Se levantó debido a su reloj biológico, la luz del amanecer se empezaba a colar por la ventana sin cortinas, Taehyung se quedó pensativo y neutro, ante el sentimiento de paz que estaba experimentando.
Cerró sus ojos mientras escuchaba el sonido del viento, hojas secas, y su respiración.
Se levantó lentamente, quitó su sábana abandonando la calidez de sus sabanas sintiendo el frío de la mañana, sus pies descalzos tocaron delicadamente la fría madera.
Portaba únicamente sus pantalones de pijama blancos junto con una camisa blanca, se dirigió hasta el pomo de la puerta, abriéndola.
Taehyung caminaba descalzo, importándole muy poco si el frío estaba presente, o incluso si la tierra seguía húmeda y fría por el clima, caminaba sin rumbo, cansado y harto, no muy seguro de su meta.
Llegó hasta el precipicio, donde fuerte viento chocaba, disipándose en el frondoso y largo bosque, donde hace unos días Jungkook lo había fotografiado.
Camino a paso seguro, pero lento, hacia la orilla, la estrecha línea tierra firme y un abismo, a lo lejos las montañas y en sus faldas el bosque.
Posó sus dedos en la parte final de una roca, alzó su pie, inclinándose hacía adelante.
Estaba a centímetros de por fin caer, sin embargo unos largos brazos lo sostuvieron.
Abrió sus ojos desmesuradamente, Taehyung no contaba con que una segunda presencia lo había seguido.
—No, Taehyung, aún no es tiempo de morir—. Seokjin se encontraba paranoico ante la idea.
—Eso no lo decides tú—. Taehyung río.
—Estamos hablando de tu vida, ¿sabes?—. Seokjin apretujo el menudo cuerpo entre sus brazos, prácticamente lo cubría todo.
—No iba a cometer suicidio, hyung—. Taehyung aún estaba entre aquellos brazos, se sentía bien.
—No veo otra explicación—. Se separó de él menor de los Kim y lo miró de cerca.
—Quería despejarme, simplemente—. Una mirada acusatoria fue dirigida a su persona.—Sólo quería volar—. Lo último lo dijo, casi como una metáfora, riendo para si mismo.
—Los humanos no pueden volar, TaeTae—. Seokjin junto sus frentes, sin embargo las miradas de ambos iban dirigidas hacía el suelo.
—Tienes razón, los humanos no pueden—. Asintió varias veces.
Seokjin asintió igualmente, sin embargo se perdió en sus pensamientos hasta notar que Taehyung ya le llevaba varios pasos de distancia.
Seokjin, casi corriendo, lo alcanzo y tomó su mano, en un fuerte agarre, por temor a que se volviese a ir.
—No te vuelvas a ir por favor—. Brillo en sus ojos, el iris de Seokjin se dilataba.
No te puedo prometer eso.
Pensó internamente Taehyung.
Pero optó por decir.—Soy malo en las promesas, hyung, nunca las cumplo—.
—Entonces cumple esta promesa—. Taehyung tragó duro ante eso.
El remordimiento pronto lo empezaría a carcomer.
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Cambié el nombre del usuario (bibimbapbowl) sin embargo aún no me convence, ¿sugieren ideas?
Sobretodo gracias por las leídas y votos, amo sus comentarios.