El fin de semana ya había pasado, y ahora Dongsook y Donghyuck se encontraban volviendo a los internados.
Apenas subieron al bus que los llevaría a casa, Donghyuck casi sale corriendo por inercia hacia Yukhei que ya se encontraba allí. Sin embargo, antes de hacerlo, reaccionó: Él estaba vestido como Dongsook, y Yukhei no sabía nada — o se suponía que no sabía nada — sobre el intercambio de lugares con su hermana. Así que simplemente siguió su camino hasta el primer lugar vacío que encontró y se sentó allí.
En su lugar, Dongsook se sentó junto a Yukhei.
Una vez sentado, comenzó a pensar. De sus amigos, sólo Yukhei y Youngho utilizaban el mismo bus que él. Los demás, o utilizaban otro, o sus padres los llevaban hasta la escuela. O algunos ni siquiera salían de allí los fines de semana. ¿Será lo mismo con Iseul, Danbi, Mark, y demás?
Tal vez no.
El bus hizo una parada que nunca antes había hecho, y allí estaba subiendo Lee Mark.
Llevó su mirada hacia su hermana, y pudo observar su miedo. Sus ojos parecían temblar al igual que todo su cuerpo mientras lo observaba. Y Donghyuck sabía qué era lo que ella pensaba. "Me reconocerá, lo hará." "¿Se ha dado cuenta de todo y viene para hacérmelas pagar?" "¿Me humillará en frente de todos?"
Y, la verdad, era un gran problema. Si Mark lograba ver a Dongsook pensaría que es la persona que está yendo a su escuela y la molestaría, por más que Dongsook estaba vestida de hombre y haciéndose pasar por su hermano. Y, si Mark le llegaba a dirigir la palabra a Dongsook, Donghyuck no tardaría en saltar a defenderla. En ese caso, Mark adivinaría que son gemelos, y en ese punto no sería muy difícil adivinar que cambiaron lugares.
Vamos, que Dongsook parezca una persona nueva de un día para el otro no era normal. Pero, si tenía un hermano gemelo que encima también parecía ser una nueva persona de un día para el otro, la verdad saldría a flote enseguida. Todo el mundo sabría que habían cambiado de papeles.
Mark no debía ver a Dongsook.
Yukhei, por algún motivo, en el momento justo que Mark pasaba a su lado, llamó la atención de Dongsook haciendo que ella voltease y Mark no lograra verle el rostro.
Pero Mark sí divisó a Donghyuck más atrás, sentado con el lugar a su lado vacío y observándolo con miedo, y sonrió ladinamente. Se acercó hacia él, y se sentó a su lado mientras todos sus movimientos eran captados por la atenta mirada de Donghyuck.
— ¿Qué mierda haces tú aquí? — Espetó Donghyuck enojado porque casi hecha a perder todo. Dirigió una mirada más hacia Dongsook, quien se la devolvía preocupada y asustada.
Intentó relajarla con un gesto de que todo estaría bien, pero Dongsook no quitaba la expresión de preocupación de su rostro.
Una cabeza se asomó por encima del asiento de al lado de Dongsook, y las miradas de Yukhei y Donghyuck se encontraron. Acto seguido, Yukhei volvió a llamar la atención de Dongsook, y sus miradas no se volvieron a encontrar hasta el final del viaje.
— Un pajarito me ha contado que tú te tomas este bus, y como pasa cerca de mi casa, decidí tomármelo de ahora en adelante. — Respondió Mark, sonriendo. — Antes me llevaba mi padre, pero a partir de este momento iré en bus. — Lo observó, escaneando su cuerpo entero con la mirada y decepcionándose con el hecho de que ahora vestía igual que siempre y no como en la biblioteca: La camisa estaba abotonada hasta el cuello. Volvió a subir su mirada hacia el rostro de Donghyuck. — Contigo.
Claro que Donghyuck no saldría de su casa vistiendo tan atrevidamente. Y menos estaría así vestido en frente de Dongsook, quien le había pedido que no llamara la atención.
— Deja de drogarte, que los pájaros no hablan. — Donghyuck intentó relajarse, pues el peligro había pasado. — De todas formas, no lo hagas. — Ordenó. — Pídele a tu padre que te siga llevando.
Donghyuck temía que la próxima vez, acabe por descubrirlos.
— ¿Por qué? — Preguntó Mark, haciendo puchero.
— Porque no te soporto, y estos cuarenta minutos de viaje serían una tortura semanal para mí.
— No tienes pelos en la lengua cuando hablas. — Soltó Mark. Donghyuck sonrió sarcástico.
— Se llama sinceridad, gracias por notarlo.
— Se llama mala educación.
— ¡Pero claro! Porque burlarse de los dientes de otra persona no es de mala educación, ¿Verdad?
— Esto y eso es diferente. — Mark sonrió con arrogancia, y Donghyuck quiso bajarle todos y cada uno de sus perfectos dientes de una piña.
— Claro que no lo es. — Masculló, a punto de explotar de rabia.
— Te ves bonita enojada. — Se apresuró a decir Mark, casi interrumpiéndolo.
Donghyuck solo rodó sus ojos y se colocó los auriculares, poniendo la música a tope y mirando por la ventana, ignorando olímpicamente a Mark.
De vez en cuando sentía a Mark picar su brazo, pero simplemente lo ignoraba.
En el único momento que Donghyuck separó su mirada del cristal de la ventana, fue cuando advirtió que habían llegado a su internado masculino. Sólo observó en silencio cómo Dongsook bajaba del bus mientras que Yukhei bajaba su propia valija y la de ella, y luego cómo ambos entraban por las grandes puertas de hierro. Luego de ellos, Youngho bajó con sólo una mochila de equipaje.
Donghyuck había estado demasiado ocupado ignorando a Mark como para notar que Youngho ya había subido al bus.
En el momento que las puertas del internado comenzaban a cerrarse, el bus volvió a andar.
¿Qué clase de mentira le habrá dicho Dongsook a Yukhei para que bajase su valija? ¿Le habrá dicho que está lesionada, o que está enferma? ¡Yukhei nunca le había bajado la valija a él, por más pesada o liviana que ésta esté!
...
— Esta noche hay una fiesta en la habitación de Mark, él me ha dicho que te invite. — Le dijo Jaemin a Donghyuck, ambos en la habitación de Dongsook.
Jaemin había llegado hacía unos segundos subiendo por la ventana, diciéndole antes por mensaje que tenía un nuevo plan. Ahora Jaemin se encontraba sentado con la espalda recta y sus brazos apoyados en sus rodillas, notablemente incómodo, en la silla del escritorio de Dongsook; mientras que Donghyuck se encontraba despatarrado sobre la cama de su hermana.
— ¿Esta noche? — Donghyuck enarcó una ceja, incrédulo. Jaemin asintió. — ¿Un lunes? — Insistió.
Jaemin se encogió de hombros, rodando los ojos y encorvando levemente la espalda.
— Ha logrado pasar alcohol y quiere aprovecharlo antes de que se lo descubran y confisquen.
Donghyuck asintió.
— ¿Y qué quieres que haga yo? — Preguntó, curioso, sentándose en la cama de un salto.
— Que vayas, por supuesto. — Jaemin sonrió, y Donghyuck rió sarcástico.
— ¿Lee Dongsook yendo a una fiesta? ¡Por favor! ¡Quedaría en evidencia que en realidad no soy mi hermana! — Se volvió a recostar, aún riendo. — ¿Es que eres idiota?
— No es un secreto que la personalidad de Lee Dongsook ha cambiado hasta el punto de que parece otra persona. No sorprendería a nadie que ahora vaya a una fiesta en las habitaciones masculinas, Donghyuck.
— ¿Y para qué quieres que vaya? — Donghyuck volvió a sentarse en la cama, dedicándole una mirada recelosa.
Jaemin amplió su sonrisa, y le devolvió la mirada confiado.
— Mark me ha dicho que te invite, pero pienso que podemos usar esta noche para que termines más rápido el plan. — Donghyuck entrecerró los ojos y, luego de estar unos segundos pensativo, se aproximó al borde de la cama para acercarse a Jaemin.
— Suelta. — Ordenó. Jaemin asintió, e hizo caso.
— Cuando la fiesta apenas esté comenzando, propondré un juego para emborracharnos, y tú debes quedarte al lado de Mark para hacerlo perder siempre. Luego que ya esté más borracho que la mierda, debes intentar calentarlo. Ya sabes, toques, roces, miraditas...
— Estás loco si piensas que haré eso. — Donghyuck lo interrumpió.
— Tranquilo. No serás el único, tengo pensado proponer otro juego para eso. Pero tú debes esforzarte aún más ya que en verdad tienes que lograr que quiera follarte allí mismo.
— Entonces, cuando por la borrachera y la calentura intente tirárseme encima... — Volvió a interrumpirlo, pero esta vez con una sonrisa en los labios.
— Lo rechazas, te levantas sonriente, y te vas. — Continuó la frase Jaemin.
— En frente de todos. — La concluyó Donghyuck. Jaemin asintió.
— Para el colmo, tendrá que aguantarse la vergüenza toda la semana ya que recién es lunes.
Donghyuck frunció el ceño.
— Pero, si hago eso, no podré amenazarlo con contarles a todos si vuelve a molestarme. O, bueno, a Dongsook.
— Si eso sucede, si vuelve a molestar, solo amenázalo con mentir. — Donghyuck frunció el entrecejo y ladeó la cabeza, no entendiendo del todo. — Dile que le dirás a todo el mundo que nuevamente se te ha tirado encima, que no te deja en paz. Dile que lo humillarás diciendo que se te ha confesado y que te ruega que le des una oportunidad, no lo sé. Te inventarás algo, eres Lee Donghyuck.
Donghyuck asintió, imaginando cómo se desarrollaría la noche.
— Tiene sentido lo que dices...— Murmuró, mas para él mismo que para Jaemin . — Jaemin. — Lo llamó.
— ¿Qué sucede?
— ¿Por qué haces esto? — Preguntó entonces. Jaemin frunció el ceño, dando a entender que no sabía a qué se refería. — Mark es tu amigo, ¿Verdad?, ¿Por qué me estás ayudando a humilarlo? ¿No sientes que lo estás traicionando?
Jaemin sonrió con tristeza.
— ¿Sabes? Mark siempre fue de carácter fuerte. Siempre estuvo a mi lado, siempre me defendió, siempre me ayudó. A cambio de eso yo también siempre estuve a su lado en cada situación y siempre asumí por él los castigos de nuestras travesuras. — Jaemin suspiró, adoptando un rostro serio. — Pero esto es más que una travesura. Tal vez por el hecho de que yo siempre asumo la responsabilidad, él no sabe que cada acción tiene una reacción, que cada cosa mala que hagas vuelve. Y querer acostarse con Dongsook para humillarla, no importa por donde lo mires, está mal. ¿Qué si no siento que lo traiciono? ¡Por supuesto que así lo siento! Pero ¿Qué más puedo hacer? Si le hablo, no me escuchará. No tengo otra opción.
Donghyuck asintió.
— Está bien. Te creo.
Jaemin asintió, y pensando que la conversación ya había acabado, se encaminó hacia la ventana.
— Ah, por cierto. — Se detuvo antes de salir. — Intenta no llevar a Iseul. — Le advirtió el muchacho con piercings.
Donghyuck se enojó. ¿Por qué no podía llevarla?
— ¿Y eso por qué? ¿Además de no agradarte mi hermana y yo por nuestros dientes, tampoco te agrada Iseul por su sobrepeso? ¿En serio eres tan mierda de persona? — Jaemin cerró los ojos con fuerza y en verdad parecía herido por esas palabras, pero Donghyuck no se retractaría jamás.
— No quiero que la lleves porque Danbi estará allí. — Abrió los ojos, mostrando que en su mirada ya no había ni un ápice del dolor que había demostrado segundos antes. — Danbi se enojará al verte tan cerca de Mark, y estoy seguro de que si ella intenta hacerte algo a ti, Mark la detendrá. También estoy seguro de que si no puede contra ti, irá tras ella, y en ese caso Mark no la detendrá.
Y allí estaba ahora. Con una falda tableada color gris, y una camiseta color blanco con cortes en la espalda. Llevaba las zapatillas con plataforma que había usado aquella vez en la biblioteca, y unas medias blancas que le llegaban hasta debajo de la rodilla. Recogía su flequillo con una vincha, y llevaba un leve maquillaje que consistía en un pequeño delineado, un poco de máscara, y brillo labial.
En realidad había querido ir con shorts, pero los de Dongsook le quedaban tan ajustados que quedaba en evidencia que era un hombre.
A su lado, Iseul vestía unos jeans azules con una camisa color rosa viejo. Sus pies los cubrían unas simples sandalias blancas, y estaba notablemente más maquillada que Donghyuck.
— Sigo pensando que esto es una trampa para hacernos algo. — Dijo por enésima vez ella.
— Te he dicho que no vengas, Iseul. Tú has insistido. — Replicó Donghyuck, recordando lo que Jaemin había dicho.
En verdad temía que Danbi le hiciera algo a Iseul.
— No puedo dejarte venir sola, bonita. Somos el Bangtan Squad, ¿Recuerdas? — Iseul sonrió guiñando un ojo y codeando suavemente a Donghyuck.
— ¿Bangtan Squad? ¡Qué nombre tan horroroso! — Donghyuck comenzó a reír. — ¿Quién nos ha puesto ese nombre tan malo?
— Tú misma, ¿recuerdas? — Donghyuck dejó de reír. — Dijiste que soportábamos todas las balas que nos disparan aquellos demonios, y que por eso éramos a prueba de balas.
— Sí, tienes razón, lo recuerdo. — Mintió. Acto seguido, golpeó la puerta. — ¿Aún quieres quedarte?
— Sí. — Respondió, segura.
— Estás a tiempo de irte. — Volvió a decir Donghyuck.
— Me quedaré, Dongsook. No insistas más. — Y, en ese momento, Jaemin abrió la puerta.
Enseguida las miradas de Donghyuck y Jaemin se encontraron, comunicándose con ese simple acto.
"Acabemos con esto." Fue lo que se dijeron.
Jaemin desvió su mirada hacia Iseul y, sin decir nada, se movió del umbral de la puerta para darles paso. Una vez que las dos niñas hubiesen entrado a la habitación, Jaemin cerró la puerta detrás de ellas con el pulso acelerado y sintiendo cómo las manos le sudaban.
¿Por qué mierda estaba Iseul ahí?