-¡Aiiii Justin!-grité al verlo tirado en el piso-¿Qué diablos te ocurrió?
-Auuuucchh-grito tocándose la cabeza.
-Justin por dios.-corrí a su lado al ver que tenía sangre en su frente.- ¿Cómo te caíste?-me miró algo perdido.
-Me resbalé.
-Ai Justin ¿Cómo se te ocurre entrar a la casa así de mojado? Es obvio que te vas a resbalar.-hizo un intento de sonrisa.-Ven te ayudo a pararte.-le tendí mi mano.
Tomó mi mano y lo ayude a caminar hasta el sillón. Lo recosté y corrí a la cocina para buscar hielo y algo para curarle la herida de su frente.
-¿Te sientes mejor?-puse el hielo en su frente.
-No, me duele mucho.-hizo una mueca de dolor.
-Aiii vida.-me miró- Te hiciste mierda.-sonrió divertido.-¿Me dejas que te cure?
-Si, hazlo.-me miraba atento.
Tomé algodón y alcohol que era lo único que había en la caja de remedios, lo curé y el hacía muecas llenas de dolor, se veía en su cara que le dolía mucho.
-Perdona si te hago daño.-dije mirándolo con ternura.
-No, no, esta bien. Gracias, eres mi ángel de la guarda.-sonrío levemente.
-De nada. No puedo creer que te cayeras así.-puse una curita en su frente.-Listo, ya estas.
-Es que Chaz me mandó a buscar algo para tomar y entre corriendo y me caí, es culpa de Chaz.-rió mientras se sentaba, yo me levanté.
-Pedí pizza. ¿esta bien?
-¡Que suerte! Estoy muerto de hambre.-se tocó la curita en su cabeza.
-No Justin.-lo regañé.- No te toques, te harás mal.
-Es que me duele.-hizo un puchero.- Mucho.
-Aiiiiii…-le sonreí- te ves tan tierno.
-¿Tierno?-hizo una mueca rara.
-Si, pareces un nene pequeño.
-Hey, yo soy un hombre.-dijo haciendo voz gruesa.
-Si, claro.-reí.
-Es en serio, es como si yo te digiera que sos una niña todavía.
-Si lo soy.-sonó el timbre que interrumpió el incomodo momento que Justin acababa de formar. El se volvió a sentar en el sillón mientras se tocaba la rodilla que tenía raspada.
Busqué la pizza y puse la mesa para que cenáramos los cuatro juntos.
-Justin ¿los llamas a cenar por favor?
-Me duele la rodilla.-dijo ignorando mi petición.
-Ya se te pasara. ¿puedes llamar a los chicos?-reí por sus caras mientras se miraba la rodilla.
-Me duele mucho.
-Aiii Justin por dios.-dije alterada.
-¿Qué hice?-se dio vuelta para mirarme.
-¿Puedes llamar a los chicos?
-Esta bien.-se levantó del sillón.-Pero me duele, es en serio.
Suspiré fastidiada mientras me sentaba a la mesa y me servía jugo.
-¿Qué te ocurrió?-le gritó Chaz mientras entrábamos.
-Me caí por irte a buscar algo para comer.-se excusó mientras Ryan reía.
-Todo por el gordo de Chaz que le gusta comer.-Justin y Ryan rieron, Chaz puso cara de pocos amigos.
-Bueno ya vengan a comer porque tengo hambre.-les reproché.
Se sentaron a la mesa y comimos riendo por las cosas estúpidas que decía Ryan.
-¿Mañana hacen algo?-dijo Chaz tomando una porción de pizza.
-No lo se, mi mamá me dijo que quiere que este en casa porque ya nunca estoy ahí.-rió.
-Nene de mamá.-carcajeó Justin y Chaz se unió a sus risas.
-Ya déjenlo, pobre.-salí en defensa de Ryan, quien se había molestado por el comentario anterior.
-Gracias _____.-me sonrió Ryan.
-De nada.-le devolví la sonrisa.- Entonces ¿Qué harán mañana ustedes dos?
-Pues no lo se.-respondió Chaz mientras observaba a Justin.
-Hagamos algo, tengo ganas de salir.-comí el último pedazo de mi porción de pizza.-Justin y Chaz se miraron cómplices.-¿Qué se traen ustedes dos?
-¿Nosotros?-preguntó Chaz.- ¿Qué no traemos Justin?-le dijo riendo.
-Nada.-carcajeo y a la vez codeó a Chaz, se creían que yo no los veía.
-Ah, okey, como digan.-reí- ¿A que se deben tus codazos Justin?
-¿Qué codazos?-preguntó estúpidamente, Ryan rió al acto.
-Vamos, ¿Qué van a hacer?
-Nada, va no lo se.-respondió Chaz levantándose de la mesa.
-Si, no sabemos.-lo secundó Justin.
-Me voy arriba.-nos avisó Chaz- ¿Vamos Ryan?
-No, yo me quedo aquí un rato.
-¡Vamos Ryan!-le gritó Chaz de mala gana.
-Ah, si, okey, vamos.-dijo algo asustado. Justin y yo reímos.
Se fueron riendo por las escaleras hasta llegar al final, luego se sintió un portazo que de seguro era de la habitación de Chaz.
-Esta locos.-reí- Bueno, yo me voy arriba a ver que haré mañana.-me levanté de la mesa.
-¿____?-también se levantó.
-¿Si?-volteé estando al pie de la escalera.
-¿No crees que debamos limpiar esto?- ¡estúpido Bieber! Pensé que me dirías algo lindo.
-Ah si.-reí nerviosamente.- ¿me ayudas?
-Si, claro.-me sonrió notando mis nervios.
Me ayudó a levantar la mesa y luego mientras yo lavaba los platos, el secaba.
Nos reímos un rato mientras el contaba cosas tontas, pero ya no era lo mismo de antes.
-Entonces ¿mañana no haces nada?-me preguntó dejando el último plato seco con los demás.
-No.-respondí cerrando el grifo.
-¿Ni con Chris?
-No, es que dijo que tenía que hacer algo, no se que. Me plantaron.-reí estúpidamente perdida en su mirada.
-Ah. ¿Entonces estas libre mañana por la noche?-miró el suelo. Se que algo me quería decir, pero no se animaba.
-¿A que quieres llegar Justin?-le sonreí.
-Okey.-rió nerviosamente.- ¿Quieres ir a una fiesta mañana en la noche?
-Mmmm…. No lo se, Chris capaz se moleste.
-Es solo como amigos.-agregó en su defensa.
-Lo se, pero no se que pueda pensar el.- ¡AAYYY CLARO QUE QUIERO BABY! Tenía ganas de tirarme encima de el.
-Es que Jas no puede ir y…-tenía que nombrar a la perra aquella, me amargo la noche.- pensé que capaz tu querías, pero esta bien.-se encogió de hombros.- Entiendo, se que tienes novio y podría molestarse.
-Okey, si iré. El no estará conmigo mañana así que yo puedo hacer lo que quiera. Aparte sabe perfectamente que solo somos amigos.
Narra Justin.
Esa última oración rompió me corazón en mil pedazos.
-Buenísimo entonces.-le sonreí intentando ocultar mi dolor.
-Gracias por la invitación.-me sonrió tiernamente.- Ahora si me permites, me voy a dar una ducha para ya irme a la cama, estoy cansada.-besó mi mejilla.- Que descanses.
-Igualmente.-me quedé un rato ahí pasmado y luego subí hasta “mi habitación”.
Me di una ducha para bajar la calentura, de tan solo imaginármela bañándose me daba un orgasmo, okey, no tan así pero me sentía excitado.
Cuando salí de la ducha solo me puse unos boxers y me dormí profundamente.
Desperté con un dolor de cabeza terrible. Me levanté de la cama y me costó estabilizarme. Me dolía mucho la lastimadura del día anterior.
Caminé al baño con el fin de lavarme la cara para luego vestirme.
Cuándo baje vi a ______ a puras carcajadas con Caitlin.
-Buen día.-les sonreí a ambas y ellas voltearon.
-Buen día.-dijo _____ moviendo su mano de un lado al otro.- ¿Cómo dormiste?
-Muy bien, gracias por la pregunta.
-Buen día.-me sonrió Caitlin.- ¿Qué diablos te ocurrió en la frente?-dijo en un tono de preocupación.
-Me resbalé ayer y caí al piso.- _____ rió levemente.
-Ouuch que dolor.
-Encima hizo que por escuchar ese ruido se me cayera un vaso al piso.- me hizo reír.
-Bueno si me permiten-hice una reverencia- me voy a desayunar.
-Adelante caballero.-bromeó Cait y los tres reímos.
Luego de desayunar, estaba aburrido. No encontré a los chicos en la casa y supuse que habían salido.
Estaba parado a la mitad del living intentando saber a donde pueden haberse ido los chicos, cuando sentí como bajaban las escaleras a las corridas.
-Si llegas última pierdes.-le gritó ______.
Volteé a verlas y me quedé sorprendido al ver a ______ tan sexy en su bikini.