Capítulo 01
~Día a día~
Martes, 30 de diciembre.
Oscuridad.
Es lo único que ve nuestra protagonista. Negro, denso, frío, sin principio o final. No hay nada más que silencio y un vacío interminable en el pecho.
El llanto no cesa, sólo crece con el pasar de los minutos.
La soledad duele.
Y como todas las veces: Una luz se forma delante suyo. Luminosa, brillante y grande. Poco a poco se convierte en una silueta femenina. Una pequeña esperanza disipa el dolor, un cariño correspondido y grande se forma en el pecho, aplacando el vacío. Ella da la vuelta, es Lizbeth, con la enorme sonrisa cariñosa de siempre, mostrando aquella reluciente y perfecta dentadura. Llena de vida. Muestra un amor puro y sincero.
Fraternal.
Su única compañera. Su única amiga.
Como siempre esa silueta luminosa abre los brazos, una invitación silenciosa, el cuerpo se mueve solo a la hora de caminar. Ella se acerca a su fiel amiga y la abraza fuertemente. Ambas se demuestran el amor puro que se tienen con solo un abrazo amistoso.
Sonríe.
Pero esta vez algo raro sucede: Una nueva luz se enciende más adelante. Ellas se separan lentamente y su amiga, muy sonriente, toma su mano y la guía a la nueva luz. Otra vez el cuerpo se mueve solo a la hora de caminar, acercándose confundida y extrañada.
La luz muestra un brillo inigualable, casi la ciega a medida que se acerca, poco a poco se transforma en una silueta luminosa, una masculina. Alto, ancho y un aura que raramente le inspira confianza y seguridad.
Esta silueta gira lentamente...
El despertador funcionó de maravilla. Frunce sus cejas castañas, adaptándose a la tenue luz que ingresa por las cortinas.
Alexa bosteza perezosa, estirando los brazos, con la esperanza de que algo nuevo suceda y cambie su aburrida rutina, esta vez con un extraño sentimiento en el pecho.
Algo sucederá pronto, esta segura.
Como siempre ese maldito sueño le advierte de algo. Desde los 15 años irrumpe sus noches y atormenta su alma. Cualquiera desearia tener una fiesta de 15, ella recibio una maldición aquella noche. Siempre matandola por dentro.
Como aquella vez; Cuando la silueta de sus padres desaparecio. No supo que significaba a pesar de llevar 3 años con ella, sin embargo, la respuesta llego al día siguiente con un par de policías a su casa, cuando sus padres no regresaron de su trabajo. Murieron en un accidente de tránsito. Un maldito borracho se le ocurrió dormir en su auto llevándose el de sus padres consigo.
Siempre ese sueño o mejor dicho, premoniciones, le advierte cosas mas nunca aparece una nueva silueta como esta vez. Jamás una brillo tanto como esa.
Se levanta perezosa de la cama, abriendo con lentitud aquellos ojos azules que enloquecerian a cualquiera, hipnotizantes y serios.
A las 7:00 am Alexa ya esta lista. Enfundada en un elegante traje negro, con el pelo cayendo a cascadas sobre su espalda. Sube a su auto sin mucho apuro y conduce por el mismo camino que sus padres tomaron pero nunca regresaron. Este camino es mas largo cada vez que ve el semaforo donde sus padres se marcharon de este mundo.
Una rápida mirada y sigue con su camino. Aprendió que llorar no servía de nada, que aunque rogara y suplicara, aún cuando fuese la persona perfecta no existían milagros.
Un par de minutos son necesarios para llegar a la sede de su imponente y gran constructora. Esa constructora que sus antepasados levantaron con mucho esfuerzo, esa constructora que heredo de su padre.
La prepararon para una enorme responsabilidad desde niña, inculcada por los mejores maestros. Preparada para cargar ese peso en sus hombros.
Sin embargo, esa responsabilidad llego pronto. Ella heredaria esa empresa a los 23 años de edad. Cuando se graduara como Ingeniera en Administración de Empresas, Arquitectura, Negocios internacionales, Ingeniería Comercial y Contador Auditor.
Pero todo se fue a la mierda con ese loco borracho, ese insensato que huyo de casa de sus padres para drogarse con sus amigos. Asi es, ella investigo todo. E hizo pagar al culpable.
Ella olvidó sus prendizajes para cruzar y crecer ante todos, para ser la mujer empoderada que era. No le importo empujar y pisar a machistas de mierda, no le importo que la vieran como un pedazo de carne y murmuraran a sus espaldas, ella creció y derrotó a sus oponentes.
Su semblante se volvio serio y nada sonriente. Se volvio tajante y se hizo respetar. Muchos dudaron si esa chica de 18 años podria con todo, pero ella les cerro la boca a todos. Con esfuerzo lo logro. Con su amiga de apoyo. Su unica e incondicional amiga.
Salió de su auto con un aura imponente y autoritario, mantuvo la espelda recta y el mentón alto, camino con elegancia entre todos. Con esa mirada que denota seriedad.
Entra al ascensor y pulsa el botón al ultimo piso donde se encuentra su oficina. No tarda tanto en volverse a abrir y ella salir hacia su oficina. Su secretaria, Tiara, le alcanza una carpeta con algunos informes y algunos nuevos proyectos por aprobar.
-Brandon exije una reunión con usted para realizar una obra en Canadá, quiere que usted misma realice los planos. -Avisa caminando a su lado y entrando con ella a su elegante oficina.
Ella suspira y se deja caer en su asiento de mala gana.
-Sus míseros proyectos y palabras banales no nos sirven para nada. Dile que no. -Finaliza empezando con los contratos por realizar.
-También tiene que ir a supervisar el proyecto que pidió Elsa Osorio. Esta en pasos finales. -Habla la castaña con las manos al frente y viendo a su jefa.
Suspira otra vez.
-En 10 minutos iremos. Este proyecto tiene que terminar en una semana e impecable.-Ordena.
Su secretaria asiente y se retira. Unos segundos después la puerta es abierta y un par de tacones resuenan mientras se acerca.
Solo había una persona que entraba sin tocar.
Alexa levanta la cabeza para encontrarse con su gran amiga sonriente y con un proyecto entre manos.
-¡Mira! Creo que Rafael tiene mucho talento. Lo encontré en su escritorio muy bien guardado.-Lo extiende en el escritorio irrumpiendo su lectura.
Era cierto.
Rafael tenía mucho talento y esperaba que los años que faltaba para que su carrera termine pasarán rápido. Él era su asistente personal, era huérfano y trabajaba para costear la universidad, estudiaba arquitectura y esperaba trabajar allí.
-Deja de usmear entre las cosas de la gente.-Murmuro doblando otra vez el plano y entregándoselo. -Y por favor, devuelselo.
Lizbeth la miro mal.
-Yo les devuelvo sus cosa...
-Al años después de tomarlas. Esto es importante. Rápido que tengo que revisar la obra para Elsa. -Toma una carpeta de su escritorio y rodea el mismo dirigiéndose a la puerta.
Lizbeth la sigue.
-¿Te refieres a esa mujer gruñona que me grito cuando interrumpí tu reunión con ella?-Alexa asiente. Ella hace una mueca de desagrado. -Hazme un favor, que el techo caiga sobre ella. No me agrada la maldita. Se cree la reina del mundo y me menosprecio con la mirada. ¡Por favor, si estoy más buena que ella!
-Tu hiciste lo mismo. -La miro sobre su hombro.
-Por favor, nadie extrañará a ese ogro.
(...)
-Todo marcha en orden. Solo necesitamos perfeccionar y listo. -Dijo el encargado de la obra cuando las preguntas llegaron.
Alexa avanzo junto a Tiara por la construcción casi concluida guiada por el encargado.
-Que todo quede impecable. La inauguración es en una semana y Elsa no perdonara una falla.-Dijo admirando su proyecto.
Ella había hecho los planos personalmente, como la gran arquitecta, un monto que muchos no alcanzaban a costear por sus valiosas obras. Elsa Osorio había sido una clienta bastante inconforme y exigente, lastimosamente.
-Lo estara, no se preocupe.-Dijo el hombre orgulloso de su trabajo.
Trabajar con ella era grato y se sentía orgulloso de ser uno de los encargados personales de sus obras. Sus proyectos eran maravillosos y la paga inigualable.
-Bien, creo que eso es todo.-Dio por concluido su visita saliendo del pronto edificio exclusivo de modas.
A Alexa no le llamaba la atención esas cosas, no obstante, su gusto, orgullo y crianza la obligaban siempre a lucir impecable y hermosa a la vista.
Se quito el casco de protección y se lo entrego al encargado antes de ir rumbo a su auto junto a Tiara, su fiel y enamoradiza secretaria.
-¿Está todo listo para el bufet de año nuevo? -Pregunto en el auto uniéndose al tránsito mañanero.
Todos los años era una costumbre realizar un gran bufet para todos sus trabajadores, así como también una pensión extra y una fiesta alucinante. Por algo trabajar para ella era considerado un lujo. No sólo por la grata vista que ofrecía, sino por los beneficios que daba. Tener en su curriculum el haber trabajado para ella, era trabajo seguro.
-Si, la señorita Lizbeth se encargo de todo. Dijo que este año sería recibido a lo grande.-Como todos los años. Pensó Alexa.
-Observa los preparativos de serca, no vaya a ser que nos embriage como el año pasado. -Aviso.
Aún recordaba el inicio de año anterior, Lizbeth trajo bebidas fuertes y embriago a todos sus trabajadores. Sino fuera por que terminó confesando todos habrían tenido un año nuevo muy pesado.
Tiara río un poco.
-No se preocupe, esta vez no sucederá.-Afirmó.
Unos minutos después llegaron a otra obra bajo su cargo, una mas pequeña que la anterior pero de igual prestigio. Esta apenas iniciaba y tenía que ver si los inicios iban bien.
-Bienvenida, Señorita.-Saludo el encargado de la obra.
Un señor bastante alto y con canas por todo su pelo. Trabajo anteriormente para sus padres y la respeta mucho. Le gustaba que respete y ponga en alto los apellidos de las personas que lo ayudaron mucho: Deiby Kittel y Aleysa Dalaras. Aunque odiaba no ver en ella la hermosa sonrisa de su madre.
Todo estuvo en orden y pronto estuvieron de vuelta en la sede principal de la Constructora K.
Rafael la esperaba en su oficina, con un café sin azúcar con un poco de leche condensada y un par de carpetas entre sus manos, al verlo inmediatamente recordó cuando lo conoció.
Lizbeth siempre ayudaba a algunos horfanatos del país, él le pidió ayuda una vez cumplió la mayoría de edad para trabajar y mantenerse por sí mismo para no ser una carga para el horfanato, Lizbeth lo llevó consigo y le dio un trabajo como su asistente personal.
Cuando Danielle, asistente personal de Alexa, ya no podía ayudarla por su embarazo y era mucho trabajo para su secretaria, Rafael la ayudaba en cuanto podia. Un año después era su asistente personal a pedido de Alexa. Le encantó el empeño que hacía el joven, y más aún cuando su sueño era trabajar para ella como arquitecto.
-Señorita, la asistente de Brandon llegó hace unos minutos, exije su presencia. Dijo que el señor Brando costeara lo que usted pida solo si lo personalmente. -Informó con mucho respeto.
Él la admiraba muchísimo, la pelirroja que siempre lo ayudó hablaba cada que podia de ella. Siempre había sido su ejemplo a seguir.
Alexa se dejó caer en su asiento y bebió un poco del café tibio, trabajaba un año y medio para ella, la conocía tan bien. Sabía que odiaba las cosas demasiado dulces, prefería algo salado, mas el pie de maracuya era la excepción.
-Dile que no. No me reuniré con ella ni con Brandon, tiene un historial y solo mancharia nuestros nombres.-Demando firme y abrió una carpeta muy molesta.
Hace un par de días Brandon Lopez insistia por una reunión, quería una obra suya en Canadá. Sin embargo, el historial de ese hombres le ponían los vellos de punta.
-Se lo haré saber. -Dijo y avanzo hacia la puerta.
Alexa recordó lo que Lizbeth le había mostrado. Tenía talento pero era tímido mostrando sus obras. No era la primera vez que la pelirroja encontraba un plano con obras muy bien hechas.
Tiara entró cuando Rafael salió con una enorme carpeta bajo el brazo.
-La asistente de la señora Elsa Osorio le trajo esta invitación. -Dejó a un lado la carpeta para entregarle una pequeña invitación dorada.
Alexa rodó los ojos y ni siquiera la abrió. Estaba segura que era una fastidiosa invitación a la inauguración de su obra, asistiría sólo por que era su deber.
-Cameron Styles pidió una reunión para el 03 de enero.-Informó Tiara mordiendo su labio inferior mientras observaba la foto de su historial.
Alexa asintió.
Mientras su historial esté limpio las reuniones y proyectos con la Empresa Constructora K. eran válidos. Abrió la carpeta e inició su día a día como la Directora Ejecutiva que era.