EL MANUAL DE LO PROHIBIDO. »...

Por hemmo_sykes01

2.1M 161K 48.2K

-Adaptada, terminada. Más

Sinopsis
Capítulo uno.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.
Capítulo cinco.
Capítulo seis.
Capítulo siete.
Capítulo ocho.
Capítulo nueve.
Capítulo diez.
Capítulo once.
Capítulo doce.
Capítulo trece.
Capítulo catorce.
Capítulo quince.
Capítulo dieciséis.
Capítulo diecisiete.
Capítulo dieciocho.
Capítulo diecinueve.
Capítulo veinte.
Capítulo veintiuno.
Capítulo veintidós.
Capítulo veintitrés.
Capítulo veinticuatro.
Capítulo veinticinco.
Capítulo veintiséis.
Capítulo veintisiete.
Capítulo veintiocho.
Capítulo veintinueve.
Capítulo treinta.
Capítulo treinta y dos.
Capítulo treinta y tres.
Capítulo treinta y cuatro.
Capítulo treinta y cinco.
Capítulo treinta y seis.
Capítulo treinta y siete.
Capítulo treinta y ocho.
Capítulo treinta y nueve.
Capítulo cuarenta.
Capítulo cuarenta y uno.
Capítulo cuarenta y dos.
Capítulo cuarenta y tres
Capítulo cuarenta y cuatro.
Capítulo cuarenta y cinco.
Capítulo cuarenta y seis.
Capítulo cuarenta y siete.
Capítulo cuarenta y ocho.
Capítulo cuarenta y nueve.
Capítulo cincuenta.
Capítulo cincuenta y uno.
Capítulo cincuenta y dos.
Capítulo cincuenta y tres.
Capítulo cincuenta y cuatro.
Capítulo cincuenta y cinco.
Capítulo cincuenta y seis.
Capítulo cincuenta y siete.
Capítulo cincuenta y ocho.
Capítulo cincuenta y nueve.
Capítulo sesenta.
Capítulo sesenta y uno.
Capítulo sesenta y dos.
Capítulo sesenta y tres.
Capítulo sesenta y cuatro.
Capítulo sesenta y cinco.
Capítulo sesenta y seis.
Capítulo sesenta y siete.
Capitulo sesenta y ocho.
Capítulo sesenta y nueve.
Capítulo setenta.
Epílogo
Narra Shawn.
Nueva novela.

Capítulo treinta y uno.

26.9K 2K 762
Por hemmo_sykes01

Shawn y Sharon se separaron y sus bocas volvieron a ser dos. Algo dentro tironeó mi corazón.

-Perdón-dijo Cam, ya que yo me había quedado sin voz.

-Oh, no te preocupes, Cam-se levantó Sharon del sofá y se acercó-. ¿Ya te vas?-preguntó, medio consternada.

-Sí-dijo él.

Me empujó discretamente por la cintura, mientras que yo me esforzaba por borrar mi rostro afligido. Medio reaccioné. Seguí a Cam hasta la puerta y él notó mi reacción.

-Nos vemos luego, chicos-dijo Cam y dijo adiós con la mano a Shawn y a Sharon. Entonces se acercó a mí y me plantó un beso tierno cerca, muy cerca de los labios, rozando sólo la orilla y antes de que se despegara demasiado de mi rostro me guiñó el ojo.

Me quedé parada allí, analizando lo que Cam acababa de hacer, o mejor dicho, el porqué lo había hecho.

-Adiós-musité por fin y luego cerré la puerta tras ver la sonrisa de Cam.

Me giré y los ojos inquisidores de Sharon me acusaron mientras que los de Shawn me miraban como si estuviesen furiosos. Pero eso era imposible, ¿no? No puede enojarse tanto por una estúpida rosa. Porque… esa era la razón, ¿no?

Se limitó a intimidarme y cuando lo notó dejó de hacerlo y bajó la mirada.

-¿De qué tanto hablaron tú y Cam?-preguntó Sharon, la curiosidad que siempre había existido en ella ahora me resultaba extrañamente fastidiosa.

-De nada importante, ya sabes-me encogí de hombros-, su tía, la cena-dije, divagando un poco- ¿Sabes? Voy a ver si tenemos correspondencia-inventé, para poder escapar un rato de aquel incómodo momento.

-Pero…

No dejé que Sharon terminara e interrumpí el sonido de su aguda voz cuando la puerta me colocó del otro lado, suspiré y bajé con lentitud las escaleras, necesitaba un poco de aire fresco. Llegué hasta el último piso y revisé en el cajón marcado con el 312 para ver si teníamos correspondencia, no había nada más que unos cuantos folletos de publicidad sobre cuentas de banco, a lo poco que pude entender. Arrugué los papeles y los hice una bolita mal hecha, luego salí del edificio y me senté en las escaleras de la entrada en donde deposité las bolitas de papel a un lado, me llevé ambas manos a mis ante brazos, esta noche había decidido teñirse de un azul oscuro y gélido aire. Suspiré, haciendo que el vapor saliera de mi nariz y chocara con el frío.

La puerta se abrió a mis espaldas y antes de que pudiera articular algún pensamiento, su voz me distrajo.

-Necesitamos hablar-me dijo Shawn haciéndome pegar un brinco, su tono era un poco áspero y cuando me giré a mirarlo, se esforzaba en ocultar un rostro medio colérico, pero la máscara no resistía muy bien.

De pronto me asusté. ¿Tan mal se había tomado que yo le haya dado la rosa a Sharon? Le miré con ojos angustiados.

Se sentó a mi lado, allí en el frío cemento de las escaleras desgastadas de la entrada y el contacto con su piel me produjo un tierno calor cuando pegó su brazo y hombro al mío.

-¿Qué sucede?-pregunté.

-¿Qué fue eso?-me dijo, con el mismo tono de voz.

-¿Que fue qué?-esto parecía un juego de palabras.

-Eso, con Cam, ¿por qué te besó?

Me solté a reír de puro nerviosismo, yo pensando que él me daría una buena amonestación por lo de la rosa y, ¿me sale con eso?

-No me besó-dije.

-¿Entonces cómo le llamas al hecho de que él haya pegado sus labios a los tuyos?

-¿Qué?-reí aun más y al parecer a Shawn no le hacía mucha gracia- Cam no me besó, no en los labios, al menos. Fue sólo un beso de amigos.

-Pues no parecían amigos-farfulló.

-Mendes, pareces mi padre-dije, medio molesta por tener que darle explicaciones y la risa se volvió una línea tensa en mis labios.

Shawn suspiró y decidió mejor cambiar de tema, aunque no de tono de voz.

-¿Por qué le diste la rosa a Sharon?-preguntó.

-Porque ella es tu novia, Shawn-dije, aunque me haya dolido rectificar aquello-. A ella es a quien debes de darle rosas, osos de peluche o lo que sea.

-Pero yo te la quise dar a ti-insistió.

-Y yo no iba a decirle a Sharon eso, ¿o sí?-suspiré-. Shawn, ¿por qué te molestas tanto con las cosas que hago? ¿Por qué te importa que le haya dado la rosa a Sharon e inventado una excusa para salvarnos el pellejo? ¿Por qué te molesta si Cam me besa o me lleva un ramo de flores?

Se quedó en silencio un rato, mirando hacia delante con el ceño fruncido y sus labios formando una línea.

-No lo sé-musitó-. Tengo que irme-se levantó rápidamente y caminó hasta su Hybrid negra y subiendo a ella condujo hasta desaparecer calle abajo.

Me quedé sentada allí, sin saber bien qué había ocurrido hace unos minutos; era la clase de desconcierto que hace que te duela la cabeza y sentir cómo si tus pies volaran lejos del planeta Tierra. ¿Por qué Shawn había actuado así? A no ser que… no, claro que no. Eso sería imposible.

Suspiré agobiada, si Shawn había malinterpretado todo, seguro Sharon también y ahora, aunque no tenía ganas de mantener una conversación para mentirle más a Sharon y sonreírle condescendientemente, tenía que pararme enfrente de ella y darle el mismo sermón que le dí a Shawn, el de “Cam y yo sólo somos amigos”.

Me levanté desganada y abrí la puerta del edificio, conduciendo mis pies escaleras arriba hasta llegar al tercer piso y al departamento 312. Suspiré de nuevo antes de entrar, rogándole a Dios tan sólo un poco de ayuda, Sharon podía llegar a ser realmente persistente.

Abrí la puerta girando la dorada perilla y visualicé a Sharon mirando TV desde la cocina; mientras intentaba recalentar en el horno un pedazo de pizza del día jueves. Cuando me vio entrar se giró hacia mí y me sonrió de gran manera haciéndome ver sus dientes medianos y blancos, tan fuertes como un roble.

Traté de sonreír.

-¿Por qué la gran sonrisa? ¿La pizza no se te quemó hoy?-bromeé.

-Aay-se quejó como niña pequeña-. Eso sólo fue una vez y hace ya varios años-dijo y rió, dejando escapar el sonido levemente gutural de su risa.

Me tuve que reír también, recordando aquella escena de la pizza quemada en casa de su abuela, cuando teníamos diecisiete años.

-Bueno, pero no es por eso porque sonrío-me dijo-. Tú tienes algo que contarme-levantó las cejas una y otra vez.

-¿Cómo qué?-me hice la que no sabía.

-No sé, tú dime, algo que tenga que ver con un chico , llamado… ¿Cam?-tanteó.

Puse los ojos en blanco.

-Sharon, ¿cuándo vas a entender que entre Cam y yo sólo hay una bonita amistad? Ya aclaramos el punto y ambos estamos bien siendo amigos.

-Pero yo vi…

-Un beso, ya sé-la interrumpí, de nuevo poniendo los ojos en blanco-. Shar, pero ese no fue un beso en la boca, fue en la mejilla, cerca, pero fue de amigos, nada más-dije.

Se quedó en silencio como por tres segundos y luego exhaló.

-Eres aburrida-dijo y se giró para ver su pedazo de pizza girar en el plato de vidrio, dentro del horno.

-El hecho de que no me guste Cam no quiere decir que sea aburrida-me defendí.

-No, pero desde que llegaste a Venecia, no has salido con ningún chico-me dijo-. A menos que…-se giró de nuevo y me miró, la sonrisa volvió a expandirse por su rostro- ¿Te gusta Jay?-preguntó.

-¿Qué?

-Pues, no sales con más chicos, vas de aquí para allá pero no sin las mismas personas: Cam, Jay, tu amiga la de los Agnelli e incluso Shawn.

Algo me estrujó el estómago cuando dijo su nombre.

Seguir leyendo

También te gustarán

522K 71.2K 68
Los Señores de los Dragones, como Bakugou, son seres longevos que amaestran dragones y dedican sus días a luchar, dormir y amasar enormes tesoros. La...
411K 41.6K 106
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
10.1K 787 38
Elise Bee se estremece como las campanas, cada vez que escucha tu nombre.
16.4K 892 12
Estas son otras cartas de Tris a Tobias. Aquí habla sobre algo que pensé que sería hermoso usar aquí, sobre como avanza su otra vida con su famil...