Ya estoy aquí París-dijo sonriendo mientras arreglaba algunos mechones en su lugar- es hora de hacer revoluciones
Siempre lo haremos-dijo sonriendo mientras se acomodaba su pulsera - ya que no es nada a nuestro lado
El par de jovenencitas andaba por las calles residenciales de París con destino a su nuevo hogar mientras capturar a muchas miradas.
Se pararon cuando toparon con un casa medianamente lujosa según ellas, al entrar apareció dos señores de mayor edad recibiéndolas.
Las jovenes dejaron su equipaje mientras ellas disfrutaban viendo la casa los señores se lo llevaron a su habitación su equipaje.
Ahora conmienza una nueva vida-dijo sonriendo la morena -de ahora en adelante ya no hay piedad por nadie Chlo
¡Lo sé ! ¡Lo sé ! -dijo mientas inflaba sus cachetes no me lo tienes que repetir a cada rato
Ja ja ¿Que pasa prinsecita? -dijo soltando una carcajada
¡Basta! -dijo mientras la miraba mal- dejalo de una vez
¿Como cuando te paralizaste cuando viste a tu príncipe? -dijo burlona mientras le guiñaba un ojo
Se le subieron todos los colores posibles al rostro de la peli rubia mientras trataba de asesinar con la mirada a su amiga.
No me mires así - dijo con una sonrisa en el rostro-mejor alistate para esta noche guapa.
La mirada verde perla se golpeaba la cabeza al recibir la mirada confusa de su compañera de maldades mientas se recordaba lo lenta que era en algunos casos.
¿Adrien? ¿Tu papá? ¿Fiesta? -dijo entre comillas- tu recibimiento a París mujer ¡reacciona!
¡Oh cierto!- dijo tapando su boca con una mano-pero no solo a mi me reciben linda.
A mi nadie me espera ahi-dijo haciendo mueca de disgusto-solo voy porque no puedes estar sin mi
Al terminar esa frase las dos se mataron de risa mientras se diriguian a sus respectivas habitaciones para la gran esperada fiesta.
Es hora de luchar por lo que quiero - dijo embozando una sonrisa boba-ya soy toda una mujer y no te podrás resistir a mi.