✩ ★ ✩ ★ ✩ ★
Los pies de Remus corrían tan rápido como le era posible, sentía su rostro arder, su corazón latía con fuerza contra su pecho, sentía las ganas de dejarse caer y no volver a levantarse jamás, no podía creer lo que había ocurrido, quería que la tierra le tragara y jamás regresar.
—¡Remus, ya para! —el grito de Sirius hizo que el castaño se detuviera por fin, Remus se pegó a una de las paredes y se deslizo por esta hasta quedar sentado en el frío suelo del pasillo, hizo que sus piernas quedaran pegadas a su pecho y oculto su rostro en sus rodillas—. Remus —Sirius veía a su amigo aun recuperando el aliento por el gran tramo que había recorrido siguiendo al de ojos oscuros, para el chico Black era como ver de nuevo al pequeño Remus de tan solo once años que se ocultaba entre los pasillos cada que tenía miedo.
—Lo he arruinado —el murmuro de Remus apenas fue audible para Sirius, pero le había escuchado al final de cuenta. Sirius se sentó junto a él mientras miraba los arboles mecerse por el viento.
—No lo has arruinado. Huir después de chocar con una chica no es el fin del mundo, lunático.
—No lo entiendes, no solo es una chica.
—Lo entiendo, Remus. Lo entendemos —se corrigió tras recordar a James y a Peter—. No somos ciegos, quizá nunca mencionamos algo al respecto, pero sabemos bien que la chica Olsson te atrae —Remus miró de reojo a su amigo aun sin dejar ver su rostro por completo—. Sabemos más de lo que tú crees, lunático. Somos tus mejores amigos.
—¿Tan obvio soy?
—No del todo, pero que hayas colocado sal a tu bebida en más de una ocasión, que olvidaras tus cosas o que nos dieras chocolate de la nada, fueron buenos indicios para saber lo que ocurría —bromeó provocando una pequeña risa del castaño—. Lo del chocolate fue lo que nos abrió los ojos, tú nunca nos das de tu reserva de chocolates y que lo hicieras cada que Olsson pasaba cerca nuestro... —movió las manos hasta que hizo una pequeña explosión con ellas.
—La lastimé —se lamentó recordando las rodillas y manos raspadas de Elin.
—No, fue un accidente. Le ayudaste después de que cayera, aunque huiste después de que te preguntara si estabas bien.
Cuando los merodeadores se dirigían a la clase de Historia de la magia -la cual Gryffindor compartía con Ravenclaw- Remus tropezó con alguien, o más bien esta persona había corrido directo al pecho del chico haciendo que terminara en el suelo, Remus se apresuró a ayudar a la persona, pero al ver los ojos de la chica dejo de moverse completamente, lo mismo ocurrió con Elin. Ninguno se había movido, solo se miraban entre sí, pero el momento fue roto por algunos alumnos de primer año que al ver la escena comenzaron a silbar y a reír provocando el sonrojo de ambos estudiantes.
Elin se levantó con ayuda de Remus, el castaño notó por primera vez que las manos de la chica al igual que sus rodillas estaban raspadas causando que de inmediato se culpara por ir distraído, aunque la culpa había sido de Elin que había estado corriendo sin cuidado alguno. Elin tan solo pronunció un "Lo siento, ¿Estás bien?" y Remus había huido dejándola con una mirada triste, Elin creyó que Remus estaba molesto con ella.
—Soy un cobarde —su suspiro hizo que Sirius también suspirara, Remus era un testarudo cuando se trataba de echarse la culpa por todo o de sus inseguridades.
—Lo eres —Remus dejó de ocultar su rostro para ver a Sirius—. Pero dejarás de serlo si hablas con esa chica, te disculparás, la invitarás a una cita, se harán novios y yo seré el padrino de su boda —Remus estuvo por replicarle, pero Sirius no se lo permitió—. Si no lo haces le diré a Peter dónde están tus chocolates con avellana, así es, sé dónde los escondes.
—Te odio —a pesar de sus palabras Remus sonrió. Sirius se levantó y ayudó a Remus a colocarse de pie—. Gracias —Sirius sonrió antes de empujarle levemente con el codo.
—No agradezcas, puedo decir que también lo hago un poco por mí. James y yo lo hemos tomado como un pasatiempo, es interesante ver por primera vez una actitud amorosa de tu parte hacia una chica —Remus rió mientras negaba, no le sorprendía la actitud de sus mejores amigos—. James dice que tu vida amorosa es más interesante que las novelas que su mamá lee.
Las risas de ambos leones resonaron por el pasillo, ninguno pudo evitar imaginarse al chico de gafas leyendo una de las novelas de su madre. Remus tenía una sola cosa en mente mientras caminaba, el cómo se disculparía con Elin sin salir huyendo de nuevo.
→☾←
—¿Me estás diciendo que él corrió tras preguntarle cómo estaba? —Elin asintió mientras dejaba caer su frente contra la mesa—. Eso no es una buena señal —la rubia hizo una mueca sin despegar la mirada de su mejor amiga.
—¿No es una buena señal? Por Merlín, Danielle. Él literalmente corrió despavorido en el momento que hablé, quise creer que tenía mal aliento.
—Tú nunca tienes mal aliento.
—¡Exacto! —miró a Danielle sin despegar su rostro de la mesa, varios mechones de su cabello cayeron sobre su mirada, pero Danielle los quitó tan pronto como estos estuvieron desordenados—. Me odia o simplemente no le agrado —se lamentó mientras suspiraba.
—Oh pequeña estrella. Nadie puede odiarte, eres la persona más tierna de todo Hogwarts —Elin sonrió al escuchar el apodo que su amiga le había puesto desde el segundo año, Danielle siempre le había dicho que irradiaba luz como una estrella y la rubia seguía con la misma idea—. Debe haber otra explicación.
Danielle estaba al tanto de los sentimientos que su amiga había desarrollado por el chico castaño perteneciente a los merodeadores, cuando Elin le contó sobre su casi acercamiento en la biblioteca con Remus quiso gritar, ya que había arruinado aquel momento al llamar a su amiga solo para ir a cenar, aunque Elin le dijera que no había problema alguno por su interrupción, Danielle sabía que había arruinado aquel encuentro y sentía la necesidad de recompensarle a Elin por su error.
Elin no volvió a hablar, en su mente pasaba una y otra vez lo que había ocurrido buscando alguna explicación para el comportamiento de Remus, pero por más que lo pensara no encontraba alguna que no fuera que el chico le odiaba. La chica no estaba acostumbrada a tener sentimientos amorosos por alguien, en sus cinco años en la escuela jamás se había interesado por alguien como lo había hecho por Remus, jamás había sentido su corazón acelerarse hasta el punto de sentir que se desmayaría en cualquier momento, ni siquiera por los chicos y chicas que en algún momento se le declararon. Remus había llegado como un remolino, solo para hacer que su cabeza y su corazón giraran de un lado a otro sin saber realmente cómo debía actuar.
—E-elin...
La voz de alguien detrás de ambas chicas les hizo girar, sobre todo a la recién llamada, que al ver de quién se trataba sintió sus mejillas arder y su corazón palpito con fuerza, Remus Lupin estaba parado moviendo sus manos con nerviosismos mientras evitaba a toda costa mirar a Elin, sabía que si sus ojos se topaban con los ojos claros de la chica olvidaría por completo lo que había estado practicando en su mente.
—Remus —el susurro de Elin hizo que Remus se sintiera más nervioso, su nombre se escuchaba malditamente bien cuando la chica lo decía.
Danielle que estaba presente miraba a ambos chicos como si de un partido de tennis se tratara, sus ojos iban de Elin a Remus y viceversa, además de que sentía unas ganas inmensas de chillar emocionada, pero se había mordido la lengua antes de hacerlo, no arruinaría este momento.
—Me gustaría hablar contigo —su voz sonaba temblorosa, pero al menos no había tartamudeado como lo había hecho al llamar a la chica—. A solas —señaló la salida del comedor, notó la mirada de la chica rubia que estaba sentada a un lado de Elin y estaba seguro de que sus amigos le miraban de la misma forma.
—Claro —Elin se levantó de golpe pasando sus piernas al otro lado de la banca y caminó a un lado de Remus, los dos chicos caminaron hasta salir por completo del comedor y tan pronto como lo hicieron el gran comedor se llenó de murmullos, en Hogwarts corrían muy rápidos los rumores y aquella no sería una excepción.
. . .
Esta pareja me encanta, son demasiado tiernos que siento que moriré gracias a ello.
Espero que el capítulo haya sido de su agrado.
Pelirroja W