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Hope
Cuando el lunes llegó, sabía que me tocaba volver a la casa de los chicos. Tenían dos entrevistas, y una sesión de fotos, así que necesitaban a su estilista.
Se habían pasado toda la semana llamándome, pero no podía hablar con ellos, me sentía decepcionada, todos sabían lo mal que Louis siempre me lo hacía pasar, y me dejaron a propósito sola con él. James me había contado que los chicos habían estado de acuerdo en dejarme sola con Louis, y todavía me costaba creérmelo, estaba demasiado enfadada con ellos.
No tenía muchas ganas de ir, pero no iba a dejarlos tirados en ese momento, solo porque Louis fuera un idiota.
Al llegar al estudio, caminé hasta el camerino de los chicos, y empecé a preparar todo, antes de que los chicos llegaran. Los primeros en entrar, fueron Zayn y Harry, que veían hablando alegremente, hasta que me vieron, y se quedaron callados.
— ¡Hopy! —Harry fue el primero en venir hacía mí, y abrazarme fuertemente. Lo separé, mirándolo mal, y Zayn se acercó despacio.
—Hola. —Agachó un poco la cabeza, y me giré, dándole la espalda a los dos.
— ¿Dónde estuviste toda la semana? ¿Tienes el móvil estropeado? Te estuvimos llamando sin parar ¿No quieres hablar con nosotros? ¿Por qué no respondes, Hopy? ¿Nos odias? —Suspiré frustrada, y por el espejo, vi como Zayn le daba un codazo.
— ¿Cómo mierda voy a responder si no paras de hablar, Styles? —Fruncí el ceño—Estuve con mi primo, así que no le hice caso al móvil, y no, no os odio, aunque debería. —Me alejé de ellos, y salí del camerino.
¿Acaso ellos también querían que yo sufriera?
Por mucho que lo pensara, no lograba entender porque me habían dejado a solas con Louis, todos habían sido testigo en más de una ocasión, de cómo nos tratábamos Louis y yo, no éramos para nada amigos, y ellos más que nadie lo sabían.
Estaba caminando rápido por el pasillo, de camino al baño, cuando vi a Louis y Niall caminar hacía mi.
Lo que me faltaba
Niall me miró sonriendo, mientras Louis lo hacía como si yo fuera un fantasma. Les fruncí el ceño a los dos, y Niall dejó de sonreír, acercándose rápidamente a mí.
—Hope. —Puso su mano sobre mi brazo, pero me alejé de él.
—Ni Hope, ni nada, Niall, justo ahora no tengo ganas de hablar con el peor amigo de la historia.
—No, Hope, escúchame.
— ¿Acaso hablé coreano? No quiero hablar contigo.
—Soy tu mejor amigo, llevo un año siéndolo, escuchando todo de ti, poniendo mi hombro para que lloraras, y nunca te he fallado, puede que pienses que ahora sí, pero él prometió que no iba a hacer algo malo...por eso lo ayudé para que os quedarais solos.
—Tú mismo lo acabas de decir, pusiste tu hombro para que llorara, ¿recuerdas por quien lloraba? Por tu gran amigo, al que ayudaste a que se quedara a solas conmigo, sabiendo lo mal que me trata siempre, así que gracias, se ve que me quieres muchísimo...—Niall agachó la cabeza, y me sentí mal, sabía que estaba soltando todo mi mal humor sobre él, pero no podía evitarlo.
Pasé a Niall de largo, ignorando a Louis, y me encerré en el baño, necesitaba relajarme, no iba a llorar, y menos por culpa de Louis Tomlinson.
—Hope...—Me giré un poco, viendo a Louis apoyado en la pared del baño.
—Vete de aquí, Tomlinson.
—No puedo...necesito hablar contigo. —Dio unos cuantos pasos hacia mí, y retrocedí, hasta chocarme contra la pared.
—Pues yo no necesito hablar contigo, así que vete, por favor...—
—Hope...Perdóname, ¿sí? Todo tiene una explicación.
—Me importa una mierda tu explicación, sal ahora mismo de aquí. —Me acerqué a él, empezando a empujarlo hacía la puerta—Te perdonaré cuando dos más dos sean cinco. —Cerré la puerta del baño, y me apoyé contra ella. Mi respiración era agitada, y me odiaba por eso, Louis siempre tenía cierto poder sobre mí, y nunca podía detenerlo.
No podía no estar enfadada con él, cuando le había pedido que no me hiciera daño, y después de eso, empezó a tratarme mal, y estuve un jodido año viendo como se besaba con miles de chicas diferentes, delante de mí, sin importarle si me estaba lastimando o no.
Cuando logré calmarme, salí del baño, directa al camerino de los chicos. En cuanto entré, los vi a todos en silencio, sentados en el gran sofá. Liam se levantó, y se acercó a mí con la intención de hablarme, pero yo lo ignoré, caminando de prisa hacía donde tenía la ropa de los chicos, y el equipo para arreglarlos.
— ¿Quien es el primero? —Pregunté fríamente. Cogí el secador, y un peine, y esperé a que alguno se acercara.
Liam se aclaró la garganta, y se sentó. Empecé a peinarlo, y después le di la ropa que le había traído.
—El siguiente—Volví a decir fríamente, mientras cogía el peine. Zayn se sentó, regalándome una sonrisa, la cual no duró mucho, ya que yo estaba seria, no estaba para nada feliz, como para actuar como si no me hubieran traicionado.
Así estuve hasta llegar a Louis, él se sentó, pero no me miraba directamente, lo hacía a través del espejo. Yo evitaba mirarlo, pero cada vez que pasaba mi vista por el espejo y veía que me estaba mirando, las mariposas de mi estomago empezaban a revolotear, haciéndome estremecer. Mierda.
Cuando acabé, salí lo más deprisa que pude, tenía ganas de irme corriendo, pero sabía que no podía, tenía que quedarme hasta que acabaran.
Los chicos se dirigieron a donde estaba la chica que les haría la entrevista, y me puse tras el cristal, el cual agradecía que no me pudieran ver, ya que el cristal era oscuro.
La entrevista fue bien, un poco rara, ellos solían ser muy divertidos y siempre estaban con bromas. Pero esta vez estaban serios y respondían secamente, apenas reían y se miraban entre ellos.
—Y bueno, gracias One Direction por concedernos esta oportunidad de entrevistarlos.
—Antes de acabar, nos gustaría decir algo.
—Oh, por supuesto, adelante Liam.
—Bien, de parte de todos, queríamos pedir a Hopy, nuestra estilista, que nos perdone, que necesitamos que vuelva a sonreírnos, que sin su sonrisa, solo nos queda esto—Señaló hacia su cara y luego a la de los chicos, que estaban todas tristes. El fotógrafo les hizo una foto con esas caras para publicarlas con la entrevista, y todos se dirigieron hacía la sala, donde harían la sesión de fotos.
Como no se habían despeinado, sabía que ya no me necesitaban, así que salí de allí rápidamente, yéndome a casa.
Nada más entrar por la puerta, mi móvil empezó a sonar sin cesar. No quería hablar con nadie en ese momento, pero cuando vi que era Simon, no pude ignorarlo más.
—Hola Hope, quería comunicarte que mañana es el concierto de los chicos y necesito que a las cinco estés en la casa de ellos para que ya te vayas con los muchachos hacia el recinto donde será el concierto.
—Ah, está bien Simon, a las cinco estaré allí.
—Genial, hasta mañana, Hope.
—Hasta mañana—Genial, los tendría que volver a ver al día siguiente. Colgué algo cansada, y caminé hasta la cocina, donde estaba mi madre, necesitaba desconectar de todo, y sabía que ella me ayudaría en eso.
**
Cuando faltaban dos horas para tener que ir hacía la casa de los chicos, me di cuenta que otra vez no tenía ganas de ir, y verlos, cosa que me preocupaba. Siempre había amado mi trabajo con ellos, pero en ese momento, no me apetecía nada estar allí.
Después de pensar un rato, llamé a Simon, casi sin darme cuenta.
—Hola, Hope, ¿pasa algo? —Suspiré.
—Tengo...una duda...Si yo dejara de ser la estilista de los chicos, ¿tendrías a alguien ya para reemplazarme? —Cerré los ojos con fuerza.
— ¿Qué? ¿Quieres dejar de ser la estilista de los chicos? —En ese momento, escuché sonidos extraños, y murmuros. En cuando escuché un 'tranquilízate, Lou' con el tono de voz de Zayn, mi corazón empezó a latir demasiado deprisa, y colgué rápidamente.
En cuanto colgué, empezaron a llegarme mensajes, y llamadas de los chicos, y Simon.
Mierda, mierda, mierda.