Narra Lia.
-Estais listos, chicos?- dice mi madre bajando su maleta.
Izan y yo asentimos con la cabeza y recojo mi bolso y mi maleta.
-Te va a encantar París.- digo besando la mejilla de Izan.- Mis amigas están un poco, como decirlo...
-Locas.- dice mi madre desde detrás de la barra.
Izan y yo reimos.
Después de que mi padre y mi hermano bajen, salimos de la casa y entramos en el coche.
Mi padre es quien conduce durante media hora, cuando llegamos al aeropuerto esperamos como unos diez minutos y entramos en el avión. Izan y yo iríamos juntos, mi madre con Austin y mi padre con un hombre calvo de unos cuarenta años.
-Preparados para París?- dice mi madre desde el asiento de detrás.
-El que más ganas tiene es Austin. A que sí, pequeñajo?- digo girándome en el asiento.
-Voy a ver a Lucas otra vez!- dice el pequeño de la familia.
Izan, mi madre y yo reimos y nos colocamos en nuestros asientos ya que el avión no tardaría en despegar.
Horas más tarde...
Narra Lia.
Mi padre estaciona el coche que habíamos alquilado delante de la casa de mi tia Sofi, era una casa grande y lujosa, no había cambiado nada desde entonces salvo que dentro de cuatro días se casaría.
Una mujer de unos treinta años de piel muy blanca y cabello castaño abre la puerta de la casa. Dejamos todas las maletas al lado de las escaleras de madera en caracol y una mujer no muy alta, de piel blanca, con el pelo largo castaño, ojos azules y que viste con un pantalón rosa, unos botines de aguja color crema y una blusa de manga corta blanca sale del salón.
-Chicos!- dice mi tia Sofi.
La mujer abraza primero a mi madre, después a mi padre y después a Austin.
-Lia, estás preciosa.- dice abrazándome. Sonrío y nos separamos.- No nos presentas?- dice mi tia apartando su pelo a un lado mientras observa a Izan.
Izan y yo reimos.- Claro, este es Izan, mi novio. Izan, está es mi tia Sofi.
-Encantado.- dice Izan con una sonrísa tímida. Mi tia Sofi deposita dos besos en las mejillas de Izan y mi madre me guiña un ojo.
-Igualmente, cariño. Estais en vuestra casa.
Todos asentimos y subimos a las que serían durante esta semana nuestras habitaciones.
Izan y yo entramos en la que era mi habitación desde pequeña. Las paredes eran rosa, tenía un techo alto blanco y una pared tenía dos grandes puestas de cristal que daban a la terraza. En el centro de la habitación había una cama de matrimonio con cojines blancos, un armario grande blanco hacía esquina en la habitación y al lado de unas escaleras de madera en caracol había un baño.
-Te gusta?- digo dejando las maletas a un lado.
-Si.- dice Izan observando todo.- Y esas escaleras a donde dan?
Cojo a Izan de la mano y subimos las escaleras dejando ver un sofá grande blanco sobre una alfombra que ocupa parte del suelo de madera y una televisión grande sobre un mueble blanco.
-Te gusta?- digo tumbándome en el sofá.
-Waow. Eres rica o que?- dice Izan sentándose a mi lado.
Suelto una carcajada.- Que yo sepa no, pero mi tía se puede decir que si.
A la mañana siguiente...
Narra Lia.
Abro los ojos y escucho a una voz femenina hablando, la voz proviene de la televisión. Siento la respiración calmada de alguien junto a mi, una sonrisa aparece en mi rostro al ver a Izan con los ojos semiabiertos.
-Te he visto, enano.- digo riendo.- Buenos días!
Izan retira un mechón del moño mal hecho que llevaba hecho y me besa delicadamente.
-Preparado para ver París y conocer a mis amigas?- digo subiendo y bajando las escaleras.
Izan suelta una carcajada.
-No me dan miedo.
-Te lo darán.- digo riendo.- Bajamos a desayunar?
Izan y yo bajamos las escaleras hasta el primer piso de la habitación y salimos de ella hasta la cocina.
Preparo dos tazas de café, una oara mi y otra para Izan. Nos sentamos en las sillas de madera que rodean la barra de la mesa y desayunamos tranquilamente.
-Buenos días, chicos!- dice mi madre y mi tia bajando con Austin en el colo.
Izan y yo miramos a mi madre confusos y rie.
-No se quería levantar.- dice rodando los ojos.
Izan y yo reimos.
-Quien tiene el carnet de conducir? Podeis coger mi coche, hasta la tarde no saldré.- dice mi tia Sofi.
Señalo a Izan.- Yo aún tengo que esperar un mes.- digo haciendo una mueca.
Mi tia Sofi le tira las llaves del coche a Izan y el chico las coge con la mano.
-A la tarde tienes que estár aquí para ver el vestido de novia.- dice esta vez mi madre.
-Y yo no puedo ir?- dice Izan haciendo puchero.
Hago puchero con el para convencer a mi tia y la mujer asiente.
-Está bien.- dice suspirando.
Abrazo a Izan y le doy un beso en la mejilla. Me levanto de la silla de la barra pero otra vez mis piernas me fallan.
Me apollo en la barra de la cocina y intento tranquilizarme.
-Estás bien?- dice una voz masculina cogiendo mi mano.
Miro a Izan y hago una mueca.
-Ya estoy mejor, habrá sido una bajada de tensión.- digo después de unos minutos intentando tranquilizarme a mi misma y al resto que estaba en la cocina.
-Si te vuelves a marear te llevaremos al hospital.- dice mi tia.
-Quieres que vayamos ahora?- duce esta vez mi madre.
-Estoy bien.- digo en tono un poco alto.
Salgo de la cocina y Izan sube detrás mia.
Narra Izan.
Los mareos de Lia me preocupaban ya que no era la primera vez que se mareaba y por mi intuición, no sería la última.
Mientras termino de pones mis Supras marrones, Lia termina de vestirse, llevaba puesto un pantalón ajustado negro, una blusa de manga larga metida por dentro del pantalón, unas francesitas negras, su pelo estaba suelto y liso con un gorro negro y llevaba puestas sus gafas de pasta negra.
-Estás muy guapa.- digo rodeando su cintura cuando acabo de calzarme.
-Y tu también. Demasiado diría yo, mis amigas te van a acosar.- dice riendo.
-Que pena porque yo ya tengo novia.
-Y como es?- dice Lia mostrando sus dientes perfectos y blancos.
-Es rubia, sus ojos son color miel, no es muy alta pero si preciosa,inteligente, divertida, un poco loca...
Cojo a Lia por sus mejillas y deposito un largo beso en sus labios.
Bajamos al piso de abajo para salir de la casa y nos despedimos del resto.
-Izan, ven un momento!- dice Maite.
Hago señas para que Lia me espere donde el coche y camino hasta la cocina donde ella, Sofi y Pedro desayunaban mientras Austin veía la televisión.
-Que pasa?- digo pareciendo tranquilo.
-Si Lia se vuelve a marear llévala al hospital, vale?- dice la mujer después de dar un sorbo a su café.
-Claro, cuidaré de ella. No os preocupeis, volveremos a la tarde para ir con vosotras.- digo tranquilo.
Tras despedirme de todos otra vez salgo de la casa y conduzco por París en el coche de la tía de Lia.