Atypical [Extraordinary #02]...

By heytrebol

90.5K 2.5K 1.9K

"-Tal vez soy demasiado joven para decirlo, pero siempre serás el amor de mi vida." More

Prólogo
Capítulo uno [El bebé pájaro vuela de su nido]
Capítulo tres [Conociendo al 'Dios griego']
Capítulo cuatro [Compañeros]
Capítulo cinco [Discusiones]
Capítulo seis [El amargado, el bromista y el raro]
Capítulo siete [¿Salir contigo?]
Capítulo ocho [Problemas y preguntas]

Capítulo dos [Un gran, graaaan problema]

3.1K 278 185
By heytrebol

Canyon Moon—Harry styles.

No es que a Louis le gustase ser la clase de padre que es atosigante con su hijo y lo mantiene dentro de una burbuja, pero sí tendía a ser sobreprotector, sacando a relucir su instinto paternal siempre que la ocasión lo requiriese. Por lo que observaba constantemente la hora mientras estaba sentado en la sala con la mirada puesta en el recibidor. Harry se sentó a su lado, notando claramente la preocupación que Louis demostraba.

— ¿Puedes calmarte? Dylan se fue hace veinte minutos, él sabe que tiene que volver antes de las diez, confía en él.

Aun cuando su esposo le habló, él no quitó la mirada del recibidor.

—Por supuesto que confío en Dylan, en quien no confío es en Leila—soltó con voz mecánica.

—Leila es una buena chica.

—No digo que no lo es, pero siempre mete a Dylan en problemas ¿Te imaginas lo que harán solos en ese internado? —preguntó con tono preocupado a la vez que despegaba sus ojos azules de la puerta para mirar a Harry.

Este último tomó una fuerte bocanada de aire.

—Te recuerdo que yo dirijo ese internado y que estaré ahí para cuidarlo, pero no me pidas que lo vigile o que no lo deje salir.

Louis hizo un sonido de frustración y volteó hacia otro lado, por lo que Harry sabía bien lo que debía de hacer. A veces Louis debido a su condición podía pasar por ser un poco necio y un terco de primera. Con el tiempo Harry había aprendido la manera correcta de comunicarse con él para que entendiese sin rechistar.

— ¿No te sentiste bien cuando tú comenzaste a vivir tu vida? Tú y yo sabemos que no podemos protegerlo del mundo, Dylan tiene que saber lo mala y buena que puede ser la vida, tiene que descubrir el mundo él sólo.

No parecía muy contento con esas palabras pero sabía que tenía razón, así que después de un momento en donde guardó silencio, se decidió por hablar dando su brazo a torcer y acercando su cuerpo al ajeno.

—Lo sé, es sólo que me da miedo que sufra las mismas cosas que tú o que yo—se abrazó un poco más Harry, quien se inclinó y plantó un beso en su frente.

—Pasará malas experiencias porque así es la vida, pero Dylan es inteligente y responsable, estoy seguro que en este momento tiene que estar divirtiéndose sanamente con Leila.

✧━━━✧☾☼✧━━━✧

— ¿Puedes conducir más despacio? ¡Joder, Leila! —grité en cuanto ella tuvo que girar mucho el volante para evitar otro auto, Tom reía a carcajadas desde el asiento trasero mientras disfrutaba de su helado y ella parecía fingir que estaba en una película de rápidos y furiosos —. ¿Qué no íbamos por un helado y ya?

Habíamos ido a la heladería, pero de regreso ella había tomado otra dirección que no iba hacia mi casa y ahora temía por nuestras vidas.

—Dije que iríamos por un helado pero nunca dije que saldríamos solamente por eso—apuntó ella con una sonrisa un poco maliciosa.

— ¡Tenemos a un niño de ocho años con nosotros! De hecho ¡Tenemos dieciséis años, nosotros también somos niños!—grité, ella giró el auto hacia la izquierda con tanta rapidez que me pegué hacia la puerta. Tom rió aún más fuerte.

— ¡Sólo vamos a divertirnos!

— ¡Vamos a chocar si no te detienes!

— ¡Deja de ser un niño cobarde por una vez en tu vida! Demonios ¿irás a llorarles a tus padres después de esto?

Bien, eso dolió, y cuando estoy dolido o enojado no suelo pensar lo que digo... O peor, digo lo que pienso.

— ¡Por esto ya no quiero estar más contigo! ¡No te importa tu vida, tus padres y mucho menos yo!

Ella detuvo el auto de repente, no me golpeé contra el salpicadero gracias al cinturón, pero no podía decir lo mismo de Tom. Por instinto estiré mi brazo y eso evitó que se diera un muy mal golpe, pues el niño no me había escuchado cuando le pedí que se pusiera el cinturón. No sé con qué diablos se golpeó, pero su nariz sangraba y no paraba llorar. Leila estaba en shock mientras miraba a Tom. Yo rápidamente me desabroché el cinturón y me pasó al asiento trasero para auxiliarlo.

— ¿Puedes al menos llevarnos a casa?—grité muy enojado como para poder controlarme. Ella al fin reaccionó y puso nuevamente el auto en marcha, iba rápido, pero al menos no de manera desenfrenada e insegura. Necesitaba que baba atendiera a Tom, si lo llevaba al hospital tendría que llamar Luka y preferí evitar que mi tío me rompiese el cuello a mí o a Leila por arriesgar la vida de su hijo. De todas formas su nariz no sangraba de manera alarmante y no parecía estar fracturada.

Tal vez no debí de decirle aquello y no pude evitar sentirme culpable. Pero tampoco iba a arrepentirme. Amaba a Leila, con todo mi corazón, pero ella solía ser muy egoísta y siempre terminaba por meterme en problemas. Sé que no tenía que acompañarla en todo lo que hacía pero temía que si la dejaba sola ella no podría cuidarse. Estar ahí para ella siempre había sido lo más importante para mí, pero no podíamos seguir en eso, no podía seguir exponiéndome a riesgos o problemas por dejarme mangonear por ella.

Una vez que llegamos a casa Tom ya se había calmado y había prometido no decir nada al respecto sobre el incidente. Acordamos que diría que se había resbalado en la heladería y se había golpeado con una puerta. Me costó cincuenta libras, pero era mejor que recibir un castigo.

— ¿Qué sucedió?—preguntó Baba en cuanto me vio entrar con Tom, notando la sangre y la forma en la que sostenía su nariz. Cargué al niño hasta la cocina y lo dejé sobre la isla. Leila se mantenía muy callada, no había dicho una sola palabra desde que le grité aquello.

— ¿Están bien?—Papá apareció por el pasillo usando un pantalón de pijama de cuadros y una simple camiseta blanca. Eran las diez y media de la noche, por lo que había llegado treinta minutos tarde.

—Tom se tropezó y se golpeó la nariz, estábamos en McDonald y él jugaba en el parque—Odio mentir, siempre lo he odiado, pero tengo que hacerlo no sólo por Leila, sino también por mí.

— ¿Es cierto eso, Tom?—preguntó baba mientras inspeccionaba su nariz, había tomado el botiquín de primeros auxilios que estaba en uno de los gabinetes de la cocina y le estaba limpiando la sangre.

El niño ni siquiera me miró en busca de mi aprobación, sino que la mentira le salió muy natural.

—Sí, tío, es cierto.

Luka debería de considerar dejar que su hijo actúe.

—Bueno, tu nariz estará bien, tendrás un moretón durante unos días y nada más.

Papá se giró hacia Leila y a mí, y yo sentí el peso de sus ojos verdes sobre mi persona. Él no nos creía.

—Bueno, ustedes dos suban a dormir, cuando Louis termine llevaré a Tom a su casa.

Por obvias razones baba no sospechaba nada y mucho menos sentía la tensión entre Leila y yo. Pero por supuesto que papá sí, por la forma en la que me miró antes de subir las escaleras hacia mi habitación sé qué quiso decirme "Después hablaremos tú y yo a solas".

Leila y yo entramos en silencio, la tensión en el ambiente podía cortarse con una tijera y ella parecía estar aún en shock. Siempre había sido un libro abierto, era fácil saber que se sentía mal.

—Lo siento —murmuró ella.

—La disculpa no me la debes a mí, se la debes a Tom ¿Cómo pudiste hacer eso con un niño de diez años con nosotros? Si quieres ser irresponsable estando conmigo es una cosa, pero no puedes arriesgar la vida de un niño.

—No estaba haciendo eso a propósito, no sabía...

— ¿No sabías que si conduces a alta velocidad con un niño en un auto puede pasar un accidente? ¿Te imaginas que hubiese pasado si yo no hubiese puesto mi brazo?

Ella comenzó a llorar y yo tuve que repetirme a mí mismo que no podía dar mi brazo a torcer. Si lo hacía entonces seguiríamos de esa manera y nada cambiaría.

— ¿A dónde pensabas llevarnos? No creo que seas maliciosa Leila, al menos no a propósito, pero tu irresponsabilidad debe de dejar de hundirnos a ambos...

Ella se abrazó a sí misma y sollozó.

— ¿Es cierto que deseas alejarte de mí?

La forma en que su voz salió quebrada hizo que mi corazón temblase, pero no pensaba mentirle.

—No exactamente, es sólo que quiero ser más independiente, no quiero seguirte a todos lados para evitar que hagas algo mal, quiero ser por primera vez yo quien decida que quiero o no hacer.

Me miró en silencio y yo ya no quise seguir discutiendo.

—Vamos a dormir, tenemos que levantarnos temprano.

Ella no durmió en mi cama como normalmente pasaría. Tomó una almohada junto con una manta y se acostó en el sofá de mi habitación. Me sentí un poco solo en mi cama sabiendo que ella estaba conmigo en la misma habitación, pero las cosas tenían que ser así de ahora en adelante.

Por la mañana me desperté primero que Leila (Realmente yo no había dormido bien gracias a que mi mente anduvo a mil durante casi toda la noche) así que después de cepillarme los dientes bajé a desayunar. Eran las siete de la mañana y teníamos que salir a partir de las diez, por lo que tenía tiempo de sobra.

Al bajar me encuentro con papá preparando el desayuno, aún tenía su pijama puesta y sonrió en cuanto me vio.

— ¿Quieres hablar de eso que te está afligiendo?—preguntó de manera muy directa. Yo suspiré y me dejé caer sobre la silla de la isla. Él colocó un plato de tostadas, huevos y tocino junto con una taza de café.

—Es sobre Leila...—comencé a decir. Nunca había sido bueno mintiendo y más cuando se trataba de Harry (A veces me refiero a él por su nombre, nada fuera de la común). Mi padre tenía la habilidad de leerme a la perfección.

— ¿Tom no se tropezó en McDonald? ¿Cierto?

Yo negué. No quería que creyese que Leila estaba en descontrol o algo por el estilo, pero él era la única persona con la que me sentía totalmente cómodo hablando sobre ese tema. Así que le conté sobre lo sucedido y no pareció sorprenderse, pero sí se mostró preocupado. Leila siempre había sido salvaje, ella era así, pero a veces era un poco...

— ¿No crees que a veces ella puede ser un poco auto destructiva?—Presentía una charla de psicología y creo que la necesito. Harenton tenía talento para hacer que las personas entrasen en razón y analizaran las cosas un poco más a fondo.

Yo metí un trozo de comida a mi boca para distraerme de responder esa pregunta durante unos segundos.

—Creo que ella es adicta a la adrenalina—dije eso porque me costaba aceptar un poco la verdad.

—O al peligro—Inquirió él.

—Cuando le dije esas cosas... Sé que no debí hacerlo y me siento mal por ello, pero tampoco es como si me retracto de ello ¿Me entiendes? Si dejo que me arrastre a esas situaciones...

—Leila es una niña que ha pasado por muchas cosas de pequeña, así como a muchos nos ha pasado, y tal vez es esa su manera de aliviar eso... Liam y Zayn han hablado seriamente sobre que ella necesita ayuda, así que digamos que recibirá atención psicológica en su estadía en el internado —No pude esconder lo mucho que me alegraba eso—. Pero ni pienses que voy a contarte algo, esas cosas son privadas.

—Está bien, sólo quiero que ella esté bien.

Papá sonrió y me apretó la mano de manera cariñosa.

—Eres un excelente chico, Dylan.

Escuchar eso de mis padres siempre me hacía creer que era cierto. Pero unos segundos después, recordé que le había pedido algo sumamente importante.

—Papá... ¿Nuestro trato sigue en pie?

Él rodó los ojos mientras sonreía. Encontraba un poco ridículo lo que le había pedido.

— ¿Aún sigues con eso de que no quieres que sepan que tu papá es dueño del internado? —preguntó divertido y un poco incrédulo.

—No exactamente eso, sólo que si podemos evitar que muchas personas lo sepan entonces todo estará bien ¿No crees?

Él se cruzó de brazos mientras me miraba.

— ¿Y cómo harás con tu apellido?

—Usaré Thompson y tú puedes hablar con los maestros para que entiendan mi situación. Entonces no sería Dylan Stone hijo de Harry Stone director y dueño del internado, sino sólo Dylan Thompson.

Papá me miró como si hubiese enloquecido.

—Tienes suerte de que a Louis le guste la privacidad y de que prefiera vivir bajo un perfil bajo, sino estarías en aprietos por esa parte también.

Y era cierto, a baba le gustaba que lo reconocieran por su excelente trabajo como médico, pero de ahí a tener que participar en todo lo que Harry hacía no era algo que le gustase. Obligatoriamente, Harry tenía que asistir a eventos importantes y mantenerse presente en sociedad por lo que muchísima gente lo conocía, mientras que Baba y yo siempre habíamos preferido quedarnos en casa. Gracias a eso había tenido la opción de escoger llevar una vida un poco más tranquila y así nadie pensaría que recibía un trato especial sólo por mi padre, quien al final terminó aceptando. Era lindo saber que contaba con ellos para lo que fuese.

Rato después, Bran, mi precioso perro, me miró con ojos suplicantes para que le diese mimos y yo no pude resistirme. Baba odiaba que se subiera al sofá debido a que era muy peludo, enorme y babeaba demasiado. Pero él igual saltó a mi regazo y acaparó todo el espacio.

En ese instante Leila entró a la cocina y su presencia me hizo sentirme un poco alerta.

—Buenos días— saludó con voz somnolienta. Su cabello estaba en todos lados sobre su rostro y se restregó un ojo como si fuese una niña pequeña.

Papá estaba en su estudio y Baba tuvo que ir a atender una emergencia en el hospital, así que estaríamos solos durante un par de horas y por primera vez eso me hizo sentir un poco extraño... incómodo.

—Tú desayuno está en el microondas, al menos que quieras otra cosa.

—Cereal y leche está bien para mí— dijo restándole importancia. Cogió un cuenco de un estante junto con el cereal y luego se dirigió a la nevera para buscar la leche. Yo estaba atento a sus movimientos como si la vigilara. Ella tomó una cucharilla y se sentó en dirección a mí.

Bran siguió echado sobre mi regazo como una enorme alfombra de peluche, así que me concentré en él e intenté no estar pendiente de Leila.

—Lamento ser egoísta contigo, Dylan— Sus palabras rompieron el silencio y sentí que mi corazón se detuvo por un instante.

—T-todo está bien, ya hay que olvidarlo—dije y le regalé una sonrisa que estoy seguro no sirvió de nada.

Después de eso terminamos de preparar lo que nos faltaba, nos arreglamos y nuestros padres fueron a buscarnos. Hubo una despedida toda emotiva de Leila con los suyos, mientras que yo trataba de no llorar al abrazar a mi perro. Sé que mis padres cuidarían de él mientras yo no estaba, pero igual me dolía mucho tener que dejarlo. Luego, subimos las cosas al auto y nos marchamos. El internado queda en Berkshire, a una milla del castillo de Windsor en un terreno tan amplio y verde que resultaba fácil perderse un poco. A veces cuando a Harry se le hacía tarde y no tenía ganas de hacer el viaje de una hora, se quedaba en una casa enorme y vieja que había pertenecido a su familia en durante algunas generaciones y que ahora estaba a su nombre. De niño disfrutaba quedarme ahí y pasar los días de lluvia citando novelas clásicas con papá frente a la chimenea mientras baba nos preparaba chocolate caliente. Hacía algo de tiempo que no teníamos momentos como ese, y aquello me hizo llenarme de nostalgia.

Después de sólo ver caminos verdes y de respirar el olor a pino mezclado con el petricor, los muros de piedra que rodeaban la enorme construcción aparecieron a los lejos y se iban aclarando a medida que nos acercábamos. Los terrenos amplios y naturales me hicieron sonreír y evocar recuerdos de mi niñez. Siempre me había gustado acompañar a papá en su trabajo, correr por esos pasillos, jugar en los jardines o ir a pasear en el pueblo que queda justo detrás de la edificación.

Cuando el guardia de la entrada abrió el pesado portón para dejarnos entrar, supe que a partir de ese momento todo daría un cambio de 180° en mi vida.








Thompson* Stone*: En este segundo libro he decidido no usar los apellidos originales de los personajes que son famosos en la vida real.

Y para que se hagan una idea de como es el internado, me inspiré en Eton college, un internado exclusivo que queda en Inglaterra y que es sólo para hombres. Obviamente en esta historia, el internado es mixto.

Aquí les dejo una imagen de referencia.

Continue Reading

You'll Also Like

13.9K 639 13
Una autocaravana era la solución para sobrevivir durante una semana, ¿pero y luego..? ¿Cuál era el plan? ¿Volver a Londres y vivir del cuento? ¿O sim...
106K 5.9K 161
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
324K 17.9K 69
En inglés: Friendzone. En español: Zona de amigos. En mi idioma: Mi mejor amigo me mira como a su hermanita y jamás de los jamases me verá como alg...
102M 6.3M 35
• YA A LA VENTA EN TODAS LAS LIBRERÍAS DE LATAM Y ESPAÑA • ADAPTACIÓN AUDIOVISUAL POR WATTPAD WEBTOON STUDIOS «Es como si cada uno fuera un cielo. Un...