-Hey-rió- ¿estas bien?
-Si, solo se me resbaló el cucurucho de la mano.-reí nerviosamente mientras el sonreía.
-¿Estas nerviosa?-preguntó al ver el papel de boba que hacía.
-No, ¿debería estarlo?-levanté una de mis finas cejas.
-Es que, se te cayó el helado, y hablas como todo trabado.-volvió a reír.
Me estaba delatando sola, reía sin causa porque ninguno hablaba y cada vez que nuestras miradas se encontraban lo mas estupido que podía hacer era mirar hacía otro lado.
-_____-me llamó cuando me quedé en mi mundo- ¿Qué piensas de lo que te dije?
-No lo se, en serio creía que estabas tomado la noche anterior pero…-me interrumpió.
-_____, si vas a decirme que no sientes lo mismo, te entiendo, pero no des mas vueltas porque me estas poniendo de los pelos.-sonaba triste y a la vez decepcionado, quería decirle que yo también lo amo pero no podía, esto era demasiado así que solo lo hice una sonrisa.-Entonces ¿no sientes lo mismo?
-Justin…-pausé la oración para pensar bien en lo que iba a decir- yo…-pero nuevamente me interrumpió.
-No lo digas…-dijo en un tono de decepción- esta todo bien, pero ya no sigamos con eso de nuestro juego. Solo seamos amigos. Claro, si quieres.
Pero es que este chico es tan duro. Ni siquiera me dejó hablar y sacó las peores conclusiones que podría haber sacado.
Sabía que este juego, nos llevaría a enloquecer a ambos y es por eso que no quería pero luego de que sus suplicantes ojos me miraran ya no podía negarme.
Quise hablar pero no pude ya que mi voz no quería salir como siempre, esta vez mis manos sudaban y yo estaba que ya me le tiraba encima.
-¿Quieres otro helado?-me sonrió como siempre lo hace.
-No, gracias.-me limité a decir mientras el se hacía para atrás apoyándose en el respaldo de la silla.
-Okey-dijo bastante cabizbajo- ______, no quiero que dejemos de ser amigos por esto.
-No Justin, yo no he dicho eso.-dije algo desesperada- No te apresures a sacar conclusiones que no son.
-Es que no se, de un momento al otro dejaste de hablarme como siempre lo haces.
-No, es que. No se Justin.-los nervios ya estaban impregnados a mi voz.
-Ya, no importa.-dijo sereno, creo que entendió que ya no podía seguir hablando de ese tema.- Pero solo dime una cosa.
-¿Si?-respondí intrigada.
-Tu…-pero mi celular interrumpió- contesta, luego te digo.-dijo con rabia.
Tomé el aparato que no paraba de sonar y contesté.
-¿Hola?
-_____, ven ya para casa. Mamá y papá llegaran antes de lo previsto.
-¿Qué?-grité haciendo que Justin se sobresaltara.
-Si, ven rápido, por favor.
-Okey, ya voy.-me levanté de la silla.
-Bueno, chau y trata de apurarte.
Finalice la llamada y mire a Justin quien esperaba una explicación por mis gritos.
-Justin tenemos que irnos, mis papás llegaran antes de lo que pensamos, van para casa y yo debo estar ahí cuando lleguen.
-Okey.-dijo resignado levantándose de la silla.
Comenzamos a caminar mientras el silencio reinaba entre nosotros. Ninguno quería hablar por miedo a decir algo que no fuera lo correcto.
-______-¿estas enojada?-iba caminando con la cabeza hacía abajo.
-No, ¿Por qué lo estaría?-estaba sorprendida por las cosas que a este chico se le ocurren.
-No lo se, es que no hablas ni haces bromas sobre lo primero que ves.-hizo una mueca- es raro, ¿sabes?
-Es que no se Justin, ¿Qué quieres que diga? No quiero decir algo que arruine nuestra amistad.
-Lo sabía.-dijo gritando mientras hacía un puño con su mano derecha- sabía que si te decía eso ya no íbamos a ser los amigos de siempre y que tu ya querrías verme nunca mas porque soy un estupido que se enamora de su mejor amiga y que…-tenía que interrumpirlo.
-Es que ¿acaso eres tonto?-dije poniéndome en frente de el, así hice que dejara de caminar y me mirara.-Nadie dijo que íbamos a dejar de ser amigos y nunca querría dejar de verte porque eres mi mejor amigo y la única persona en el mundo que me entiende. ¿Sabias eso?
-_____-volví a interrumpirlo.
-No digas bobadas, es lo único que te pido-y bese su mejilla dejándolo atrás mientras yo caminaba.
Poco después me alcanzó y caminamos a la par hasta llegar a mi casa.
-Okey, supongo que nos vemos el lunes.
-Ah si.-me sonrió desganado.
-Si sabes de una fiesta hoy o mañana, me llamas. ¿si?
-Claro.-besó mi mejilla.-te quiero.
-Yo también te quiero.-ahora fui yo quien besé su mejilla- nos vemos, luego me llamas.
Y solo me guiñó un ojo para luego voltear y así comenzar a caminar hacía su casa.
-Si supieras que te amo.-suspire mirando su espalda mientras el caminaba.
-Si supieras que estoy detrás de ti.-rió alguien suspirando.
-Chaz-grite exaltada mientras daba la vuelta y cerraba la puerta.
-“Si supieras que te amo”-rió haciéndome burla.-Cursi.
-Cállate, no digas nada a nadie porque te mato.-le advertí señalándolo con mi dedo.
-Tranquila, nunca le conté a nadie que lo amas.
-Y pues es obvio porque te acabas de enterar.
-_____-rió- se nota a millones de millas que lo amas perdidamente y que solo vives para el. Ahora dime ¿Por qué sigues con su juego?
-Cállate y no te metas en mi vida.-estaba realmente exaltada.
Subí a mi habitación mientras sentía como Chaz reía entupidamente.
Tire mi bolsa sobre la cama y me metí en la ducha, necesitaba deshacerme de todos mis pensamientos.
-¿Por qué me la haces tan difícil Bieber? ¿Por qué no pudiste dejar que te dijera que te amo? Y por sobre todo ¿Por qué eres tan hermoso?-suspiré resignada mientras salía de la ducha y ahí fue cuando vi a mi madre sentada en mi cama mirando el porta retrato donde yo estaba con Justin.
-Hacen bonita pareja.-sonrió.
-No digas tonteras.-tomé ropa de mi armario e ignorando a mi madre que dijo algo entré nuevamente al baño.
Al salir vi que seguía allí y que intentaría seguir con sus estupideces para luego hablar de lo que hice el otro día.
-Mamá déjame en paz por favor.-suspiré sentándome a su lado.
-Solo quiero que tengamos una charla madre e hija. ¿No se puede?
-Bueno, ya habla.
-Sonríe por favor.-hizo una risita- No te enojes conmigo, en serio para mi es muy duro dejarte castigada pero debo hacerlo porque lo que hiciste no esta bien.
-Mamá no me digas que tu nunca faltaste a clase para irte a algun lugar con alguien.
-Si lo hice, y mi madre me retó. Y cuando tu seas madre retaras a tu hija porque ella también lo hará.-hablaba sería y filosóficamente.-¿entiendes eso?
-No me gusta estar todo el día en mi habitación.
-Promete que no lo volverás a hacer.
-Lo prometo-sonreí forzadamente.
-Bueno debo contarte algo.
-Dime.-dije intrigada.
-Bueno…-sonrió feliz- la semana que viene como tu sabes cumplimos 20 años de casados con tu padre.
-Ah si.-sonreí feliz por ellos- ¿vamos a festejar?
-Bueno, a eso vengo mi niña-tomó mi mano- queríamos irnos de vacaciones.
-Será genial. ¿A dónde vamos?
-Mmm…-rió- nosotros dos.
-¿Solo tu y papá?
-Si, es que ya sabes, sería como una luna de miel pero ya de mas grandes.
-Ah claro.-me había quedado con las ganas de irme de vacaciones con mi familia.
-¿Crees que sobrevivas 1 mes sola con tu hermano?-me miró preocupada.
-¿1 mes?-dije exaltada.
-Si un mes, y si tu me prometes que puedes con esto de estar sola y sin provocar estragos, te quito ya mismo el castigo.
-Wooow mamá, claro que puedo hacerlo, tengo 16 años.-sonreí agrandada.
-Bueno, entonces mañana nos vamos.-besó mi frente.
-¿No es muy pronto?-la mire extrañada-
-Deja que nos divirtamos.-sonrió tiernamente- te quiero hija.
-Yo también mami, ve a hacer las valijas.
Ella salió de mi habitación y no dude un solo minuto en llamar a Caitlin para que ese mes se quede en casa conmigo.