TIC TOC, TIC TOC
Doce de la noche.
Los niños están dormidos y los gatos están rompiendo sus gargantas.
¿Por qué aún no se despiertan?
A pesar del alboroto que hay allá fuera, ellos pueden dormir dejándose abrazar por el sueño... a diferencia de mí.
Los odio.
TIC TOC, TIC TOC
Una de la mañana.
La luna se encuentra en lo alto, dejando caer sus lágrimas de un llanto sin final.
¿Llora porque las estrellas están lejos?
¿Porque se encuentra sola?
Ridículo.
A pesar de estar sola tiene que ser fuerte, tiene que serlo... o sus heridas volverán a abrirse.
Es débil.
La odio.
TIC TOC, TIC TOC
Dos de la mañana.
Mi techo blanco está cubierto por el negro de la noche.
¿noche? Pero si es de mañana, ya estoy despierta.
Oscuridad, esa es la palabra.
La oscuridad sigue presente, presente en mi cuarto, presente en mi alma.
Ella oculta muchas cosas. No quiero descubrirlas, no quiero verlas; les tengo miedo...
La odio.
TIC TOC, TIC TOC
Tres de la mañana.
Ahora soy yo la que deja caer sus lágrimas.
Patético.
¿Por qué lloras?
No lo sé.
Me odio.
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Perdón por no actualizar por tres meses... No tenía nada en la mente, y no iba a dejarles leer un escrito con el que no esté satisfecha. En lo personal, sólo escribo cuando lo necesito.
Espero que comprendan...