Polette se metió al departamento como si fuera su casa y terminó por mirar a Scarlett como si fuera estúpida hasta que la vio moverse con dificultad y se dio cuenta de que no veía.
—¿Quién eres tú? —preguntó mirándola ofendida—. ¿Desde cuándo Hurs tiene personal ciego?
—Qué importa quién soy —respondió Scarlett bastante molesta por lo que dijo y fingiendo que no le importaba—. Más bien creo que lo que importa es que vengas aquí sintiéndote la dueña y señora del lugar.
—Bueno, tener un hijo con Hurs me concede ciertos privilegios —dijo con un deje de malicia que no le pasó desapercibido a Scarlett—. Es obvio que voy a entrar y salir como si fuera mi casa.
—Estás mintiendo —dijo tratando de mostrar una seguridad que no sentía—. Él no me mentiría, si tuviera un hijo contigo yo ya lo sabría.
—Está claro que ya te mintió —respondió—. No te dijo que teníamos un hijo, tal vez porque no ves y es obvio que no te darás cuenta o simplemente porque no le importas.
Scarlett apretó los puños furiosa, no sabía si con Hurs, con ella misma o con la mujer que estaba ahí.
En el fondo de ella sus inseguridades bullían de ansias por salir, incluso se preguntaba cómo era ella, si era mucho más bonita, si Hurs aún tenía algo que ver.
Cerró los ojos tratando de alejar las inseguridades que le aquejaban y respiró tranquila.
—Tal vez solo no lo dijo porque no es cierto —dijo sin saber por qué estaba diciendo tal cosa—. En cualquier caso, si es cierto y tienes un hijo suyo a mí no me afecta. Lo que haya pasado antes pues no importa.
—¿En serio? Parece que te afecta y mucho.
—No me afecta porque eres solo eso, la madre de su hijo —respondió con todo el temple de dignidad que tenía—. Yo soy la mujer que está con él, la que amanece en su cama y la que comparte sus vivencias con él. Tú eres solo eso, la madre de un hijo, su pasado y a mí no me afecta que lo seas. Hurs siempre va a preferirme a mí antes que a ti.
Polette agradeció que no pudiera ver la furia que manaba de su expresión al ver la seguridad de una mujer a pesar de tener lo que ella consideraba una desventaja. Miró a la chica frente a sí. Era bonita y mucho más joven que ella, bastaba verla para darse cuenta pero para nada era el tipo de mujer que a Hurs le hubiera gustado antes.
De hecho seguía creyendo que en el fondo Hurs la quería a ella, que la querría siempre; sin embargo, entendía que reconciliar el pasado con el presente sería demasiado difícil, más no imposible.
—Creo que no te has dado cuenta de que llevo años compartiendo su vida, más de 10 para ser exactas —replicó con una media sonrisa de triunfo.
—Creo que no te has dado cuenta que te has hecho una novela en tu cabeza. —Scarlett movió las manos con indiferencia—. Tal vez llevas años en la vida de Hurs pero es desde un segundo plano, eres la ex, la que no importa en su vida. No eres la protagonista. Si crees que eso va a hacer que me tiré a llorar creo que te has equivocado de persona. Te guste o no soy y seguiré siendo la mujer que le interesa a Hurs. Si es todo lo que tienes creo que te puedo declarar perdedora.
Lo dijo con tanta seguridad que Polette quiso gritar de frustración al escucharla pero no estaba dispuesta a demostrar debilidad y menos ante alguien que no importaba nada.
Hurs se mantenía en su habitación pensando en si decir la verdad o no.
Tenía la cabeza escondida bajo la almohada mientras sostenía su billetera y su celular.
Estaba tratando de recomponerse antes de salir. Pensó que él debía al menos pagar para devolverle la vista, quizás no podía cambiar la vida que había llevado los últimos años, quizás no podía unir de nuevo a su familia, tal vez no podía devolverle los años perdidos pero al menos se iba a encargar de darle de nuevo aquello que perdió por su estupidez. Se iba a encargar de que ella fuera feliz y esperaría listo la fecha en que ella le mirara con odio.
Escuchó voces en la entrada y se espabiló para ver con quién hablaba.
Se lavó la cara y la secó antes de abandonar la habitación.
Salió y se detuvo en seco al ver a Polette parada frente a Scarlett que decía algo. «Te guste o no soy y seguiré siendo la mujer que le interesa a Hurs.Si es todo lo que tienes creo que te puedo declarar perdedora.» escuchó que dijo y no supo si sentir miedo de que Polette hubiera abierto la boca o saltar sobre Scarlett y darle un beso por ponerla en su lugar.
—Creo que sueñas demasiado, niña…
—Creo que la que sueña demasiado eres tú —dijo él interrumpiendo lo siguiente que iba a decir—. No sé qué te hace pensar que puedes venir a mi casa cuando te dé la gana.
—No olvides que tenemos un hijo —dijo y Hurs cerró los ojos sabiendo que estaba en problemas.
—No olvides que es mi sobrino —dijo acercándose hacia ellas—. No voy a permitir que vengas aquí a decir mentiras y a intentar embaucarme. ¡Estoy cansado de soportar tus delirios! Te vas a largar ahora mismo de aquí.
—¡No digo mentiras y lo sabes! —dijo esta vez completamente furiosa—. No voy a permitir que niegues un hijo conmigo y que t deslindes de nosotros así como si nada.
—Es que no lo niego yo —dijo ofendido—. Lo niega la ciencia. El ADN no miente y si ya tiraste todo tu veneno te puedes largar ya.
La tomó del brazo ejerciendo más fuerza de la que le hubiera gustado pero no pudo contenerse cuando el coraje empezaba a rebasarlo.
La echó de su departamento a pesar de los gritos de Polette y de los golpes a la puerta que daba desde afuera.
Tomó su teléfono y avisó a la recepción para que la sacaran del edificio y nunca más la dejaran pasar.
Scarlett escuchó los gritos de la mujer una y otra vez y después lo escuchó furioso hablar por teléfono.
Colgó y escuchó su respiración acelerada tras el esfuerzo y en el que ella no sabía que Hurs trataba de controlarse para no estallar y comenzar una muestra de su desbordada personalidad.
Apretaba los puños con tanta fuerza que temía que en cualquier momento perdiera el control de sus emociones.
Se giró para ver a Scarlett en el mismo lugar con los ojos puestos al frente.
—Puedo explicártelo —dijo temeroso y ella extendió la mano para que la guiará.
La tomó y llevó al sofá.
—Estoy segura de que puedes —dijo ella en un tono neutral que lo hizo respirar tranquilo.
Pensó que al menos no estaba enojada con él y eso lo hacía sentir peor cuando cada vez sentía que se hundía más y más.
Sintió sus manos buscar su rostro y la guió para que le acariciara las mejillas.
—¿Por qué no me lo dijiste? —preguntó con tono comprensivo—. No me molestaría que tengas un hijo, pero si la mentira, aunque creo que no es tuyo por lo que entendí.
—Polette fue mi novia hace muchos años. —Se sinceró—. Volvió hace poco para decirme que tenía un hijo mío, hicimos el ADN, es más probable que sea mi sobrino.
—¿Qué dices? —preguntó con ojos muy abiertos.
—Que admitió haberme sido infiel con mi hermano —dijo mientras ella se llevaba la mano a la boca consternada.
—Eso es monstruoso —dijo sin poder creerlo.
—Debo hacer más pruebas porque ella sigue insistiendo en que es mío pero el ADN no miente —dijo apretando los labios—. Es por eso que no te busqué la última vez. Me sentía traicionado por ella pero más porque me dolió el corazón de saber que mi propio hermano, el ser que más quise me hubiera hecho eso.
Scarlett guardó silencio durante unos segundos antes de volver a hablar.
—Lo lamento —dijo mientras él negaba—. Yo te juzgué y traté mal sin saber.
—Nunca debes lamentar nada de lo que me digas —dijo mirando al frente—. Ten por seguro que me merezco todo lo que me digas.
—No, no es así —dijo abrazándolo—. De verdad que no.
Dejó su cabeza sobre el hombro de Hurs mientras él la acariciaba y ella enrollaba y desenrollaba su índice en uno de los rizos de Hurs.
Lo escuchó reír al ver que se entretenía con eso.
—Creo que te gusta mi cabello —dijo divertido—. Al menos algo lindo debía tener.
—Creo que tienes el cabello más lindo que yo —dijo entre risas—. Deja que te haga el moño.
Comenzó a recoger y a tirar de su cabello cual mamá haciendo el moño a su pequeño antes de llevarlo al colegio.
—¡Por las patitas de la iguana! ¿Así tironeas tu cabello cuando te peinas? —dijo y la escuchó reír.
—Lo siento es que no puedo en esta posición —dijo acomodándose y obligándole a que se moviera—. Vas a verte más guapo ya verás.
—Siento que me estás dejando como oriental de tanto que estás apretando la coleta —dijo entregándole una liga que tenía en su muñeca y ella soltó la carcajada—. Te juro que apenas puedo ver de los ojos tan rasgados que me estás dejando.
—Deja de ser tan escandaloso —dijo frustrada sosteniendo el moño en alto—. No puedo creer que siendo tan grande te quejes.
—Los hombres tenemos sentimientos —dijo fingiendo estar molesto—. Lo que pasa es que ustedes nos reprimen.
—Pobre de ti —dijo ella—. Vives oprimido.
—No me voy a enojar si me oprimes más con tu cuerpo desnudo sobre mí —dijo girándose con velocidad y sujetándola de la cintura.
Scarlett dió un pequeño gritó que Hurs amortiguó besándola.
Se mantuvieron un tiempo abrazados hasta que el sonido del timbre los hizo salir de su comodidad.
Hurs fue y recibió la comida que había pedido y sirvió a ambos en los que ella solo reía de alguna ocurrencia.
Él aunque muy animado, la realidad es que no lo estaba para nada, le dolía mentirle, engañarla pero esa era la única manera que tenía de resolver el asunto.
Desayunaron juntos y después Scarlett recibió la llamada de su hermana para decirle que volvería a casa.
No tenía más opción que volver ella también así que apenas terminó le pidió a Hurs que la llevara de vuelta a su hogar.
Condujo hasta la casa de Scarlett e inmediatamente visualizó el vehículo de su amigo Maddox quien en cuanto lo vio bajó y ayudó a su novia a bajar.
Las hermanas se abrazaron en cuanto Brooke tomó a Scarlett y después se acercó de nuevo a Maddox para dejar un beso en sus labios.
Hurs por su parte se acercó a darle un beso en la mejilla a su chica que sonrió y le tomó el rostro para darle un beso en los labios que lo sorprendió un poco.
Las vieron entrar a la casa y Hurs se acercó a su amigo y sonrió al verlo mirar a Brooke con añoranza.
—Tienes una cara de idiota que no puedes con ella —dijo divertido.
—Tenemos —contraatacó—. Por cierto, ¿debo llevarte al médico?
—¿Por qué?
—Dímelo tú —dijo Maddox—. Quiero pensar que Bella no te rompió un hueso o te dejó de nuevo todo lleno de moretones.
Comenzó a reír mientras dejaba a Hurs parado aguantando la risa...
Hola. Ya sé que dije que no habría actualización pero pues me han respondido favorablemente y aunque no han resuelto del todo al menos ya es algo y pues ustedes son las menos culpables. En el transcurso de los días trabajarán en el problema y me iré regularizando con todas las demás.
PD. Mañana actualizo dos más de esta y cuando menos uno o dos de alguna otra. Y mil gracias por sus buenos deseos, parece que todo está saliendo bien.
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