Él me mira con su cara sonriente y me empuja fuertemente hacia un carro que pasa rápidamente por la calle.
Mientras voy a cayendo hacia el carro todo pasa lentamente, puedo ver a Jason parado frente a mí sin expresión alguna en su rostro, por alguna razón extraña me siento totalmente en paz, podría decir que hasta estoy feliz.
De un segundo a otro el tiempo vuelve a su normalidad, en un pequeñísimo instante caigo al parabrisas del carro, lo trueno y salgo disparada a el suelo, el carro me rodea y se va sin más, aún puedo ver a Jason, parado en la banqueta sin expresión en su rostro, me empiezo a sentir cansada y cierro los ojos.
Cuando abro los ojos estoy acostada en una camilla de hospital, las enfermeras me rodean, y entre la multitud de mujeres puedo ver a un hombre vestido de blanco...
Se le nota preocupado.
Está checando muchas hojas que tiene en una tabla mientras mira la computadora a la que estoy conectada, volteo a ver esa computadora también, mi pulso está lleno muy rápido.
-C-cie-ent-to d-diez -Apenas puedo decir en voz alta y el doctor me voltea a ver sorprendido.
-¡Enfermera! ¡Cinco mililitros de anestesia! -Le grita el doctor a una de tantas enfermeras a mi alrededor y ella obedece rápidamente.
No entiendo muy bien la situación... Creo ¡creo que recuerdo...!
-U-un aut-to, e-él me l-lanzó c-contra un ca-carro. -Las palabras me salen muy difícilmente.
La enfermera me mira anonadada y dice:
-No hables pequeña, pronto estarás bien.
A lo que escucho con un poco de eco y vuelve a ser todo completamente obscuro.
Puedo ver una y otra vez la mirada en el rostro de Jason cuando me lanza hacia el carro en movimiento, me perturba.
Al fin puedo abrir los ojos, estoy aún en el hospital, puedo ver muchos globos, peluches y flores, alguna ya están marchitas.
Cuando volteo a mi derecha ahí está Jason, dormido en un sillón del hospital, se ve agotado.
¿Cuánto tiempo he estado aquí?
Intento sentarme, pero no me puedo mover... ¿Qué está pasando? ¿Tan grave fue? Llevo aquí por lo menos una semana.
Busco un calendario en alguna parte pero no logro encontrarlo, que extraño, los hospitales están llenos de calendarios.
Me rindo y me quedo en mi posición, además estoy empezando a cansar mi cuello, respiro hondo y observo el techo, no tengo sueño así que no intento dormir.
-¿Isa? -dice al fin Jason y volteo a verlo.
Por sus mejillas corren gotas de lagrimas como cascadas.
-Estas despierta -Dice llorando y agarrando mi mano.
Lo miro desconcertada, creía que me odiaba, es decir, en serio debes odiar a alguien para aventarlo hacia un carro en movimiento.