Ambos habían corrido como si sus vidas dependieran de ello, cosa que hasta cierto punto era cierto, los gritos desenfrenados y llenos de maldiciones y amenazas de muerte de Bakugou claramente lo recalcaba.
Terminaron tirados sobre un árbol bastante alejado de la vista de sus compañeros y con la esperanza de no ser encontrados prontamente por el chico explosivo.
Uraraka e Iida se hallaban respirando de manera irregular mientras intentaban recuperar el aliento antes de decir algo, por su parte, el minino en los brazos de la fémina, parecía un tanto mareado por la maratón a la que fue obligado a ser una carga en los brazos de la chica.
Fue sacudido a mas no poder, sus mininas orejas le dolían por el viento sobre ellas y los gritos furiosos de Kacchan aún le tenían el corazoncito en su pecho retumbando en terror por lo que claramente se avecinaba por parte de este.
—Uraraka, se puede saber ¿Por qué robaste el gato de Bakugou?
Ya con un poco más de aliento al estar más acostumbrado a correr de esa manera sin necesidad de usar su quirk, Iida se ajustó los anteojos mientras le preguntaba aquello a la chica.
—¡Robamos! Tu estas tan en problemas como yo.
—¡Me dijiste, corre cuando tome al gato y huiste!
Reclamándole aquello Uraraka solo rio mientras se sentaba con el minino en brazos y lo acomodaba en su regazo, Iida se inclinó junto a ella y esta lo giro para que lo viera con más claridad.
—¿A quién te recuerda?
—¿De qué hablas...? Uraraka no tenemos tiempo para jugar, Midoriya está desaparecido es prioridad.
—¡Míralo!
Sacudiendo al minino y casi restregándoselo en la cara al cuatro ojos, este maulló e Iida se volvió a reacomodar los anteojos, tomo al gatito sin prudencia alguna, lo comenzó a analizar de patas a cabeza, desde su pelaje rizado y verdoso, hasta indagar en sus esponjosas orejas rosadas, ya más atento se cruzó con la mirada verde esmeralda bastante brillante que tenía con esos enormes ojos.
—Me recuerda al gato de mi abuela.
Deku se quejó junto con Uraraka por el comentario de Iida la chica le arrebato al minino y lo hizo encararla, a lo que este vio atenta a la fémina.
—¿Eres tú?
El minino asintió, cosa que hizo reír a Uraraka triunfante y a Iida verla con cara de que seguramente su amiga ya había enloquecido, perfecto, primero pierde a Midoriya y ahora Uraraka enloquece y habla con gatos, si, era el peor mejor amigo-delegado del mundo.
—¡Iida es Deku!
¡Bingo! Entre todos la única que se apiado de su triste realidad y descifro sus incontables intentos de lograr comunicar que no era un simple gato fueron solo entendidos por su mejor amiga, bueno no fueron muchos realmente, tampoco es como que se esforzara bastante, pero Uraraka se había ganado un presente cuando volviera a la normalidad.
Con eso la chica volvió a sacudir al pequeño gatito este maulló y asintió haciendo que el contrario hiciera una mueca incrédulo.
—¡Pero qué cosas dices Uraraka yo creo que...!
—¡Míralo! Es más que obvio, pelaje verde y rizado, ojos enormes y de un color idénticos a los de Deku, además este desapareció justamente cuando Bakugou llega con un minino ¿Coincidencia? ¡N-O L-O C-R-E-O!
Iida comenzó a ver más atento a la pequeña criatura frente a él, este parecía tener una mirada suplicante, esos ojos enormes eran inconfundibles, sin aviso previo el cuatro ojos le arrebato al minino y los restregó contra suyo con los ojos acuosos.
—¡Midoriya creí que algo malo te había pasado!
Sin delicadeza el mayor abrazaba el ahora apachurrado minino, el cual estaba considerando hacer muy seriamente ese instinto felino que le gritaba "Araña al humano en toda la cara y no te sientas culpable al respecto" si, debía ignorar esas voces.
—Pero ¿Qué te paso?
Creyendo que Deku le respondería sobre ello, solo lo escucho maullar, Uraraka aprovechando le quito al felino antes de que lo siguiera maltratando, esta lo coloco en el suelo mientras comenzaba a discutir con Iida sus mil y un teorías de que pudo pasar.
—¿Sería un quirk de algún estudiante?
—¿Hay alguien con ese registro?
—¿Algún villano quizás?
—¡Convirtieron a Deku en gato para así matarlo y...!
—¡Qué tal si es permanente! ¿Qué haremos?
—¡Sera el héroe mas lindo!
—¡Uraraka eso no es lo importante! Aunque en efecto, sería una clara ventaja con la popularidad.
¡MIAU!
Sí, eso fue claramente un gran maullido, ambos se giraron por ser interrumpidos en sus divagaciones, el minino llevaba ya un rato maullando para llamar la atención de ambos, pero estos claramente los ignoraban, ya con su atención señalo al suelo junto a él, con lo que había logrado escribir la palabra que resolvería las dudas de ambos de su claro percance.
"Mei"
—¡Es cierto!
Iida se sintió iluminado recordando que días anteriores había abandonado a su amigo a su suerte con la fémina y sus extraños experimentos.
—Debemos ir con ella, seguramente sabrá que ocurrió.
.
.
.
—¡Mi bebé funciono!
—Pero claro que funciono ¡es un gato! ¿Para qué lo convertiste en gato?
La chica rio alegre aun por su clara hazaña, en el momento en el que el par de chicos llegaron con ese minino en brazos supo de quien se trataba, había olvidado probar ese bebé primero para no tener un percance como ese y usar el collar que lo anularía.
—Espionaje, camuflaje, infiltración, la lista continua, deja voy por el collar anulador y volverá a la normalidad o bueno eso espero.
—Qué alivio... escuchaste Deku, un momento ¿Esperas?
—Aún no lo pruebo, pero si mis cálculos no salen mal...
La chica continuaba buscando entre el desastre de cosas que tenía en su laboratorio, Iida e Uraraka se miraron el uno al otro algo preocupados, los inventos de Mei solían explotar... no estaban seguros que un minino lo podría soportar a como un humano.
Si, debían huir por la seguridad de amigo, pero cuando llegaron a la puerta y la abrieron se helaron de terror, porque hace tiempo no veían esa mirada e ir dirigida a ellos te hacia saber perfectamente que la muerte estaba aún lado esperando para que te vayas con él.
—¿Por qué mierda se llevaron mi puto gato? ¡Bastardos!
Los dos retrocedieron inventando escusas absurdas tratando de que con ello pudieran salvar su pellejo, de pronto el rubio explosivo le arrebato a la castaña el minino y lo sostuvo de manera delicada en sus brazos.
—¡Vayan diciendo sus últimas palabras bastardos!
Haciendo una explosión con su mano libre pronuncio aquello en una amenaza y ceño bastante fruncido, pero interrumpiendo esa atmosfera asesina que Bakugou había creado, Mei se interpuso y se aproximó a él.
—El de las explosiones ¡Perfecto! Sostenlo firmemente.
Sin dejarlo reclamar la chica le puso el collar al minino, cosa que el mayor reclamo porque ese gato era suyo, nadie tenía porque ponerle un collar y menos girar un botón en el ¿Pretendía usarlo de conejillo de india? Si, definitivamente mataría a todos en la sala... menos a De-chan claro.
—¡Listo!
Pero antes de poder gritar sus blasfemias un espeso humo lo cubrió y de sentir un peso casi nulo, ahora estaba cargando algo de al menos ¿50? ¿60? ¿Qué mierda estaba pasando?
Pero esa respuesta fue aclarada al momento de cruzar miradas con esas esmeraldas y divisar esas mejillas pecosas, este le sonrió con nervios, lo vio estupefacto, vaya que sí, todo tenía una explicación lógica.
Estaba soñando, obviamente.
—¡Midoriya, volviste a la normalidad! Aunque aún debo perfeccionar unos detalles...
La chica hacia anotaciones en su libreta conforme observaba al chico en los brazos de Bakugou, este aún estaba incrédulo y vio más atento al pecoso, aún tenía sus orejas felinas y su cola bajo suyo se movía frentica por los nervios.
—Hola... Kacchan...
—Hola... ¿E-eras mi estúpido gato?
—Si...
Lo soltó, dejo al pecoso caer al suelo de manera que azoto contra este y un chillido felino salió de su boca cuando su peso corporal logro lastimar su aun cola felina, Bakugou simplemente se iba a pasos pesados, bastante pálido se debía aclarar.
—¡Kacchan...!
No alcanzo a detenerlo, azoto la puerta y al momento de hacerlo, Deku escucho tantas palabrotas que Iida rápidamente le cubrió los oídos a Uraraka y está a Deku.
Ahí iba su dueño, digo, futuro novio... esto sería demasiado complicado...