Despertarse ese día fue una completa mierda como básicamente empezaban todos sus días.
Apagó la molesta alarma de su celular y la dejó en su mesa de noche para después posar su antebrazo sobre sus ojos tratando de volver a tener todos sus sentidos en orden. Estaba tan cansado, que creía no haber descansado ni siquiera una hora. En verdad, parecía ser un buen día para pasarse las clases por el culo y hacer otras cosas más interesantes. A pesar de ello, las constantes notificaciones de mensajes que recibía, lo obligaron a pararse.
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✉⏰ 📶|96%🔋|08:03
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Más te vale no faltar a
clases hoy, ya sabes lo
que pasará sino
08:03 ✅
Ayer te escapaste de mí,
no vuelvas a hacerlo
08:03 ✅
Hablemos
08:03 ✅
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Dándose una rápida ducha, para después cambiar su ropa, colgó su mochila al hombro y salió dando un último vistazo a su apartamento.
Cómo aún era temprano, no gozó del placer de encontrarse a los drogadictos con los que compartía edificio, ya que seguramente estaría esperando el "regresar a la normalidad" después del escándalo con la policía. El viejo les había dicho que si la policía llegaba a pisar el edificio, todos estarían hasta las pelotas, ya que les haría la vida una miseria.
Terminó de bajar las escaleras, pateando una botella accidentalmente. Al salir, disfrutó de la fresca brisa de mañana y como él ahuyentaba a todos los que inundaban las calles por las noches como si fueran cucarachas.
Sorprendentemente, había llegado temprano a la escuela. Muy poco común, para ser él. Pero si no era su madre quien le pedía que vaya o Lee que lo fastidiaba, ese edificio sería casi desconocido para él. Lo que más odiaba de todo eso, es que sabía lo mierda que era, que terminar ese año sería prácticamente un milagro para su persona; por otro lado, ya no tendría que lidiar con todos los idiotas que lo rodeaban.
Actualmente ni él mismo podía creer que la razón por la que estaba allí, era nada más y nada menos que el falso beta.
Caminó por los pasillos casi vacíos de la escuela, con dirección al casillero del castaño esperando verlo solo unos segundos para empezar esa mañana. Puede que llegaría a decir un "Hola" o "Buenos días Kim" para después pasar de largo y llegar al salón. Parecía esas personas con tan poco amor propio, que con un mísero acto de amabilidad o palabras de cariño, ya se hacían ilusiones con cualquiera.
Se encontraba a nada de llegar, pero se detuvo frente a su objetivo y se maldijo a sí mismo por la estúpida idea que tuvo. ¿En qué mierda estaba pensando?
A pocos metros, miró al omega dejando unos libros y sacando otros. Se dijo que no podía estar dándole tantas vueltas a algo como darle los buenos días a Seokjin. Sería directo como siempre era, sin embargo le era difícil cuando ese desgraciado lo miraba con sus ojos chocolate.
Abrió su boca con la esperanza de hablarle, pero nada salió. En cambio, se vio interrumpido por otros dos chicos que tomaron su lugar, obteniendo un jovial saludo como era natural en él. Irritante.
Decidió que mejor sería dejar sus cosas en el salón de clases y darse una vuelta para despejar su mente.
Todavía recordaba como decidió ir con Song dejándolo a mitad de charla. Como había preferido estar con ese maldito malcriado. Se le hacía difícil pensar que Seok Jin sea otra de las personas que se deje engañar por ese mal nacido. No, se le hacía dificil que Seok Jin sea otra persona que sólo vea la apariencia y la billetera, mandando al carajo toda clase de "chico ideal" que pudiera ser.
Estaba decepcionado y hasta molesto. Pero lo más jodido, era que un puto omega lograba fastidiarlo así.
La escuela poco a poco fue llenándose de alumnos, pero entre ninguno de ellos se encontraban sus amigos.
A sus oídos llegaban más de una charla donde alagaban al omega por ser lindo e inteligente y como destacó por su aspecto el día de la fiesta. Algunos alfas hasta indignados de no poder creer que sea un beta
Escuchar de él, comenzaba a ser fastidioso.
Llegada la hora de clases, su profesor de biología mandó a Seokjin y Namjoon a buscar los libros que hacían falta.
Como la biblioteca aún seguía en reparaciones, los libros fueron llevados sin importar el orden, para evitar que sea mucha la perdida, a un salón desocupado con el que contaba la institución. Las dos encargadas de la biblioteca tenían que tomarse el tiempo de acomodar los libros en diferentes mesas haciendo casi imposible encontrar alguno sin realizar un desastre.
En resumidas cuentas, el salón en ese momento se hallaba un tanto catastrófico ya que no eran los únicos enviados a buscar material.
—Disculpe, señorita Park...—Se dirigió Jin hacia la beta de cabello castaño y alborotado recogido con dos lápices
—¡Oh! Jinnie, ya sabes que puedes decirme Sandara—Saludó la mujer dejando una gran pila de pesados libros en la mesa que creía el falso beta, era su escritorio.
Una pequeña risa incómoda fue su respuesta, ya que, aunque se llevasen bien, a Seokjin se le hacía raro tratar informalmente con la beta. Con quien ya tenía una pequeña amistad por todas las veces que el castaño iba a la biblioteca o se encontraban en el restaurante mientras Jin trabajaba.
Hablar con Sandara era bastante fácil, y la beta parecía mucho más joven debido a su actitud, a pesar de estar en sus veinticinco.
—¿Sa-sabes dónde podemos encontrar...?
—¡Tengan cuidado con eso!—Gritó la mujer a todo pulmón cuando un grupo de chicas habían tirado torpemente una pila de mapas pizarra que había en una esquina—Discúlpame ¿Si? Eres muy responsable Seokjin, así que me harías un gran favor si buscaras tú mismo los libros. Matemáticas, historia, geografía, biología, psicología, química y física, economía—Señaló varios lugares de la sala hablando tan rápido como escribía sin despegar sus ojos del registro—Los demás aún no hemos podido separarlos. Cuando encuentres lo que buscas, ven y dímelo ¿Si, tesoro?—Dijo lo último mirándolo mientras caminaba y luego gritaba un "¿¡A dónde creen que van!?"
Una vez dicho eso, Jin volvió a reír incómodo y se giró hacia el alfa.
—Bien, entonces...
—Biología está por allá, tu busca en las mesas de la derecha y yo en las de izquierda—Concretó Namjoon, poco interesado de lo que pudiera decirle.
Ni él mismo sabía porqué reaccionaba así. Sólo sabía que no quería estar tanto tiempo junto al omega o podría hacer o decir algo de lo que se arrepentiría.
Se sentía tan malditamente frustrado consigo mismo, y a la vez asqueado.
Siquiera podía concentrarse en algo más que no sea en todos los alfas que el castaño había encantado en tan poco tiempo.
Clavó sus ojos en la montaña de libros en los que tenía que escarbar si quería buscar algo, dándole leves miradas a Jin, inconcientemente.
Una pequeña exhalación de sorpresa se dejó escuchar en el momento que dejó caer unos seis libros en otra mesa, acto que tuvo como consecuencia, el alejamiento de un chico que esperaba poder salvar su vida, sabiendo de lo que el rubio es capaz de hacer.
Miró al chico irse y luego a SeokJin acomodar tranquila y cuidadosamente los libros. Tan típico de él.
Suspiró profundamente y continuó buscando esos malditos libros.
—Hola NamJoon—Fue saludado por una voz femenina que ya conocía bien.
La miró de reojo e ignorandola, dio unos pasos a su derecha para así evitarla.
—Te vi en la fiesta de Song ¿Sabes?—Comentó Nara mientras fingia también estar buscando libros— Pensé que podríamos divertirnos juntos, pero al final elegiste a YooYoung
El alfa ni se inmutó.
—¿Así que ahora vas a ignorarme? Te recuerdo que no podrás deshacerte tan fácil de mi
Estaba a punto de responder que dejara de joder cuando un "No sabía que tenías problemas con matemática, puedo darte clases si quieres" llamó indisimuladamente su atención hacia el omega castaño, quién sonreía carismaticamente hacia Kyungil.
—¿En serio puedes? No estaría para nada mal—Respondió el omega
Tragó saliva bruscamente y empezó a retirar una pila de libros que no necesitaría y acaparaban el espacio donde apilaria los que debía llevar.
—¿Es al beta Kim a quién estabas mirando?—Inquirió la omega azabache, haciendo que el alfa se tensara por no querer aceptarlo—Me dijeron que haz estado yendo a su casa seguido. Espero que no estuvieran jugando al igual que nosotros o me pondré muy celosa—Susurró en su oído seguido de una pequeña risa de diversión.
—Para nada, es un maldito santurron
—Eso es perfecto entonces, sabía que lo que me decían era mentira
—¿Qué es lo que quieres Nara?—Exclamó queriendo que vaya al punto—No estoy para juegos, ya te dije que no quería volver a saber de ti
Lentamente, la chica se acercó demostrando sensualidad y haciendo un camino con sus dedos por su pecho.
—Eso dices ahora, pero apuesto a que no puedes dejar de pensar en mi cuando te corres ¿No es así? ¿O alguien más te ha hecho una manada con la que vieras estrellas?
—Hay más vaginas y culos en el mundo. Además, tu hermano y sus amiguitos son un dolor en el culo
—Sólo está cuidando a su hermanita, así como yo también cuido lo que es mío—Bajó una mano hasta su entrepierna y empezó a masajear sacándole un pequeño jadeo al rubio—Si no estuvieras tan jodidamente bueno o follaras de maravilla, no le habría pedido a mi hermano que accediera a darte más tiempo para pagar lo que debes, y en este momento estarías tirado en una sanja. Dejo pasar esto nada más porque era mi amiga, pero no me hagas enojar, Kim NamJoon.
A lo lejos, una encantadora risa para los oídos de cualquiera, volvió a llamar su atención, ésta vez de ambos.
Seok Jin estaba cubriendo su boca para evitar reírse y que todos lo miraran raro, pero era imposible gracias a que Kyungil continuaba hablándole.
—Baja la voz o nos van a echar—Le susurró también intentando aguantar su risa.
Se miraron como cómplices y siguieron riéndose. Había algo entre los dos, o eso se podía pensar a simple vista.
—Parece que Kyung ya consiguió un nuevo juguete—Comentó Nara con una pedante sonrisa en sus labios
Ya no quería ver o escuchar más mierdas, por lo que tomó los libros y avanzó pasando de Nara hasta llegar a Seok Jin quien estaba de espaldas y dejó caer el material a su lado haciendo un gran ruido que por suerte fue acaparado por la bulliciosa biblioteca improvisada.
Tanto el omega como el alfa azabache lo miraron desconcertados debido a su acto en plena plática.
—Yo encontré los libros, así que tu tienes que llevarlos—Dijo fríamente, agarrando uno para llevarlo a registrar su préstamo
—Espera, NamJoon...
Inmediatamente intentó levantarlos todos juntos sorprendiendose porque pesaban más de lo que parecían.
—Son muy pesados ¡No puedo llevarlos todos!—Argumentó sin entender su repentina actitud tosca
Iba a ignorarlo y seguir con lo suyo, pero por si no fuera poco verlos reír como una parejita de enamorados, ahora el azabache fingia un acto de caballerosidad diciendo poder ayudarlo si quería puesto que le quedaba de paso.
No fueron ni cinco segundos desde que lo dejó con los libros que ya estaba volviendo hacia el omega.
—¿De verdad eras tan inútil?—Cuestionó grosero tomando la mitad antes de que Kyungil lo hiciera, para luego volver a irse empujando al otro alfa en su paso.
Ambos lo vieron irse sin saber que cruzaba por su mente en ese momento.
—Lo siento, no sé que le ocurre
Dijo Jin demostrando su preocupación mientras dejaba inconcientemente su mano en el hombro contrario, para después bajar un poco hasta su pecho.
—¿Estás bien?
—Claro—Puso su mano sobre la contraria envolviendo sus dedos—No fue nada después de todo
Lo miró directamente a los ojos y sonrió, recibiendo lo mismo de regreso junto con un pequeño sonrojo.
—Bueno, tengo que irme, nos vemos en el almuerzo—Se despidió
A duras penas, Seokjin logró alcanzarlo. Si quiera vio el momento en el que Sandara le dio la nota donde se justificaba su demora.
—¿Y ahora qué te pasa a ti?—Inquirió dando algunos tropezones por no poder seguir al alfa que estaba caminando a una velocidad difícil de alcanzar cargando peso
—Eso a ti no te importa
—¡Claro que sí! ¿Cómo se supone que deba reaccionar hacia mi compañero que nada más llegar a la biblioteca, estuvo gruñendo y lanzando libros? Kyungil y yo estábamos hablando tranquilamente hasta que tú-...
—¿Y qué?—Lo encaró casi acorralándolo contra los casillero de no ser por la distancia que generaban los libros—¿Interrumpí tu jueguito?
—¿Jueguito?—Expresó su confusión junto con sus facciones—No entiendo que sucede contigo—Lo miró firmemente no pudiendo creer que en verdad Namjoon había vuelto a tener las mismas actitudes que a principio de año.
Se observaron por unos tres segundos sin desviar la mirada, cuando repentinamente, el rubio había lanzado los libros hacía algún lado y arrinconado al omega en un certero golpe contra los casilleros, haciendo que en el camino, sus libros también cayeran por alguna parte. El sonido de los libros en el piso y el de su cuerpo contra los casilleros, ocurrieron al mismo tiempo, dejando a Jin aturdido por unos segundos hasta poder ser consciente de la acelerada respiración del alfa, quien lo miraba intensa y hasta podría decir, libidinosamente.
Un estremecimiento creció desde su espalda baja –que fue víctima del impacto contra los armarios de metal- hacia todo su cuerpo. Dejando en segundo plano el leve dolor que allí sentía. Siendo presa de sus emociones, y del leve temor que le provocaban esos oscuros ojos con aquella mirada que nunca antes había visto en cualquiera hacia su persona. Y más en una ocasión donde sentía no poder defenderse.
En un acto reflejo, movió su rostro con sus ojos fuertemente cerrados hacia su izquierda, procurando de evitar el rápido acercamiento de Namjoon hacia su persona. Otorgándole inconscientemente el espacio donde en un futuro estaría su marca de enlazamiento.
El alfa respiró continua y profundamente su aroma con su nariz pegada a su cuello y restregándola. No se dio cuenta de la falta que le hizo volver a sentir ese exquisito aroma hasta ese preciso instante, o de cuanto lo excitaba tener al menor bajo su merced. Joder que era bueno.
—Tu olor es especialmente fuerte hoy...—Le susurró, ganando que el omega empezara a temblar siendo casi imperceptibles para el alfa que se hallaba en su propia nube
De su parte, quería empujarlo y gritarle que nunca, se le ocurriera volver a hacer eso, que hasta incluso, no respondería de su parte y lo golpearía con lo que sea que encuentre, en fin; tomaría medidas mayores. No obstante, estaba tan aterrado de que el mayor fuera capaz de hacer algo malo. Marcarlo sin su consentimiento, o quién sabe. Tampoco quería pensar en ello, esta era una faceta de Namjoon que nunca pensó llegar a ver.
Era tanto el pánico, que siquiera se fijó en el detalle de que el rubio podía percibir su olor a pesar de estar usando neutralizante.
Otro suspiro en su cuello y ésta vez, fue un respingo.
—¿Estás temblando, no es así rosita?—Musitó con su grave voz ronca, consecutivo de una risa socarrona en la cual se alejó un poco haciendo que Jin volviera a respirar, ésta vez, agitadamente y haciéndolo saber.
Su respiración y pulso estaban notoriamente apresurados por el temor, pero esto no pareció preocuparle al rubio al momento de ahora empezar a pasar su lengua por la suave y tierna piel.
Un pequeño chillido salió de los labios del castaño. Poco a poco levantó sus temblorosas manos hasta sus hombros con la esperanza de empujarlo lo más lejos que le fuera posible. Quedándose con nada más que las intesiones en su cuerpo al sentir los dientes contrarios cosquillear en pequeños roces, provocando que empezará a apretar sus manos en su ropa.
—No entiendo porqué me vuelves tan malditamente loco
Al fin se había separado sólo un poco de su cuello y ahora obervaba como el castaño regulaba su respiración.
—Lástima que eres un sucio omega
Y eso, fue suficiente para que Jin automáticamente lo empujara lejos clavandole sus ojos llenos de indigacion y pavor. NamJoon sólo sonrió pedante.
Se sentía tiritar aún, no podía ir a clase así, y tampoco pensaba pasar un segundo más al lado de ese jodido estúpido. Por lo que emprendió un veloz camino hacia algún lugar donde nadie pudiera verlo tan vulnerable y débil.
Me ven? Me oyen? ME ESCUCHAN? Ahre :v
1-Perdón por los errores
2-¿Creen que la historia avanza lento?
Ahora tengo planeado hacer capítulos más largos porque se aproximan cosas más suculentas 7u7