aprendí que la vida es un largo camino, y hay que tomarse su tiempo. que no hay necesidad de adelantarse, porque a veces los atajos hacen daño.
aprendí que no podemos idealizar a la gente, que debemos concerla primero, de verdad, y así no nos encontramos con sorpresas.
aprendí que no podemos juzgar a la gente por como luce, que hay mucho más en el interior, y no todo es lo que parece a primera vista.
aprendí que después de un episodio triste, puede haber uno feliz. que aunque esté de noche, no todo es oscuro y malo, porque la luna, así como lo hace el sol en el día, también brilla para para ti, y sale a darte ánimos.
y con eso me quedo, con lo mucho que aprendí de esta experiencia, contigo, de ti.