _ hable con inexplicables nervios _.
Shin-ah._ Yona... y Kaya te buscan... _ hablo con tranquilidad el joven mientras sostenía a la pequeña ardilla.
Ryuumiko._ Oh... y... ¿Donde están ahora? _ pregunto la ojivioleta.
Shin-ah._ Ellas y los demás... están en las aguas termales _ respondió el enmascarado.
Ryuumiko._ Gracias... _ dijo la joven con una sonrisa, el espadachin asintió para luego retirarse; sin embargo algo dentro de mi no quería que se retirará _ Shin-ah~san... _ él se detuvo _ tengo una pregunta... _ dije acercándome hacia su persona.
Shin-ah._ ¿Mmm...? _ pregunto en una sola monosílaba para que prosiguiera.
Ryuumiko._ Yo... quisiera saber si... _ solte un suspiro deseando no presionar al enmascarado con mi pregunta, pero en verdad quiero conocerlo _ ¿algún día podría... ver tu rostro? _ .
El se quedo callado dejando un silencio sepulcral, él se mantenía pensativo con la mirada dirigida al suelo quedando centrado en sus pensamientos.
Queriendo romper el incómodo silencio prosegui.
Ryuumiko._ S-si no lo quieres hacer... l-lo entiendo... _ respiré profundamente y solte todo el aire que inhale _ se que aún soy una desconocida y una extraña para todos uste- _ el masculino me interrumpio.
Shin-ah._ No es eso... _ hablo nerviosamente _ sólo... no quiero hacerte daño... _ dijo esas últimas palabras con tristeza y temor.
De haí comencé a entender el verdadero problema.
Hace muchos años había escuchado que la aldea del dragón azul estaba subyugado ante el miedo por la reencarnación de su propio fundador.
Creían que el Seiryuu, el portador era un ser maldito, por un pequeño error causado al no saber como controlar aquel poder de doble filo, hizo daño a un ser de su pueblo, tacharon ese divino poder a una repudiable maldición y un gran temor en generación tras generación.
Creía que ese rumor era algo imposible y un disparate, pero ahora veo que me equivoque.
Y gracias a esa equivocación él había sufrido toda su vida gracias a su poder y la sociedad que lo rodeaba; aquel joven frente a mi nunca tuvo a alguien que lo guíe para controlar los poderosos ojos del Seiryuu.
Y para enmendar aquel error, sabía que hacer al respecto... sin embargo el precio para hacerlo era algo arriesgado, y lo más loco y no propio de mi aún siendo consciente de cual era el costo; era que no me importaba en lo más mínimo.
Ryuumiko._ Shin-ah... te entiendo perfectamente... _ él me miró _ y con lo poco que te conozco puedo jurar que tu no eres alguien que lastima a las personas con intención _ solte una sonrisa para tranquilizarlo, pero después comencé a estar nerviosa _ y-yo _ solte un suspiro sin creer lo que estava aponto de hacer, él se acerco lentamente a mi _ puedo ayudarte... a controlar el poder que tanto temes _.
Narradora
Mientras en otro lugar en las tierras de Kouka, en el extranjero, una joven de cabellos negros como el carbon, de piel Lívida y ojos ambar, silbaba una tonada oscura lleno de promesas de muerte y perdición, en un andar despreocupado y seductor.
En un lugar desolado lugar, precisamente en un bosque, ante las miradas de varios hombres, subordinados, que miraban aterrados los cuerpos de 15 de sus compañeros sin vida en el suelo y que ella les había dado fin con gran facilidad.
A la mujer estaba por cobrar otra vida, dirigiéndose al líder del grupo de hombres que la pelinegra asesino.
El hombre la miraba aterrorizado y temblando ante su precensia, cosa que hizo a la de ojos ambar sonreir satisfactoriamente por el miedo que le provocaba.
X._ ¡Le suplico que no me mate! _ gritaba suplicando por su vida e inclinandose a los pies de la mujer de manera rastrera y humillante _ le aseguro que matamos a esa mujer como lo pidió _ mintió el lider a la mujer.
Sin más la ojiambar guardo sus cuchillas y con una sonrisa seductora se acerco al hombre hasta levantarlo, para luego acariciar el rostro regordete del líder, calmandolo en un instante.
Fāo-lin._ Entonces se merce una recompensa... ¿No es así? _ dijo con vos jadeante mientras desnudaba uno de sus brazos, mostrando una hermosa y perfecta piel con un llamativo tatuaje de dragón encerrado en un circulo _ pero haí un pequeño problema _ dijo acercando a lo labios del líder.
X._ ¿Cua- _ la interrumpio la pelinegra besandolo con intensidad y fuerza.
El hombre se dejó ir por el embriagante besó que le proporcionaba la femenina, sin embargo el placer duro un segundo a uno lleno de dolor y agonía en el interior de su boca; y la razón, era que la de ojos ámbar al separarce del bandido le había arrancado la lengua con sus dientes, escupiendo el pedazo de carne hacia el sucio suelo.
El líder gritando agónico, ahogándose con su propia sangre que era causado por la emorragia de su ahora inexistente lengua; la joven asesina con sus labios manchados de la sangre del masculino sonreía de manera sádica y malvada.
Tomo el regordete cuello del hombre estrujando con fuerza entre una de sus manos acabando lentamente con el poco aire de sus pulmones, mientras esté la miraba aterrorizado.
Fāo-lin._ Ella aún sigue viva... _ dijo con irá la mujer aplicando mayor fuerza en su agarre _ y este tatuaje en mi brazo lo demuestra... _ se lamió los labios limpiando la sangre que había en ellos mientras sonreía con locura _ por lo que al errar con tu cometido, como también en tener la osadía de haberme mentido... _ se acercó al rostro ensangrentado del líder, mostrando un inhumano brillo en sus ojos con las pupilas alargadas _ pagaras con tu vida y la de tus hombres _ finalizó torciendo su cuello abrupta mente dándole una mísera muerte.
Los hombres al ver aquella escena con gran terror en sus rostros al escuchar las diabólicas risas de la pelinegra.
Fāo-lin._ Ahora... ¿Quién sigue? _ dijo la mujer mostrando una oscura aura que la rodeaba junto a una viperina mirada.
Todos, sin expresión alguna, miraron aterrorizados directamente a los ojos de la pelinegra.
Grave error.
La de ojos ambar dio comienzo en la utilización de su poder, adentrándose y manipulando las mentes de sus nuevas victimas. Cada uno de los hombres gritaban de desgarradora forma, sin mover un solo músculo de su cuerpo y sudando frío por el pánico que tenían.
La mujer satisfecha con la escena que había montado, llenando las mentes de los bandidos con escenas terriblemente horrendas y llenas de las más crueles pesadillas que jamás habían existido.
Con un movimiento de mano controlo el cuerpo de cada uno, haciendo que entre ellos se dieran fin con sus propias armas.
Patético.
Pensó la mujer retirándose del lugar, dejando una gran a masacre tras de ella.
Fāo-lin._ Si algo quiero que salga bien, lo tengo que hacer yo _ dijo caminando en direccion al Este _ No me importa cuánto me cueste... te matare _ dijo con una sonrisa para seguir con la busqueda de su maestra.
Holis mis amadas lectoras 😄 disculpen la tardanza con el capitulo, por lo que para recompensar la ausencia de mi historia daré otro capítulo, como también un especial para responder preguntas sobre los poderes de Ryuumiko, Kaya y Fāo-lin.
Si les a gustado el cap voten 🌟 y comenten que les ha parecido 😄.
Sayonara.
~ Lunaldyhm Fuera ~