—. YoonGi...— El menor pincho la mejilla del pálido en un intento de que este despertara.
—. YoonGi, tengo hambre...—
El mayor no daba indicios de despertar, así que se levantó de la cama y se colocó los zapatos más cómodos que se encontró.
El frío empezaba a calar, así que se llevó un abrigo delgado y salió del cuarto.
Caminó por el pasillos hasta llegar a la cocina de la planta baja, busco por el refrigerador comida que fuese de su agrado, sin embargo, solo le daban asco.
Suspiro rendido al saber que tendría que salir de la casa, acomodo sus cabellos y se colocó una camisa a botones café y pantalones negros (el traje se encuentra en multimedia), después salió de la mansión.
Caminó un largo rato, encontrando todo cerrado, pero a lo lejos, una tienda de 24 horas brillaba por toda la carretera.
Se encaminó rápidamente hacia ella y entro sin dificultades.
—. Hola. — JiMin saludo amablemente, recibiendo un bufido en respuesta, no dijo nada y se dedicó a buscar comida.
Miraba por los estantes, tomando todo lo que se antojaba.
—. ¿Cuánto tiene?— Una voz tranquila se escuchó detrás suyo, no giro puesto que se encontraba algo ocupado.
—. Tiene un mes, de hecho, ya va a cumplir los 2.— El tono de su voz era amigable.
—. ¿Enserio tuviste un hijo con YoonGi, cariño?— Se tenso al escuchar esas palabras, automáticamente se enteró de quien era esa voz.
—. Jungkook...—
[...]
YoonGi empezó a despertarse cuando no sintió el calor de su pareja.
Se levantó con sus cabellos negros cual carbón revueltos y con cara de somnoliento al baño.
—. ¿Minnie?— no hubo respuesta
—. Minnie, no estoy para bromas.— el tono empezaba a hacerme más fuertes y preocupado.
—. ¡JiMin, contesta!— No espero más y abrió la puerta encontrando el baño solo.
—. Mierda...—
Corrió por todos los pasillos buscándolo, pero no lo encontraba y eso le ponía más histérico.
El abrigo que le había comprado no se encontraba en el perchero así que, dedujo que salió a la calle...
A las 4 de la madrugada...
Con una velocidad increíble, se cambió de ropa y salió en busca de JiMin.
Cosa que resultó muy fácil, puesto que el único local abierto era era el más s
brilloso.
Cuando estuvo cerca, más furioso no podía estar.
Jungkook tenía a SU JiMin entre la pared y el...
Con la cara de pocos amigos, entro al local, asustando al recepcionista.
—. ¿JiMin? ¿Qué haces?— se hizo el desentendido, más su rostro lo delataba.
—. Hola ca-
—. Lárgate YoonGi, el es mío.— Escupió con veneno, sin quitar la mirada del cuerpo de JiMin.
—. Maldito cabrón, quita tus manos de mi.—
JiMin empujó a un sorprendido Jungkook por su actitud, más poco le importó y se protegió en el pecho del pálido, quien gustosamente, le abrazo.
—. Creo que, YoonGi no es real ¿O si Jungkook?— El más bajo bromeó sobre eso, mirando la cara del Castaño.
—. Cariño ¿Me das un beso? Ya sabes, tengo que ver si realmente estás aquí ¿Si?— El pálido notó lo que quería hacer, así que, con una sonrisa, beso los esponjosos labios rosados del menor.
—. Lo siento Jungkook, creo que JiMin es mío...— Sonrió.
—. Y yo soy suyo...— junto sus frentes y salieron del local, después de comprar todo, por supuesto.
—. Jamás, vuelvas a salir a esta hora, me tenías preocupado...—
Dijo al entrar a la mansión.
—. Si, Yoonnie, lo prometo.—
El palido acarició la mejilla de JiMin, quien se restregó ante su tacto, se miraron a los ojos y YoonGi junto sus labios, en un dulce beso.