Maddox y Hurs se despidieron después de beber algunos tragos y disfrutar la compañía de su amigo, se despidieron deseando lo mejor para Hurs quien previamente se había despedido de Max.
—Antes de que te vayas —dijo Melina alcanzándolo antes de abordar su auto.
Hurs sonrió.
—Dame un abrazo —dijo Melina.
Hurs así lo hizo y de pronto ella tomó su rostro y dejó un beso en sus labios sorprendiéndolo.
—¿Qué fue eso? —inquirió.
—Un beso, por los viejos tiempos —dijo sonriendo.
—Parker va a despedazarme —dijo sujetando su cintura.
La escuchó reír fuerte, como antes, como cuando estuvieron juntos y fueron una pareja.
—No, no lo creo —dijo enrollando sus manos al cuello.
Le dio un último beso casto y se alejó de él que sonrió y abordó su auto para irse.
Pensó en ir a ver a Polette pero no tenía ánimos, era tarde y prefería estar ahí sin más.
Se dejó caer en la cama antes de que su puerta fuera aporreada con fuerza sobresaltándole.
Se apresuró a abrir encontrando a su sobrino parado en la puerta, con el pecho subiendo y bajando de agitado.
—¿Qué pasa? —dijo alertado.
—Mi mamá —dijo el niño a punto de soltarse a llorar—. Está metida en problemas y aunque sé que ha hecho algo malo, es mi mamá.
Se soltó a llorar antes de hacerlo pasar.
—¿Necesita un abogado? —preguntó—. ¿Cómo has venido?
Sacó un papel y se lo dio.
—Una vez escuché la dirección de su boca —dijo entre hipidos—. Se ha llevado a tu novia.
Hurs se puso de pie de inmediato.
—La escuché hablar por teléfono con alguien que la contactó y lo planearon.
—¿Sabes con quién?
—Ese hombre, el ex novio de ella y alguien más —dijo sollozando—. Alguien lo planeó, él sería la carnada. Sé que hizo mal pero no le hagan daño.
Hurs tomó su teléfono y llamó de inmediato a sus amigos pero Maddox ya estaba al tanto y hablaba con la policía.
Se reunió en casa de Maddox con una llorosa Brooke y su madre que estaban impacientes.
Se acercó a ella preguntando qué había pasado.
—Él la buscó para hablar y se la llevó, no hemos vuelto a saber de ella —dijo su madre—. Estamos preocupadas. No contesta el teléfono.
La policía llegó y tomaron la declaración mientras él que llevaba al niño, lo miró.
—¿Sabes en dónde está? —preguntó y el niño asintió.
—En una casona a las afueras —respondió.
Dejó el papel en manos de Hurs que lo leyó y lo miró.
—Escuchar detrás de las puertas es malo —dijo el pequeño.
—En este caso no —respondió Hurs revolviendo su cabello.
Soltó el papel y salió de ahí sin más golpeando a Parker sin querer que entraba en ese momento.
Subió a su auto y condujo justo hacia donde la dirección del papel.
Visualizó a lo lejos la casa y apenas se detuvo se bajó para entrar.
La puerta estaba abierta y de antemano sabía que ella lo esperaba, estaba seguro de que Polette esperaba que fuera.
En cuanto entró miró a los tres sentados ahí disfrutando de una bebida.
Sus pasos resonaron y Polette sonrió al verlo, poniéndose de pie de inmediato.
El ex de Scarlett hizo lo mismo y la tercera solo sonrió.
—¿Vendrá ella no es así? —respondió atrayendo la mirada de los otros dos—. Tiene que venir.
—Estás loca si piensas que Maddox dejará venir a su esposa, Pepper —dijo con una media sonrisa—. Si esa es tu arma, has fracasado.
—¿De qué hablas? —dijo el tipo.
—De que eres un imbécil que se dejó arrastrar por dos locas y ahora estás metido en un aprieto —respondió.
—No voy a dejar que te vayas con Scarlett sin antes obtener algo —dijo Polette—. He venido aquí con un solo propósito.
—¿Se puede saber cuál? —dijo divertido.
—Firma esto —dijo extendiendo una hoja—. Si lo haces la dejaré ir, lo juro.
Hurs la tomó y miró el papel antes de sonreír.
Escuchó los pasos de Pepper antes de traer a tirones a Scarlett.
—¿Quieres que reconozca a tu hijo? —inquirió incrédulo mirando a Scarlett—. ¿Así que todo esto se trató de dinero? ¿Quieres mi dinero?
—Te quiero Hurs —dijo Polette—, pero ya entendí que es imposible recuperarte, ahora solo quiero asegurar el futuro de mi hijo. Tus padres me odian por lo que hice, yo no puedo solventarlo, así que de alguna manera debo asegurar que estará bien.
—¿De qué hablas? —preguntó antes de escuchar a Scarlett sollozar.
—¡Llama Maddox para que traiga a su querida esposa! —interrumpió Pepper—. Vamos a negociar esto y de paso al otro, al castaño o rubio o lo que sea, para él también tengo una sorpresa.
—Estaré encantado de verla —dijo Parker entrando junto a Maddox y Max—. Adoramos las sorpresas.
Maddox no quitaba la vista de Pepper apretando la mandíbula.
Ella sacó un arma apuntando a Scarlett que cerró los ojos.
—¿Qué haces? —dijo Polette—. No íbamos a hacer nada de eso, solo quiero que firme, asegure a mi hijo y se la lleve.
—Ustedes prometieron que al final ella estaría conmigo —dijo Joshua—. No esto.
—¿Ahora sí la quieres? —inquirió Hurs—. Porque ya mira, bonita forma de amar.
Las sirenas se escucharon mientras Pepper se escudaba tras Scarlett sujetando su cuello y apuntando a su cabeza con más firmeza.
Le costaba arrastrarla no solo porque medían casi lo mismo, sino porque el cuerpo de Scarlett estaba atado y era difícil moverla.
Polette y Joshua miraban alarmados la escena y Hurs sintió pena por ambos, por dejarse engañar por esa mujer.
Scarlett miraba a Hurs que trataba de encontrar una salida.
Joshua intentó correr pero Max lo detuvo y propinó un golpe que hizo resonar la habitación.
La policía entró apuntando directamente a ella mientras Parker la miraba y estudiaba y Maddox se golpeaba de forma mental por haber creído que no tendría más problemas con ella.
—Quiero a Brooke aquí —dijo pero Scarlett negó sin poder hablar por la mordaza.
—Aquí estoy —dijo Brooke alertando a todos y haciendo que Maddox entrará en pánico.
Se acercó a ella pero Brooke no se dejó y siguió su camino.
—Tu asunto es conmigo —dijo acercándose—. Deja ir a mi hermana.
—Me crees estúpida —dijo divertida.
Quitó el seguro del arma y apuntó más decidida que nunca a Scarlett.
Polette levantó las manos y caminó hacia la policía al mismo tiempo que veía a Joshua tirado en el suelo, situación que Scarlett aprovechó para lanzar un cabezazo hacia atrás que hizo caer al suelo a Pepper y liberarla.
Corrió buscando a Hurs pero atada como estaba cayó al suelo mientras Pepper se reponía y apuntaba a Brooke que intentaba huir.
Hurs sabía que Maddox no llegaría así que corrió tras ella y después resonó el disparo mientras aplastaba a Brooke con su peso y todo se desataba.
Parker fue el primero en acercarse y sostenerlo.
Lo sacó de encima de Brooke que estaba gritando del pánico.
Miró la sangre en Hurs que respiraba aguantando el dolor.
—No es nada —dijo haciendo un gesto.
Miró a la policía someter a Pepper mientras esposaban a los otros.
Parker se quitó la corbata y lo amarró sobre su brazo.
—¿Joder es que nunca van a dejar su drama? —dijo ofendido—. Voy a morir de 40 años a este paso.
Hurs sonrió y alborotó sus castaños cabellos.
—Deja mi cabello en paz —dijo divertido—. Que sepas que desde mañana dejo de pagar plataformas para ver series. Con ustedes tengo suficiente de todo.
—Cobraremos a precio de subsidio —dijo Hurs—. Para que veas que la amistad lo puede todo.
No supo en qué momento ocurrió lo demás, pero cuando menos lo esperó estaba siendo atendido en el hospital por lo que dijeron fue solo un roce.
Brooke entró a verlo cuando estaba a punto de salir de la habitación para ir a declarar.
—Gracias —dijo y él negó—. Gracias.
Se acercó a abrazarlo antes de que Maddox llegara.
—En condiciones normales te habría molido a palos por poner tu sucia mano sobre mi esposa —dijo sonriendo—, pero estoy en deuda contigo.
Brooke se separó y salió de ahí dejándolos solo.
—Gracias —dijo Maddox abrazándolo.
—Nada de gracias —dijo Hurs—. Espero uno de tus diablillos lleve mi nombre, haya una pintura en tu sala donde yo esté con una armadura mejor que la de Aquiles luchando contra 300 monstruos de tres cabezas mientras Brooke está amarrada en lo más alto de la montaña, en otra pintura quiero ver a esos 300 monstruos muertos y yo liberando a tu esposa con apenas unos rasguños.
Maddox observó a su amigo antes de lanzar una carcajada.
—Ahora que lo pienso, espero hagas una miniserie de esto —dijo riendo—. Nada en esta vida es gratis y estoy haciendo un trato con el diablo.
Maddox volvió a abrazarlo y agradeció de nuevo.
—Te debo la vida —dijo y Hurs sonrió.
—No me debes nada —dijo divertido—. No hay nada que yo no haría por ustedes y nada que ustedes no harían por mí. Ahora que si quieres depositar dinero a mi cuenta no voy a enojarme, pagarme un crucero, comprarme un auto, que se yo, algo sencillo. Ya sabes.
—Por supuesto —dijo Maddox—. Tal vez pueda hacer algo mejor.
—¿Algo mejor que eso? —inquirió—. A menos que consigas que los 30 centímetros de Parker sean míos no veo cómo.
Salieron de ahí envueltos en risas pero Hurs se abstuvo de preguntar por ella, no obstante Maddox le dijo que había tenido que ser revisada por los médicos pero que estaba bien aunque sedada.
Él hizo lo suyo, cumplió con la denuncia, declarar y después volvió a su departamento no sin antes despedirse de sus amigos; horas después salió dispuesto a iniciar una nueva vida.
***
Los cuatro meses siguientes las pasó en una pequeña finca en el campo.
Deseó ser veterinario toda su vida y por cosas de la vida acabó siendo peleador y regenteador de un casino, que importaba, ahora estaba ahí, rodeado de lo que siempre le había gustado.
Después del disparo, había estado bien, se recuperó rápido y solo atendía llamados de vez en cuando para seguir el proceso.
Pepper están acusada de secuestro e intento de homicidio, mientras Polette y Joshua de complicidad y secuestro.
El niño estaba con sus abuelos y a veces llamaba para saber de ellos.
Había hablado con Polette un mes después cuando la visitó y esta solo le dijo que quería que asegurara a su hijo si algo le pasaba, por supuesto lo prometió aunque seguía sin entender.
Con sus amigos hablaba cada día y reía un poco más.
Se sentía bien ahí, cada mañana salía a montar y después volvía a la finca, cuidaba una vaca y alimentaba gallinas, no eran suyas pero le gustaba hacerlo.
Melina lo visitaba a veces y solían estar juntos fines de semana, hablando y sonriendo, recordando cosas, incluso deprimiéndose juntos y después riendo; hablaba con sus padres pero poco y de ella, no preguntaba nada.
—Hombre, ¿qué haces vestido de ranchero? —dijo Parker.
Se abrazaron tras ser la primera visita de su amigo.
—Me alegra verte —dijo saludándolo.
Se metieron a la casa y una hora después sus dos amigos llegaban con cervezas y cochinadas para comer.
Amarraron a Parker, le hicieron fotos metiendo en su boca el pene de hule que antes había regalado a Hurs, llenando su cabello rubio de miel, pintando sus labios y colocándole zapatillas.
—¿Esto es una despedida de soltero? —inquirió cuando lo liberaron y se sacudía un poco de harina del cuerpo.
—No, es por tu cumpleaños, en la despedida seremos más severos —dijo Maddox.
Parker sonrió.
—Me deben 100 libras —dijo divertido.
—¿Por qué? —inquirió Max.
—Porque dije que si me hacían fiesta pagarían 100 libras.
—Es demasiado dinero. —Se quejó Hurs.
—Paguen —dijo extendiendo la mano.
—¿Puedo pagar con mi cuerpo? —inquirió Hurs.
—No, darte los 31 cm sería un premio, paga ya —exigió...