SPICE! | RiLen

By maisxkura_

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- ¡Joder, Len! ¿¡No entiendes nada?! ¡O me alejo de ti o mi vida acabará patas arriba, será un infierno! - Mi... More

Prólogo
Rebeldía sentimental
Doble metedura de pata
Sin sentimiento ni lógica
La libertad tiene el color de tus ojos
¿Cómo mierda me convierto en un mujeriego versión femenina?
Akaito, ¿me ayudarías a ser una mujeriega?
Te necesito, Rin
¿Quién te gusta, Len?
Caótica lucha
Se me escapó un te quiero
Pasada tempestad
Problemas color violeta
Especial Spice!
Tormento
¿Homofobia?
Clímax sentimental
Benditos cheesecakes
Solo tú, Rin
Indoloro dolor
Descontrol, parte I
Descontrol, parte II
Epifanía
Besayúname
Devastación
Lamento
Amargura
Lily
Nostálgico atardecer
La nada en el todo
Punto final
Epílogo
I. C A P Í T U L O E X T R A

II. C A P Í T U L O E X T R A

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By maisxkura_

Spice!

.
Me gusta mirarte hacia arriba, así como se mira la luna y las estrellas
.

Cogí mi móvil cuando lo sentí vibrar, usando mi huella dactilar para desbloquearlo y entrar a la aplicación de mensajería. Esbocé una tierna sonrisa cuando vi los mensajes de aquel chat, apresurándome en descargar las dos imágenes que me habían llegado.

En la primera, el paisaje era impresionante, con un cielo claro y algo nublado, rocosas e inmensas montañas que decoraban el fondo se reflejaban en las aguas limpias y cristalinas que chocaban con el relieve de una superficie verde y fresca. Sobre una de las rocas que rompían con la simetría del agua al estar rodeada de ella, estaba apoyada con un solo pie mi pequeña Rin, sonriendo de oreja a oreja, alzando la otra pierna y estirando sus brazos para mantener el equilibrio. Estaba bien abrigada para soportar el frío de Noruega, con un gorro de lana que le regalé amarillo, una chaqueta gruesa de color verde y unas botas militares negras. Y en primer plano, en una esquina, estaba el rostro del bobo de Len, con el mismo gorro que ella, sacando la lengua burlón.

Reí, arrugando mi nariz enternecida y a la vez, aliviada al ver que estaban perfectamente.

— ¿Qué es lo que te ha hecho sacar esa linda risa que tienes?

Volteé entonces mi mirada hacia el baño, ampliando mi sonrisa al ver a Galaco salir de ahí, acercándose a paso tranquilo mientras se secaba el cabello. Se había puesto una de mis camisas viejas, llegándole apenas a cubrirle su cintura, dejando ver algo de esas bonitas bragas rojas.

Tomó asiento a mi lado en la cama, mirándome con esos ojos que desde la primera vez que los vi, me habían hecho creer que al magia existía.

— Mis mocosos. —Respondí, alargando mi sonrisa antes de mostrarles las imágenes que Len me envió.

— Ow... —Galaco juntó sus cejas, esbozando una tierna sonrisa mientras ampliaba la imagen para enfocar mejor a Rin—. Qué tiernos se ven juntos. —Canturreó, volviendo sus ojos hacia mí cuando me devolvió el móvil—. ¿Siguen en Noruega?

— Sí, en las Islas Lofonosequé —a pesar de que Rin me lo había dicho centenares de veces, no hubo manera de que pudiera aprenderme el nombre—, uno de los mejores sitios para mirar las auroras boreales. Pero los dos volverán dentro de cuatro días, así que ya pueden aprovechar el poco tiempo que le quedan.

Galaco soltó una pequeña risa, de esas que son suaves como la caricia de una pluma.

— Tienes ganas, ¿cierto?

Enternecí mi sonrisa, asintiendo.

— Muchas. A Len no le veo desde hace más de dos meses y a Rin, desde hace casi dos semanas. Pero siento que han pasado años y les echo de menos... —Confesé en alto, sin sentirme avergonzada como de costumbre.

Con Galaco me sentía tan cómoda, tenía la sensación de poder hablar con ella de todo; desde las moléculas que poseen las hormigas en sus diminutos cerebros hasta las teóricas científicas acerca de la vía láctea. Era increíble esa dulce sensación que ella emitía, algo así como dos cálidos brazos que estaban abiertos para ti en cualquier momento.

— Es normal, Li. —Ella sonríe con amor, posando su mano sobre la mía, entrelazando nuestros dedos—. Estar tanto tiempo lejos de tu familia es duro, sientes que falta algo dentro de ti, por más pequeño que sea.

Terminé por contagiarme de su sonrisa, asintiendo antes de inclinarme sobre ella y frotar suavemente mi nariz con la suya, arrancándole una pequeña risa.

— Lo sé, también me pasa contigo. —Susurré, abriendo mis ojos para encontrarme con los suyos cerca, pudiéndome ver reflejada en esos orbes miel tan dulces.

— ¿De verdad? Qué raro, a mí contigo no me pasa. —Bromeó, sacando su juguetona lengua en una amplia sonrisa.

— Serás tonta... —Reí, arrojándome sobre ella en un ataque sorpresa que la hizo pegar un pequeño chillido, cayendo de espaldas sobre el colchón.

Sin darle tiempo a decir nada más, la besé, degustando sus tentadores labios, fríos al igual que su cuerpo por la recién ducha.

Aunque de subirle la temperatura ya me encargaría más tarde.

Sus manos acunaron mi rostro, acariciando mis mejillas con sus pulgares mientras nuestras boca seguían degustándose, cada vez con más hambre.

— E-espera... —Jadeó cuando nos separamos y yo entreabrí mis ojos, observándola; sus ojos estaban cerrados todavía, sus mejillas enrojecidas y sus labios entreabiertos, recuperando el aire perdido y yo sonreí de nuevo, sin poder contenerme más antes de inclinarme y dejarle un pequeño beso para luego desviar mi boca, paseando por su mejillas, dejando un sendero de besos hacia su cuello—. Li-Lily... —Gimió, aferrándose a mis hombros, clavando sus uñas en mi piel.

Lamí su piel, sintiéndola estremecer.

No sé qué clase de milagro divino o universal fue, pero aquel error informático que nos juntó en la misma habitación de ese bendecido hotel había sido una casualidad de la que estaría eternamente agradecida.

La melodía de mi dichoso móvil rompió un poco la atmósfera, aunque yo lo ignoré olímpicamente, centrándome en marcar ese pálido cuello con mis dientes mientras una de mis manos empezaba a explorar a su antojo, arrancándole dulces gemidos que daban ritmo a mi nombre y agitaban mi corazón.

— L-Lily... tú mó-móvil...

— Deja que suene, ya se cansará.

Pero vaya que no.

Esa maldita canción se detuvo unos segundos más tarde para luego, volver a sonar, haciendo que cada segundo que pasara, el placer que estaba experimentado comenzar a reducirse a pasos de gigantes para dar paso a la irritación.

— ¡Argh, mierda! —Gruñí, alejándome de Galaco para tomar con molestia para buscar mi móvil que había acabado entre las sábanas.

Como sean los mocosos otra vez llamándome a propósito juro que cojo el primer avión para traerles de vuelta a base de chanclazos, refunfuñé, encontrando mi móvil bajo la colcha.

Sin embargo, cuando leí el identificador, me tensé de inmediato, frunciendo el ceño y apretando los dientes.

Ahora sí que me había enfadado, pero de verdad.

— ¿Lily? ¿Qué ocurre? —Galaco me preguntó con preocupación, reincorporándose para acercarse a mí.

Mi móvil seguía sonando en mi mano y yo respiré profundamente, colgando la llamada.

— Es Ann. —Escupí las palabras.

— ¿Tu hermana? —Se extrañó—. ¿Qué quiere? —Ella conocía mi relación con mi hermana, sabía muy bien todo lo que había pasado.

Ann volvió a llamar y el móvil vibró en mi mano, haciéndome sentir un repentino deseo de lanzarlo contra la pared con rabia. Pero me contuve, respirando profundamente y volver a colgar.

— ... Quiere un encuentro con Rin y Len. —Respondí finalmente, dejando caer mi móvil sobre la cama con un resoplo. Galaco no dijo nada, así que seguí hablando—. Hablé con los niños el otro día, en videollamada, y les conté el encuentro que tuve con ella la semana pasada.

Pese a la discusión que tuvimos aquel día en la cafetería, Ann había tenido las agallas que nunca mostró para volver a aparecer delante de mí para que preguntara a los niños si querían volver a verla una vez más. Quise negarme y lo iba a hacer hasta que ella rompió a llorar y, sin que yo lo esperara, pillándome totalmente sorprendida, se arrodilló ante mí completamente, suplicándome.

Verla así me dejó perpleja, nunca esperé que llegar a tal extremo y no llegué a saber si fue por impulso o a conciencia, que le pedí que se levantara, que, si eso era lo que quería, que lo haría, pero todo por no verla de aquella manera tan deplorable.

Le prometí que lo haría y así hice. Hablé con Rin y Len al día siguiente, contándoles el encuentro que tuve con su madre biológica. Pero odié haberlo hecho desde la distancia, porque al ver sus caras afligidas, mi alma se rompió y deseaba a muerte poder traspasar la pantalla para poder abrazarlos con fuerza y decirles que todo iría bien.

Les dije que no pasaba nada si se negaban y les di tiempo para que pudieran asumirlo antes de que me dieran una respuesta.

Y, dos días más tarde, la respuesta llegó, sorprendiéndome un poco. Pude ver que Rin no estaba de acuerdo en ello, pero una parte de mí, quizás la más racional, se sintió aliviada al oírle decir a Len que sí lo harían. Aunque odiara la simple idea de que Ann tuviera contacto con mis hijos después de todo lo que les hizo pasar, era estúpido pensar que ellos podrían vivir con esa herida todavía abierta.

Desde que fueron abandonados, no tuvieron contacto con su madre, por no hablar del bastardo de su padre, y sabía que había cosas entre ellos que aún tenían que zanjar y en las cuales no me podía entrometer.

— Todo va a salir bien. —Unos brazos me envolvieron como dos alas de ángel, y su dulce aroma me reconfortó, al igual que su suave voz susurrándome al oído—. Aunque no lo quieras asumir, Rin y Len ya no son unos niños. Son adultos, saben lo que hacen y a lo que se enfrentan gracias a ti, que has sido su guía. No voy a pedirte que no te preocupes, porque es algo inevitable, pero sí quiero que uses esa gran confianza que les tienes para calmarte.

Entrecerré mis ojos, apoyando mi frente sobre su pecho mientras sostenía su camisa con mi mano.

— Aunque confíe en los dos... no puedo confiar en Ann. —Mi voz temblaba, pero trataba de contenerla—. ¿Y si les miente a los niños? ¿Y si les engaña y acaba por hacerles más daño?

— Li, escúchame —ella rompió con el abrazo, deslizando sus manos para dirigirlas a mi rostro y alzarlo, acunándolo. Me obligué a mirarla a los ojos y Galaco acarició mis mejillas con sus pulgares—, para ellos, no hay otra madre que tú. Eres quién les acogió, quién les dio todo el cariño del mundo, quién les hizo quienes son ahora. He visto cómo te miran, con ese brillo en sus ojos; no solo ven a una madre, sino a una heroína que admiran. Te aman tanto como tú los amas a ellos. Eres una madre maravillosa, Lily, no lo pongas en duda jamás. Rin y Len te elegirían a ti todas las veces que fuera necesario, sin titubear. —Sonrió, arrugando su nariz. Mis ojos comenzaban a cristalizarse y fruncí mis labios tontamente cuando los sentí temblar—. Pft, deja de poner esa carita, tonta. —Rio entonces, aplastando con delicadeza mis mejillas antes de besar mi frente.

— Ga-Galaco —lloriqueé, sorbiendo por la nariz mientras rodeaba su cintura—, te juro que no creí en los milagros hasta que apareciste tú. —Hundí mi rostro en su pecho, abrazándola con más fuerza.

De verdad, te quiero, te quiero muchísimo.

— No me digas que estás llorando por mí. —Bromeó de nuevo, acariciando mi cabello con el mismo amor que me demostraba día a día.

— ... No estoy llorando. —Murmuré, alzando mi rostro hacia el suyo, el cual me miraba con dulzura sobre esas mejillas sonrojadas y esa sonrisa de oreja a oreja—. Solo estoy molesta porque nos han interrumpido.

Ella rio otra vez, negando con la cabeza con sutilidad antes de inclinarse y volver a besarme.

Sin duda alguna, yo era una maldita afortunada, Galaco era la mujer más bonita del mundo y también, la mujer de mi vida.

...

¡HEEEEY! ¿Qué tal les está yendo todo? :') Espero de corazón que muy bien <3

a mí fatal porque me he dado cuenta de la cantidad de trabajos que tengo que entregar y que no he terminado aún y acá estoy ahre

¡Pero bueno, negativismos a parte, al fin les traigo un extra de Lily y Galaco! La verdad, estaba ansiosa por hacerlo porque por desgracia, apenas les di protagonismo al ship en toda la historia y me daba algo de pena :(  me gusta como se ven juntas, me parecen adorables <'3

aún estoy indecisa si el próximo será de Miku y Anon o de Rinto e Ia, jejj

Además, me ha hecho un poco de gracia cuando he releído este capítulo me he dado cuenta de la similitud entre Lily y Len. :') De hecho, era algo que quería conseguir desde que comencé Spice!  ya que quería que la relación entre tía-sobrinos fuera especial, que tuvieran cosas en común porque después de todo, nuestra familia no se basa solo en los padres y podemos adquirir costumbres, manías e incluso algo de comportamiento de tíos, tías, abuelas, abuelos, primas, primos... No sé, a lo mejor hay gente que no le da apenas importancia a esto y lo habrá leído con algo de pereza, pero, jo, a mí me parece algo curioso y apenas predecible a simple vista, así que quería jugar un poco con ello!

Vale, ya, cortamos, me estoy volviendo a enrollar c:

¡MIIIILLOOONES DE GRACIAS POR LAS VISITAS, LOS VOTOS, LOS COMENTARIOS Y, SOBRE TODO, POR LOS 302 SEGUIDORES! Estoy contentísima, enserio, me alegraron el día, la noche, la madrugada, la semana, el mes y el año ;u;

¡Qué la vida os sea miiil veces más bella que ayer! 

Un abrazo súper, mega, ultra, hiper gigante,

💚

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