Solté una carcajada inevitable.
Sinceramente me la estaba pasando muy bien. Luego de lo de SiWon, lo depresivo que anduve en el día, el estado zombie en el que estuve al llegar a casa, y luego de que NamJoon el simio arruinara aún más mi tarde diciendo qué tal vez SiWon estaba con su novia a la hora del almuerzo... ahora, viendo aquella película, me sentía jodidamente alegre.
Era una película de comedia. El romance había quedado algo así como en el tercer plano, y lo que predominaba era el humor y la amistad. Estaba a punto de explotar por culpa de la risa.
Y sí, supongo que le debía las gracias a NamJoon por haberme puesto a ver aquella película.
Toda la película me la pasé o sonriendo, o riendo, o comiendo. Pero de algo estaba seguro, y era de que alegría por ver tal comedia no se iba en ningún segundo.
Me gustaba reír. Era, ¿cómo decirlo? Divertido.
Las risas de NamJoon se hicieron notables a penas en la segunda escena. Al parecer él no era mucho de reírse tan exageradamente, por lo que yo podía notar en la escuela o en la casa, pero esta vez la película le había ganado a la razón por lo que pude ver.
Lo más irónico era que ni si quiera sabía el nombre del desgraciado filme, es decir conozco la película, pero no el nombre de la película.
La película continuó su curso, ahora ya no era tanta la risa, era cómo que el momento se estuviera apagando. Y así era, pues minutos después, la pantalla se tornó negra, dando a entender que era el fin.
—¿Te ha gustado?— me preguntó agradablemente Joonie.
Asentí soltando una pequeña risa.
—El perro le mordió el trasero y luego le hizo pis encima— hice una pequeña pausa—. Creo que amo a ese perro.
—Me alegro de que te haya gustado. Odiaba verte triste— dijo él y, cómo si hubiera dicho la frase más equívoca de la historia, se calló de golpe después de eso.
Lo único que provocó en mí fue una sonrisa.
—Gracias, bebé— dije tímidamente.
—No me llames "bebé"— dijo frustrado aunque entretenido mientras despeinaba su cabello.
Largué una carcajada.
—¿Por qué no? Me gusta llamarte así, bebé— dije el apodo en un tono de burla. Reí levemente y él me miró de reojo con una sonrisa.
—Está bien. Si es que a ti no te molesta que te llame "SeokJinnie"— dijo él y mi sonrisa se desvaneció de mi rostro.
No cabrón, eso es pasarse de pinche lanza. Pero bueno, aceptaría el reto, porque soy un macho pecho peludo, y no un macho pecho depilado, muerde almohadas, rodillas rojas.
—Bien. Llámame "SeokJinnie", bebé— dije yo, entrecerrando los ojos, con una sonrisa que intentaba ocultar pero que sin embargo no se iba.
—De acuerdo, SeokJinnie— dijo él encogiéndose de hombros con una sonrisota.
Volqué mis ojos entretenido y él rió ligeramente.
Definitivamente, este día no podía ir mejor.
Sin saber qué hacer, y claramente sin querer irnos cada uno a su cuarto, nos quedamos viendo la televisión. Mi programa favorito, el cual veía siempre que podía en la cafetería cerca a mi antiguo departamento, se hizo presente en la pantalla. Produce 101, la versión masculina.
Secretamente, siempre había querido ser un cantante famoso y reconocido. Es verdad, era casi imposible con mi actitud tímida en general, pero gracias al simio y a sus idioteces ibas perdiendo aquella actitud. Así que quizás, en un futuro lejano, podría convertirme en un buen cantante.
Una sonrisa inocente se formaba en mi rostro cada vez que lo pensaba, soñar no costaba nada, ¿verdad?
—¿Te gusta este programa?— me preguntó NamJoon arqueando una ceja.
Asentí con la cabeza.
—Es mi programa favorito— comenté mientras veía emocionado cantar a un chico llamado Byun BaekHyun.
—El mío también— me sonrió Joonie y yo volqué los ojos con ironía, lo que al parecer notó—. ¿Algún problema?
—Sí, que de seguro sólo lo dices para hacerme ver ridículo— dije yo tercamente, negándome a creer que de verdad le gustara.
—Es verdad— dijo sonriendo ampliamente—. Siempre he querido ser cantante, así que... tiene lógica que sea mi programa favorito, ¿no?
De acuerdo, ¿qué demonios? No se me había pasado por la cabeza ni un segundo que al simio idiota le gustara cantar.
Fue, realmente, extraño. Para empezar por el simple hecho de que nunca pensé que aquel chico le fascinara una cosa que no fuera su popularidad, y terminado en el de que teníamos por primera vez algo en común.
Tengo miedo, doctor García. TENGO MIEDO.
—A mí también me gustaría ser cantante—mencioné sin pensarlo dos veces y luego ambos nos quedamos mirando...
Mirándonos fijamente. Por minutos. Quizás pasaron horas y no nos dimos cuenta. Pero de algo estaba seguro, y era de que ahora, era un momento bastante incómodo.
Y, cómo si estuviéramos conectados telepáticamente, nos levantamos del sillón al mismo tiempo.
—Yo... em... bueno— empezamos a balbucear los dos al instante. ¡Por Dios, ¿qué tipo de brujería era esa?!
Luego, nervioso, se me ocurrió la más maravillosa idea: salir corriendo a mi habitación. La vieja confiable.
Al llegar a mi cuarto cerré mi puerta con pestillo de inmediato.
Qué horror.
***
—La puta madre— me quejé al segundo en que golpeé mi dedo meñique contra la pata de mi cama.
Aquí es donde entiendo porque la gente dice "quisiera que fueras mi dedo meñique del pie para darte contra todos los muebles de mi casa". Es que joder, ese pequeño desgraciado era un imán de cosas con las que golpearse.
Tenía hambre, en exceso. Quería galletas, chocolate, comida en general, más que nada golosinas. Y ahí estaba yo, a las tres de la madrugada levantándome para bajar a la cocina y robar cómo rata la comida del refrigerador. Desgraciadamente choqué contra mi cama y bueno, ahora me dolía el pie completo.
—Chinguense sus pitos— iba maldiciendo yo en voz baja mientras bajaba los escalones de las escaleras.
Crucé la sala de estar prácticamente cojeando y cuando estaba a punto de abrir la puerta de la cocina, escuché la voz de Joonie hablando por teléfono.
—No, tranquilo, ahora está mejor— decía él y se quedaba un momento en silencio, de seguro escuchando la voz del otro lado de la línea.
¿Con quién estaba hablando a aquellas horas? ¿Con su madre? ¿Sería con su padre?
—SiWon, entiende, ahora él no puede hablar— dijo NamJoon entre dientes, escuchándose un tanto irritado.
Silencio de nuevo. Y al mismo tiempo, mi asombro y mi cara de atónito.
¡Estaba hablando con SiWon! ¿Qué haría hablando con él? ¿Por qué decía que "el" no podía hablar en ese momento? ¿Se refería a mí? ¿Choi SiWon estaba llamando por mí? Un poco más y me daría un infarto. Quizás había llamado para explicarme la razón de por qué no había venido a nuestro almuerzo.
—¿Para qué? ¿Para jugar con él? Déjalo en paz, tienes novia y le das falsas esperanzas— respondía enfadado NamJoon.
Arqueé una ceja para mí mismo.
¿NamJoon el simio idiota estaría defendiéndome? No sabía cómo sentirme al respecto.
—Eres un idiota— y dicho esto de parte de Joon, escuché el sonido de que el teléfono se había cortado.
¿Qué había sido todo eso?
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UwU Nam esta cuidando a Jinnie
PD: sorry por demorarme es que me fui de paseo ^^,en un rato les subo otro y también perdón por la hora xd