▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
.·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.
chapter six!
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
johnny ࿐
Era una una hermosa noche de invierno, en la que llovía levemente, cuando se me ocurrió ir al jardín para ir a observar dicha lluvia. Al llegar allí, me encuentro con Lana Stark, dejándose llevar por la lluvia.
— ¿Qué haces aquí…? — le pregunto a ella con bastante interés.
— Supongo que la alumna se convirtió en maestra… — me dice ella.
— Digamos que sí — le contesto a ella, sentándome junta a Lana para observar el oscuro cielo.
Estuvimos por varios minutos en silencio observando el hermoso paisaje, aunque a veces nos quedábamos mirándonos a ambos por otros largos minutos.
— ¿Cuál es tu sueño… tu más grande sueño? — le pregunto de repente a ella.
— Honestamente nunca pensé exactamente cuál era mi más grande sueño, pero si tengo que decirte algo ahora sería dejar de sentir ésta enorme soledad, quiero a alguien que me comprenda y que me ame tal y como soy, no por el dinero y porque soy una Stark… — me confiesa Lana.
— No estás sola, Lana, quiero que dejes de sentir esa soledad — le digo a Lana, mientras que ella apoya su cabeza en mi hombro, comenzando a llorar desconsoladamente, provocando que su maquillaje se derrame.
— Pareces un panda, un hermoso pero insoportable panda — le digo a ella, intentando que sonría.
— Antes no sabía que era lo que sentía, Johnny. No sabía exactamente qué quería, solamente sentía un vacío, no quería vivir pero tenía mucho miedo a morir, odiaba por completo ser una Stark, ir a fiestas con gente multimillonaria, saludar a todos y simular que estaba bien y que era simplemente una niña rica más, aunque comencé a actuar como una para obligarme a mí misma de que todo estaba bien, pero no era verdad, yo no estaba bien conmigo misma. Últimamente, todas mis emociones están descontroladas, me siento diferente, no sé cómo explicarlo. No sé si te estoy diciendo porque estoy muy borracha o… — me dice ella, sorprendiéndome al besarme — No, no, no, no fue mi intención ¡Aghhhh! ¡Estoy muy confundida, perdón! — dice Lana, levantándose rápidamente del banco de plaza, comenzando a correr torpemente por culpa del alcohol.
— ¡No, espera…! ¡Lana…! — intento detenerla, mientras corro detrás de ella.
— ¡No, Johnny! ¡Lo lamento tanto, no sé porqué te besé, soy una estúpida! — ella se detiene, y me dice eso con un tono más deprimente de lo normal.
— ¡No, no lo eres! ¡Eres una de las mejores personas que he conocido, y eso que hace poco te conocí! — le confieso a ella, provocando que Lana se sonroje y comience a caminar lentamente hacia su habitación.
— Nos vemos mañana, Johnny… — dice finalmente ella, limpiándose su maquillaje con un pañuelo.
En ese momento, me dirigía hacia mi habitación, hasta que escucho a alguien comer. Al darme vuelta, me encuentro con Cameron comiendo galletas.
— ¿Qué haces aquí a las dos y media de la madrugada…? Espera ¿Escuchaste todo eso…? — le pregunto, esperando con ansias que dijera que no.
— Absolutamente todo — me contesta Cameron.
— ¡Mierda! — digo en voz baja.
— Fue muy intenso, era como ver una película basada en un libro para adolescentes, aunque creo que debiste correr tras ella — me dice él, con un poco de emoción.
— Cameron, estoy demasiado confundido, creo que ahora me siento más extraño que ella, no sé qué me sucede — le confieso a Cameron.
— El amor, hermano, el amor — me dice él, colocando su mano en mi hombro.
— No lo sé… — digo finalmente, bajando la mirada.
angelina ࿐
Me encontraba en mi habitación junto a Jenna, para comenzar un maratón de series en Netflix.
— ¿Ya le dijiste? — me pregunta Jenna con mucho interés.
— ¿Decir qué? — le pregunto a ellas, sin darme cuenta de lo que ella se refería.
— ¡Decirle a mi hermano que le gustas! — grita ella con obviedad.
— No… esperaré a la semana próxima, es el Día de San Valentín — le digo a ella.
— ¡Oh, casi se me olvidaba! ¿Y qué harás? — me pregunta ella, con más interés aún.
— Pensaba en organizar una cena romántica en la cafetería a medianoche — le digo a Barton, con un poco de inseguridad.
— ¡Creo que le encantará! — me dice Jenna.
— Eso espero… — digo en voz baja.
Pasaron varios días, faltaba un día para San Valentín, y todos hemos notado un distanciamiento por parte de Lana y Johnny, era difícil de explicar cómo se sentían, era como si ambos quisieran hablarse pero no sabían cómo hacerlo, así que se limitaban al silencio y a esas miradas que dicen más que mil palabras.
En ese momento, finalmente me dí cuenta de lo que en verdad sentía mi hermano, todo este tiempo apoyé a Angelina, pero probablemente ella salga herida, o mejor dicho, los tres. Así que, desde ahí, intenté hacer lo mejor posible para que ella no haga la cena romántica esa noche, pero fue inevitable.
lana ࿐
Hacía tiempo que no hablaba con Johnny, me sentía un poco confundida, pero la diferencia con mis sentimientos anteriores es que ahora sentía una gran tristeza que intentaba esconder.
A pesar de todo esto, cada noche me dirigía a la habitación de Cameron para pedirle consejos, hasta que finalmente me aconsejó que hable con Johnny en la oscura noche de San Valentín.
— ¿Y qué quieres que haga? Me refiero a qué piensas que sería lo más adecuado a… ya sabes, ésta situación — le pregunto a Cameron.
— Nada, simplemente dile lo que sientes, no hagas toda una escena que parece sacada de un musical — me confiesa él, dando vueltas en su silla giratoria.
— Está bien, gracias Cam — digo finalmente.
Esa noche honestamente fue una de las peores, estaba bastante nerviosa, ya era medianoche y todavía no encontraba a Johnny. Crucé el jardín, y al observar el jardín, imaginé los momentos que pasé allí, y lentamente las lágrimas comenzaron a salir, derramando mi maquillaje una vez más.
Ya había recorrido casi toda la mansión, sólo faltaba ir a la cafetería, pero fue un grave error ir allí. A penas abro la puerta, me encuentro en una habitación totalmente a oscuras, pero que parecía haber alguien más allí, así que comencé a caminar lentamente hacia las mesas.
En ese momento, escucho a alguien hablar, así que me escondo debajo de una de las tantas mesas para que no me vean, aunque probablemente no lo hagan ya que estaba todo oscuro.
— ¿Por qué apagaste la vela? ¡No veo ni mi propia mano! Creo que… debo irme — dice alguien que no tengo ni la menor idea quién era.
— ¡Espera…! ¡No te vayas, Johnny! — dice alguien más, revelando la identidad de la primera persona.
— ¿Johnny…? — me pregunto a mí misma sin darme cuenta de que lo dije en voz alta.
— ¿Quién dijo eso…? Mira, Lina… gracias por la cena y todo eso, pero… tengo que irme, hay algo importante que debo hacer — dice Johnny, mirando para la puerta de la habitación, con esperanza de que aparezca alguien más por esa puerta.
— ¡No, quédate conmigo…! — insiste ella, sorprendiéndolo al besarlo.
— ¿Lina, qué fue eso…? — le pregunta Johnny a Angelina, sin entender del todo porqué lo había besado.
— Me gustas, Johnny — finalmente le confiesa ella.
En ese momento, comencé a correr rápidamente sin mirar atrás, limpiándome el maquillaje, que se derramaba cada vez más rápido de tanto que lloraba.
Al llegar a mi habitación, abrí el armario y coloqué mi paraguas en mi cama. Pensé dos veces antes de hacerlo, pero finalmente decidí que lo mejor era intentar olvidar a Johnny, y por eso destruí mi paraguas, para terminar con toda esto de la “lluvia”
Y después de destruir mi hermoso paraguas rosa, me arrepentí de hacerlo, y lo único que necesitaba en ese momento era a mi padre aconsejándome que hacer, lo necesitaba de verdad.
tony stark ࿐
— ¿Está encendido? — digo al encender el casco casi destruído por completo — Hola señora Potts. Si encuentras ésta grabación, no te sientas mal por esto. Parte del viaje es el final. Sólo para que conste, estar a la deriva en el espacio sin posibilidad de rescate es más divertido de lo que parece. La comida y el agua se agotaron hace cuatro días. El oxígeno se agotará mañana por la mañana… y eso será todo. Cuándo me quede dormido, soñaré contigo. Siempre se trató de tí. Espera… — digo al cancelar el envío del mensaje — ¡Nebula… creo que encontré una solución!
— ¿Ahora que quieres, Tony? — me pregunta Nebula, lanzándome una mirada de desprecio, que es básicamente la que utiliza las veinticuatro horas del día.
— Estrellar esta maldita nave en Tokyo — le digo a ella después de una gran pausa.
— ¿Qué? — me pregunta ella sin poder creer lo que le había dicho.
— Es la única forma ¿Acaso tenemos algo que perder? ¡Si seguimos aquí, moriremos mañana por la mañana, vámonos! — comienzo a insistir.
— Está bien, señor Stark, pero si caemos en el lugar equivocado, te asesino — me dice Nebula.
— Que amable eres, Nebula — finalmente le digo a ella.