Caí en tu hechizo de amor, bruja"
"Estoy jodido, brujita"
"Estoy tan jodido y enamorado de ti, Hanna"
¿Cómo se respira?
Recuérdenmelo, porque acabo de olvidarlo.
Vincent espera impaciente, lo veo en cada gesto que realiza como el nerviosismo en sus ojos, sus puños cada vez más apretados y su mandíbula tensa, creo que si no respondo rápido terminara explotando.
¿Quién es?
¿Quién es esta persona parada frente a mí?
No es el Vincent que conozco, no es el Vincent que digo odiar y el que me despertaba a mitad de la noche durante muchas de ellas gracias a las amiguitas que llevaba.
No hay una pizca del Vincent mujeriego.
¿Quién es este chico que tengo delante de mí?
¿ Y qué debo decir ?
Lo que siento..
Él me ha tomado muy desprevenida, ni siquiera creí que me hablaría o que no hablaríamos más que solo del trabajo, pero ha hecho más que eso y joder, su confesión es algo que cualquier chica soñaría y no es porque se trata solo de él, sino que ha buscado las palabras tan perfectas que seguramente una confesión mía, en el caso de que la hubiera, quedaría por muy debajo de la suya.
"Caí en tu hechizo de amor, bruja"
Dios..
He de admitir que en esto.
Vincent ha ganado y ha sacado puntos de más.
—Hanna..— Su voz débil me sorprende.
¿Dónde carajos está el Vincent que odio?
—¿No hay algo que quieras decir?
Sí, hay mucho.
Para empezar me embarazaste y también tendremos mellizos, aunque no estamos hablando de eso precisamente, sino de..
"Estoy tan jodido y enamorado de ti, Hanna"
Mierda..
¿Por dónde empiezo?
—Vincent..
—¿Alguien puede explicarme por qué acabamos de perder dos casos?
Harold entra furioso a la sala de reuniones, pero aun así cuando solo volteo un segundo, descubro que Vincent no ha apartado la mirada de mí, pero sus ojos muestran solo una cosa.
Decepción.
—¿Cómo se confiesa a un chico? .—Dafne repite mis palabras.—¿Quieres confesarte a un chico?
Escojo no responder.
—Hanna.. — Alarga las palabras.— ¿Es Vincent?
Hago una mueca y decido contarle, a los dos segundos, ella está más emocionada que yo.
—Estas embarazada .. ¿Y no se lo has dicho? ¡De gemelos, encima!
No.
Tengo miedo o lo era hasta antes de que me confesara esas palabras, ahora no sé qué creer.
—Mellizos.— Le corrijo y tomo un respiro antes de contestarle.—Vincent acaba de descubrir que tiene un hijo, no puedo solo llegar a su puerta y decirle .. ¿Adivina qué? Te salió un hijo más y vino con yapa.
Dafne ríe.
— ¿Y entonces qué hay con la confesión?
Me muerdo los labios.
— Hanna..
— Déjame pensar, solo..— Me paso las manos por la cara y vuelvo a mirarla.—Es que hace más de un mes nos acostamos y durante los tres años que lo conozco lo he odiado... y ahora..
—Está enamorado de ti.
La presión se me baja.
— ¿Y tú? .— Dafne alza las cejas.—¿Estas enamorada de Vincent?
Separo los labios.
—Ese es el el problema.
—No lo amas.. ¿Eso estas diciendo?
—No, es.. — Bajo la mirada.—No sé qué siento exactamente.
Sería una mentira si digo que siento lo mismo porque ni siquiera sé lo que siento, lo odiaba, soy consciente de lo mucho que lo odiaba y creí que el..
Esto ha pasado demasiado rápido.
—Hanna..
Levanto la mirada.
—¿Y qué hay de los bebés?
—Voy a decírselo, en eso no hay discusión.
Pero primero necesito hallar el valor para mirarlo a la cara.
Suficiente cobardía.—Me regaño yo misma y antes de proceder a golpear la puerta del departamento de Vincent.
Y toco tantas veces que finalmente me abren y reconozco esa estatura pequeña, es Dylan.
—Mi papá no está.—Dice con una voz tierna y escondiendo la mitad de su cuerpo detrás de la puerta, su cabecita se asoma.
¿Vincent no está?
¿Y Crystal?
—¿Estas solo, cariño?.—Pregunto con confusión.
El asiente.
—Mamá salió con sus amigas, me dijo que esperara aquí y papá me dijo que no le abriera la puerta a ningún extraño.
Sonrio.—Lo soy y tu papá tiene razón, no debes abrir la puerta a desconocidos.
El me devuelve la sonrisa.—Pero.. Tu eres amiga de mi papá.
—Lo soy.
Mi sonrisa se pierde cuando recuerdo que lo han dejado solo, suspiro y señalo la puerta de mi departamento.
—¿Crees que te gustaría que te haga un vaso con chocolate?
El asiente tímido.
—Sí, me gustaría, amiga de papá.
Me rio.
—Soy Hanna.
—Yo soy Dylan.— Se presenta aunque es algo que ya se, me muestra sus deditos.— Tengo cinco años.
Lo invito a pasar a mi departamento y le pongo un programa de dibujos mientras preparo el chocolate en la cocina, sonrio y me quedo viéndolo aunque el solo tiene los ojos fijos en el televisor.
Y entonces me imagino a mí, en este vida, dentro de algunos años y no solo será uno, sino dos, dos niños correteando por mi sale y llenando mi vació departamento con sus risas y llantos, aunque probablemente para ese entonces me abre mudado.
Termino de hacer el chocolate y se lo llevo, lo bebe todo hasta mancharse con un bigote de chocolate, compartimos un poco más y termina contándome lo irresponsable que resultó ser su madre este día.
Vincent se fue porque lo llamaron para un nuevo caso y mi lado competitivo en ese momento fue boqueado, Crytal se quedó con Dylan y ella prefirió quedar con unas amigas a cuidar a su hijo el resto de la tarde.
Pero.. ¿Qué clase de madre es esa mujer?
Llamo a Vincent a una hora prolongada y cuando veo que ni hay ni una pequeña señal que me diga que Crystal Bell llegara temprano, así que calculando lo que podría demorar la reunión de Vincent con su cliente, decido llamarlo.
No tarda más de 20 minutos en llegar.
—¿Donde está?.— Ingresa por la puerta preocupado.
La cierro detrás de él y noto el sudor en su frente y en su cuerpo, en como la camisa se ha pegado pro completo a su pecho.
¿Ha venido corriendo?
—Hanna..
Parpadeo quitando la mirada de su cuerpo, me he puesto en evidencia, pero esta tan preocupado que no lo ha notado.
—Se quedó dormido, le serví un vaso de chocolate y lo lleve a la habitación donde se quedó lizbeth.
Vincent ignora nuestra situación por completo, de igual forma como lo haría yo al estar en este momento y se dirija a la habitación de Beth, observo como su cuerpo tenso, desde los músculos en su cara hasta su cuerpo se relajan, aunque no mucho, seguramente por el fastidio que tiene tras descubrí que él estaba solo en casa.
Entra a la habitación y cuando creo que lo cargara y se lo llevara, solo le cubre con las sabanas para regresar a la sala, pasa por mi lado y le sigo.
—No puedo creer que dejara a mi hijo solo.—Camina completamente tenso, dando vueltas.—¡Joder!
Me sobresalto cuando golpea la pata de mi mueble, enseguida sus ojos me observan.
—Lo siento, no..
—No, está bien..— Carraspeo.
Vincent se deja caer sentado en el mueble y pasando las manos por su cara, el no está pasándola nada bien.
—Solo le pedí que se quedara unas horas con él, tenía un cliente y ...
—Lo sé, el me lo dijo.
Vincent solo me observa y tomo asiento a su lado.
Sonrio.—Es un buen niño.
Se me queda viéndome y el calor se expande por mis mejillas, es un momento incómodo.
—Mentiría si digo que no he pensado en quitarle la custodia, Hanna.
Mis ojos se abren.
— Lo he pensado mucho, bruja.
"Bruja.."
Mi corazón salta.
—Y no es mi miedo a que me odie por separarlo de su madre lo que me impide hacerlo, Hanna.. es solo que no tengo el valor para apartarlo de ella. Dylan la quiere y no quiero causarle ese daño.
Bajo la mirada por un momento y él me toma la mano, mis ojos suben rápidamente a los suyos.
—Gracias..
Mis latidos van en aumento y temo que sus dedos rocen mi pulso y descubra lo que esta provocándome.
—Gracias por cuidarlo, Bruja.
Asiento despacio y con timidez.
Timidez..
Algo que nunca antes y nunca pensé que sacaría Vincent Hart de mí.
Otro silencio incomodo nos rodea, su labio inferior tiembla y siento que quiere decir algo, sin embargo cierra la boca al instante y después de que uno de mis miedos en este momento se haga realidad.
Los dedos de Vincent rozan mi pulso y es solo un suave toque hasta que descubre lo acelerado que esta mi corazón, aprieta con más fuerza aunque sin causarme dolor y me mira a los ojos, los suyos brillan y yo como una estúpida y débil tengo ganas de llorar.
—Muy rápido..— Pronuncia y mis cejas se levantan.—¿Es así como se encuentra cuando te toco?
Aprieto los labios.
—Hanna..
No sé qué decir.
—¿Estas enamorada de mí?
No respondo y mi cuerpo solo pone fin a sus dudas, no, son mis latidos que crecen sin parar y quizás puedo engañarlo con palabras.
Pero el corazón no miente.
Trago saliva y es mi turno.—Si siento algo por ti.
Sus ojos se abren.
—Es fuerte e intenso.—Confieso avergonzada.—Pero no estoy muy segura que es, solo..
Sus ojos me observan ilusionados.
—Yo si sé que es porque siento exactamente lo mismo.
No tengo tiempo para responderle.
Vincent no es paciente, tira de mi mano y me acerca a él, mis labios chocan contra los suyos y sus manos van directo a mi rostro, no pasan ni tres segundos de nuestro choque de labios, cuando ya estoy correspondiendo a su beso.
Nos besamos sobre el mueble, hasta que su cuerpo me cubre y yo quedo atrapada debajo de él, su erección me presiona y golpea mi entrepierna, nunca antes lo había sentido tan duro y estoy segura que usara su enojo para follarme con más ganas si lo dejo.
— Vincent..—Jadeo.
Quiero sentirlo de nuevo..
Quiero recordar cómo se siente tenerlo dentro de mí, moviéndose hasta azotar nuestras caderas.
Oh dios..
Si sigo así, solo tendré un orgasmo aquí mismo con esos pensamientos y sería muy vergonzoso.
—Lo sé.. Pero necesito..—Dios, su voz, el también esta tan excitado como yo.—Necesito hacerte mía, Hanna. Necesito estar dentro de ti.
Mi corazón es igual a un tambor.
De pronto su voz cargada de deseo se pierde y suena muy débil.—¿Puedo... ¿Puedo hacerte el amor, Brujita?
Mis mejillas se acaloran y a los tres segundos estoy asintiendo.
Me rio colgándome de su cuello cuando me levanta y me carga hasta llegar a la habitación, nos besamos en el camino y quizás no hubo las palabras exactas de mi parte esa noche, pero no hizo falta.
Mi corazón hablo por sí mismo.
Hola...
Hanna, el corazón es un órgano, no habla..
JAJAJAJ , yo aquí arruinando el romanticismo.
¿Cómo están?
¿Me extrañaron todos estos días que no actualice?
Pasaron muchas cosas.
Para empezar.. ¿Recuerdan en quien esta inspirado el nombre del bebé de Kol y Analeight?
Bueno, mi amiga acaba de finalizar su segundo embarazo y fui a visitarla al hospital.
También salí a cenar con unas amigas del trabajo el 5.
Y el 6 de febrero fue mi cumpleaños.
¡Un año más vieja!
Aunque lo pase increíble olvidándome de mi edad AJAJJA
Me regalaron un vale de canje para libros en CRISOL, que es mi tienda favorita para comprar libros en Perú junto a ENTRE PAGINAS y ya los canjee el mismo día, pude canjear dos libros *--*
Además ese mismo día fuimos a un concierto sinfónico y tributo QUEEN.
¿Qué puedo decir?
La pase increíble y tuve 0 tiempo para tomar mi laptop
Lo bueno es que ya lo hice y estamos de vuelta.
Muchas gracias por seguir aquí.
Nos leemos.
Como recompensa el próximo capi sera Hot-Dog. ( ͡° ͜ʖ ͡°) ( ͡° ͜ʖ ͡°)
No se me hagan las santas que se que les gusta lo "Perverso" HAHAHA.
Adios, mis pervertidas.
>> Yiemir.