—¡Déjenme salir!. —Gritaba golpeando las rejas, sentía impotencia ya que por culpa de esa estúpida estoy acá encerrada.
—No grites Marilyn, no sirve de nada. —Dijo Anabel tirada en el piso tranquila.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila Anabel? ¡Estamos en la cárcel! Estamos en la cárcel... —Me tiré en el suelo furiosa.
—Para que matarnos Marilyn...¡Oh ya se! Mi abogado, mi abogado puede sacarnos.
—Claro que no Anabel, no hay pruebas que justifiquen que no tuvimos que ver en la muerte de Cristy.
—Tiene que haber una forma, no p... —No terminó la frase.
—Se callan o las separo de celdas. —Dijo un policía que se encontraba allí.
Me moví hacia donde se encontraba Anabel, recosté mi cabeza en su hombre, a pesar de todo «Se que esto sonara extraño» me gusta que estemos las dos acá, la soledad no me gustaba, no es nada lindo estar sola en un lugar totalmente blanco y todo por la imbécil y estúpida de Valmon.
Allí alguien paso junto a un policía, era Zack, traía la...caja ¡La maldita caja de las muertes! Con tantas cosas ya se me había olvidado eso también y hablando de olvidas ¡Dios, Joe! Quiere decirme algo pero como salgo, tantas cosas me volverán loca.
—Marilyn ¿Estás bien? Perdón, enserio lamento que estés acá, si yo hubiese estado contigo no hubiese pasado nada, todo es m... —No terminó la frase.
—Ya Zack, no te lamentes, no es tu culpa, es de la mal nacida de Valmon.
—¿Quién es Valmon?. —Preguntó confuso.
—¡Ups! Cierto que no te he contado. La anciana tiene nombre y lo que quiere es mi alma.
—¿Valmon? ¿De dónde sacaron ese nombre? Además ¿Tu alma?...¿Oye y que hace ella acá?. —Señaló a Anabel.
—Todo con calma. Valmon, ese nombre es horrible en la tierra y adorable en el infierno o eso entendí, no se porque quiere mi alma, aún no es bueno que lo sepa y ella esta acá por la misma razón que estoy yo.
—¿Valmon?. —Dijo Zack.
—¡Exacto! Necesito de tu ayuda para salir de acá, por favor Zack, sácame, necesito ver a Joe.
—Oh...Hablando de Joe. —Se quedó en silencio por un momento.
—¿Qué paso? ¿Le sucedió algo?. —Pregunté alterada.
—Mira las fotos. —Acercó la caja y me las entregó en las manos.
Al abrir la caja allí estaba la foto de Cristy pegada a la pared toda llena de sangre, me asombré tanto que no quería ver más pero Zack me obligó a continuar. Varios lágrimas se escaparon de mi rostro, me asombré nuevamente al ver que la foto que seguía era de Joe, moriría en el hospital, por lo que veo estaba recostado en la camilla, las lamparas estaban rotas y pedazos de vidrios estaban incrustados en su cuerpo incluyendo sus ojos.
—Maldición. —Dije en voz un poco más alta de lo habitual.
—¿Qué sucede?. —Preguntó Anabel mirándome confusa esta vez.
—Necesitamos salir de aquí. —Respondí a Anabel. —Zack ve y salva a Joe no dejes que esa estúpida se salga con las suyas, por favor.
—Ok, ya me voy para allá...
****
—Valmon—
El hospital estaba totalmente tranquilo los doctores hacían su trabajo, las enfermeras atendían a todos los que llegaran, pero había algo que no me gustaba y era la tranquilidad de este lugar, comencé a caminar por los pasillos, era repugnante ver a la personas reír, noté a un niño jugar con sus padres, tengo una buena idea para acabar con esa felicidad.
En ese momento a aquella mujer le llego mi mensaje al teléfono de su marido el cual tenía ella, la hice creer que su esposo la engañaba, ella lanzo el celular al suelo quebrándose en trozos se levantó y alejó al niño, el hombre asustado le gritó que sucedía, más ella solo le dio una buena cachetada y comenzó a golpearlo, el niño al ver eso comenzó a llorar. Wow enserio me encanta esto. ¡Uh! allí venía un policía a separarlos, hice que uno de los chicos que se encontraban allí lo golpeara para que no separara a esos imbéciles.
—Pues ya con esto soy feliz. —Limpié mis manos satisfecha.
Caminé con mi rostro en alto ya que todo estaba pasando como quería, hice que el estúpido novio de Marilyn tuviera un accidente, Cristy muriera, ¡Anabel! esa estúpida tiene que pagármelas todas, no es posible que esa imbécil haya vuelto, pero bueno al menos logré tenerla lejos de mí y Marilyn, la ingenua y estúpida Marilyn, cree que podrá conmigo pero no, siempre ganó y esta no sera la excepción.
Comencé a reventar las lamparas para asustar a todos y si que lo hice, las puertas empezaron a abrir y cerrarse, algo paranormal, no tan a mi gusto pero quiero que me tengan miedo. Me deje ver de todos en ese momento, sus asombros y miedos me dieron gracia, caminaba como toda una duquesa, satisfecha por todo lo que hice aunque aún me faltaba algo. Matar al maldito.
Una de las enfermeras que estaban tiradas allí en el suelo la tomé por el cuello y la levanté al instante.
—¿Dime dónde está Joe Fabrook?.
—Por favor suélteme. —Suplicó como pudo. —Así podría buscar en el registro y le digo donde se encuentra.
La solté, ella cayó al suelo y comenzó a tomar aire, se levantó con miedo y caminó hacia la oficina de registro, duró unos minutos, creía que estaba buscando el registra de Joe, pero no, la maldita sacó una pistola y me disparó, me asombré al momento ya que sangraba «Me estoy volviendo humana» pero no me dolía, la tomé del cuello, agarré la pistola, la coloqué en su ojo izquierdo y tiré del gatillo.
—Espero que con eso ¡NINGUNO! ¿Me oyen? ¡NINGUNO! quiera hacerme daño.
Entré a la oficina de registro y tomé su carpeta «La conseguí rápido» estaba en la habitación 11D. Caminé y mientras lo hacia todas las lamparas iban explotando, ya estaba cansada de tanto rodeo, ahora si que iba por mi objetivo.
—¡Espera! No te muevas. —Escuché decir con voz temblorosa.
—Maldición. —Susurré, me di la vuelta y resultó ser el amiguito de la estúpida esa. —¿Qué haces tú aquí?.
—No puedes matar a Joe, él no te ha hecho nada.
—Ya cállate de una vez, ese no es tu problema.
—Si es mi problema, es mi amigo y... —No terminó la frase.
—¿Amigo? Que recuerde la última vez que estuvieron él, Marilyn y tú, hubo una pelea ¿O me equivoco?.—Sonreí.
—Esta bien, no es mi amigo pero no tienes porque matarlo.
—Te equivocas, quiero acabar con la felicidad de Marilyn ¿Es mucho pedir?. —Reí.
—¿Pero qué te ha hecho ella?.
—Ese no es tu probl... —No terminé la frase.
—Pero si es el mio. —Dijo una voz detrás de mí.
—¡¿Marilyn?!. —Dijo él sorprendido.
Me di la vuelta sonriendo, al fin la tenía cerca en un lugar que no fuese la cárcel o manicomio.
—¡Lograste salir!.
—¡Si! Y no fui la única. —Anabel apareció por la otra puerta. —Somos tres contra uno.
—Mucho mejor, así suelto algunos secretos. —Miré a Anabel de forma vengativa ya que ella le dijo mis secretos a Marilyn.
—No lo hagas por favor. —Dijo Anabel.
—A ver ¿Le contaste todo a Marilyn?. —Sabía que no lo había hecho.
—Ya cállate por favor Val... —No terminó la frase.
—¿Sabías que ella es un demonio también Marilyn?. —Le pregunté.
—¿De qué hablas? ¿Es cierto Anabel?. —Se le notaba a la estupida que estaba confusa.
—Ella también viene del infierno, por lo tanto no es buena. —Reí.
—Pero ella...ella me ayudará. — Miró a Anabel.
—¿Crees qué este Demonio a venido a ayudarte?.
—¡CÁLLATE! No es lo que crees Marilyn. —Dijo a Marilyn.
—¿Entonces qué es?. —Pregunté.
—¡Muérete perra!. —Me rasgó con ese cuchillo, sabía que Anabel nunca lo había dejado, quería destruir a Joe pero no podía dejar que me volviera a rasgar, así que preferí dejarlo.
—Esto no se quedara así, lo juro. —Desaparecí...
****
—Marilyn—
Al ver que Valmon se fue me tiré al suelo. Pensaba en como pude creer en Anabel, soy una estúpida total.
—Marilyn, lo lamento. —Susurró acercándose a mí.
—Aléjate. No te quiero cerca. —Me alejé u poco de ella.
—Si te lo decía no ibas a querer tenerme cerca.
—¿Crees que ahora quiero estar contigo?.
—No soy como ella quiere que me veas. Enserio Marilyn. —Unas pocas lágrimas comenzaron a correr por su rostro.
—Vete a la mierda Anabel. —Me levanté y fui a donde se encontraba Zack. —No pierdas de vista a Joe por favor. —Me fui.
****
—Valmon—
Todo está saliendo a la perfección...Mejor de lo que creía...