The Best Revenge - Arsinoe De...

By TheSnarrysArchivist

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La Mejor Venganza / Autor original: Arsinoe De Blassenville / Traductor: Fadamaja ~Disclaimer: Los personajes... More

Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capítulo 09
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47

Capítulo 17

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By TheSnarrysArchivist

Snape se preguntaba qué pensaría Dumbledore de la cena que tendrían con los Malfoy el viernes. Él había considerado prohibirle a Harry hablar de eso, pero luego decidió enfrentarlo. Después de todo, ¿Porque Harry no podía visitar a familiares mágicos? Mientras Harry no se sintiera tentado a divulgar algo más sobre la forma en que vivía, no había mucho que los Malfoy pudieran hacer para hacerse cargo de él.

Después de observar juntos a los chicos, Snape no se preocupó mucho de la influencia de Draco en Harry. El niño, normalmente inocente y cándido, había reconocido bastante bien a Draco, y era más probable que él influenciara a Draco. Era el chico Malfoy el que se veía más ansioso por su amistad.

—Él es tan malcriado como Dudley—Recalcó Harry—Aunque no ha sido desagradable conmigo. Me gustaría ver la Mansión Malfoy. Madame Malfoy es muy bonita, ¿No cree? —

"Ah, Narcissa". Snape suspiró, sintiéndose culpable. Haberle mostrado fotografías de Lily había suavizado el corazón sin madre de Harry, y lo hizo vulnerable para la primera figura maternal que se presentó. Narcissa de verdad podía ser encantadora, pero Snape nunca olvidaba que era la hermana de Bellatrix Lestrange. Antes de darle a los Malfoy una ventaja, Snape le explicaría a Harry todo sobre los Black y los Malfoy. Mientras que sabía que no podía inculpar a Narcissa de ningún crimen real, él sabía que su comportamiento de hoy había sido guiado por la ambición.

"Por otro lado, quizás era mejor tener a Draco como una amistad, en vez de hacerlo un enemigo desde el principio". Snape había hecho enemigos permanentes y mortales en su primer viaje en el Expreso de Hogwarts. Ese nivel de conflicto no era algo que quería para Harry. El Señor Oscuro aún tenía partidarios, ¿Pero porque utilizar al niño como un pararrayos para unirlos? Era mejor neutralizarlos lo más posible. Los años de escuela eran bastante difíciles sin agregar intriga política.

Si. Le gustaba la idea. Si Draco y Harry se llevaban bastante bien, Lucius difícilmente se movería de forma directa en contra de Harry Potter.

Aunque Lucius, también, necesitaba que lo miraran con atención. Él podía ser también bastante encantador, y desde la enfermedad de su padre Abraxas y su retiro de la vida pública, estaba esparciendo su influencia ampliamente en su nuevo rol de Jefe de la Familia Malfoy. Sin embargo, no era el tipo de encanto al que Snape suponía que sucumbiera Harry. En sus preguntas acerca de su familia, él se veía menos interesado en James... menos interesado en una figura paterna. Era una madre lo que Harry anhelaba, y amigos de su edad. Mientras que a Harry obviamente le agradaba mucho Minerva McGonagall, era más una relación profesora/estudiante-o quizás la de un obediente sobrino con una estricta tía pero de gran corazón. Snape esperaba que Harry encontrara una figura materna y amigos con más sustancia que los Malfoy.

Pero los chicos se habían llevado bien por una hora más o menos. Draco había contenido su arrogancia, y había mostrado consideración al hablar con Harry. Harry, por su parte, había aprendido una buena lección en modales mágicos.

—Tenemos algunas personas más que conocer—Remarcó Snape—Tenemos una misión más, y luego iremos en busca de tu lechuza. El director quiere que te presente a alguien en el Caldero Chorreante—.

Era esta parte del día en la que Snape se sentía más inquieto. Dumbledore siempre tenía razones para las misiones que arreglaba. A veces eran razones desagradables, y a veces eran secretos impenetrables. A veces Snape pensaba que el director estaba totalmente errado, como en la situación de la familia de Harry. Aun así, tenía muchos recursos de información y de seguro siempre sabía más de lo que dejaba ver.

Así que por esa razón, Harry y Snape iban al lugar más público de toda la Gran Bretaña mágica. Snape se aseguraría de mostrarle a Harry como acceder al callejón, así que no sería una visita inútil. ¿Pero porque Dumbledore había pedido esto? ¿Porque Harry tenía que conocer a Hagrid hoy?¿Y porque de manera tan pública? ¿Porque la feliz reunión no podía esperar hasta que Harry llegara a Hogwarts?

El medio gigante era una amable criatura, nadie lo sabía mejor que el mismo Snape, y de seguro estaría en la luna por conocer a Harry Potter. Lo peor de Hagrid era su irracional parcialidad hacia los Gryffindor. Sin duda, él llenaría los oídos de Harry con historias de la aventuras de sus padres en la gloriosa Casa del León. Snape ardientemente esperaba que empujar a Harry hacia Gryffindor sería tan contraproducente como los esfuerzos de Draco para convencer a Harry de estar en Slytherin. A Harry no le gustaba que le dijeran con quien asociarse. Era posible que sus años como paria lo habían hecho reacio a escuchar cuando otros eran descritos como inferiores a él.

Pasaron por el pasaje, y Snape le mostró los ladrillos que tenía que tocar para poder regresar. Luego abrió la puerta, y guío a Harry al oscuro establecimiento lleno de humo. Su nariz se llenó con los aromas familiares: buena cerveza y abundante; el dulzor del tabaco; estofado irlandés, que estaba disponible a cualquier hora del día; y un grupo de brujas y magos de dudosa higiene.

La gente de siempre estaba alrededor de la maltratada barra.

Harry miró alrededor con entusiasmo. De alguna manera, este era el lugar más extraño en el que había estado. Él nunca había estado en un pub muggle, y no sabía cómo diferenciar este de aquellos. Aunque sospechaba que la clientela era bastante única.

El hombre más grande que Harry hubiera visto estaba en el bar: un hombre con abundante cabello y una gran barba enmarañada. Los ojos de Harry se abrieron al verlo, pero el Profesor Snape ya estaba susurrando en su oído—Este es Hagrid, el cuidador de Hogwarts. Que no te afecte su apariencia, él es muy amable. Y te aprecia mucho, él fue quien te rescato de la destrucción, la noche del ataque en tu hogar—.

Una mano firme le dio un leve empujón a su hombro, y Harry se acercó para que lo presentaran.

—Hola...—Dijo con timidez.

—¡Harry! —El gigante derramo su jarra de cerveza en una ducha de espuma, al dejarla caer de golpe en el bar. Marcho hacia adelante como una montaña, con una sonrisa radiante y brazos abiertos en saludo—¡Harry! ¡Aquí estas! —.

Los magos y brujas que estaban alrededor se dieron vuelta a mirar. Sus voces susurraban, retumbaban, y luego se convirtieron en un clamor.

—¿Harry? —.

—¿Harry? —.

—¿Tú crees? —.

—¡Mira la cicatriz! —.

—¡Santo cielo! —Chillo una bruja—¡Es Harry Potter! —.

Como uno, la multitud marcho hacia Harry. Él se quedó quieto y dejo que el Profesor Snape lo protegiera.

—¿PODRIAN MALTRATAR AL CHICO UNO A LA VEZ? —Grito Snape—¡SI NO ES MUCHA MOLESTIA! —.

Un poco avergonzados, el alboroto se detuvo, y Hagrid pudo hablar por primera vez. Envolvió a Harry en un gran abrazó que enterró el rostro del niño en su grueso abrigo.

—Hagrid, él necesita respirar—Le recordó Snape.

—¡Oh! ¡Lo siento! —Hagrid lo soltó y lo miro entero, sonriendo—¡Mírate! ¡La última vez que te vi, eras un bebé! Y ahora, aquí estas, ¡Listo para Hogwarts! —.

El gigante saco un gran pañuelo de su bolsillo y sonó su nariz que emitió un ruido como de tuba—Tienes los ojos de tu mamá—.

Snape decidido respetar las formas, y le dio al amable gigante su merecida validación publica—Harry, este es Hagrid, guardián de la llaves de Hogwarts. No hay casi nada que él no sepa del bosque a su alrededor y de los animales que lo habitan—

—¡Eso es muy amable de su parte, Profesor! —Hagrid se sonrojo, y murmuro—No debí gritar su nombre de esa manera...—.

—No hay problema, Hagrid—Le dijo Harry—¡Estoy feliz de conocerte... de nuevo! —.

Otros estaban empujando hacia adelante para estrechar su mano. El propio barman, un hombre calvo y desdentado tenía lágrimas en sus ojos.

—¡Bienvenido, Sr. Potter, bienvenido! —.

Una bruja de cabello cano se acercó—Doris Crockford, Sr. Potter. No puedo creer que por fin lo conozco—.

—Tan orgulloso, Sr. Potter. Estoy tan orgulloso—.

—Siempre quise estrechar su mano, estoy emocionada—.

—Estoy encantado, Sr. Potter. No puedo decirle cuánto. Me llamo Diggle, Dedalus Diggle—.

Harry le respondió—¡Yo lo he visto antes! ¡Usted me saludo una vez en una tienda! —.

—¡Él recuerda! —Chillo Diggle, mirando alrededor orgulloso—¿Oyeron eso? ¡Él me recuerda! —.

Harry estrecho manos una y otra vez. Doris Crockford quería hacerlo nuevamente hasta que Snape la detuvo con una mirada.

El barman le pregunto a Hagrid—Entonces te traigo otra de la de siempre, ¿Para celebrar la ocasión? —.

—No puedo, Tom—Hagrid meneo la cabeza, apoyando su mano en el hombro de Harry y sus rodillas casi se doblaron por el peso—¡Solo me quede para ver al chico después de tanto tiempo! Estoy en asuntos de Hogwarts, sabes. ¡Muy importante! ¡Pero aquí hay alguien a quien deberías conocer Harry! —Hizo un gesto amplio, instando a un pálido joven que usaba un turbante púrpura a que se acercara—¡Profesor Quirrell! ¡Venga! —Gritó—Harry, el Profesor Quirrell será uno de tus profesores en Hogwarts—.

Harry estiro su mano, pero Quirrell tenía un vaso en una mano, y un sándwich en la otra—¡L-lo s-siento! —Tartamudeo el joven, y en vez de eso se hicieron un saludo de cabeza—¡P-P-Potter! N-no-puedo decirte lo complacido que estoy de conocerte—.

—¿Qué es lo que enseña, Profesor Quirrell? —.

—D-Defensa Contra las A-A-Artes Oscuras—Murmuro Quirrell, con una nerviosa mirada a Snape—¿N-No que tu n-necesites eso, eh, P-P-Potter? —Él miro a Harry, directo a los ojos.

Harry siseo, y se llevó la mano a la frente—¡Ayy! —Chillo, viendo manchas frente a sus ojos. Un terrible dolor en su cabeza surgió como agua de una represa, y colapso al piso. Reino el pandemónium. La multitud trato de avanzar, queriendo saber lo que le había sucedido a su héroe.

—¡Hagrid! —Grito Snape—¡Saquémoslo de aquí! —.

—¡ALEJENSE! —Gruño Hagrid. Levanto a Harry en sus brazos como tronco y se abrió paso a través de la multitud.

Tom, el barman, los guío hacia la escalera—Demasiada emoción para alguien tan pequeño. ¡Suficiente como para que alguien se indisponga! ¡Por aquí! ¡Acuéstenlo arriba! —.

Harry abrió los ojos de repente. El Profesor Snape lo estaba mirando. Harry parpadeo y se dio cuenta que estaba en una habitación extraña, acostado en una cama. Ligeros sonidos venían de abajo, y olía levemente a cerveza y estofado.

—¿Todavía estamos en el Caldero Chorreante? —Supuso. Snape asintió serio. Harry parpadeo de nuevo, y pregunto—¿Qué sucedió? —.

Snape entrecerró los ojos—Eso quisiera saber. ¿Estás bien? —.

—Nunca mejor. Me siento bien—Insistió Harry, al ver la incredulidad en la cara de Snape—La cabeza me dolió de repente, pero ahora no—.

—¿Solo así? —.

—Si, quiero decir, si señor—.

—¿Dónde te dolía la cabeza? —Snape frunció el ceño, mirando bien al chico.

Harry levanto una mano, y se sobo la frente, incierto, luego encontrando el familiar tejido levantado—Mi cicatriz señor. Me dolió de forma horrible, como si me hubieran enterrado un cuchillo. Nunca me había dolido así—.

Snape por un momento no dijo nada. Y luego:—¿Nunca te dolió antes la cicatriz? ¿Nunca? —.

—Bueno—Harry dijo—Creo que debe haber dolido mucho cuando recién la recibí, pero no, no ha dolido desde entonces—.

—Déjame ver—Tomo la cabeza de Harry con una mano e hizo a un lado el alborotado cabello con la otra. Ligeramente tocó la cicatriz con la yema de un dedo, y casi le dio un ataque al sentir el hormigueo fantasma del familiar dolor en su Marca Tenebrosa. Un quejido involuntario se le escapó. "¿Qué diablos significa esto?"

—¿Está bien, Profesor? —.

Profundamente preocupado, Snape luchó por mantener la calma. Esta no era una cicatriz ordinaria. "Pero ya sabía eso. Las cicatrices malditas pueden ser bastante peculiares. Pero esto..." con nauseabundo temor, Snape se dio cuenta que algo en la cicatriz de Harry lo unía al Señor Oscuro. "¿Cómo es posible esto? ¿Acaso Albus sabía?" Con una expresión que era más mueca que sonrisa, Snape soltó a Harry, y aliso el cabello sobre la cicatriz en forma de rayo.

—¿Ahora no te duele? ¿Sientes alguna cosa? —.

—No, señor. Ahora estoy bien. Siento haber hecho tanto alboroto. Aunque de verdad me dolió—.

Snape suspiró profundamente. Él tendría que discutir algo de esto con Dumbledore. No había visto a Quirrell desde su regreso del extranjero, pero algo no andaba bien con el hombre. ¿Y qué pasaba con tanto tartamudeo? ¿Y el turbante púrpura?

Él había enseñado Estudios Muggle por varios años, antes de persuadir a Dumbledore para que lo dejara enseñar DCAO. Se había tomado un año sabático para hacer investigación, y Snape no había oído nada de él en todo ese tiempo, y Dumbledore tampoco había comentado nada. Charity Burbage había tomado la posición de Estudios Muggle, y en opinión de Snape, había sido una gran mejoría. Lo que le hubiera sucedido a Quirrell, el cambio había sido para peor.

Y la cicatriz. Esto en sí mismo no era bueno. De hecho esto podía ser malo, muy malo. Esto ameritaba investigación personal.

Harry se paró de la cama y se asomó a la ventana. La habitación daba hacia atrás, dándole una linda vista del callejón Diagon bajo el—¿Hagrid ya se fue? —Pregunto, sintiendo no haber tenido más tiempo de conversar con el amable gigante.

—Hace unos minutos. Él te trajo hasta aquí diciendo que no pesabas más que la última vez. Estaba al lado de tu cama como un perro destrozado, hasta que le dije que le mandaría una lechuza avisándole de tu condición. Él tenía un importante asunto de Hogwarts del que hacerse cargo—.

Bajo sus calmadas palabras, Snape estaba agitado. La revelación de que la cicatriz de Harry aún estaba llena de magia negra lo había hecho sentir fuera de balance y nervioso. Había cosas sucediendo de la que no sabía nada. ¿Qué estaba pensando Dumbledore, mostrándoles a todos lo que Snape pensaba debía mantenerse en secreto?

Dumbledore le había dicho que sus fuentes le habían indicado que cosas desagradables estaban sucediendo en los lejanos bosques de Albania, ahora las cosas desagradables estaban moviéndose al norte. Dumbledore estaba convencido de que era el señor Oscuro. Él tenía un plan para atraer a lo que quedaba de ese monstruo, y para hacerlo tenía algo que toda persona que ansiaba la inmortalidad quería.

¡Y había enviado a Hagrid a buscarlo! Por supuesto, Hagrid no podía guardar un secreto aunque su vida dependiera de ello. Snape comprendía bastante bien que un cebo era inútil a menos que se expusiera. ¿Pero porqué involucrar a Harry? ¿Porque hoy? "¿Estoy equivocado? Es Harry la carnada, y si no..."

Seguro que no. El Señor oscuro podía tener asuntos sin terminar con Harry Potter, pero de seguro Dumbledore no arriesgaría a un chico de once años...

Snape frunció el ceño, pensando que de hecho era muy probable. Dumbledore haría cualquier cosa necesaria para eliminar al Señor Oscuro. "Maldito Albus. Siempre hay secretos en los secretos cuando Albus Dumbledore está involucrado".

—¡Allí está Hagrid! —Exclamó Harry, apuntando a la calle—¿Porque anda con un paraguas? —.

—Siempre lo hace. Creo...—Snape pensó que era mejor decirle la verdad—...bueno, el hecho es que Hagrid fue expulsado cuando era un estudiante, pero Dumbledore lo dejo como cuidador. A Dumbledore le gusta dar segundas oportunidades—"Especialmente si es creada por un sentido de obligación", pensó amargamente—Creo que mantiene los trozos de su varita dentro del paraguas—.

—¿Porque lo expulsaron? —Pregunto Harry, ansioso de saber que debía evitar hacer.

—No estoy seguro—Mintió Snape—Creo que lo que fuera, Dumbledore sintió que la evidencia no ameritaba ese castigo—.

Harry aun miraba por la ventana—¡Y allí está el Profesor Quirrell! —Él se apoyó en la ventana mirando con cuidado—Parece que lo está siguiendo—.

—¿Quien? —Snape marchó hacia la ventana y miro lo que Harry estaba apuntando. Quirrell caminaba lentamente, y no se notaría al nivel de la calle. Hagrid, claro está, era fácil de seguir: el alborotado cabello se divisaba por encima de todo el mundo. El medio gigante entro a Gringotts. Después de un momento, Quirrell entro tras él.

—Él va a Gringotts—Dijo Harry, pensando en voz alta—Dijo que andaba en asuntos de Hogwarts. ¿Usted cree que el Profesor Quirrell lo andaba siguiendo realmente? Parecía que si—.

—Harry—Snape tomó al niño por los hombros y le dijo—Si era así o no, no es tu asunto. Si haya algo extraño que suceda, lo investigare y hablare con el director y con la Profesora McGonagall. No es nada de lo que debas preocuparte. ¿Me entiendes? —.

—Pero...—Harry vio como frunció el ceño Snape, y se rindió—Si señor—Aunque por dentro se prometió, "¡No me preocupare por eso, pero aun puedo pensar en aquello!" En voz alta dijo—Hagrid es agradable. Espero verlo en Hogwarts—

—Apostaría que te invitara a tomar el té. No comas los pasteles que prepara—.

Traductor: Fadamaja, Angela Black Blood (Beta)

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