Como un pajarito

Como un pajarito que canta en la rama del naranjito de mi terraza. Que le canta a la vida, al sol, al aire, al mar, al amor. Que le canta a aquellas personas que lo aman, y a aquellas que no demasiado. Pero es algo tan puro y tan sencillo, tan precioso y simbólico. Es casi como el canto de un alma, como el río que va a desembocar en el mar más bonito jamás visto. Un mar esmeralda centelleante de día, de luna y estrellas de noche. Y de noche la luz se alzará sobre todos y cada uno de los árboles que te rodean. Y cada animal sentirá el amor que les quieres brindar, y te lo darán a cambio. Porque la naturaleza no juzga, simplemente es. El amor del verde y del agua, de los animales y el sol, es un amor tan puro y honesto que nunca te hará sentirte solo, ni siquiera en tus peores momentos. Siempre estará ahí, para ti, para recordarte como de sencillos somos y que bonito puede la vida llegar a ser. Como un canto, una melodía, un atardecer y un pajarito pueden darte esa felicidad que tanto tiempo has estado buscando. Y, de repente, en un instante, ya eres muchísimo más feliz, porque el miedo ya no te aprisiona. Porque ahora ese sufrimiento se ha convertido en fuerza, y te ayuda y siempre está contigo, y solo tu sabes qué sientes y como de feliz eres, y lo agradecido que estás porque la naturaleza esta siempre contigo. Y lo agradecido que estás de poder compartir esa calidez con otros. Irradiarla, transmitirla, hacerla real. Apoderarte de ella y quedarte con ella para siempre, sin condiciones, sin ataduras, simplemente como un calor que se mantiene cerca de ti, que te mantiene con los pies en la tierra. Que te libra del miedo, y de la incapacidad. Que te libra de la infelicidad. Que te hace sentir viva y te regala cada momento que no has sido capaz de ver. Y te regala la fortaleza por la que tanto has luchado, para convertirte en guerrera, y en guerrera te conviertes para poder vivir en paz, en harmonía. Y exploras todos aquellos talentos que de ti surgen tan naturalmente, y tienes la oportunidad de que merezcan la pena.