O de aquellos pequeños pasitos que significan grandes avances
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En retrospectiva habían sido unos días con avances considerables. Eso le había dicho la terapeuta.
Primeramente estuvo el asunto del pequeño e improvisado viaje en el automóvil de Joe, honestamente estaba nervioso y sentía que en cualquier momento se quitaría el cinturón de seguridad y se arrojaría por la puerta con el vehículo en movimiento; pero no lo hizo y extrañamente comenzó a sentirse tranquilo. No sabe si atribuirlo a que Joe manejara apenas rozando el mínimo de velocidad permitido en calles de colonias, a la conversación que el hombre mantenía acerca de su experiencia con los restaurantes de la zona o al suave tarareo que Julie emitía desde el asiento de atrás. Lo cierto es que lo había logrado y eso llenaba su corazón de una calidez que últimamente no solía experimentar estando con casi desconocidos.
En segundo lugar podía mencionar el regreso de su mejor amigo. Benjamin y Gwilym habían pasado hasta seis meses sin verse en persona por motivos académicos o laborales, pero en esta ocasión era distinto. Desde diciembre del año pasado Gwil había sido su constante compañía y sostén en todo momento, hubieron días en los que Ben definitivamente necesitaba de él y solo bastaba una llamada o un mensaje para que en menos de diez minutos Gwilym hiciera presencia y calmara todos sus miedos.
Así que cuando su amigo le comunicó que tendría que viajar fuera del país por dos semanas sintió un vuelco en el estómago que él interpretó como miedo y angustia porque ahora ya no tendría al alto frente a él si de alguna emergencia se tratara; y pudo notar que Lee sentía lo mismo cuando el día de la despedida antes de abordar se dirigiera a él con el ceño ligeramente fruncido y le susurrara un "¿seguro estarás bien?" cargado de preocupación que hizo sentir un tanto culpable al rubio quien en respuesta le brindó una amplia sonrisa y un "estaré bien siempre y cuando me traigas aunque sea un llaverito de Madrid" que hizo sentir más tranquilo a su amigo.
Y esa sensación de culpabilidad no se extinguió hasta pasado un par de noches porque carajo, que todos podían rehacer su vida incluyendo Gwilym y él no podía estar obstaculizando sus actividades personales y profesionales con esa dependencia que había estado desarrollando. Tenerlo de regreso después de esos quince días le hizo darse cuenta que ya era más fuerte de lo que pensaba.
Y en tercer lugar había descubierto que el sentimiento de cargo de consciencia frente a su madre había disminuido; lo notó luego de la tarde del sábado y de la comida que compartieron el lunes por la tarde.
Esa hora y media en compañía de su mamá fueron realmente sanadoras para él. No podía encontrar otro adjetivo. Si pudiera compararlo sería como aquella sensación de sed que cierra tu garganta impidiéndote hablar pero que luego llega un buen trago de agua que al primer contacto con tus labios pareciera refrescar todo tu cuerpo. Eso fue lo que sintió cuando ella salió de su consultorio regalándole un pequeño gesto de sorpresa que rápidamente se convirtió en sonrisa, una sonrisa que pareció refrescarle hasta el alma.
Si lo veía desde un punto externo parecían acciones simples pero para Benjamin representaban pasos gigantes que le hacían sonreír tímidamente y se llenaba de un autorgullo. ¿Era ese un mal sentimiento? ¡Ben estaba haciendo un buen trabajo! Y el mismo se felicitaba por ello así que no había nada de malo, ¿verdad? Sentir felicidad por uno mismo estaba bien.
Y fue su terapeuta quien con un fuerte apretón de manos le confirmó que efectivamente había avances y que estaba orgullosa de él... Joder, Benjamin reafirmaba lo bien que se sentía escuchar esas palabras de alguien más.
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Joe tenía un tablero en pinterest que dictaba por título "recámaras de piratas" en donde había pineado todas sus ideas para decorar y organizar la habitación de su Juliette. Estaba demás decir que se encontraba completamente emocionado con ese proyecto y en su mente ya había hecho una exótica combinación de las más de veinte fotografías que encontró en internet.
El color de las paredes estaba decidido, también algunos elementos decorativos. Por suerte la habitación tenía ya el armario empotrado así que no debía preocuparse por muebles para guardar la ropa. Pero lo que más lo entusiasmaba era la cama que definitivamente sería un barco pirata; ya la visualizaba en la habitación y en su imaginación lucía increíble, no podía esperar a ver los ojitos de emoción de su hija cuando viera el trabajo terminado.
Ese miércoles llegaron al centro deportivo un poco más temprano de lo usual, saludaron a la recepcionista y entraron a paso ligero. Juliette ya se había familiarizado con el lugar y ahora caminaba con soltura brincoteando por los pasillos hasta entrar al campo de rugby.
Fueron los primeros en llegar; apenas la niña piso el césped corrió en dirección a su entrenador quien se encontraba marcando los límites del campo con la cal y tan pronto como estuvo frente a él le dio un tackle con todas sus fuerzas.
Era obvio que la fuerza de una nena de siete años no podría hacer mucho contra el cuerpo de un hombre de casi metro ochenta pero la actuación del entrenador Ben fue realmente convincente cuando se dejó caer hacia atrás soltando un sonido de queja e importándole poco que su ropa, cabello y rostro quedaran manchados por la blanca cal.
—¡Entrenador Ben! ¿Está bien? Creo que lo he hecho demasiado fuerte. — preguntó la niña con una visible preocupación.
-Estoy bien, pero ¡hey! ¡Ese ha sido un tackle excelente! - le contestó revolviéndole el cabello con orgullo y Juliette le sonrió dando saltitos de emoción.
-Deberías preocuparte. - habló Joe llegando hasta ellos y extendiéndole la mano para ayudarle a levantarse. - A este paso terminará supliéndote como entrenadora.
-La alumna supera al maestro, es la ley de la vida.
-Y cuando el maestro es mayor, eso se vuelve más constante.
Benjamin hizo una mueca de asombro.
-¿Disculpa? Tú pareces tener algunos años más que yo.
-Soy un alma joven.
-Papá cumplirá treinta y cinco años el próximo mes. - intervino Juliette.
-Julie, no... quedamos en que eso no se le dice a todo el mundo - se quejó su padre.
-Cinco años más y estarás entrando al cuarto piso.
El tono burlón que empleó el entrenador hizo que Joseph girara a verlo con los ojos entrecerrados.
-¿Sabes? No puedo tomarte en serio si tienes la mitad del rostro pintado de blanco.
Benjamin uso su mano para quitar un poco de la cal sobre su rostro y cabellos pero terminó manchándose más.
-Aún no empieza la clase y ya te han tirado al suelo y has terminado con tu ropa toda manchada. - comentó con gracia Joseph.
-Gajes del oficio. - Respondió encogiéndose de hombros- Por cierto, llegaron temprano el día de hoy.
Joe entonces chasqueó sus dedos recordando el motivo de su temprana llegada.
-¿Te acuerdas que el sábado dijiste que podrías ayudarnos para encontrar ciertos lugares? Bueno, ese momento llegó. Aún estamos en la compra de muebles para las habitaciones del departamento y mientras Julie se queda en su clase quisiera aprovechar para comprar ciertas cosas para su habitación. ¿Sabes de algún lugar donde pueda encontrar camas infantiles con diseño?
Benjamin hizo memoria hasta recordar con una mueblería muy grande que se especializaba precisamente en eso.
-Probablemente encuentres en IKEA y no está muy lejos de aquí. - comentó. -Mira, sales del estacionamiento y giras a la derecha. Avanzas tres semáforos hasta llegar a una glorieta con una fuente, ahí giras a mano derecha de nuevo y vas a entrar en una avenida muy grande con muchos negocios y plazas comerciales a los costados. Vas a pasar por dos puentes de desnivel, después del segundo tomas la calle lateral para ingresar al estacionamiento de la mueblería. Es muy grande y tiene un letrero afuera. ¿Okey?
Joe escuchó todo con las manos en sus caderas asintiendo lentamente y haciendo un poop con sus labios.
Benjamin exhaló. - No entendiste nada, ¿cierto?
-Me perdí desde el primer semáforo.
Juliette lanzó un sonido de cansancio y le dio un par de palmadas en el brazo a su entrenador.
-Buena suerte, la vas a necesitar. - le dijo en tono condescendiente y luego corrió hacia un par de amiguitos que acababan de llegar.
Ben volvió su vista hacia Joseph quien sólo le sonrió nerviosamente.
-Tú dijiste que ayudarías...
-Y lo haré... ¿Si ingreso el destino en google maps te funcionará?
-No, no, no - Joe negó inmediatamente con sus manos - esa tecnología y yo estamos totalmente peleados - Ben elevó una ceja curioso - "Gira hacia el poniente en la siguiente intersección" - imitó de forma bastante buena la voz del navegador de Google maps - Si ni si quiera sé dónde está el Walmart ¿cómo voy a saber cuál es el poniente y qué es una intersección?
El rubio lanzó una risa ante la explicación de Joe.
-De acuerdo, de acuerdo. ¿Qué tal si te dibujo un mapa?
-Oh... creo que eso suena mejor.
Benjamin llevó a Joe hasta las gradas y sacó de su mochila su tablero y una hoja en blanco. Con ayuda de su bolígrafo negro trazó un croquis que iba desde el club deportivo hasta el IKEA más cercano. Ben trató de hacer el mapa de la manera más clara posible agregando detalles como negocios o elementos clave en su recorrido. Al final trazó con tinta roja el camino que él debía de tomar mientras conducía.
Joseph lo observó con atención y luego volvió a escuchar las indicaciones del recorrido que Benjamin le daba a la par que trazaba con el dedo la ruta y hacía soniditos de automóvil.
-Ahora veo por qué eres maestro...
-Soy bueno explicándole a los niños.
Joseph asintió pero luego frunció el ceño -¡Hey! Soy mayor que tú, tenme respeto.
-Lo siento, pero a veces te comportas más infantil que Juliette que se me olvida que estás a cinco años de entrar a los cuarenta...
-No soy infantil... solo disfruto la vida. A todo esto, ¿Cuántos años tienes tú?
-Veintisiete
-Aww, eres apenas un bebé... - empleó un tono meloso y burlesco.
-¿Sabes, Joseph? Estoy a punto de romper este mapa - elevó la hoja sosteniéndola con las puntas de sus dedos.
-¡No, espera! Necesito ese mapa - lloriqueó y Ben se lo entregó riendo.
Se sentía bien volver a bromear y a sentirse en confianza con alguien. Lo atribuía a todo lo que a terapeuta le había dicho antes y si pudiera describir como se sentía en esos momentos diría que por fin, después de meses de trabajo, está dejando la nostalgia atrás.
Percatándose del silencio que se había formado entre los dos estando ahí sentados cada quien con la vista fija en algún punto del campo; Benjamin volvió a hablar.
-Debería tomarte menos de veinte minutos llegar.
Joe pareció despertarse de sus pensamientos y se levantó de un salto.-¡Bien, puedo lograrlo!
-¡Tú puedes!
Habían pasado cinco minutos desde que la clase comenzó. Los niños realizaban un ejercicio de calentamiento cuando una su teléfono sonó. Benjamin no solía atender su celular cuando estaba trabajando sin embargo el que le llamara un número desconocido le intrigó.
-¿Bueno?
-¡Ben! - El chico identificó la voz de Joseph - Antes que nada, evitémonos las risas... supongamos, porque es una suposición te lo juro... supongamos que giré en una calle que no era y ahora probablemente me encuentre en un lugar que desconozco.
Apenas terminó de hablar, Ben soltó una carcajada.
-Benjamin... ¿Qué te dije acerca de evitémonos las risas?
-Todo lo que tenías que hacer era seguir el mapa ¡El mapa! - Joe bufó del otro lado de la llamada. - Bien, de acuerdo. ¿Cómo es el lugar donde estás?
Joseph describió las cosas a su alrededor y el más joven se ubicó con rapidez. Le dio indicaciones por teléfono tratando de ser claro y por suerte Mazzello logró dar con el camino correcto dando por finalizada la corta llamada.
Quince minutos antes de que la clase terminara el entrenador solía ponerles tiempo libre. Los varones organizaron partidos de sevens mientras que las niñas decidieron seguir practicando los pases largos de balón. El entrenador aprovechó para tomar anotaciones de esa sesión y textear al director del club deportivo para solicitarle más material para las prácticas.
Estando a punto de bloquear de nuevo su celular miró el icono de la aplicación de mensajería instantánea. Antes de que pudiera pensar en algo sus dedos ya habían comenzado a moverse ingresando a la sección de nuevo mensaje de texto y escribiendo en destinatario el nombre que menos de dos horas atrás había registrado.
📨Para: Joe Mazzello.
Por favor, dime que
lograste llegar con bien
al IKEA y no terminaste
en Oxford...
Casi al instante, Joe texteó de regreso
📨Joe Mazzello
¡Logré dar con la tienda!
Compré algunas cosas
para el cuarto de Julie
pero buscaba una cosa
en específico y no la tenían
:c
Ooh :c quizá en alguna
otra sucursal la tengan
sobre pedido
Me dieron una respuesta
negativa, pero eso
no me detendrá...
¡Entrenador Jones!
puedo ver que como
maestro eres excelente
pero...
¿Qué tan buen
carpintero eres?
......??????
Lo máximo que he
hecho es construir
mi mesa de centro
en la sala de mi casa
Excelente
¿Por qué
preguntas eso?
Por esto
Eso es...
Uh... allá te explico.
el semáforo se
puso en verde
¡Deja de usar
el teléfono
mientras conduces!
Paso poco tiempo para que Ben descubriera la razón detrás de ese "¿Qué tan buen carpintero eres?". Y aunque supiera defenderse y hacer una mesa y un banquito más o menos decente, definitivamente no podría con algo como eso.
-Es un barco, Joseph.
Se encontraba mirando la fotografía que Joe le había enviado minutos antes.
-Una cama en forma de barco.
-Es un barco con una resbaladilla, Joseph...
-¿Acaso no es genial? Ojalá hubiera tenido una así de niño...
-Definitivamente es genial pero ¿Por qué mejor no la mandas a hacer?
-Porque vivimos en un cuarto piso, la cama se tiene que armar dentro de la habitación o de otra manera no podrá entrar.
-¿Por qué no tener una cama normal?
-Juliette quiere un cuarto decorado con temática de piratas. ¿Cómo puede haber un cuarto de piratas sin una cama con forma de barco pirata?
Benjamin suspiró.
-Tu... ¿de verdad quieres que te ayude con eso?
-Así es.
El menor miró la imagen con detenimiento, era un proyecto muy bonito y no lo negaba pero parecía bastante complicado y les tomaría días o semanas tenerlo terminado. Su respuesta claramente sería un "no" pero cuando se encontró con el rostro entusiasmado de Joe y escuchó la voz de Julie jugando en alguna parte del campo, cambió de opinión.
Tal vez fue por el brillo en los ojos de Joseph al hablar de algo tan importante para su hija, quizá de alguna manera veía en ese hombre los reflejos de su niñez y los recuerdos de su madre haciendo de todo con tal de ver a sus dos hijos felices.
Incluso también podía atribuirlo al hecho de que, en mucho, mucho tiempo estaba alguien ahí solicitándole ayuda y no era Ben quien clamaba por un apoyo...
-De acuerdo, te ayudaré.
El punto es que Benjamin terminó aceptando.
Joseph se permitió sonreír al escuchar aquello. Al ser un sujeto tan sociable y dado al trato con otras personas comenzaba a abrumarle el hecho de no tener a sus amigos en esa ciudad y aunque apreciaba la acción de su nuevo jefe a dejarle un par de semanas de descanso antes de comenzar actividades en la nueva empresa, el realmente extrañaba interactuar con más personas y se sentía ansioso de conocer a sus nuevos compañeros.
Pensando con detenimiento, a excepción del casero anciano de su edificio y del matrimonio que vive en el departamento de enfrente de ellos (con los que no han cruzado más que los buenos días, buenas tardes y buenas noches) Benjamin es el único sujeto con el que ha tenido más de una conversación en ese lugar y por ende fue al único al que pudo pedirle ayuda con eso. Y aunque Ben parecía una persona agradable honestamente pensó que se negaría, pero al ver de pronto como cambiaba totalmente sus gestos y le afirmó regalándole una sonrisa y una expresión completamente honesta; Joe sintió una genuina felicidad.
-¡Excelente! Te veo el sábado a mediodía en nuestro departamento, te mandaré la dirección por mensaje de texto.
Y para cerrar su trato, Ben y Joe chocaron sus puños.
☁️
Dicen que los animales perciben las energías, o algo así había leído una vez en internet.
Por ejemplo, los perros y los gatos pueden identificar cuando una persona tiene buenas o malas intenciones, o cuando está triste, o cuando irradia felicidad... en conclusión, es como si olfatearan o se percataran de los sentimientos y de aquello que no se ve.
Benjamin no estaba seguro sobre qué tipo de emociones irradiaba en ese momento, lo cierto era que desde que salió de la estación del metro había un cachorro siguiéndole y él no podía ignorarlo más.
Las patitas sonando tras sus pasos se detuvieron cuando él lo hizo. Dio media vuelta y se encontró con un Beagle cachorro que lo miraba fijamente.
-¡Hey! - Se agachó hablándole suave -¿Qué sucede amigo, estás perdido?
El perrito se acercó un tanto indeciso, Benny extendió su mano derecha para que pudiera olfatearla y solo bastaron cinco segundos para que comenzara a mover su colita y jugueteara mordisqueando sin fuerza su mano.
Le acarició el lomito y cuando el perrito se dejó caer panza arriba se dio cuenta que en realidad era una hembra.
-Uuh... lo siento, eres una chica. Una chica muy hermosa ¿verdad? - le habló en tono meloso provocando que se removiera sobre el suelo contenta y lanzando un par de ladridos.
Se percató que no tenía collar y estaba bastante descuidada. La perrita se sentó frente a él y por unos segundos sostuvieron mirada. Benjamin debía tomar una decisión.
📨Gwilym 🦒
¡Hola! Me llamo
Frankie y a partir
de hoy viviré
con Ben :3
¡Oh por Dios!
Es herrrmosaaa😍
¿de dónde salió?
Quiero creer que ella
me estaba esperando❤
porque cuando me
me bajé del metro me siguió
por dos cuadras.
Entonces decidí
traerla a casa
¡Hunter y Frankie
serán buenos amigos!
Solo amigos, Hunter es
demasiado salvaje
para mi bebé~
¡Me ofende! Él es un
caballero
Un caballero que
pesa veinte kilos
más que Frankie...
pero ¡si! Seguro serán
buenos amigos
¿Sabes?
Algunas personas
consiguen drogas
en el metro,
tu conseguiste
una mascota :3
¡Lo sé!
Perritos>estupefacientes
Tan pronto como llegó a su casa, la perrita, ahora bautizada como Frankie, corrió a olfatear todos los rincones familiarizándose con su nuevo hogar.
Ben cargó a la perrita y le envió una foto a Gwilym teniendo una corta conversación vía mensaje de texto, luego le enseñó una imagen de el a Frankie y ella olfateó el celular curiosa.
-Él es tu tío Gwilym, es mi mejor amigo. Recuerda: cuando el me haga bromas tú debes de morderle muy fuerte la pierna ¿de acuerdo?
Y Frankie ladró como respuesta.
Fue hasta el cuarto de aseo y comenzó a llenar la bañera con agua caliente, rebuscó en los cajones y encontró un jabón en barra empaquetado. No era lo más adecuado para bañar a una cachorra pero le daba bastante pena esperar hasta el día siguiente para asearla.
Luego de corretearla por toda la casa, logró meterla a la bañera y restregarle el jabón por todo el pelaje. Frankie se removía en clara posición de enfado y buscaba zafarse de aquel castigo pero al ser tan pequeña Ben podía sujetarla fácilmente.
-Debes comprender que solo por esta ocasión te dejaré bañarte aquí, luego lo haremos afuera en días soleados para que no te de frío. También por esta noche te dejaré dormir en mi cama ¿vale? Mañana te compraré una para ti solita y un suéter, porque comenzará a helar y vas a necesitarlo.
Frankie entonces se quedó quieta mientras su nuevo amo terminaba de bañarla y la envolvía en una cálida toalla secándola muy bien.
Después de todo el ritual de limpieza, Ben le sirvió comida para perritos que compró en el camino y también leche tibia para que no se enfermara. Frankie comía todo con rapidez, se notaba que allá fuera había pasado demasiada hambre.
-¡Hora de dormir! - le dijo una vez terminada la cena.
Fue hasta su habitación y se recostó sobre su cama, Frankie dio un gran salto caminando graciosamente sobre la colcha, Benny se cubrió y la perrita recostó su cabeza sobre el buscando un poco más de calor. Ambos quedaron dormidos.
☁️
Rami era un hombre muy perfeccionista y eso le había valido un considerable éxito en su trabajo. Joe se sentía orgulloso de él y de sus logros, también admiraba la notable entrega que le ponía a cada una de sus actividades no solo del mundo laborar si no en su vida profesional.
El chico era alguien que siempre iba por ahí despidiendo un agradable aroma, hablando con una natural elocuencia y con su vestimenta tan pulcra y limpia, su sonrisa amable y sus ademanes que hacían hasta el más mínimo detalle verlo increíble.
Por ejemplo, Rami era el tipo de persona que ordenaba los regalos en una fiesta del más grande al más chico; también era quien acomodaba los trozos de fruta para que crearan figuras en el plato y quien revisaba el documento final ocho veces antes de enviarlo a dirección.
Y ahora Joe había descubierto que Rami Malek era el tipo de persona que aun estando en una video llamada era capaz de identificar que había caído una gota de pintura sobre el vitropiso y que la tercera línea marcada sobre la pared estaba ligeramente inclinada a la izquierda.
-Te estoy diciendo que está chueca, Joe.
-Claro que no, utilicé una niveleta y una regla.
-Ajá, pero no está derecha...
-Yo la medí.
-¡Y yo la estoy viendo desde acá! Está desviada.
-¡Estás en Nueva York!
-¡Y tú en Londres! - Gritó de regreso - ¿pero por qué estamos discutiendo esto?
Juliette del otro lado de la habitación negó divertida con la cabeza mientras seguía pintando una barda de color azul zafiro parándose de puntitas y estirando sus manitas para poder pintar más arriba.
-Rami, esto está derecho - Joe se alejó de la pared acomodándose a la par que la computadora portátil.
Malek se acercó más enfocando la mirada.
-Insisto, está chueca.
Joe bufó -¡Ya! Seguiré pintando - y caminaba de nuevo al fondo pintando la siguiente franja de un color más fuerte.
-Hum... ¿Joseph?
-Si - murmuró alargando la vocal.
-La mancha en el piso, Joe limpia la mancha en el piso - suplicó tirándose sobre la mesa donde tenía apoyado su celular.
-Lo haré después. - Respondió aun dándole la espalda y cuando escuchó los pequeños sonidos de berrinche de la voz de Rami sonrió con sorna porque desde el principio sabía que eso le molestaría.
Llevaban pintando toda la mañana. Ese día se levantaron temprano y se vistieron combinados, ambos usaban un overol de mezclilla con una playera simple en color blanco. Mientras Juliette se dedicaba a pintar una barda hasta donde su estatura y bracitos le permitían, Joe pintaba la barda del ventanal con franjas verticales en color rojo y blanco.
-No combina. - exclamó Rami cuando Joe tomó la computadora y le dio un recorrido por la habitación.
-Sólo son dos bardas pintadas, faltan las otras dos.
-¿Y de qué color irán las otras dos bardas.
-Uh... azul zafiro también.
Rami suspiró con ansiedad -¡No combinan! ¿Por qué pintas tres bardas de un color azúl y la otra en color rojo con blanco?
-¡Por que éstas! - Señaló con su brazo moviéndolo de arriba a abajo- ¡son el mar y éstas...! - Volteó a la pared del ventanal - ¡Son colores de piratas!
El timbre del departamento sonó pero Joe ni se inmutó, bastante enfocado estaba en su pelea a 3459 millas de distancia con su mejor amigo.
-¡Hubieras pintado franjas gris y blancas! Porque el gris combina mejor con el azul zafiro.
La obviedad en el tono de Rami hizo que Mazzello diera saltitos de frustración.
-¡Se ve bien! Además....
-¡Papi! - Interrumpió Juliette entrando a la habitación bastante apurada- Sé que dices que nunca debo abrir la puerta cuando alguien toca, pero ya lo dejé pasar.
La discusión entre Rami y Joe se detuvo en ese momento.
-¿Dejaste entrar a alguien?
Y Joe, con su computadora en mano corrió hacia la sala bastante preocupado por la integridad de su pequeño hogar esperando encontrar a un asesino en serie disfrazado de vendedor ambulante; pero en su lugar solo encontró al entrenador Benjamin usando ropa deportiva y mirando con curiosidad las fotos de la sala.
-¡A él! ¡Vamos Joseph, derriba al atacante! - gritó Rami desde la video llamada señalando acusatoriamente a Ben.
-¡Eres tú! - pronunció Joe dejando salir todo el aire de sus pulmones en una señal de gran alivio y tirándose al sofá. - Creo que se me bajó el azúcar...
Jones dio un par de pasos hacia atrás intimidado por el reciente alboroto.
-¿Entonces no es un asaltante? - Preguntó Rami bastante confundido -¡Vamos, Joe! Sube la pantalla que sólo veo la alfombra... ¡Oh, hola!
-Uhm... - Ben se inclinó nervioso ante la pantalla - ¿Hola?
-¡Tio Rami! - Juliette habló acercándose - Te presento al entrenador Ben.
Joseph se levantó del sofá y le pidió a Ben que se quedara con Rami mientras él acomodaba las cubetas de pintura de la habitación de Juliette y sacaba algunas cosas. Benjamin recibió la computadora portátil sintiéndose un tanto abrumado ante los cambios de humor tan repentinos que Joe podía expresar pasando de la euforia a la tranquilidad; se aventuró por el departamento y entró por una puerta caminando hasta el pequeño comedor de la cocina. Una vez sentado y con la laptop frente a él, el sujeto de la video llamada lo miraba expectante.
-Así que... tú eres el entrenador Benjamin. - habló la otra persona a través de la pantalla apoyando ambos codos sobre la mesa y juntando sus manos.
El joven de pronto se sintió en una especie de entrevista formal y miró alrededor nervioso.
-Uhm... sí.
Rami suspiró y aún a través de la pantalla Ben sintió su mirada bastante fuerte como si estuviera evaluándolo.
-Me agradas. - soltó de pronto regalándole una amplia sonrisa cambiando por completo su aura.
-¿Eh...?
-Que me agradas. ¡Soy Rami! Editor en una empresa publicista, mejor amigo de Joe y su voz de la consciencia, también de vez en cuando soy su contador privado y asesor financiero ¿sabes que Joseph puede gastar en muchas tonterías? Como sea... ¡también soy el tío favorito de Juliette!
Benjamin se sintió desconcertado con toda la información recibida y con el nuevo humor tan sonriente y agradable que le estaba brindando Rami. Era como si fuese alguien completamente distinto y se sorprendió a sí mismo sintiendo un poco más de confianza.
-Yo... pues, soy el entrenador de Julie y ayudaré a Joe a construir una cama - habló sonriendo nerviosamente.
-¿La cama de barco pirata con resbaladilla?
El rubio asintió.
-No sabía que también eras carpintero.
-No lo soy, - se rascó la nuca - Pero Joe insistió.
Rami guardó silencio algunos segundos y esbozó una lenta sonrisa. -Oh, ya veo... - pronunció sin más.
Estando a punto de preguntar la razón de ese comentario, Juliette entró a la cocina. La niña le ofreció agua, fruta, dulces, pan y hasta le preguntó si había almorzado sino para servirle de lo que ellos habían desayunado. El entrenador negaba todo cortésmente pero Julie insistía en sus propuestas, ¡ella estaba muy feliz! Cualquier niño se sentiría un tanto avergonzado de tener que ver a un maestro fuera del horario de siempre pero ella adoraba la idea de tenerlo ahí y quería darle toda la comida del mundo (o al menos la de su refrigerador) para que se sintiera bien recibido en esa casa y volviera después.
-Julie - se escuchó a Rami lamentándose desde la bocina de la computadora portátil - harás que me sienta celoso.
La pequeña se acercó a la computadora y le dedicó un puchero con sus labios. -Pero tío Rami ¡Tú siempre serás mi favorito! - y cuando su tío, del otro lado le preguntó "¿prometidito?" con voz arrastrada ella alzó su dedo meñique de la mano derecha contestando -¡Prometidito! - con una gran sonrisa que dejaba ver su diente faltante.
A Benjamin toda esa escena le pareció simplemente adorable; bastaba ver la emoción de la niña cuando hablaba con el mejor amigo de su padre a la par que de forma cariñosa le llamaba Tio con una naturalidad, confianza y amor que así como le llenaba de ternura, le hería un poco por dentro.
Joe entró a la cocina momentos después diciéndole que el cuarto estaba despejado y que podían empezar con los primeros trabajos del proyecto que Mazzello solito le había llamado "La cama de barco pirata más cool del mundo"
Rami tuvo que despedirse de ellos comenzando con Juliette, a quien le recordó lo mucho que la quería y extrañaba y la pequeña se acercó a la webcam dándole un sonoro beso dejando un poquito de saliva que limpió con el puño de su mano.
Después se despidió de Joe deseándole éxito en su primer día en el trabajo y prometiéndole seguir en contacto como siempre.
Al final pidió despedirse de Ben; quien dibutativo se acercó al plano de la video llamada.
-¡Un gusto conocerte por fin!, mi sobrina habla de ti todo el tiempo. - Enfatizó y la peliroja infló sus mejillas apenada, Jones le regresó una sonrisa diciéndole que fue un gusto conocerlo también. Luego, Rami agregó: - Por favor, no dejes que Joe tome medidas para la cama o si no quedará toda chueca... ¡Cómo las líneas de la pared! - Ben asintió aunque no comprendiera de qué estaba hablando y Joe intervino casi gritando.
-¡Están derechitas! ¿Qué no tenías que irte? Si, bueno, ¡Adiós! - y colgó la videollamada sin esperar respuesta de su amigo.
Juliette rio divertida mostrando los hoyuelos de su mejilla. -Entrenador Ben, tendrá que acostumbrarse a eso.
Él suspiró recordando la amistad que llevaba con Gwilym. -Bueno... creo que tengo experiencia en eso.
Joe, visiblemente más calmado, dejó la laptop sobre la mesa y se levantó de un salto extendiendo su puño al aire.
-¿Están listos para comenzar con la construcción de "La cama de barco pirata más cool del mundo"?
Juliette chocó su mano con la de su papá -¡Lista!
Padre e hija voltearon a ver a Benjamin esperando una respuesta. Él, casi al instante, se levantó adoptando una pose de superhéroe, justo como ellos.
-¡Listo!
-Entonces... ¡A por ello!
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¡Hola!
¿Cómo están? He de decir que este capítulo estaba terminado desde hace algunos días pero llevo tres días seguidos en edición y aún así no me convence poquito, pero quedé feliz con el. Eso sí <3
Quiero agradecerles todo el apoyo!! cuando subí el capítulo anterior eran 600 vistas y poco mas de 100 estrellitas y ahora tenemos mas del doble de vistas y mas del doble de estrellitas; aprecio mucho sus comentarios e impresiones, también que recomienden la historia y den diferentes puntos de vista.
He estado leyendo sus teorías respecto a lo que le sucede a Benny y al asunto de la madre de Julie, me emociono mucho!! jajaja, ustedes son buenos intuyendo, aunque hay unas teorías que nunca hubiera pensado...
En fin ¿Qué tenemos en este capítulo?
1. Nuestro niño está en mejor estado anímico, incluso la terapeuta lo ha felicitado ¡yaii! Ben comienza a recuperar la confianza en si mismos y en los demás, tu puedes principito~~~
2. Joe es el padre mas entusiasta del mundo, adoro escribirlo aquí por que sale tan natural. Y es que puedo imaginarlo así tal cual en una faceta fraternal, tan juguetón, travieso haciendo de todo por su nena~ Aaah... y su nulo sentido de orientación, no olvidemos eso.
3. Momentos hardzzello de esos dos bromeando siempre~ Joe tiene el poder de hacer entrar en confianza a quien sea, pero con Ben las cosas son diferentes a que si! Y ahora esos dos tratarán de hacer esa cama tan... complicada (quieren una igual, no me engañan)
4. Frankie aka the Franksta!!! ¿se dieron cuenta que en capítulos anteriores Benjamin hablaba en voz alta aún sabiendo que no había nadie en su casa que pudiera escucharle? Bueno, en este capitulo también habló en voz alta... pero ahora tiene un ser de cuatro patitas que siempre lo escuchará. La casa ahora no se sentirá tan sola.
5. Rami Malek y su constante búsqueda del perfeccionamiento. Y es que con Rami aplica la de "Si vas a hacer algo, hazlo bien. Si no ni lo intentes" y él es persistente incluso en videollamadas. Pero al menos se le hizo conocer al entrenador...
6. ¡Joseph, deja de usar el celular mientras conduces! Es una orden :C
¡¡Hagamos votaciones!!
Comenta "🍭" si crees que Frankie tendrá su propia camita o comenta 🍦 si crees que Benny cederá y terminará durmiendo con el~
Comenta "🥑" si crees que el azul zafiro combina con la bandera de piratas roja con blanco o comenta "🍉" si crees que no combinaba xD
¡Nos vemos!
🌻