Me desperté lentamente con una leve brisa llegándome a la cara.
Abrí mis ojos forzosamente frotándolos mientras me adaptaba a la luz que entraba desde la ventana.
Un nuevo día.
Recordé que estaba en la habitación de Jungkook.
Larga historia, digamos que Jungkook quiso dormir en mi habitación porque esta se encontraba al lado de la habitación donde estaban Jimin y Jisung, Alfa bobo.
Sentí como alguien tocaba la puerta levemente.
—¿Tae?—hablando de Alfas bobos.
—Estoy durmiendo—sentí su risa desde el otro lado de la puerta.
—Venía a buscarte para desayunar, bello durmiente, tus amigos están haciendo waffles.
¡Yo quiero waffles!
Rápidamente me levanté y abrí la puerta pasando por al lado de Jungkook que solo negó riendo y me siguió.
Cuando llegué a la cocina un agradable olor me inundó las fosas nasales.
—Jimin, ¿Sabes lo mucho que extrañaba tus waffles?—lo abracé por el costado.
—Sabía que la idea de unos buenos waffles no te disgustaría—me contestó poniéndolos en un plato—tomá son para ti TaeTae—me sonrió.
Tan rápido como pude agarré el plato, me senté en la mesa y me puse a comer, Jisung me miró con una cara divertida.
—¿Vos no cambias eh Tae?, donde hayan waffles hay un Tae feliz.
Totalmente cierto.
Un Jungkook con cara de pocos amigos se sentó a mi lado.
—¿Queres uno?—le ofreció Jimin.
—No, gracias.
De lo que se pierde.
—Nos vamos hoy—agregó dirigiéndose a mí, me limité a asentir.
—Por cierto Tae—interrumpió Jisung—debes saber que aparte de nosotros hay más de nuestra manada en unas cuevas cercanas de aquí.
Eso me sorprendió.
—¿Es en serio?—me dirigí a Jimin que asintió—me gustaría ir a verlos.
—Tae...—interrumpió Jungkook pero lo ignoré.
—Podemos ir Tae—agregó Jimin—podemos encontrar a Namjoon entre todos.
Para ese entonces ya tenía más que esperanza.
Inmediatamente me sentí abrumado y decidí salir afuera a tomar aire.
¿Dónde estás Namjoon?
Al rato salió Hoseok y se sentó junto a mí.
—¿Cómo estás?
—Es difícil procesar esa información, pero, supongo que mejor.
—Tranquilo, verás que todo se va a solucionar—dijo agregando una sonrisa la cuál no tardé en devolver—ahora, ¿Qué te parece si vamos a comer waffles?
Asentí sonriendo y junto con Hoseok entramos a la casa, Jungkook estaba
pensando en algo mientas Jimin observaba su perfil, por otra parte MinHo, Jin y Jisung mantenían una agradable conversación, si me preguntan dónde está Yoongi, la verdad no tengo idea.
Me acerque al sofá donde estaba Jungkook y me senté a su lado, enseguida se dió la vuelta y me miró.
—Tenemos que hablar Tae.
—Te escucho—dije mostrando toda mi atención.
—¿De verdad vas a ir?
—Bien, mira Jungkook, se que esto te parece muy raro, pero tengo que hacerlo, es mi manada, mi familia—lo miré a los ojos serio—tengo que hacer esto, podés venir conmigo o quedarte acá, como quieras.
Jungkook me miró, analizando mi cara.
—Entonces voy contigo.
—Bueno chicos, empaquen sus cosas, iremos por nuestra manada—dijo un alegre Jimin.
—¿Entonces nos vamos de excursión?—murmuró Yoongi entrando a la sala mientras se tallaba los ojos de recién levantado.
—Creo que sí—respondió Hoseok yendo por sus cosas.
Unos cuarenta minutos más tarde ya habíamos hecho unas mochilas con algo de ropa y comida.
Y ahora estamos en pleno camino siendo guiados por Jimin y Jisung.
Y tengo que descansar unos minutos o me moriré, llevamos como unas tres horas andando y se suponía que estábamos cerca.
—Ok, denme diez minutos—dije sentándome en una roca y por lo visto no soy el único que necesitaba ese tiempo, ya que Yoongi y MinHo se tiraron al suelo—además tengo hambre.
Saque de mi mochila un sándwich y seguidamente me lo empecé a comer.
—Bueno ahora que el niño ya descansó y comió, ¿Podemos seguir?—me preguntó Jimin con una ceja elevada.
Con una cara de pocos amigos me puse de pie y los demás también lo hicieron.
—Sigamos niño grande.
Así lo hicimos, seguimos caminando y caminando.
—Jimin.
—Dime Tae.
—¿Falta mucho?
—¿Ves esa cueva de allí?—me señaló una parte de la montaña de delante, yo por mi parte asentí con la cabeza—pues, ahí es.
—Oh.
Al llegar a la entrada de la cueva pude devisar a una mujer, la cual entró a la cueva rápidamente, al poco rato salieron tres chicos.
Jimim y Jisung se acercaron antes que nosotros y yo los seguí.
Se quedaron mirándome.
—No lo miren así, es él.
—No puede ser—dijo un castaño que enseguida reconocí—¿Tae?
—¿Hyunjin?—dije para luego acercarme rápidamente los metros que quedaban entre nosotros y darle un abrazo.
—Dios mío, ¿Estás bien?
—Si, Hyunjin, lo estoy, ¿Tu cómo estás?
—Vivo.
Enseguida sentí un dolor en mi pecho y giré mi cabeza encontrándome con Baekhyun y Jeongin mirándome.
—Chicos—dije acercándome a ellos y abrazándolos.
—Te extrañamos—dijeron al unisono.
Levanté mi cabeza y pude distinguir a Hyuna.
—¡Tae!—corrió hacia mí.
—Hola—dije correspondiendo el abrazo.
—No puedo creer que estés vivo Taehyung.
—Hyuna—susurré.
—Sí—me miró a la cara—sos todo un hombre ya.
—Seguís siendo una mujer hermosa.
Hyuna miró por mi hombro.
—¿Quiénes son?—les preguntó.
—Son mis amigos Hyuna, ellos me ayudaron.
Se separó de mí y con una ceja levantada se dirigió a los chicos.
—¿Así que ustedes ayudaron a Tae?—dijo y se detuvo frente a Jungkook—pues, muchas gracias, este muchachito es muy importante para todos nosotros—ablandó su rostro y me observó—es lo único que nos queda de nuestros líderes, y juramos protegerlo frente a todo—le sonreí.
—Lo sé, Taehyung es genial—soltó Jungkook.
Hyuna lo miró para luego dirigirse a besar las frentes de Jimin y Jisung, abrazándolos por los hombros y entrando a la cueva.
Miré a Jungkook y le sonreí.
—Chicos, ellos son Jeongin—señaló al pequeño azabache—y Baekhyun.
—Mucho gusto Jeongin—dijo Yoongi tendiéndole una mano que fue aceptada por Hyunjin.
—Hyunjin, un gusto—dijo para luego llevarse a Jeongin abrazando sus hombros.
—Okay—dijo Yoongi levantando las cejas y los brazos.
—Bueno, ¿Entramos?
avísenme si ven algún error por favor.
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