El sol se ocultó rápidamente en Hilltop, de un cielo azulado a uno morado, hasta llegar al anochecer.
Todos en la comunidad estaban atentos, sabían que los salvadores llegarían pronto, en cualquier momento y debían estar listos para la lucha contra esas personas.
En el momento que casi estaba anocheciendo tuvieron la oportunidad de recibir las señales de los guardias de Maggie, quienes estaban dispersos por la carretera como Daryl le había explicado a Rick.
Gracias a ellos, y las bocinas que tenían para comunicarse, supieron que la llegada de los salvadores sería esa misma noche.
Esperaron, el tiempo se hacía tenso para todos, ya que cada una de las personas de la comunidad estaban en sus puestos, listos para lo que fuera que sucedería esa noche.
Ellie se encontraba a un lado de Maggie, ya de noche mirando con cuidado el sector desde la gran casa que estaba dentro de la comunidad.
Tenía un tipo de balcón, donde se podía ver mayor parte del terreno y hacía afuera de los muros.
Suspiró algo frustrada, sabía que Daryl y su padre estaban fuera del lugar, y no había sabido nada de ambos desde que se fueron a vigilar como habían dicho.
—Tranquila, seguramente están bien.— la lider de Hilltop le leyó sus pensamientos, al ver como la chica suspiraba enojada.
—Espero que el par de idiotas lleguen a salvo.— respondió refiriéndose a su esposo y padre.
La chica acompañaba a la lider de Hilltop por petición propia de la misma mujer, la de cabellos cortos sentía que harían un buen equipo juntas estando allá arriba.
Por supuesto Ellie le acompañaría pero en el momento de luchar estaba segura que su lugar era abajo, con la demás personas que defenderían el lugar con sus armas.
Casi todos estaban dispuestos en ese momento a enfrentar a los salvadores, incluyendo el reino y sus habitantes, al igual que su rey.
—Aquí vamos.— susurró Ellie mirando a Maggie.
Ambas sabían que los salvadores ya venían en el camino hacía Hilltop, por la rápida señal que hizo Jerry desde los muros.
La castaña hizo una señal para todos, tantos como las personas que estaban en el muro, como a las personas que estaban detrás de los autos con armas.
La señal era para que estuvieran listos, que los salvadores ya estaban a pasos de la gran entrada de la comunidad, y todas las personas sostuvieron con fuerza sus armas que eran ya de alto calibre.
—Idiotas.— susurró Ellie, al escuchar la gran cantidad de vehículos que se acercaba al lugar.
Pero los salvadores no sabían que la gente de Hilltop ya estaba bastante preparada, la mayoría de los vehículos se detuvieron por las trampas de púas que pusieron en el camino.
Los principales vehículos se quedaron prácticamente sin llantas por aquella trampa, teniendo que detener el proceso de derribar la puerta y bajarse para acercarse ellos mismos.
—Negan. Quiero hablar con Negan.— habló Maggie demandando esa orden por el radio que tenía, sabían que con ese artefacto podían comunicarse con los salvadores.
—Hola, hablas con Negan.— Ellie miró confundida pues aquella voz se le hacía familiar, pero no era de Negan.— pero mi certificado de nacimiento dice "Simón".
—¿Con quién tengo la desgracia de hablar?— preguntó el hombre por el radio.
—Con Maggie.— respondió la de cabellos cortos sabiendo al menos que ahora mismo no hablaba con Negan.— Maggie Greene, la viuda.
—Hola de nuevo, viuda Greene.— se escuchaba la voz de Simón por el radio que Maggie tenía en su mano.— y permíteme ofrecerte mis condolencias por lo que pasó, y por lo que va a pasar.
—Por si no quedó perfectamente claro, quien te habla lo hace en representación de Negan, y te aseguro que él recibió en persona tu paquete de entrega inmediata.— agregó el hombre.
Sabían que se refería a lo que Maggie hizo, enviar un tipo de ataúd que el mismo Simón le dio pero con una persona que era un salvador.
Al parecer el paquete como decía Simón les había llegado fuerte y claro al mismo santuario.
Maggie le dio el radio a Ellie, quien lo aceptó para poder charlar con aquel hombre que ya conocía bastante por la estadía que tuvo en el santuario.
—¿Dónde está el idiota de Negan?— pregunto la castaña apretando el botón del radio para que le escucharan.
—Pero miren quién está hablando en esta oportunidad.— se escuchó la risa de Simón por el artefacto.— perlita, pensé que habías muerto.
—¿Te cansaste de lamer bolas?— se burló haciendo referencia a Negan.
—El lame bolas aquí es otro, y está hablando conmigo ahora mismo.— sonrió la chica teniendo el radio cerca de su boca, pudo sentir como Simón se molestaba por esas palabras.
—Me alegra seguir reforzando nuestra amistad.— escucharon la risa fingida del hombre.— pero el día ha llegado, tú y tu gente van a pagar.
—Sus inútiles treinta y ocho personas están sanas y salvas.— cambió el tema Ellie, yendo al grano y negándose a tener una conversación amigable con esas personas.— regresen por donde vinieron, déjanos en paz, y seguirán así.
—Pero si no lo hacen.— Agregó la castaña de ojos claros, mirando como traían al lugar a esas personas que eran parte del santuario, estaban amarradas de manos para que no intentaran nada.— te aseguro que tengo treinta y ocho balas, y unos machetes muy bien afilados.
—Dile hola al chupa bolas de Simón.— ordenó Ellie acercando el radio a uno de los salvadores, un chico con el cuál ya habían interactuado bastante y parecía el más cuerdo.
—Es una noche muy bonita para morir despacio, ¿no lo crees Simón?— habló el chico algo preocupado al ver lo que se había formado.
Pudieron darse cuenta que al parecer Simón notó la tensión de la situación, era un gran número de personas que tenían de rehenes.
Ya aburrida del silencio, Ellie le pasó el radio a Maggie, sabiendo que ya había hecho su trabajo.
—Así que, ¿qué harán?— preguntó ahora la de cabellos cortos por el radio, esperando una respuesta.
—Bueno, Maggie Greene, es una verdadera pena, pero como lo veo yo, los salvadores que tienen ahí ya son inútiles.— respondió dándose cuenta del cambio de roles que hubo entre Ellie y la lider de Hilltop.— ellos mismos se metieron en ese problema, y nuestra organización premia a quienes evitan ser capturados y a quienes resuelven sus propios problemas cuando se presentan, lo que al final, es mi forma de decir, ¡Que se jodan!
—Auch.— susurró Ellie al escuchar la última palabra de Simón, refiriéndose a los salvadores que tenían de rehenes en esos momentos.
—¿Crees que funcionará ese juego ridículo?— preguntó Gregory, el hombre también lo tenían de rehén pues ya los había traicionado bastantes veces, era como un salvador más.
—Funcionará.— confirmó Maggie sabiendo lo que ya tenían que hacer.
Ellie miró atenta hacía el lugar donde se encontraban los salvadores, al escuchar el motor de una moto.
Su cuerpo sintió un alivio al saber que Daryl había llegado a la escena, disparando a los salvadores mientras montaba su moto.
—Daryl llegó.— avisó Ellie escuchando los disparos, aquello era un ataque sorpresa para el siguiente movimiento.
Hizo una señal rápida a la gente que estaba en los muros, para que todos los movimientos planeados comenzaran de una vez.
Los disparos de Daryl lograron derribar a varios salvadores que estaban desprotegidos fuera de sus autos, y aquello era bueno.
Rápidamente el cazador aceleró en su moto entrando al lugar por las puertas que fueron abiertas, haciendo que rápidamente los salvadores y Simón que lideraba quisieran colarse dentro de Hilltop.
Pero obviamente los habitantes de la comunidad ya sabían que aquéllo iba a suceder, una vez que Daryl entró completamente con su moto, hicieron el siguiente movimiento.
Varios autos entraron a Hilltop, pero un autobús que tenían en el lugar logró bloquear rápidamente los vehículos para que no avanzaran más.
—¡Ahora!— gritó Maggie dando la señal.
Todos comenzaron a abrir fuego con sus armas, disparando sin dudar y protegiendo sus cuerpos con los autos que pusieron de barricada.
El objetivo principal era derribar a todos los salvadores que habían entrado a Hilltop con sus autos.
—De acuerdo, comenzó la maldita fiesta.— sonrió Ellie, tomando su arma de alto calibre y avisando a la de cabellos cortos que su lugar era abajo, luchando con su gente.
—Ten mucho cuidado.— le detuvo Maggie, tomando su brazo y susurrando.— por el bebé.
La castaña no dijo nada, solo asintió con su cabeza lista para la lucha que tendrían que dar esa noche. Tomó el hombro de su amiga dándole la mejor suerte del mundo con su clara mirada, y se dirigió corriendo a donde debía estar.
Bajo las escaleras del lugar lo más rápido que podía, ajustó sus machetes que ahora llevaba a los lados de su cintura y tomó su arma con fuerza.
Saltó los últimos tres escalones, escuchando la gran cantidad de disparos que habían fuera del lugar, la lucha había comenzado y de ninguna manera iban a retroceder.
Al salir de la casa logró escabullirse fácilmente entre los vehículos que estaban usando la mayoría como protección, debía tener cuidado de no recibir una herida grave que perjudicara su situación.
Se deslizó asustada al ver que una flecha quedó insertada en el vehículo dónde se resguardo para comenzar a atacar.
—¿Flechas...?— miro el arma que estaban usando ahora los salvadores.
Era extraño, pero con aquello estaban atacando los salvadores en ese momento, dañando gravemente a varias personas que pertenecían a Hilltop.
Escuchó la orden de Maggie desde el balcón donde ella estaba cubriendose, los vigias debían retroceder mientras los que estaban en primera línea debían protegerlos.
Ellie se asomó rápidamente para comenzar a disparar a los salvadores que se acercaban con la retirada de los vigias que tenían en Hilltop.
Los estaban haciendo retrocer, y ahora debían encargarse de derribar a quienes se acercaran peligrosamente a la zona.
Tenía su respiración algo agitada, el momento era muy tenso con los disparos y la gente que gritaba siendo derribada.
Se cubrió por unos momentos detrás de la camioneta donde estaba y miró a sus alrededores en busca de peligro alguno.
Sonrió aliviada al ver que Daryl estaba bien, el hombre se encontraba unos cuatro autos lejos de ella pero también le había visto.
El cazador le hizo una señal para que tuviera cuidado, y se mantuviera detrás del vehículo lo más que podía.
Lo mismo hizo Ellie, le repitió la señal para que tuviera cuidado.
Su esposo se notaba preocupado por ella, al tenerla tan lejos dentro de una zona llena de disparos, pero debían concentrarse en no salir heridos.
—Me ocupare de perlita.— dijo Simón a Dwight, mirando como la chica lograba derribar a una buena cantidad de su gente.
—Estás loco, a Negan no le gustará saber eso.— le impidió Dwight, el hombre de rostro quemado tampoco quería que nada le sucediera a esa chica.— si Negan llega a volver al santuario, te matará si se entera.
—Hay que ocuparse de la gente difícil.— sonrió con malicia Simón.— ¿O quieres hacerlo tú ,D?
Por otra parte, Daryl trataba de acercarse a Ellie a través de los autos, pero aún era difícil, estaban bastante alejados.
Miraba como la chica disparaba a los salvadores que se acercaban a la zona y se cubría con el auto, estaba segura por el momento.
Pero algo llamó la atención del cazador en su campo de vista, Simón y Dwight se acercaban con cuidado entre los autos hacía el terreno donde estaba su esposa.
Miró preocupado hacía la chica que estaba de espaldas y no lograba notar la presencia de esos dos que se acercaban, casi desesperado trató de acercarse más entre los autos para sacarla de ahí.
—¡¡Ellie!!— gritó Daryl al ver como Simón levantaba su hacha listo para lanzarla a la chica, quien estaba de espaldas detrás del auto disparando.
En el momento que el cazador gritó, listo para correr hacía su chica, un salvador le salió de repente impidiendo que pudiera avanzar más, Daryl le disparo rápidamente derribandolo.
Y Ellie en el momento que escucho el grito de su esposo se giró, sintiendo un fuerte dolor en su brazo.
Dwight había disparo una flecha hacía ella, impidiendo que Simón le matara con el hacha.
—¡Hijo de perra!— gruño Daryl enojado, disparando en dirección Simón y Dwight quienes se alejaron de la zona al ver que habían derribado a Ellie.
—Mierda...— se quejó Ellie deslizándose su espalda por el vehículo hasta quedar sentaba, su brazo dolía y no podía sostener el arma.
El cazador no esperó ni un segundo más, corrió entre los autos hasta llegar a donde estaba la castaña herida.
Maggie al parecer ya había dado la señal para el siguiente y último moviento de esa lucha.
—Oye, oye...— llegó Daryl corriendo a su lado y agachandose frente a ella, tomó su mejilla preocupado.— ¿estás bien? ¿dónde te hirieron?
—Estoy bien, tranquilo.— respiro entre cortado la chica, rompiendo la vara que sobresalía de la fecha.— solo fue el brazo.
Se sorprendió un poco al sentir el inesperado abrazo de Daryl, sentía la respiración de su hombre agitada pues se había preocupado bastante.
—Vamos, Maggie dio la señal.— tomó el brazo de la chica y lo puso entre sus hombros para cargarla e irse.
Todos siguieron el plan de Maggie, empezaron a disparar a las lucer que iluminaban el sector, hasta los focos de los autos que estaban en el momento.
Dejando todo completamente a oscuras, todo el terreno de Hilltop quedó absolutamente en silencio y sin nada que se viera.
Pudieron llegar dentro de la casa, donde varios también se habían refugiado, todos estaban en silencio esperando que los salvadores que habían quedado bajaran su guardia y se acercaran un poco más a la casa.
—Quiero que te quedes aquí.— le ordenó Daryl a Ellie, revisando su brazo y poniendo mientras tanto un pedazo de tela que arrancó de su camisa en la herida, apretando para que no sangrara.
—Pero yo...— se quejó la castañas mirando como su esposo ya salía nuevamente de la casa.
—¡Quédate, Ellie!— le gritó en un susurro.
Las luces de unos autos fueron nuevamente prendidas al tener más cerca a los salvadores que se habían atrevido a acercarse a la casa, y nuevamente toda la gente que quedaba abrieron fuego acorralando al enemigo.
Derribaron a la mayoría con aquél plan de despistar al enemigo apagando las luces del terreno de lucha, para luego atacar por sorpresa.
Ellie preocupada miró por la ventana como nuevamente la gente se atacaba entre si, ya haciendo que los salvadores que quedaran se retiraran. Y miró con rabia como Simón escapaba hacía un vehículo, el idiota que trató de matarla es estaba escapando.
Enojada y llena de impulso tomó su arma, le importaba una mierda que solo tuviera un brazo bueno en ese momento, ese maldito debía morir.
Salió corriendo de la casa, siguiendo y disparando con todas las fuerzas que tenía de una solo brazo.
Llegó a la entrada de Hilltop topandose con Rick y Maggie, quienes también disparaban con rabia a los últimos vehículos que lograron escapar.
Ellie cansada y con mucho sudor en su frente miro decepcionada como Simón escapó de su muerte, aunque se hayan encargado de matar a la mayoría de los salvadores.
—¿Qué te pasó?— preguntó Rick preocupado, mirando el brazo de su hija, y llamando la atención de Maggie.
—Sólo fue una maldita flecha, estoy bien.— suspiró cansada al haber usado casi todas sus fuerzas usando un solo brazo.
Los tres miraron como algunos salvadores escaparon, quedando con el impulso y las ganas de haber terminado bien con todo esto.
—Los quería muertos.— dijo Maggie con su respiración acelerada por la rabia.— ¡A todos! A negan más que nadie.
—Sí, yo también.— susurró Rick igual de cansado.
—No estaba aquí.— mencionó Ellie tomando su brazo ensangrentado.
—Yo lo vi allá afuera.— informó Rick, sorprendiendo a su hija por aquella información.— me separé y traté de matarlo. No lo logré, pero lo intenté.
—Gracias.— dijo Maggie mirando al hombre, con dolor en su mirada sabiendo que lo había intentado por muchas razones.
[……]
Caminó junto a Maggie hasta salir de la casa, la noche ya había acabado y la lucha también, por el momento.
Todos se estaban moviendo en el Hilltop, despejando el lugar con los autos que habían quedado de barricada y demás.
Sacando los cuerpos, tanto como cuerpos muertos de salvadores y de Hilltop.
Ya había amanecido y no estaba mal el día, la mayoría de la gente había salido sana de la batalla de la noche, esas eran buenas noticias para todos.
—Creo que anoche te pusiste mucho en peligro, fue idiota de mi parte enviarte a luchar.— se arrepintió Maggie, mirando con lamento a Ellie.— debí haber dejado que te quedarás dentro de la casa.
—No seas dramática, he estado en situaciones peores y lo sabes.— se quejó la castaña cruzando sus brazos y mirando a su amiga.
—Pero no estando embarazada.— habló bajo la de cabellos cortos.
—Creo que a todos se le olvida que tú también lo estás.— se rió la chica, viendo como Maggie giraba los ojos.— aún sirvo para la batalla, no olvides eso.
Maggie sonrió nostálgica, abrazando a la chica levemente, de alguna u otra forma siempre vio a Ellie como su hermana menor aunque fueran de la misma edad.
Quizás por la personalidad que la castaña mantenía hasta ese entonces, de ser media problemática y extrovertida.
Miró como Ellie tenía una venda alrededor de su brazo, tenía arremangada la camisa de cuadros verdes que llevaba en ese momento.
De alguna forma ahora sabiendo la situación de Ellie, sentía que debía protegerla más que nunca.
—Entonces... ¿cuando le dirás?— cambió el tema la de cabellos cortos, mirando como Daryl caminaba por el lugar ayudando a mover los autos.
—Es difícil, ahora mismo debe estar hasta la mierda al saber que salí herida.— suspiró la chica.— quiero decirle pero ya sabes, Daryl siempre andaba cabreado por las cosas.
—Eso no significa que quizás le alegrará la noticia.— le apoyó Maggie, poniendo su mano en su espalda.
Las dos mujeres miraron como el cazador se acercaba a ellas, quizás para hablar con su esposa.
Maggie sonrió, y le hizo una seña a su amiga, animando a que le contara la noticia de una vez por todas.
—¿No deberías estar descansando?— preguntó Daryl acercándose a la chica, quien se había sentando en los escalones del lugar cuando Maggie se alejo para dejar que charlaran.
—Es solo un rasguño.— Ellie le indicó que se sentara a su lado para poder tener un momento.— aún puedo servir por estos lugares.
—¿Y si no lo fuera?— pudo notar el tono molesto de Daryl, se notaba que tenía mucho rencor con lo que había sucedido.
—Entonces sería mi culpa, yo me descuide en el momento de la lucha.— respondió seriamente mirándole.
—¿Aún crees que ese hijo de perra te salvó?—
Ellie suspiró cansada, no sabía que era lo que ahora tenía Daryl, celos, enojo, rencor.
Ella fue capaz de decirle su punto de vista con lo que había pasado, Dwight impidió que Simón le hiciera algo peor a sus espaldas con esa flecha.
—Creo que tuvo la oportunidad de matarme, y no lo hizo.— respondió nuevamente la chica, escuchando el bufido de su esposo.— El idiota de Simón iba a ser capaz de tirar esa hacha a mi puta cabeza, y Dwight intervino.
—Esa mierda no es intervenir.— elevó la voz Daryl, levantándose y parandose frente a la castaña.— te hirió, quizás quiso enviarte una maldita flecha a la cabeza y se equivocó.
—Estoy segura de que no fue así.— susurró agachando su cabeza, negando a creer que Dwight era el malo.— trato de ayudarnos siempre que pudo.
—¿Porqué puta mierda crees en ese cretino?— ya estaba, Ellie sabía que Daryl se estaba enojando con su defensa personal a ese tipo de rostro quemado.— mató a dennise, intentó matarme a mi, incluso te disparo casi matandote ¿se te olvidó esa mierda?
—¡Por supuesto que no!— gritó ahora Ellie, las personas se estaban dando cuenta de su pelea fuera de la casa de Hilltop.— ¡Sólo estoy tratando de ver las cosas de otra manera!
—¿Porqué?— le preguntó enojado apuntandola como siempre hacía cuando discutían.
—¡Porque estoy...!— Ellie quedó con la palabra en la boca, dándose cuenta de lo que estaba a punto de decir.
Y Daryl le miró sin entender, esperando que terminara la oración.
No le gustaba hacer enojar a Ellie, de eso estaba seguro, pero le hervia la sangre ver que ella defendía a un hombre que la lastimó y que hizo muchas cosas malas a todos.
—Vete a la mierda.— terminó de discutir levantándose de donde estaba sentada y subiendo los escalones.
—Bien.— el cazador se dio la vuelta para irse y seguir haciendo lo suyo.
La castaña ofendida le miro caminar levemente lejos de ella, le enojada ver que Daryl estaba enojado con ella por una idiotez.
—Maldito idiota...— susurró, haciéndole gestos mientras el cazador le daba las espalda caminando, la chica le levanto el dedo de al medio enojada.
—Y no creas que no te conozco para saber que me estás haciendo malditos gestos.—
Ellie escondió rápidamente y asustada sus manos detrás de su espalda, odiaba que ese hombre le conociera tanto para saber que acciones hacía cuando estaba enojada.
Suspiró, algo triste, aveces pensaba que seguían siendo esos idiotas que se conocieron en un Apocalipsis y se la pasaban discutiendo como en el principio de todo.
Se sentó nuevamente en los escalones del lugar, poniendo sus manos en su cara y suspirando cansada.
Era agotador estar en ese estado y agregando las discusiones con Daryl, si el hombre se ponía así sin saber la situación del embarazo, no quería imaginar como será cuando lo sepa.
—¿Qué eran todos esos gritos horribles?—
Levanto su mirada agotada, viendo como Carol estaba frente a ella con una mirada indignada por la situación que la mayoría tuvo que ver.
La gente que estuvo desde el principio con ellos seguramente ya estaban muy acostumbrados, pues Ellie y Daryl tenían una actitud muy fuerte que aveces chocaba.
Pero la gente nueva estaba con la boca abierta de ver aquella discusión.
—El señorito Dixon se enojó.— bufo Ellie.
Había pasado tiempo desde que no veía a aquella mujer de cabellos cortos y claros, vestía con la armadura que usaban en el reino pues Carol ya se había adaptado bastante en esa comunidad.
Pero siempre era agradable tenerla cerca, el cariño que se tenían era muy mutuo.
—Bueno, eso explica muchas cosas.— la mujer se sentó a su lado.— pero creo que no es la mejor manera de llevarse en estos momentos.
—Me casé con un monstruo.— se lamentó siendo sarcástica, haciendo reír a Carol.
—Tú conoces a ese monstruo mejor que nadie, Ellie.— dijo Carol viendo como la chica y el cazador hacían contacto visual enojados, sonriendo con nostalgia.— parece que algunas cosas nunca cambian.
Carol le hizo un rápido cariño en el pelo de Ellie, y le regaló una sonrisa dándole animos.
La chica miró como se alejó, dejándola levemente más tranquila al darse cuenta de que ellos siempre fueron así, desde el principio.
[……]
La noche nuevamente había llegado a Hilltop, todos seguían juntos en ese lugar, nadie se había retirado todavía pues debían asegurarse de que no hubiera otro ataque sorpresa por parte de los salvadores.
Mucha gente había quedado herida, casi todo el día tratando de cuidar y curar a los que salieron más perjudicados en la batalla.
Algunos tenían heridas más graves que otros, pero tenían la esperanza de que pronto se sanaran de todo.
La mayoría de las personas estaban durmiendo dentro de la casa, las demás en los container que tenían en el exterior y los prisioneros seguían estando en el mismo lugar.
La gente se acomodo en la sala principal para dormir, agrupandose en el suelo y manteniéndose juntos.
Otros dormían en los pasillos, y escaleras que tenía la casa.
Ellie pudo quedarse en una de las habitaciones que tenía la casa, a pedido de Maggie que seguía preocupándose por la muchacha.
Se quedó con Judith y otras mujeres que cuidaban de los niños aveces, para mantenerse en guardia por cualquier cosa.
Daryl no quiso dormir, prefirió hacer una leve guardia fuera de la casa y en los pasillos del lugar para ver si alguien necesitaba algo, o si los heridos se encontraban bien.
Así que la chica se quedó sola en ese momento con las demás mujeres y su hermana menor.
No le tomaba mucho peso a la decisión de Daryl, pues siempre que discutían se alejaban unos momentos para relajarse.
En esos momentos la mayoría dormía, ya eran altas horas de la noche y no se escuchaba ni un solo ruido en la casa.
Ellie tenía sus ojos cerrados descansando un poco, y teniendo a Judith a su lado dormida.
Se sentía nerviosa por alguna rara razón, y no podía dormir del todo bien como los demás en esa habitación.
Quizás era algún síntoma raro que le apareció por el embarazo pensó ella mientras trataba de dormir.
Pero un extraño ruido la hizo abrir sus ojos de golpe, levantándose y quedando sentada con cuidado sin despertar a su hermana menor.
Nunca dudaba de sus oídos pues sabía que era muy buena escuchando, aquello la salvo de situaciones muchas veces.
Pensó que era algo de su imaginación, y se propuso dormir nuevamente.
Pero unos gritos se escucharon en la sala principal, gritos de las personas que estaban durmiendo ahí.
—Mierda.— Ellie se levantó cargando a Judith, y acercándose a las mujeres que despertaron asustadas.— cuidenla, volveré enseguida.
Una de las mujeres que siempre cuidaba a Judith tomo a la niña, y asintió con su cabeza confiando en Ellie para ver que sucedía abajo.
La castaña tomó sus machetes y armas, saliendo apresurada del cuarto una vez que estaba lista.
Cerró la puerta, y saco uno de sus machetes mirando las escaleras gigantes del lugar para ver que sucedía.
—¿Qué...?— bajó apresurada escuchando los gritos de las personas.
Habían caminantes, un buen número para terminar atacando a la mayoría de la gente que estaba en la casa, eso le sorprendió, no sabía como habían entrado a la casa, de dónde salieron esos caminantes.
Al estar abajo trató de ayudar a las personas que estaban siendo mordidas y atacadas, con su machete corto gargantas y enterró sus cuchillas a quiénes pudo.
Era increíble, todo de repente se formo en caos y gritos.
—¡Demonios!— un caminante se le abalanzó encima tomando a Ellie por sorpresa, la chica tenía su mirada perdida en todo el desastre que estaba ocurriendo dentro de la casa.
Gritó con fuerza al tener al caminante cerca de su cara y sintiendo que su brazo herido no le daba para más fuerza.
De repente ya no sintió peso, o forcejeo del caminante, sintiendo alivio.
Miró como Daryl le sacaba el caminante de encima preocupado, cuando ya le había enterrado su cuchillo en la cabeza.
El cazador levantó a su chica con cuidado, y la miro viendo si es que algo le había pasado.
La mayoría había llegado a ver que ocurría, teniendo que matar a los caminantes y ayudar a la gente que quedaba en la casa, muchos estaban siendo mordidos.
—Escuché un ruido, y cuando bajé estaban estos caminantes dentro de la casa.— explicó Ellie, siendo escuchada por Rick y Daryl que estaban cerca, todos estaban alerta pues seguían habiendo caminantes cerca.
—Quiero que vuelvas al cuarto con los demás.— le ordenó Daryl tomando su mentón para que le escuchara entre todos los gritos y gruñidos de caminantes.— iré a verte cuando terminemos esto.
—Quiero ayudar a matar a estos malditos.— se quejo la chica.
—Ve, Ellie.— le ordenó ahora Rick, el hombre sabía que su hija tenía mal el brazo por la herida y que no sería buena idea tenerla en ese estado matando caminantes.
La castaña bufo enojada al ver que ambos se habían puesto de acuerdo para mandarla, y se dejó guiar por Rosita quién estaba cerca para ir con ella de vuelta al cuarto.
Miró por última vez hacía donde estaban todos ocupándose de los caminantes y la gente que había sido mordida, de verdad no lo podía creer.
[……]
Estaban ya nuevamente en el cuarto donde tenían a Judith y algunas otras personas, había pasado casi una hora desde el ataque de caminantes que tuvieron de repente.
Rosita, Enid y Tara estaban con ella en el cuarto que era iluminado por una lámpara.
Se notaba que todos estaban preocupados pues no sabían nada de nadie hasta que ellos mismos llegaran al lugar para informar que todo había acabado.
Ellie estaba un poco molesta sentada en la cama del lugar, no le gustaba que le apartaran de todo solo por tener un brazo herido.
Estaba molesta también al saber que mucha gente se perdió por este ataque repentino, como si tuvieran que pagar las consecuencias.
—Es raro.— mencionó Rosita caminando en la habitación preocupada.
—Tal vez encontraron el modo de entrar.— opinó Enid sabiendo que hablaban de los caminantes.
—Es imposible, tenemos guardias en los muros por todos lados.— agregó Ellie, pensando en que pudo haber pasado para que todo terminara de esa forma.
No escucho lo que seguían hablando las chicas, pues estaba pensando en que demonios pudo pasar para que esa cantidad de caminantes aparecieran mágicamente dentro de la casa y empezaran a atacar a gente que no sabía pelear muy bien.
Estaba un poco preocupada por Daryl y los demás, había pasado un buen rato desde que ella los dejó ocuparse del asunto.
Los gritos y los gruñidos habían parado, pero aún no sabían nada de ellos, y eso le preocupaba.
Miró rápidamente como Rosita y Enid levantaban sus armas apuntando a la puerta que había sido abierta, pero suspiro con alivio al ver que era su padre y Daryl que llegaban.
Se levantó recibiendo el preocupado abrazo de Rick, respirando tranquila al ver que nada le había pasado y sintiendo el beso que le dio en su cabeza.
Hizo lo mismo con Daryl, lo abrazó y sonrió, pero había algo raro en las miradas de ambos.
—¿Todo bien allá afuera?— preguntó rosita una vez que ambos estuvieron dentro del cuarto.
—La casa está despejada.— respondió Rick.
—¿Cómo pasó esto?— preguntó Tara detrás de rosita.
Rick se mantuvo en silencio, rascando levemente su barbilla y mostrando en su cara un poco de impotencia.
Ellie noto aquello, aún estando sentada en la cama frente a ellos sentía que algo estaba mal.
—¿Pasa algo?— susurró Ellie viendo que ambos estaban en silencio.
—Los salvadores hicieron algo con las armas.— respondió Daryl con rabia, caminando por el cuarto con mucha impotencia encima.— todos los heridos se enfermaron, algunos se convirtieron.
—¿Qué?— Enid miró a Ellie, sin palabras pues todos sabían que la chica fue herida por los salvadores.— ¡No!
Ellie trago el nudo en su garganta, por un momento el mundo se le vino encima, entonces quizás ella terminaría transformándose en caminante por aquella herida en su brazo.
Todos estaban en shock, no podía ser cierto, debía ser una maldita broma.
Rick se giró enojado, cerrando sus ojos y tocando su cara frustrado aguantando sus lágrimas.
—Papá...— la chica se levantó al ver como su padre golpeaba un mueble del lugar enojado.— está bien, no pasa nada.
—¡No...!— negó Rick ya con su voz quebrada, se acercó a Daryl enojado.— ¡Se supone que ibas a cuidarla!
—¿Crees que no me lamento por esta mierda?— preguntó Daryl apuntando a Rick también con su voz un poco quebrada.
—¡Basta!— los detuvo Ellie, poniéndose al medio de ambos.
Todos estaban muy perplejos con lo que ocurría, parecía que no era real pero aún quedaban esperanzas.
—No sabemos que ocurrirá aún.— dijo Ellie calmando al par.— mientras tanto solo tratemos de conservar la maldita calma.
🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷
Otro capítulo para el momento, y pronto subiré uno nuevo, muy pronto.
Como siempre gracias a quiénes comentan, votan y obviamente leen esta historia ❤ me dan ánimos de seguir avanzando.