esa noche lloraste hasta quedarte dormido, y no te imaginas cuánto me dolió
incluso entre los brazos de Morfeo soltabas ligeros sollozos y tu cuerpo temblaba aun cuando sudabas entre los endredones
verte así, tan vulnerable, me hizo preguntarme por qué habría gente que querría hacer daño a un ser tan inocente y angelical como tú