Agarre fuertemente el peine y lo deslice por su pequeña pero gran melena rubia, suspire y deje el peine en mi cama. Separe su melena en tres grandes mechones, empecé a hacer una trenza. Ella no se quedaba quieta.
- ¡Lara! Para- dije un poco enfadada, pocas veces la llamaba por su nombre.
Mi hermana giro su cabeza con los ojos cubiertos por una fina capa cristalina.
- No llores cielo, pero es que si no, no puedo hacerte la trenza- dije sonriendo para que viera que no estaba enfadada.
- Vale- agacho su cabeza- lo siento.
- No pasa nada- bese su cabeza.
Termine de hacer la trenza y la ate al final con una gomilla rosa. Le metí los pequeños pelos que le quedaban, detrás de la oreja. La cogí de los costados y la baje de mi mullida cama.
- Lista- dije sonriendo.
Me arrodille para quedar a su altura, me miraba con sus pequeños ojos azules, sus 5 o 6 pecas en cada moflete, daban ganas de comérsela. Agarraba entre sus brazos su muñeca preferida. Tenia un pequeño pijama rosa con flores de mangas cortas, le quedaba genial. Me levante y estire los brazos.
- Buenas noches nana- dijo ella sonriendo y saliendo de mi cuarto.
- Buenas noches- dije sonriendo, viendo como marchaba.
Me desplome en mi colchón, ahora estaba sola, mis padres estaban durmiendo en su cuarto. Pero tampoco me importaba mucho, ya apenas los respetabas, seguía aquí porque tenía tan solo 17 años, si, ya tengo los 17, me falta un año para dejar esta casa. Moví mi pelo, me daba calor, ahora que estábamos terminando las vacaciones de verano hacía mucho calor. Me abaniqué un poco con mi mano, algo brillo, deje caer mi mano en mi muslo. Me puse a darle vueltas al anillo de...él. Me lo saque del dedo y leí la inscripción "por siempre" me dieron ganas de llorar.
Todo lo relacionado con él me provocaba ganas de llorar, me acosté en la cama con pocas fuerzas. Cada día que pasaba era una mierda, apenas salía de mi casa, apenas vivía la vida ¿para que viviría si no esta él? Apreté el anillo en mi mano, no pude evitar reprimir un llanto flojo. Las lágrimas se deslizaban por mi mejilla hasta caer al colchón. Lo que daría por volver a esas navidades, por estar bajo sus sabanas. El anillo, fue su regalo, siempre lo llevo conmigo. Ese anillo es la prueba de que nuestro amor existió, que no fue un sueño. Decidí volver a ponerme el anillo, no quería arriesgarme a perderlo entre las sabanas.
Mire al techo, como si él estuviera ahí, como si pudiera verlo. ¿Dónde estaría Zayn? ¿Con quien estaría? ¿Qué estaría haciendo? Ahora extrañe mi teléfono, para mandarle un mensaje, para decirle que no me había olvidado de él, que lo seguía amando, para preguntarle si él seguía pensando en mí. El llanto fue más sonoro y tuve que morder la sabana para no expulsar un grito. Recuerdo él día de nuestra despedida como si fuera ayer... y hoy, como ayer y como cualquier día, justo cuando mis parpados estaban cerrándose, me dedique a recordar nuestra última mirada, sus ultimas palabras susurradas por sus labios.
FLASHBACK.
Baje del autobús, que mal que ya se hayan acabados las vacaciones. Me encantaba estar en casa de Zayn, con su familia. Una fría brisa se coló en mi cuello y me dio un escalofrío. Zayn me apretó a su cuerpo. Zayn arrastraba su maleta y yo la mía. Nos acercamos a la entrada del internado, todo estaba nevado, me encanta el invierno. Cruzamos las puertas y subimos la cuesta, llegamos a la zona principal... Entonces mi corazón empezó a latir fuertemente, me aparte de Zayn y mi maleta cayo al suelo del peso. Los reconocí al instante. ¿Qué hacían aquí?
- ¿Papa? ¿Mama?- dije cuando estaban cerca.
Zayn me miraba extrañado. No sabía que hacer, me miro, pero yo miraba las caras de mis padres, no conseguía saber que pasaba.
- Nos vamos a casa- dijo mi padre serio.
Quise rechistar, pero no salía nada de mi boca, estaba en estado de shock y la voz fría y sería de mi padre no solucionaba nada. Empezó a temblar todo mi cuerpo.
- Po... Po....Por... ¿Por qué?- conseguí decir.
- Nos has mentido- dijo mi padre seriamente, pude notar en su mirada lo defraudado que estaba.
Mire a mi madre, ella estaba llorando, pero también pude notar que la había defraudado a ella también. Al ver la imagen de mi madre llorando me dieron a ganas a mi también, la mire intentando decir que me comprendiera... Pero ella dejo de mirarme. Mi madre tiro del brazo a mi padre.
- Te esperamos en el coche, ya hemos recogido tus cosas. No tardes- dijo mi padre, pasó por mi lado y cogió la maleta que estaba sobre la nieve.
Cuanto ya estaban alejados, fui cociente de lo que había pasado, mire temblorosa a Zayn. Él tenía la boca abierta. Corriendo escondí mi cabeza en su pecho, llorando a lagrima viva.
- No, no, no, no, no- repetía Zayn una y otra vez- No te van a alejar de mi, no.
Note como si Zayn tuviera la voz ronca, con ganas de llorar.
- ¡___!- oí la voz de mi padre- ¡YA!
Su voz me dio miedo, hasta creí que vendría hacía mi y me cogería del cabello. Me separe de Zayn, observe sus ojos. Ese tono color miel estaba algo oscurecido y.... ¡oh! Pequeñas lágrimas se resbalaban por sus mejillas. ¿Zayn llorando? ¿Por mi? Mi llanto se hizo más fuerte, beses sus labios, apreté mi cuerpo al suyo, hice caso omiso de los gritos de mi padre.Zayn empezó a llorar en mis labios, escuche su llanto y mi corazón se rompió en miles de pedazos.
- No me dejes Zayn, no me dejes- dije llorando.
- No lo haré- apoyo su frente a la mía- No...
Cerro los ojos, pero no le sirvió de nada, las lagrimas iban deslizándose por sus mejillas, al igual que las mías.
- Te amo ___, no lo olvides, por favor, prométeme que no lo harás.
- Te lo prometo, Zayn.
Nuestra respiración era agitada, escuche otro grito de mi padre. Decidí que era hora de irme, si no quería que viniera mi padre a por mí.
- Tu tampoco me olvides, prométemelo- dije mirando sus ojos rojos.
- No lo haré, por más que quiera es imposible olvidarte... - Zayn acaricio mi mejilla- ___, volveremos a encontrarnos, dentro de poco, ya lo veras, esto no es un adiós, iré a por ti o tu vendrás a por mi, pero esto no queda aquí. Nuestro amor no puede quedarse aquí, es demasiado grande... en tan poco tiempo has hecho que te ame... Ahora no me puedes dejar así, no me puedes abandonar... No.
- No lo haré, Zayn.
- ___, recuerda estas palabras- se acercó a mi oído- Te amo- se separo de mi- ¿No lo olvides vale? – Beso mis labios- Estaremos juntos de nuevo, lo se.
- Te esperare- susurre.
- Cuando me extrañes, mira a la luna, todo va a estar bien.... tan solo cierra los ojos.
Algo me separo de Zayn, expulse un gemido. Mire, era mi padre, me cogía del brazo, me separaba de Zayn. Le sostuve la mirada a Zayn hasta que sus ojos, color miel, desaparecieron.
FIN DEL FLASHBACK.
Luego me entere que mis padres no se fiaban de mí, que habían llamado al internado y que nuestro plan se había ido a la mierda. Lo que quedaba de clase me lo dio un hombre en mi casa, no me dejaron salir, cuando empezó el verano me dejaban salir, peor no tenía ganas, mis ganas de vivir disminuían cada vez más y más.
Salí de mi cama, fui a mi especie de pequeña terraza y me senté en una silla, me agarre mis piernas y apoye la cabeza en mis rodillas. Una fina brisa movía mi pelo, se estaba bien. Levante mi mirada, no llevaba las gafas, pero no me importaba. Había luna llena, suspire y la adore. Estaba completa ¿hace cuanto que yo no me sentía así? Suspire.
"Cuando me extrañes, mira a la luna, todo va a estar bien.... tan solo cierra los ojos"
Eso hice, cerré los ojos, pero las lágrimas seguían bajando por mis mejillas.
NARRA ZAYN.
Oí el silbar de los pájaros, seguro que había uno apoyado encima del árbol en el que apoyaba mi espalda, Oí las hojas moverse al ritmo del viento. La oscuridad llenaba este bosque, no quite la mirada de la luna. Seguí tarareando la canción que me recordaba lo que yo sentía... Termine de cantarla, de cantársela a la luna, porque de alguna forma, yo creía que así, mis palabras llegarían a ella.
- ¿Alguna vez me oíste llamar? Porque todas las noches estoy hablando con la luna, tratando de llegar a ti, con la esperanza de que estés al otro lado, hablándome a mí también... ¿O soy un tonto que se sienta solo a hablar con la luna?- cogí aire- Sé que estas en algún lugar... en algún lugar muy lejos.
Me apoye aun más en el árbol, esa canción de Bruno Mars decía claramente lo que yo hacía cada noche. Suspire mirando a la luna... Su belleza me recordaba a la de ___... Pero ella era aun más hermosa.
- Todo va a estar bien- susurre- todo volverá a ser como antes.
Apoye mi cabeza en el tronco del árbol, cerré los ojos, pequeñas lagrimas se deslizaron por mis mejillas. El sonido del viento meciendo las ramas de los arboles hizo que me durmiera.
Continuara...