Primero de todo, quiero dedicarle esto a mi amiga Nai, a su piso, a su madre (que es una jodida maravilla), a "Sola" de Jessi Reyes y, en menor medida, a mi profesora de lengua por encargarnos el trabajo. Este poema no existiría sin ellas.
Te fuiste
Y dejaste un pozo negro
En el que, poco a poco, voy cayendo
Vuelven los tristes ríos salados
Vuelve el llanto incontrolado
Pero tú, tú no, no vuelves mas
Intento controlar el frío invernal
que dejaste en mis huesos
cuando me disparó tu corazón de metal
Lo rompiste
No tuviste piedad
No me mires así
solo digo la verdad
No sabes como amar
Me usaste
Te cansaste
Y pensaste que me podías dejar
Dijiste que era como un cigarrillo
Solo de usar y tirar
Como ese juguete de infancia
que te dio por olvidar
Pero, ¿sabes qué?
Se acabó lo de jugar
Pasó tu turno
Me toca tirar
Y
esta vez
me toca GANAR.