Mitsuki logró concretar la denuncia hacía esa comisaria y como juró, la cabeza del capitán voló.
Decidieron mudarse y tomar otros aires, cosa que empeoró a Katsuki.
Masaru no se podía quedar en casa a solas con él, ya que lo agredía.
Habían pasado cerca de 8 meses y aún no encontraban quien los ayudará.
Hasta que...
"Él es increíble, ayudó a mi hijo para que deje de orinar en la cama, es un excelente psicólogo..."
"Escuche que es profesor y solo escoge a un internista y lo capacita para que sea el mejor de todos..."
"Lo único malo es que se ha mudado y esta a hora y media de aquí, pero vale la pena..."
Masaru escucho la conversación, al parecer eran omegas y decidió unirse.
—Dis-Disculpen, ¿están hablando de un psicólogo?
Las tres mujeres omegas lo miraron, pero su aroma era tranquilizador
—Sí— se animó a hablar— de hecho por aquí tengo una tarjeta, es un hombre increíble. No hace distinción de raza, solo ve a él y podrá ayudarte. — le dijo anima a una de las omega mientras le extendía una tarjeta con la información del doctor.
—Muchas gracias. — dijo el omega tomando la tarjeta.
Tenía una esperanza, una donde su hijo saliera adelante, una donde lo ayudarían.
—Espero que usted nos ayude— hablaba mientras miraba la tarjeta— mi hijo necesita de usted Toshinori Yagi.