Estaba muy triste y podía ver que mi perro se daba cuenta estaba sentado a mi lado mientras me hacia compañía. De repente pareció que escucho algo porque se levanto de repente y empezó a correr por toda la habitación haciendo que se persiguiera la cola. Eso me animo mucho, me hizo reír.
Cuando él vio que estaba más alegre se acerco a mi y me lamió la cara yo lo abrace. Era mi mejor amigo, era mi perro. Mi gran perro Rocky.