CORASHE | albalia.

By lovingalbay

55K 2.4K 388

¿Qué ocurrirá cuando el pasado vuelva a hacerse presente en la vida de Natalia? Los textos están escritos por... More

Prólogo
1 - Stop the time
2 - Sleepless nights
3 - Bang
4 - Back to the past
6 - Nabú
7 - El pasado vuelve una vez más
8 - Volver
9 - El arrepentimiento a veces no sirve de nada
10 - Changes
11 - Secretos del pasado
12 - Tensión
13 - Frágil
14 - A medias
Nota importante.
Estás encoñada

5 - María

3.1K 175 42
By lovingalbay

5 AÑOS Y SEIS MESES ATRÁS.

PAMPLONA - JUNIO.

Justo al centro
Tú llegaste, como un anticiclón
Justo al centro
Disparaste, yo perdí la razón

Tejes una tela de araña
Quemando mis entrañas
Llegando a aquel rincón

Veo saltar de mis pestañas
Todas esas legañas
De sueños de ventana de avión

Corro sin mirar hacia un vacío existencial
Noto como la sal se incrusta en mis heridas
Caigo de cabeza
Sé que me voy a empapar y yo no sé nadar
Perdida en este mar

Lágrimas
De lluvia ácida
Sonrisas de papel de celofán

Mi piel está prendida
En llamas ignífugas
Que nadie podrá ver jamás

No sé si quiero huir
O en cambio dejarme atrapar
Por esta oscuridad

Fundirme en el gélido abrazo
De la jaula invisible
De esta aparente realidad

Corro sin mirar hacia un vacío existencial
Noto como la sal se incrusta en mis heridas
Caigo de cabeza
Sé que me voy a empapar y yo no sé nadar
Perdida en este mar x2

Perdida en este mar.

-¿De verdad esta canción es tuya?- Preguntaba Maia con un gesto sorprendido y yo me sonrrojé.

-La he compuesto en poco más de una hora.- Le contesté escogiéndome de hombros y giré mi vista hacia Paul, encontrándome con su cara de shock.

-Flipo contigo, chica.- Largué una risita por su cara de tonto y me miró. -Gracias por compartir esto con nosotros.

-Gracias a ustedes por no ser unos gilipollas más del montón.- Les dije y se rieron, pero aquello iba totalmente en serio.

Hacía ya seis meses que me había encontrado con Maia en aquel baño, y desde ese entonces, mi vida era un poquito mejor. Dejando toda la otra mierda detrás, claro.

El acoso constante hacia mí no había parado, sino que había aumentado y yo no sabía que más hacer. Además de dejarme notas en mis casilleros con miles de insultos me habían intentado dar varias palizas, de las cuales había salido ilesa gracias a Paul y a Maia.

2 meses atrás

Había quedado con Maia y Paul en la casa de éste último, era una juntada de tranquis. Vamos, como hacíamos siempre los sábados desde que nos habíamos conocido.

Era una de esas noches frías en las que si no te abrigabas al salir seguramente cogerias un resfriado de cojones, y claramente no iba a arriesgarme a eso.

Las calles estaban vacías, sólo se oía el ruido de las plantas que se movían gracias al viento. Eran las 8 de la noche, y la verdad que me daba un poco de mal rollo caminar sola por estas calles ya que el barrio de Paul no era muy seguro que digamos. Estaba a unas dos cuadras de su casa cuando oí pasos rápidos que se acercaban hacia mí.

Mi pulso comenzó a enloquecer, pero en mi mente intentaba repetirme siempre las mismas palabras. "tranquilízate" "seguro que es alguien que está corriendo"

Ilusa de mí.

-¡Pero mira a quién tenemos aquí, Alfonso!- Dijo un chico de pelo moreno, poco más alto que yo. El cual alcanzó mi paso, poniéndose delante de mí y haciendo que pare en seco.

-Pero si eres la bollera del instituto.- Ahora habló otro chico un poco más bajo que el anterior, ambos tenían una sonrisa burlona en el rostro y yo me estremecí.

-Dejadme en paz.- Dije intentando imponer, pero al final parecí una gilipollas. El más alto fue el primero en soltar una carcajada, y el más bajo le siguió.

Intenté caminar hacia un costado para retomar nuevamente mi camino, pero otra vez me jodieron el paso poniéndose delante mía.

-Oye, tranquilita eh. Que tenemos varias cosas de qué hablar.- Soltó el de mi derecha.

-O me dejan o grito.

-¿Pero que vas a gritar tú, eh? Lo único que vas a gritar es mi nombre cuando te la meta.- Dijo el más bajo y yo no me aguanté más.

Pasó todo rápido, cuando quise acordar aquel gilipollas estaba en el piso por el puñetazo que le había pegado y su amigo arrodillado a su lado.

Cuando reaccioné salí corriendo, sin más. Ignoré los gritos de aquellos idiotas y comencé a correr lo más rápido que podía en aquel momento.

Una cuadra después pude visualizar a Maia y a Paul los cuales corrían hacia mi con un gesto preocupado.

-Tia, ¿Qué ha pasado?- Preguntó Maia al llegar hacía mi, seguida de un Paul totalmente agitado.

-Me pararon dos tíos del instituto y me amenazaron, pensé que iban a pegarme o algo. Tuve mucho miedo.- Dije con los ojos húmedos y ambos no dudaron en abrazarme.

-Vamos a casa, que tienes esa mano toda roja.- Dijo Paul y asentí.

*****

-¡Natalia, tráeme agua!- Me gritó María desde el sofá y rodé los ojos acercándome a ella.

-Que te has partido la mano, no los pies.

-¿Y cómo quieres que haga todo con una mano? Ya escuchaste al médico, nada de esfuerzos por quince días.- Elevó las cejas burlona y solté un bufido, dirigiéndome a la cocina para traerle el maldito agua.

-Toma, pesada.- Le entregué el vaso y casi se le cae, ella soltó una carcajada. -Madre mía, que al final eres peor que tener a un niño en casa.- Me senté a su lado poniéndole atención a la serie que estaba viendo. Orange is the new black. No sé por qué no me sorprendía, se la había visto más de cuatro veces completa y ahora iba por la quinta.

-Calla, que fue tu idea tenerme en tu casa hasta que me recupere, ahora te jodes.- Me dió con un dedo en la frente y me quejé.

-Para molestarme si tienes fuerzas, ¿No?

-Siempre.- Contestó burlona. -Oye, ¿No trabajas hoy?- Me miró confundida, acomodándose mejor en el sofá.

-No, no tengo mucho que hacer en realidad. Ya me he encargado de contratar otra recepcionista para que te reemplace este mes.- María abrió los ojos como platos.

-Joder, como me reemplazas rápido.- Susurró para ella misma, pero suficientemente fuerte para que le escuchase.

-No puedo estar sin recepcionista un maldito mes, idiota.- Rodé los ojos.

-¿Cómo se llama?- Fruncí el ceño.

-Sabela Ramil.

-Madre mía, ¡Pero si es mi amiga! joder con la gallega esta de mierda, que me la encuentro en todos lados.

-¿Pero tú conoces a todo el mundo o qué?- Le pregunté desconcertada y ella asintió mientras bebia un poco de agua.

-Pues más o menos, también tengo una amiga que es Argentina. Igual la invito a salir con nosotras que es muy maja y me gusta como habla.- Yo la seguía mirando desconcertada, sin poderme creer aquello. Pero pensándolo bien, viniendo de María ya nada me podía sorprender.

-¿Cómo has conocido a alguien de Argentina?- Pregunté interesada.

-Vive aquí en España hace tres años, la conocí hace unos meses en una discoteca porque le tiré cerveza encima y de ahí nos hicimos amigas.

-Nunca me has contado eso.- Dije y ella rodó los ojos.

-Vamos a las discotecas los sábados, tú porque eres una aburrida de mierda y sólo vas a bares los viernes.

-¡Si tú me arrastras a esos bares!

-El sábado he quedado con Alba, Julia, Miki y otras más.. ¿Te apuntas?- Me había llamado bastante la atención de la primera nombrada, y por alguna extraña razón me daban ganas de ir. Hasta que me acordé que María tenía una mano operada hace menos de dos días.

-¿Pero qué dices de salir tú, imbécil? Te rompiste una maldita mano. Ya escuchaste al médico, nada de esfuerzos por quince días.- Dije esta última frase con énfasis, imitando la voz de María.

-Vale, vale, mamá. Cuando me recupere entonces, ¿Te apuntas?- Nuevamente la imagen de la rubia bailando y cantando a todo pulmón llegó a mi cabeza.

-Vale.

Nos quedamos en silencio, María le subió el volumen al tv y nos quedamos tiradas en el sofá mirando Orange is the new black. Me hacía gracia cuando la rubia se sorprendía con ciertas partes de los capítulos, las cuales había visto un montón de veces.

Yo soltaba carcajadas y ella me daba puñetazos en el hombro ofendida, me hacía todavía más gracia verla así. Quitando el hecho de que tenía un pijama de unicornios. Era una de las últimas cosas que te podías imaginar de María por su carácter, ósea, los unicornios y ella no combinaban para nada.

-Nat.- Dijo en un susurro y yo rodé los ojos, sabiendo a qué venía eso.

-¿Qué quieres?- Pregunté sin rodeos y ella me tiró con un cojín.

-Podrías ser más amable, hija de puta. ¿No te doy lástima?- Dijo con un ridículo puchero.

-Más que lástima me das gracia, que estás manca.- Me levanté del sofá con rapidez sin que pudiese llegar a pegarme y solté una carcajada al verla.

-Ya verás tú cuando me recupere.- Dijo amenazante y la miré burlona.

-¿Y mientras tanto que harás?- Le pregunté sin quitar mi mirada burlona.

-Vete a la mierda.- Bufó.

-Que nooo, que es broma.- Me acerqué a ella y le di un abrazo.

-Espera, espera.- Se separó rápidamente y la miré confundida. -Que me acabas de abrazar. ¿Quién eres tú y que has hecho con mi mejor amiga?- Siempre con la misma frase.

-Eres idiota.- Bufé y ella soltó una carcajada.

-Oye, alcánzame el móvil.

-Eres una pesada, ¿Lo sabes, no?- Le dije entregándole el móvil y tecleó un par de veces sin decir nada.

-¿Tienes cervezas y comida?- Me preguntó sin quitarle la vista al móvil y yo la miré frunciendo el ceño.

-Si, ¿Por qué?

-Les acabo de mandar un mensaje a las chicas con la dirección de tu casa para que vengan en quince minutos.

-¡¿Qué?! ¿Qué chicas?- Pregunté abriendo los ojos como platos.

-Julia, Miki, la Sabela Ravera y la rubia de culo grande con la que te shippeo.- Dijo encogiéndose de hombros, restándole importancia a aquello que había soltado como si nada.

-Te voy a matar.

-Tira anda, a buscar comida que yo necesito reposo.

****

Estaba en mi cocina preparando varias bandejas con mucha comida porque según María quería atender bien a sus invitados. Y una mierda, que la que estaba haciendo todo aquí era yo. No solía traer a personas a mi casa que no sean Miki y María. Hasta hoy, que la Mari se había montado una juntada en mi casa en segundos.

No me molestaba en realidad, pero me gustaba cabrearla un poco a veces haciéndome la dura con ella. Anque a veces se daban vuelta los papeles y me la terminaba liando ella.

El timbre sonó y María no tardó en gritar.

-¡Natalia, el timbre!- Escuché como gritaba desde el salón y rodé los ojos mientras llevaba las bandejas a la mesita ratona. Luego de eso, me dirigí hacia la puerta y detrás de esta aparecieron todas juntas. Julia, Alba, Miki y Sabela.

-Al fin llegais, que está muy pesada.- Les dije y Julia soltó una carcajada, seguida de varias risas por parte de las demás.- Pasad.- Me saludaron todos con dos besos y se dirigieron al salón en donde se encontraba María.

-Te he escuchado, idiota.- Me dijo la rubia cuando me tuvo en frente y yo me reí.

-Un gusto, Natalia.- Me dijo Sabela formalmente. -Gracias por el trabajo.

-No es nada, bienvenida.

-Anda ya, que la gallega se hace la formal pero tú no la has visto tirada en las discotecas eh.- Soltó María. Julia y yo soltamos una carcajada.

-Calla, que eso es mentira.

-¡Pero que cara dura! Si con dos cervezas ya estabas dada vuelta.- Habló Miki y la gallega lo miraba indignada. Observé a Alba la cual estaba en silencio mirando aquella especie de pelea divertida

-Coincido con todo lo que han dicho.- Agregó Julia divertida.

-¿Tú no me defenderás?- Le dijo Sabela a Alba y ella se encogió de hombros.

-No puedo ir en contra de la verdad, cariño.

Sabela y Julia se sentaron a cada lado de María en un sofá mientras Miki y Alba hicieron lo mismo conmigo.

-Menudo pijama llevas.- Dijo Alba y María la miró indignada.

-Tú no te rías que pareces un furby con el que tienes, ese rojo.- Le contestó y Alba abrió los ojos como platos.

-¿Cómo sabes lo de mi pijama?

-¡Si nos hemos quedado a dormir con Julia en tu casa después de irnos de fiesta! es que estabas tan dada vuelta que ni te acuerdas. Yo flipo.- Decía super indignada mirándonos a todos. -Natalia, tienes que salir con nosotras y no es opción.

-Te he dicho que cuando te mejores, pesada.- Rodé los ojos.

-Bua, Natalia, que buen jamón es este.- Dijo Miki mientras cogía otro pedazo de jamón y se lo llevaba a la boca.

-Claro, porque yo compro cosas de calidad.

-Si tuviera tu dinero yo también compraría cosas de calidad y no ese jamón de mierda que venden en el super.-Dijo con el ceño fruncido y solté una risa negando.

-¿Tú no comes nada, Alba?- Le preguntó Sabela ya que la rubia miraba todo en silencio y solamente tomaba agua.

-Soy vegetariana e intolerante a la lactosa.

-Ala, ¿de verdad?- Pregunté sorprendida y ella asintió. -Me lo hubieses dicho antes, mujer, que tengo un montón de ensaladas en la nevera.

-No quiero molestar, de verdad. Que da igual.

-Que no, Alba. Las ensaladas que tiene ésta son las mejores, tienes que probarlas.- Le dijo María y ella negó.

-Da igual, de verdad.- Me levanté del sofá y la miré.

-Sígueme, va. No vamos a dejar que te vayas sin que te tomas una ensalada.- Me miró divertida y se levantó para seguirme hacia la cocina.

-Madre mía, que tienes dos neveras de las grandes. ¿Tanta comida guardas ahí?-Me hizo gracia como miraba todo a su alrededor, mi cocina era bastante grande, pero nada de otro mundo a mi parecer.

-Separo la comida en comida para cocinar y comida para comer sin cocinar.- Me encogí de hombros y me miró con los ojos entrecerrados.

Abrí la nevera y cogí una de las cuantas ensaladas que guardaba allí y se la tendí.

-Da igual si no te la terminas toda.

Cuando cruzamos el pasillo para volver con los demás paré en seco al escucharlos, y Alba chocó conmigo ya que iba detrás.

-¿Ustedes también las shippean?- Decía Miki.

-Es que harían una pareja genial.- Habló María y yo cerré los ojos intentando mentalizarme para no matarla luego.

-A decir verdad si.- Habló Julia.

-¿Se suben al barco Albalia con nosotros dos?- Volvió a hablar Maria.

-¡Claro que sí!- Gritó Sabela y vi como Julia le daba un guantazo para que nosotras no las escucháramos.

-Guay, ya somos cuatro. Yo soy la capitana.- Dijo María.

Me giré para mirar a Alba la cual me miraba divertida. Fruncí el ceño y soltó una risita.

-Nos quieren juntar, me meo.- Dijo en un susurro.

-Hasta el coño me tienen, hasta el coño.

-A mi me han molestado toda la noche cuando salimos.

-¿De verdad?- La miré sorprendida y asintió. -¿Qué piensas al respecto?

-Que estás buena.

Capítulo medio corto, pero quería subir otro seguido por los tantos días que estuve inactiva.

Diganme nombres para ponerle a la chica de Argentina.

Pasito a pasito gente.

¡No olviden votar! Nos vemos prontito.

Continue Reading

You'll Also Like

7.8M 467K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
64K 3.8K 23
𝘋𝘪𝘤𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘴𝘪ó𝘯 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮á𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘯𝘵𝘦, 𝘗𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰...
964K 149K 53
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
398K 19K 26
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...