-Hola Camila- digo entre dientes un poco complicada mientras siento la mano de mi padre en mi espalda alentándome a hablarle a la castaña delante de mi.
-Hola Laur- dijo tímida Camila que estaba delante de su mamá que veía la interacción de las chicas.
-¿Sabes que me he inscrito en un entrenamiento de fútbol? ¿Y quería saber si un día de estos quieres venir a verme?- dije rápidamente y de forma complicada.
-Sip- volvió hacer énfasis en la letra P y vi como su lengua estaba entre sus dientes al momento de sonreír.
-¿Quieren un poco de limonada?- pregunto la madre de Camila.
Alce mi mirada y le asenti a mi padre que gustoso acepto. Esa tarde la pasamos hablando sobre mi entrenamiento y como era tan buena jugando al fútbol.
Camila comenzó a tirar suave de mi la manga de mi camiseta llamando mi atención.
-Uh- gire mi mirada a la de ella luego de comer un trozo del pastel de chocolate que nos había ofrecido la señora mamá de Camila.
-¿Cuando tienes entrenamiento?- pregunto en bajo mientras sus ojos miraban los mios.
-Todos los días- susurré como si de un secreto entre nosotras dos se trataran.
-¿Puedo ir a todos?- susurro la morena preguntando.
-Espero que si puedas- susurré al igual que Camila guiñándole mi ojo derecho causando una risita en ella.
-Papá apurate- estaba de brazos cruzados mientras veía a mi padre tomar una tostada entre sus manos y dar un gran mordisco.
-¿Porque tanto apuro?- pregunto mi madre mientras le pasaba un poco de jugo a Mike en le vaso que va en el porta vasos del auto.
-Camila vendrá con nosotros- balbuceó mientras bajaba mi mirada y comenzaba a mover mi pies de un lado a otro.
-Esta bien- alce un poco la mirada y mis padres estaban mirándome con una sonrisa.
-¡¡Pero no me miren así!!- dije alzando la mirada de lleno, logrando que ambos rieran por mi actitud.
-Mike, cuidence- escuche a mi madre decirle a mi papá, salio con el y le dejo un beso en sus labios y luego uno a mi en mi frente.
-Camila ella es Normani- las presente, ambas chicas estaban tomándose de las manos cuando el entrenador nos llamo. -Nos vemos en un ratito- le dije para dejar un beso en su mejilla y salir corriendo al campo.
Estábamos en un pequeño encuentro entre nosotras y a lo lejos vi a Camila gritar -¡¡LAUREN ERES LA MEJOR!!- y en ese momento logre anotar un gol.
10 años después...
-¡¡LAUREN!!- se escucho el grito de Camila mientras alzaba las manos saludandome.
Quien diría que realmente asistió a todos los entrenamientos y partidos desde mis 6 años, sin contar esos días en los que estaba enferma y sus madre le negaba salir, pero siempre lo compensaba con una tarde de películas.
Camila y yo, se puede decir que crecimos siendo bastante cercanas, aunque en ciertos momentos sentía un aura de Claudia en ella. Su sonrisa y su mirada me dejaban minutos absorta cuando estaba a su lado, causando que pinchara mi mejilla. A veces lloraba recordando a Claudia, y aunque ella no entendía el porque, siempre buscaba una manera de abrazarme y estar para mi. Y no puedo negar que yo buscaba mil formas de siempre estar con ella, aunque sentía que en mi corazón no estaba cumpliendo la promesa de buscar al amor de mi vida, sin importar en que vida este.
Claudia era un sueño recurrente de vivencias y a veces lloro sola en mi habitación pensando en ella, pero se contrastaba cuando además reconocía que me había enamorado de Camila.
-Camzi- agite mi mano en su dirección -Un momento- dije a mis compañeras que me hacían la mueca de que me fuera con la morena, con una sonrisa a Normani camine destino una linda castaña en las gradas.
-Laur babe boo- dijo lanzándose en mis brazos, la atraje en el aire mientras le daba vueltas para dejar un beso en su mejilla y bajarla de mis brazos. -Eres magnifica- comento riendo abanicado sus pestañas, e instantáneamente sus rostro se reflejo el de Claudia.
Trage hondo y agite mi cabeza, mi sonrisa volvió aparecer cuando Camila tenia su cabeza ladeaba mirándome. -Siempre dices lo mismo- dije viendo las facciones de su rostro, ha cambiado en este tiempo -Ya no se si creermelo- comente mientras giraba mi mirada en otra dirección.
-Lo, no- dijo tratando de arreglar la situación.
-¡Mentiras!- dije al ver a desesperación en su mirada.
La abrace pegándola a mi un rato hasta que escuche el grito de mi entrenador.
-Jauregui, al campo- aquello era normal, siempre que veía a Camila el tiempo se iba muy rápido. Agite mi mano y di paso a que la morena se sentara de nuevo mientras yo corría en dirección al centro del campo.
Entonces todo se vino abajo...
Un chico un poco más alto que Camila se sentó a su lado, vi como entrelazaron sus manos y el dejo un beso en sus labios. Trague hondo y mire a Normani que estaba divisando lo mismo que yo. Sentí su mano en mi espalda y un leve "Todo estará bien" que quedo navegando en mi consciencia.
Comencé a correr detrás del balón, pero en un momento mis pasos no dieron para más, mi cuerpo se quedo estático mientras escuchaba de fondo como mi entrenador me gritaba. Podía ver como Normani se acerco a mi, sus manos en mi hombros y otra agitándola en mi rostro.
Y solo basto enfocar la mirada en ella para sentir como mis mejillas se inundaban de lágrimas, sentí sus brazos rodearme y ligeramente coloque las mías en sus costados. Mis sollozos se hacían más fuertes, algunas de las jugadoras se acercaron al suceso y estaban tratando de no decir nada al respecto de verme llorando.
Normani tomo mi rostro entre sus manos y volví a escuchar "Todo estará bien" en la lejanía de mis pensamientos. Baje el rostro mirando al césped cuando comencé a ver todo oscuro, escuche a lo lejos la voz de Camila gritando "¡¡LAUREN!!" no podía controlar mi cuerpo. Sentía las piernas débiles un dolor en mi costado acerque mi mano a mi costilla, un dolor fuerte punzaba causando que me inclinara del dolor. Cuando alce la mirada mis ojos enfocaron a Claudia en el capo del auto, muerta como habían dicho ese día. Su sangre se podía distinguir, entonces me desmaye.
-Lauren- escuchaba un murmullo, sus ojos se abrían poco a poco divisando las paredes blancas, se levanto de golpe causando que su mareo se hiciera presente,la ultima vez que estuvo así estaba naciendo de nuevo. Miro a su alrededor y estaba Normani y Camila mirándolas atentamente.
-¿Como sigues?- pregunto la morena acercándose. Lauren se alejo un poco causando una mirada de intriga por parte de la morena.
-Lauren- dijo Normani causando que ahora la mirara a ella.
-¿Estas mejor?- pregunto, recordé el fuerte dolor y llevo mi mano debajo de mi camiseta y no encontré nada. Y solo asenti.
-Si, estoy bien- susurré para dejarme caer de nuevo en la camilla de la enfermería.
-¿Que ha pasado?- pregunto nuevamente Camila.
-No lo se- respondí de forma corta y seca.
-¿Porque actúas así?- volvió a preguntar, Normani ajena a la conversación decidió permanecer en silencio, dado que ella sabia la razón latente.
-No importa- susurré con mi brazo tapando mis ojos que estaban por comenzar a llorar.
-Camila creo que...- escuche la voz de Normani para ser cortada por la de Camila.
-¿Es por Sebastian?- pregunto ella con un tono de voz bastante bajo.
-¿Quien es Sebastian?- pregunto Normani.
-Mi novio- susurro Camila.
El silencio se hizo presente mientras que trataba de retener mis lágrimas.
"¿Claudia en donde estas cuando te necesito?" fue mi único pensamiento mientras mis lágrimas volvían a correr por mis mejillas.
*Espero les guste y disculpen si existe algún error*
*El salto en el tiempo es importante, ya que se sobre entiende que la vida adulta es la que le dará la forma a esta historia*