Era una noche muy calurosa y Sofia se había preparado para la cena en el reino del príncipe Felipe. Iban a ir toda la familia.
Sofia: Espero que Felipe no haga nada raro.
Sofia iba así vestida:
Ámber iba así vestida:
James iba así vestido:
La reina Miranda iba así vestida:
El rey Rolland iba así vestido:
Sofia y su familia se fueron a un apartamento que tenía la Familia Real de Italia.
??: ¡MUÑEQUITA!
Sofia: Hola príncipe Felipe.
Felipe, como siempre, le besaba los nudillos a Sofia.
Felipe: Estás preciosa.
Sofia: Gracias.
??: Veo que los conoces, ¿me presentas, hermanito?
Felipe: Preséntate tú, que tienes boca.
Sofia: Hola, me llamo Sofia, estos son mis hermanos, la princesa Ámber y el príncipe James y estos son nuestros padres, el rey Rolland y la reina Miranda.
Rebeca: Encantada, soy la princesa Rebeca, la hermana gemela de Felipe.
Sofia: Felipe anda persiguiéndome, pero nunca me ha hablado de ti.
Ámber: Además, nunca te hemos visto por la escuela.
Rebeca: Estuve de viaje.
Rebeca se acerca a Sofia.
Rebeca: ¿Dices que anda persiguiéndote? Tú debes de ser esa maravillosa y hermosa princesa de la que no para de hablar mi hermano.
Sofia: Es posible.
Ámber: Ya estás aquí, ¿piensas ir a la escuela?
Rebeca: Sí.
Gracia, la madre de Felipe y Rebeca, aparece con su esposo, Pepe.
Gracia: Awww ¿eres tú la princesa Sofia?
Sofia: Sí, soy yo.
Gracia: Felipe tiene una sorpresa para ti.
Felipe: ¡Es verdad! Ven conmigo, Sofi.
Felipe le coge de la mano a Sofia y se la lleva a un lugar mágico.
Pepe: Mientras Felipe le enseña a Sofia su sorpresa y Rebeca conoce a vuestros hijos, nosotros deberíamos hacer lo mismo. Vamos adentro, majestades.