Son aproximadamente las cinco de la mañana cuando Eithan viene a mi habitación a despertarme. Tardo unos segundos en moverme de la cama mientras observo como él se encarga de sacar la ropa que usaré.
—¿Cómo es posible que estés aquí? —le pregunto mientras me estiro— Y despertándome, además —agrego con un poco de molestia.
—Bueno, no eres la única que no quiere perder un familiar —me responde mientras me lanza mi conjunto deportivo negro— Además, me aburría en Los Ángeles. No puedo ver a mi novia gracias a alguien.
Tras la mirada acusatorio que se detiene a darme, me incorporo, culpable porque hayan castigado a Skyler por mi culpa.
—Lo siento —digo de verdad sintiéndolo— ¿Qué dijo Skyler cuando le dijiste que vendrías?
Ayer cuando hablé con Skyler sobre mis sentimientos, no mencionó nada sobre que Eithan se uniría a nuestra misión de rescate.
—Esa es la cuestión. No se lo dije —le miro con desaprobación y sin poder creer que le oculte algo así. Se apresura a continuar— Bueno, sí.
—¿Sí o no? —pregunto, confundida.
—Le di una carta hace un tiempo. En San Valentín —frunzo el ceño— Allí le conté mis planes de prepararme para ser un agente y seguir los pasos de Olivia. No iría a la Universidad con ella, como acordamos.
—Espera, ¿Tú también quieres prepararte para esto? —pregunto y él asiente con lentitud— Oh.
Hago una mueca de tristeza al pensar en Skyler. Realmente lo ama, tanto como él a ella. Cuando estaba en Los Ángeles, en ningún momento dejó de mencionar lo mucho que la emocionaba ir a la universidad con Eithan.
—Debes decirle que estás aquí —digo y no me responde— Además, se alegraría de que estés aquí haciéndome compañía.
—Bueno, basándome en lo que vi en ese callejón. Joe te hace bastante compañía —menciona divertido.
Me cruzo de brazos nerviosa. Sabía que nos había visto. Demonios.
—No cambies el tema, Hilder. ¿Y si le quitan el castigo? —pregunto, volviendo a su tema y saliendo del mío que no tenía nada que ver con lo que hablábamos, por cierto.
—No lo harán. Sam y Tyler estaban muy decididos cuando dijeron que serían todas las vacaciones —responde, recostándose en la pared y encogiéndose de hombros despreocupado. Arqueo una ceja— Hey, deja de mirarme acusatoriamente.
—Es Skyler es capaz de muchas cosas—digo y aunque parezca broma, creo fervientemente que Skyler podría hacer que le releven el castigo— Yo qué tu iría preparando las palabras para cuando se entere.
Me pongo de pie y tomo la ropa que aparto para mí de un tirón. En cuanto mis pies tocan el suelo frío de la habitación de Rolly, me cuestiono dormir con calcetines la próxima vez. Cuando mi mano se posa en el pomo de la puerta, Eithan vuelve a hablarme.
—No le digas, por favor.
—Es tema de ustedes, Eithan. Ambos sabemos que tienes que hacer —ladeo la cabeza y aprieto mis labios.
Eithan aprieta sus labios y piensa en mis palabras, parece debatir internamente contra él mismo. Luego de unos segundos, continúa hablando.
—No viste como se le iluminaban los ojos cuando hablaba de que vayamos juntos a la universidad. Entenderías por qué no le digo —habla intentando hacerme entender su mentira. Lamentablemente para él, no caigo.
—Vi eso, Eithan —asiento recordando las veces que Skyler pasaba las horas de compras hablando sobre ello— Pero también vi los ojos de Skyler cuando algo la desilusiona. Y sin ofender, pero dudo que puedas agregar otra mentira más a tu lista, y luego obtener su perdón.
Salgo de la habitación pensando que actúe como una perra y me siento mal. Pero lamentablemente es la verdad. Eithan anteriormente le había mentido a Skyler sobre su identidad, porque estaba intentando protegerla, pero eso fue demasiado. Por esa razón terminaron como por seis meses. Esto puede ser una mentira un poco menor, pero lastimaría a mi prima de todas formas. ¿Lucho tanto por ganarse de nuevo su confianza que ahora piensa perderla sólo por no querer lidiar con la desilusión de Skyler? Bueno, por suerte para ellos yo tengo mi propio drama amoroso ahora.
Ya con mi deportivo puesto, cepillo mis dientes. Pensar en Skyler me hizo pensar en todos en Los Ángeles, y automáticamente me acordé de que en siete días —ahora seis—, necesito estar nuevamente allá. Escupo con frustración y me limpió el exceso de dentífrico en mi boca. ¿Cómo demonios podremos tenerlos en ese tiempo?
Cuando salgo del baño con mi cepillo en una mano y en la otra mi pijama, paso por la habitación donde mi maleta ya no está, y la cama se encuentra totalmente hecha. Supongo que tendré que volver a agradecerle a Eithan.
Llego a la sala, donde lo veo de espaldas, observando por el gran ventanal que da frente a unos edificios que dejan unos pequeños espacios para observar el cielo tornarse rosa.
—Hola —digo tímidamente, recordando nuestro beso de anoche.
Joe se voltea y sonríe de lado.
—¿Cómo dormiste? —pregunta.
—Bien, yo... —aprieto mis labios y recuerdo lo de mi madre, entorno mis ojos. Coloco un mechón de mi cabello húmedo detrás de mi oreja— Necesito decirte algo.
Su ceño se frunce y asiente con la cabeza, acercándose a mí. Relamo mis labios, estoy claramente será un problema.
—Tendré que volver a Los Ángeles en seis días —trago saliva— Mamá volverá de su luna de miel y enloquecerá si no me encuentra allí.
—Está bien.
Ahora soy yo quién frunce el ceño.
—Claro que no está bien, Joe —digo, exasperada— Iván murió... —al decir eso no puedo evitar pensar en el sonido de su cuello crujiendo y observo las manos de Joe. Él se da cuenta y las cierra en puños. Vuelvo a verlo— Era nuestra única oportunidad para tener, por lo menos, una pista de donde esta Derek.
—Trabajo mejor bajo presión —se encoje de hombros, calmado. Entonces comprendo que hay algo que no me está contando aquí.
—¿Qué averiguaron? —pregunto, arqueando una de mis cejas.
—Escaneamos los nombres que tenían Olivia y Derek. Ambos eran contactados directamente por el presidente. Les envió una lista de personas relevantes ahí, ¿Sabes qué significa eso?
Mi ceño se frunce y comprendo lo que me está queriendo decir, tras unos segundos de analizarlo todo.
—Debemos volver a la base —digo con rapidez. Asiente con la cabeza— Bueno, es un paso adelante. Nos faltan veinte.
Joe coloca ambas manos sobre mis hombros. Siento algo parecido a la electricidad cuando las palmas cálidas de sus manos tocan mis hombros fríos.
—Los encontraremos. Lo prometí. Soy hombre de palabra —hago una mueca— ¿Qué pasa?
—La última vez que mencionaron eso, me amenazaron con matarte —digo, recordando como Iván Lynn me amenazó hace menos de veinticuatro horas.
—Prometo no matarte —musita, acariciando mi mejilla.
—¿Y si puedes morir tú también? —no sé por qué, la pregunta sólo apareció en mis labios y debía soltarla.
—Prometí protegerte, también y no rompo mis promesas —dice con obviedad. Ladeo mi cabeza— De todos modos, debemos irnos.
Aleja sus manos de mí y comienza a caminar.
—¿Qué pasa con Rolly? —pregunto mientras me giro para seguirlo, él se detiene.
—Lo trasladarán y posiblemente me golpee cuando me vea por haber matado a la persona que intenta arrestar hace dos años —me río un poco— Por eso hay que irnos.
—Espera.
Me detengo y saco un papelito blanco del blog de notas que tiene pegado en el refrigerador. Busco un bolígrafo o algo con la mirada, y entonces Joe confuso me alcanza un lápiz que encontró por ahí.
Gracias por todo. Y Joe dice lo siento.
S-
—Iván Lynn además de ser narcotraficante, era proxeneta e intento matarte. Definitivamente no lo siento.
—Aish. Andando, capitán.
En el avión privado de Cameron que nos llevará nuevamente a la base, Eithan observa por la ventanilla, pensativo y espero que sea sobre la mentira que le dijo a Skyler. Peter se acerca a mí con la laptop del chico de ojos verdes y arqueo una de mis cejas cuando me enseña una larga lista de nombres.
—Esto es lo que tenemos —me dice bajando para que pueda ver la larga lista de nombres. Son muchos y no conozco a ninguno— Tienen distintos nombres, pero hay algo que tienen en común. Un texto extraño.
—Muéstramelo.
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—¿Qué significa eso? —pregunto frustrada por no comprenderlo.
—No tengo la más mínima idea —me responde negando con la cabeza— Y este es el de Derek.
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—Bien, mi cerebro va a explotarme —digo entornando mis ojos.
—Seguiré investigando —me dice asintiendo con la cabeza y alejándose a su lugar, y colocándose auriculares.
Me quedo en mi lugar mientras observo como Joe va a decirle algo a Peter charlan a unos metros de donde estoy sentada. Eithan viene a sentarse junto a mí y arqueo una ceja. No hemos hablado desde que le demostré lo inconforme que estoy con su decisión de mantener esto a escondidas de Skyler. Se queda en silencio unos segundos hasta que por fin habla.
—¿Estás enojada? —me pregunta como si fuera un niño pequeño. Me río.
—No, idiota —le respondo volteándome para verlo bien. Sus cejas se fruncen— Solo no estoy de acuerdo.
—Hablare con Harrison —me dice utilizando el apodo que tiene para mi prima. Sí, algunos novios usan apodos cariñosos y él le dice por su apellido— Sólo dame tiempo.
Asiento y desvío la mirada hacía Peter y Joe. El primero ya no se encuentra allí, pero atrape al segundo observándonos a Eithan y a mí. Deja de vernos rápidamente e intenta hacerme creer que las nubes llaman demasiado su atención. El chico de ojos verdes a mi lado, nota eso y ambos nos reímos por lo bajo.
—¿Tú y Joe? —me pregunta en voz baja con una sonrisa pícara en los labios.
—Joe y yo nada —respondo cruzándome de brazos y mostrándome seria, muy segura de mis palabras.
—Eso no parecía anoche —mis mejillas se ruborizan al escuchar que menciona nuestro beso. Remojo mis labios y hago como que no escuche nada, aunque mis mejillas me delatan— Vamos, puedes confiar en mí.
Cuando Eithan era amigo de Skyler no me caía bien porque tenía esa fama de ser un mujeriego y no solo era fama, lo era. No me gustaba para mi prima y mucho menos cuando le mintió con su identidad, aunque era para protegerla de todas formas la mentira me pareció innecesaria. Con el tiempo entendí que él la ama con todo su corazón y estuvo a punto de perder la vida varias veces para salvarla, entonces comenzó a caerme bien. Bromeamos con que nos odiamos, pero sé que Eithan también me quiere un poco. Por eso, sé que puedo confiar en él para contarle lo de Joe.
—Nos besamos... una vez —digo y automáticamente sus ojos me observan, incrédulos. Entorno los míos— Bueno, tres veces —me corrijo y esta vez sonríe, satisfecho por haberme sacado esa información— Y... eso es todo. No hay más.
—¿Son amigos con derecho? —pregunta confundido y un poco escéptico. Sabe que Joe no parece el tipo de persona que tenga amigos con derecho. Además...
—No somos amigos —completo mi pensamiento.
—Pero sientes algo por él —asiento con la cabeza, sintiendo vergüenza de admitir mis sentimientos hacía Joe— ¿Y él siente algo por ti?
Me quedo en silencio.
—No lo sé —ladea la cabeza— Es decir, dijo que le importo, pero cuando le pregunte que sentía solo me beso.
—Le importas, es un paso —me dice analizando la situación— Pero, ¿Cómo le importas?
—¿Qué quieres decir?
—Le importas como la chica que cuida, como la hija de Derek, como una hermanita —abro la boca para reclamar, pero se me adelanta— Bueno, te besó así que no le importas como una hermanita. Eso sería muy turbio. Pero entiendes mi punto.
Peter llama a Eithan y me dice que continuaremos con nuestra conversación luego. Me quedo en mi lugar pensando en lo que me dijo. ¿Cómo le importo a Joe? Es decir, claramente le importo porque me lo dijo. No me mentiría. Sin embargo, no hablo de sus sentimientos hacía mí. Uno podría creer que el beso responde la pregunta, pero no es así. Muchas personas besan a otras sin sentir amor o nada en absoluto. Así que, ¿Qué siente por mí?
Me quedo pensando en eso un rato más y cada segundo que pasa, profundizo más en eso y demasiadas dudas quedaron como resultado, y una presión se hizo presente en mi pecho. Que me impide descansar un poco antes de llegar a nuestro destino. Joe se encuentra pensativo también, unos asientos alejado de mí y me pregunto vagamente si es por el mismo tema que yo.
Peter viene a sentarse conmigo, alejando un poco mi drama Joe.
—¿Estás bien? —me pregunta y arqueo una ceja— No te ilusiones. Me sigues cayendo mal —agrega en broma, haciéndome reír un poco.
—Sí, lo estoy —no del todo, pero no es necesario hablar de mis sentimientos en esto. Decido dejarlo así y continúo mirando las nubes un poco rosadas por el amanecer, asemejándose a unos algodones de azúcar.
—Hace no mucho fui adolescente —le miro de reojo— Tengo veintitrés, sabes. Quizás pueda entender tus crisis existenciales.
—Sólo estoy asustada —miento. Realmente no siento emociones por el momento sobre la misión. Lo único que ocupa mis pensamientos y es causante de la presión en mi pecho, son los sentimientos de Joe por mí.
Agh, gracias Eithan.
—Los encontraremos. Lo prometo —me dice con tranquilidad y seguridad en sus palabras.
Posa una de sus manos sobre la mía. Rápidamente, casi automático, mi ojos se posan allí y los suyos también, por unos segundos que parecen eterno. Como si acabáramos de hacer contacto con el fuego, ambos cortamos nuestra única forma de contacto físico, sorprendidos. Lo disimulo ocupando esa mano para pasar un mechon de mi cabello detrás de mí oreja y él para rascarse el cuero cabelludo.
—Sí, como sea. Debo ir a ver unas cosas con Eithan —me dice poniéndose de pie y yendo hasta donde el pelinegro se encuentra con su computadora.
¿Qué diablos fue eso?
Skyler POV
Me aplico un poco más de rímel en las pestañas y observo mi maquillaje, satisfecha por el resultado. Thomas, quién se adentra sin su camiseta dejando su abdomen marcado a la vista y unos pequeños cabellos pegados a la frente a causa del sudor, se queda mirándome confundido.
—¿Cómo estuvo la practica? —le pregunto. Hace poco entro a practicar futbol junto a Ashton y Liam.
—Sólo hicimos un pequeño partido y ganamos gracias a mí, por supuesto —responde con una sonrisa cansada— Yo nunca pierdo.
—Perdiste la virginidad —le recuerdo, divertida.
—Hago excepciones —responde, lanzándome su camiseta sudada y la esquivo con agilidad, haciendo una mueca de asco— ¿Vas a salir?
—Sí, con mi castigo de por vida, saldré Thomas —le respondo con sarcasmo. Él asiente con la cabeza, entendiendo— ¿Estás bien? —cuestiono. Me resulta raro que no me responda con algo más sarcástico.
—Estoy exhausto —se encoje de hombros y se acuesta en mi cama. Vuelvo a hacer una mueca porque se acostó sudado en mi cama.
Cuando voy a reprocharle eso, otra voz interrumpe mi reclamo, desde el primer piso.
—¡Llegó la alegría de la casa! —escucho que dice Liam tras cerrar la puerta principal.
—Agh, no puede ser —digo entornando mis ojos.
—¿Qué sucede? —pregunta Thomas sin entender.
Muerdo mis labios antes de responderle.
—Sucede que Daniela iba a venir y Eithan con ella, pensé que podríamos... —me encojo de hombros dejando la oración en el aire y permitiendo su mente sucia ponerse en acción, y hacer comentarios en tono de burla al respecto.
—Ah, bueno —asiente desinteresado— Me voy a duchar.
Cuando se pone de pie, me acerco a él y elevando una de mis manos frente a su pecho, lo detengo.
—Vas a decirme qué te sucede, Thomas Elliot Woods —le digo decidida, preocupándome en serio por lo que le está pasando a mi mejor amigo.
—Sólo estoy exhausto, Skyler Angelic Harrison —me responde sonriendo divertido, pero se nota y notaría desde kilómetros que no es sólo cansancio— Apesto. Déjame ir.
Me hago a un lado, dándole su espacio. Claramente no se encuentra listo para contarme qué lo tiene así y tampoco quiero forzarle a hacerlo. Cuando sea el momento, estaré para escucharlo, aconsejarlo e intentar superarlo juntos. Mientras tanto sólo buscaré que se encuentre cómodo y bien. Realmente detesto verlo mal.
Bajo las escaleras al escuchar la voz de Daniela abajo. Con su larga cabellera rubia, ahora con unas pocas ondas a finales de este, elegante vestimenta y sonrisa radiante, se encuentra sentada en el sofá de la sala. La observo sorprendida, no por su fascinante presencia, sino por la ausencia de mi novio.
—Hola... —saludo un poco confusa, pero alegre de verla.
—¡Hola! —me responde con efusividad, poniéndose de pie para envolverme en sus delgados brazos. Le correspondo dejándome llevar por su cariño— ¿Cómo has estado? Lamento lo de tu castigo —me dice en cuanto nos separamos.
—Bien. Sí, pero me lo merezco —digo encogiéndome de hombros.
—Si te sirve de consuelo, Emily castigará a Sophie un año entero —me responde haciendo una mueca. Ladeo la cabeza, la tía Emily es algo flexible con los castigos— Tienes razón —asiente riendo.
—¿Y Eithan y Olivia? —pregunto cambiando de tema, cuestionando sutilmente por qué diablos mi novio no está aquí.
Daniela parece ponerse un poco incomoda ante la pregunta, aunque tan pronto como demuestra esa sensación pone una sonrisa algo forzada y vuelve a sentarse.
—Olivia tuvo que volver a Francia por algo de su carrera. Al parecer le adelantaron unos exámenes y debe darlos sí o sí —responde bajando la mirada hacía sus uñas— Y Eithan fue a visitar a unos familiares.
—¿Viajó? —pregunto sorprendida.
—Sí, a Manhattan —me dice con el ceño fruncido— ¿No sabías?
—Nop —respondo sintiéndome un poco mal por eso.
—Eithan es idiota, sé paciente con mi hijo —me dice intentando arreglar la situación, pero creo que es imposible.
—Lamento la tardanza estaba terminando algo —dice mamá apareciendo en la sala luciendo algo agotada.
Sonrío apretando mis labios.
—Con permiso —digo y subo las escaleras hasta mi habitación.
Una vez en mi habitación me siento en la cama y me preguntó por qué me siento tan mal porque Eithan no me haya contado. Es decir, no está obligado. Estamos en una relación, pero somos libres. Le envió un mensaje y este no le llega. Mi ceño se frunce, no hemos hablado desde ayer a la noche y estoy segurísima de qué me lo hubiera dicho. Hay algo que no me cuadra.
Thomas sale del baño de mi habitación con una toalla amarrada en la cintura y con otra más pequeña secando su cabello. Se queda viéndome con confusión y ladeo la cabeza, extrañada por eso.
—¿Qué dirías si te digo que creo que me gusta una chica? —suelta anonadado.
Elevo mis cejas.
Sophie POV
Ya en la base y habiendo descansado. Estamos yendo a reunirnos directamente con Cameron, según nos había dicho el señor Gel tiene otras cosas que hacer y no puede estar presente en nuestra reunión. Joe no se acercó en ningún momento desde la charla en el avión y tampoco lo intente yo. Siento que si me acerco sólo un poco, le preguntaré sobre sus sentimientos y en este momento, no es lo que más nos conviene, ni lo más importante. Debo entender que encontrar a Derek es nuestra primera misión, nuestro confuso drama puede esperar.
Mi celular vibra en el bolsillo trasero de mi pantalón y como observo que nadie me está prestando atención, lo saco para leer rápidamente el mensaje.
Skyler: ¿Puedes creer que Eithan se fue a Manhattan y ni siquiera se molestó en decírmelo?
Guardo mi celular con el ceño fruncido y miro al pelinegro que camina junto a mí de forma relajada. Él tarda unos segundos en devolverme la mirada, algo confuso. Extiendo mi brazo y lo golpeo en el suyo con fuerza.
—¡Auch! ¿Y eso por qué? —me pregunta confundido.
—No le dijiste a Skyler nada —le digo molesta.
Eithan va a contestarme pero ya llegamos a la oficina de Cameron donde apenas ponemos un pie enfrente, sus guardias ya nos permiten entrar. Él está sentado detrás de su enorme escritorio, al vernos se pone de pie y se acerca con una sonrisa. No sé por qué, pero no me genera nada de miedo. Puede ser del gobierno y tener mucha influencia, posiblemente puede matarme chasqueando los dedos y eso, pero no parece intimidante. Con su torpe sonrisa, inseguro andar y rostro de buena persona, si intentara matarme le diría que me cuente otro chiste.
—Eithan, ¿Qué... haces aquí? —pregunta Cameron al ver a su cuñado caminando junto a nosotros.
—Es mi hermana, Cameron —le responde encogiéndose de hombros— Por supuesto que vendría.
—Me sorprende que no... —Eithan lo interrumpe.
—¿Qué no hayan venido mis padres? —pregunta Eithan con diversión. Cameron asiente— No saben lo que le pasó a Olivia. No quise preocuparlos. Piensan que estoy en Manhattan —dice esto último mirándome.
—Olivia... es su todo. Creo que deberían saberlo. Por si... —deja la oración en el aire y me apresuro a continuar.
—Ellos volverán. Fallar no es una opción, Cameron —digo con tono duro y seguro, pero por dentro sintiendo como mi corazón me duele al pensar que en esto puedo perder a mi padre.
—Estoy de acuerdo —dice Joe con la mirada baja, pero al mirarlo la eleva y nos mantenemos así por unos segundos hasta que Peter nos interrumpe.
—Te enseñaré lo que averiguamos...
Y así, Peter le cuenta todo lo que tenemos hasta ahora. Le enseña los nombres que ambos poseían y nos dice que comenzará con una investigación a esas personas, pero al mencionarle el texto y enseñárselo, queda igual de confundido que nosotros.
—Vamos a encontrarlos —nos dice aunque no con un tono muy seguro— Traeré expedientes de estas personas —se pone de pie y comienza a caminar hasta salir de la habitación.
Joe y Peter rápidamente tienen una conversación sobre las personas que están en la lista, y Eithan se acerca para susurrarme:
—Por supuesto que no le dije a Skyler que iría a Manhattan —me dice con seriedad— No le mentiría otra vez.
Hola! Perdón por la tardanza. Tuve exámenes esta semana y no pude terminarlo a tiempo. Además de que estoy un poco bajón últimamente y no tenía ganas de escribir. Espero que lo disfruten!