((Narra Leo))
Un ruido muy familiar me despertó. Lentamente comencé a abrir los ojos; un poco de luz natural entraba a la habitación por las cortinas semiabiertas. La alarma que había programado en mi celular estaba comenzando a sonar y con un poco de pereza la apagué...
Leo: No me quiero... levantar~...
Repentinamente, la puerta de mi habitación se abrió de golpe.
Mamá: ¡VAMOS, HIJO, LEVÁNTATE! ¡ARRIBA!
Leo: Mmm...
Ella se acercó a las cortinas y las abrió de par en par, dejando entrar la luz natural del sol a la habitación e iluminando esta.
Leo: ¡Noooo~....
Mamá: No me digas que no. Además, ¡tú me dijiste que te viniera a despertar a esta hora!
Leo: Pero es muy temprano~....
Mamá: Recuerda que hoy es el último día...
Leo: -se levanta rápidamente de la cama- ¡Cierto! ¡Lo había olvidado!
Mamá: Te espero abajo, el desayuno ya está casi listo.
Leo: ¡Ok... gracias, Ma~!
Ella salió de la habitación y cerró la puerta a sus espaldas, dejándome solo en mi habitación.
Leo: Último día....
Mi nombre es Leo Lion, puede que no sea un nombre tan original, tomando en cuenta que soy un León blanco, pero a mí me gusta. Tengo actualmente 17, cumplidos hace poco
Leo: -toma una toalla y camina hacia el baño-
Normalmente soy un León alegre, enérgico y positivo. Soy la clase de animal que es muy sociable y tiene amigos por donde se puede, así que por tema de amistades y/o socializar no tengo problemas. Me gustan mucho los deportes y hacer ejercicio, gracias a ella...
Mamá: -grita desde la cocina- ¡APÚRATE QUE EL DESAYUNO SE ENFRÍA!
Leo: -grita desde el baño- ¡AÚN ME FALTA!
Sí, con "ella" me refiero a mi Mamá. Desde que era pequeño, yo podía ver a mi Madre haciendo ejercicios y, por ende, desde pequeño comencé a hacer ejercicios y uno que otro deporte con ella. Ella actualmente tiene un buen cuerpo para alguien de su edad, haciendo que luzca mucho más joven. Como dije, desde pequeño comencé a hacer ejercicios con ella, así que actualmente tengo un cuerpo muy bien trabajado y en forma.
Leo: -sale del baño y va hacia su habitación-
Hoy es el último día, el último día que vivo en esta ciudad. Mañana mi familia y yo nos mudamos a una ciudad vecina hacia el sur... es realmente necesario este cambio.
Leo: -termina de vestirse, sale de su habitación y baja a la cocina-
La empresa en la que trabajaba mi padre estaba quedando en quiebra, así que comenzaron a despedir a algunos trabajadores, entre ellos, mi padre.
Leo: ¡Ya estoy aquí!
Mamá: ¡Finalmente! Ahora come tu desayuno antes de que se enfríe más de lo que ya está.
Leo: ¿Y Papá?
Mamá: Él está guardando unas últimas cosas.
Leo: ¡Oh... ya...
Mi padre es un León proveniente de una familia adinerada, pero él siempre quiso tener una vida común y corriente. Así que su padre, mi abuelo, le dejó la mayoría de la herencia a su hermano, mi tío. Mi tío, con el dinero que se le fue heredado, formó una gran empresa que actualmente es una de las empresas más conocidas en el mundo.
Mamá: ¿Tienes que ayudarlo a hacer algunas cosas, no está en forma como tú para hacer ciertas cosas?
Leo: -come del desayuno- Claro.
Un día, mientras mi papá y mi tío hablaban por teléfono, mi padre le contó sobre su problema de no tener trabajo. Así que mi tío le ofreció trabajo en su gran empresa y mi padre, sin pensarlo dos veces, lo aceptó. Pero ese trabajo se encontraba en la ciudad vecina. El trabajo que le ofreció mi tío a mi padre es muy bueno y, por ser una gran empresa, ganará más dinero de lo que ganaba en su antiguo trabajo. Era una oportunidad que no podíamos dejar pasar, así que mis padres decidieron que nos iríamos a vivir a la ciudad vecina para que papá pueda trabajar en la empresa de su hermano, mi tío.
Mamá: Entonces... ¿a qué hora tienes que salir?
Leo: Mmm... -saca su celular del bolsillo de su pantalón- En 5 minutos más... tal vez ahora mismo, de hecho...
Mamá: Bien... recuerda no llegar tarde, tienes que ayudar a tu padre.
Leo: Sí, ma... no te preocupes por eso... cuando vuelva del parque ayudaré a mi padre.
Mamá: Está bien, ya diste tu palabra.
Leo: Mmm... ya me tengo que ir.
Mamá: No vuelvas tarde.
Leo: Claro. -Sale de casa-
La verdad es que estoy un poco triste por todo esto de la mudanza, pero no me gusta demostrarlo. ¿Quién no lo estaría? Quiero decir, prácticamente crecí aquí, tengo que despedirme de mis amigos que quién sabe cuándo los volveré a ver. Pero lo peor... tengo que despedirme de Belén, mi pareja.
Al llegar al parque, pude ver a todos mis amigos en la entrada esperándome.
Leo: ¡Hola, ya llegué!
Amigos: ¡Leo!
Pues, mi grupo de amigos tenía preparado un día de diversión para mí. Ya que sería la última vez que nos veremos, todos quieren que la pasemos bien en el último día. Hicimos lo que cualquier grupo de amigos haría: caminar por allí, ir al cine, ir a comer algo, ir a algún lugar a jugar... Sí, realmente extrañaré todo esto. El tiempo que pasé junto a mis amigos fue el mejor, pero ahora necesito un tiempo a solas con Belén. Ambos estamos mal por esto de una relación a distancia.
Leo: Belén...
Belén: Leo... -Abraza a Leo- T-te extrañaré.
Leo: -Abraza a Belén- Hey, no estés triste.
Belén: ¿Cómo quieres que no lo esté?
Leo: Sé que será difícil, pero aún podemos hacer que esto funcione
Belén: ¿Cómo?
Leo: Pues, hablaremos todos los días por celular y por videollamada.
Belén: He, tú, siempre tan positivo.
Leo: -Mira a Belén a los ojos- Amor, juro, te juro que apenas tenga la posibilidad de volver aquí, te prometo que volveré solo para verte a ti.
Belén: Te extrañaré...
Leo: Yo también te extrañaré...
Bueno, Belén ha sido mi pareja durante dos años. Ella y yo nos amamos mucho y por eso queremos que ni la distancia nos separe. Pero, ¿será eso posible? Existen pocas veces en que las relaciones de larga distancia funcionen... Solo espero que nuestra relación funcione.
Leo: Ya es tarde, debo volver a casa.
Belén: ¿Tan pronto?
Leo: No quiero preocupar a nadie en casa.
Belén: Entiendo. -Besa a Leo-
Leo: -Besa a Belén- Bien, nos vemos... amor.
Belén: N-nos vemos.... a-amor...
Sé que mi vida será diferente con esto de la mudanza, pero a la ciudad donde me mudo, iré al mismo instituto en el que va mi primo, el cual tiene la misma edad que yo. Por lo menos no estaré solo por allá. Hasta donde yo sé, mi primo Fred es el más popular en ese instituto, lo cual es bueno para mí... Supongo.
Leo: ¡Ya llegué!
Mamá: ¡Hijo! -Le da un fuerte golpe en la cabeza-
Leo: ¡Ay, ¿y eso por qué?!
Mamá: ¡Porque te dije que no volvieras tarde!
Leo: Pero ya estoy aquí.
Mamá: Bien, ve a ayudar a tu padre con las cosas.
Leo: Ya voy.
El matrimonio entre mi madre y mi padre es "perfecto", bueno, ellos le dicen así. Mi madre y mi padre se conocen desde que eran niños, por lo cual cada uno sabe cómo es el otro en todos los sentidos y eso hace que ni haya discusiones por aquí. Pero como cualquier matrimonio, siempre hay una que otra diferencia, pero nada grave.
Leo: Mamá quiere que te ayude.
Papá: Leo, ¡ya volviste! ¿Cómo estuvo tu despedida?
Leo: Bien, un poco triste, la verdad.
Papá: ¿Lo dices por tu pareja? ¿Cómo se llamaba?... Belén, ¿no?
Leo: Sí, fue triste despedirme de ella.
Papá: Pero los jóvenes de hoy tienen esas cosas tecnológicas que sirven para hablar, ¿no?
Leo: Sí, pero no es lo mismo. Extrañaré salir a caminar por allí con ella.
Papá: Mmm... ¡Oh! ¿Qué tal si mejor me ayudas con esto? Tu viejo padre ya no es el mismo León joven de antes.
Leo: Lo sé, hehe.
Aunque será difícil el mudarnos, sé que tal vez esto es para mejor. Quiero decir, será un nuevo comienzo para todos. Mamá tal vez tenga algunas amigas por allá, papá tal vez le vaya muy bien en su nuevo trabajo. Además, su hermano es el jefe, y por mi parte, tendré nuevos amigos y volveré a ver a mi primo que no veo desde que tenía 10 años.
Mamá: Ya es tarde, vayamos a dormir, mañana terminamos con lo último.
Papá: Sí, este viejo necesita recargar baterías para mañana.
Leo: Yo estoy cansado, mañana los ayudaré con lo demás. Me voy a mi habitación, buenas noches.
Papá y mamá: ¡Buenas noches!
Subí a mi habitación y me dejé caer sobre mi cama. Me acosté y cerré mis ojos para poder dormir... falta poco para irme de esta casa.
Continuará...